Ambiente y lunghismo: hechos (de destrucción) más que palabrerío oficial

En el Orden del Día para la próxima sesión del Concejo Deliberante de Tandil, a realizarse en la mañana de este jueves 13 de junio, figura el tratamiento del asunto 419/2018, con su respectivo expediente 7249/11. Iniciado por la Secretaría de Obras Públicas, el proyecto de ordenanza lleva el título ‘Ampliación área urbana para construcción de viviendas (señores Paz)’. La Zona Especial de Interés Urbanístico 32, que tuvo su largo intercambio en la sesión del último 11 de abril (en la desafectación de cinco parcelas que la integran, para afectarlas a Zona Residencial Extraurbana 3) vuelve al debate sobre tablas.

En el panorama relativo al faldeo serrano, se suma el accionar de la Defensora del Pueblo de Tandil que, lejos de cuestionar la urbanización sobre las sierras, abona a acercar los servicios reclamados a una zona no apta para su habitabilidad como lo es Villa del Lago. Desde la Asamblea por las Sierras no ven ‘fantasmas’, sino que alertan sobre los peligros (que ya están en la esquina) de ese crecimiento desmedido sobre las sierras, incontrolado y fomentado desde la gestión municipal que dice, sin sonrojarse, que es “la que más ha hecho por la preservación del medioambiente tandilero”.

TANDIL Y SUS DESTRUCTORES OFICIALES

El concejal Mario Civalleri (UCR-Cambiemos), en medios locales, se refiere a la urbanización de un macizo serrano cuyas parcelas primero desafectó de la Zona Especial de Interés Urbanístico 32. Esta desafectación se hace con un convenio urbanístico, instrumento que, tal como viene siendo usado, significa que un particular pide algo al Municipio que no está permitido y paga algo a cambio de la excepción. En este caso, el concejal (y actor principal en distintos puestos de la gestión que ha permitido el avance de la construcción sobre las sierras en los últimos quince años) argumenta que el Municipio recibirá terrenos, y enfatiza que el loteamiento lo deberán hacer con los servicios correspondientes. Por una parte, pone maquillaje al hecho de que la ciudad pierde una ladera de un área emblemática, que merece un proyecto acorde a su significancia. El proyecto implica construir una sierra y genera antecedentes para nuevos proyectos que vulneran el ordenamiento, degradan el ambiente y empobrecen la ciudad, aunque enriquezcan a algún particular.

Por otro lado, es muy sugestivo que este mismo actor no haya hecho (ni esté haciendo) lo que siempre ha estado a su alcance para evitar el desastre que avanza sobre Villa del Lago, un área dónde no hay agua suficiente ni garantías de tratamiento adecuado de efluentes. Razones que ameritan, según la ley vigente, a impedir que se construya (Art 101 ley provincial 8912). La vista gorda a la ocupación de un área tan sensible en términos ambientales es una constante y, por lo tanto, una política por la cual son responsables.

Los ciudadanos de Tandil vemos cómo pululan las casas en construcción, casi siempre sin cartel de obra, pero siempre con varios tanques, que evidencian que quienes las están ocupando saben que es una zona sin agua. Sin embargo, ya vemos cómo el dejar construir en esa zona inapropiada, a la larga, alimenta una demanda de servicios que consagran una gran injusticia. No sólo se avanza con la construcción sobre las Sierras: se afecta la biodiversidad; se contaminan las cuencas hídricas; se cambia la escorrentía de las aguas, favoreciendo las inundaciones en otras zonas. Los mismos que construyen en medio de las Sierras, supuestamente buscando contacto con la naturaleza, después se quejan de que no llega el cartero, se quejan de los caminos, de que el camión no les lleva agua. ¿Esperan que, encima de estar destruyendo un área serrana como tal, el resto de los ciudadanos que la perdemos paguemos los costos de una decisión tan equivocada? Los servicios son un derecho en áreas de uso residencial, y este uso corresponde a las áreas donde es ambientalmente adecuado y urbanísticamente conveniente.

El Plan de Ordenamiento dice: desalentar la construcción sobre el arco serrano, proteger las cuencas hídricas, establece ZEIUs (entre ellas la 32), con el objetivo de equipamiento urbano o regional para el presente y previendo el crecimiento de la ciudad. Sin embargo, Civalleri, así como muchos funcionarios que lo suscribieron, lo cambian de hecho y a su antojo para satisfacer pedidos particulares. Decir que los particulares esperaron mucho para urbanizar, como si fuera obligación del Municipio cumplir con esa expectativa, es atender más al interés privado que al del pueblo al que tienen que representar.

Ninguna apuesta a la valorización inmobiliaria obliga al Estado a ordenar el territorio de acuerdo a los intereses de quienes apuestan. Por el contrario, se debe al bienestar de la comunidad, a la preservación del patrimonio natural y a una gestión de la ciudad que no genere compromisos injustos y costosísimos, en todo sentido, en el presente y el futuro. Paren de construir sobre las Sierras y atiendan con eficiencia las necesidades de servicios en las áreas adecuadas para el uso urbano residencial.

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Sobre qué es una Zona Especial de Interés Urbanístico (ZEIU) y qué pasa, en particular, con la ZEIU 32, la Asamblea Ciudadana por la Preservación de las Sierras emitió un comunicado, a mediados del pasado abril, en donde apuntaban sobre lo sucedido en aquella sesión del Deliberante, del 11 de abril, que incluyó en su orden del día el punto ‘Plan para la ZEIU 32’. “Consultado el listado de Zonas Especiales de Interés Urbanístico del PDT, la 32 se denomina ‘Área Cantera Catoni, Club La Movediza y entorno del Cerro La Movediza’. Ante esto, alertamos que cualquier definición sobre dicha ZEIU 32 no puede obviar la situación judicial que afecta a gran parte de las tierras. Se trata de un juicio contra la empresa canteril por daños y perjuicios a los vecinos, y por daño ambiental, que lleva 20 años y es un caso de estudio de referencia nacional”, informaron las y los preservacionistas.

También indicaron que en esa sesión de abril “no se discutió un Plan para la ZEIU 32, sino la desafectación de cinco parcelas de la misma para afectarlas a Zona Residencial Extraurbana 3. Se habló de la presentación de un particular de un convenio urbanístico. Se trata de un instrumento jurídico por el cual el particular solicita hacer algo no permitido a cambio de un pago al Municipio. Los convenios urbanísticos deben ser publicados en la página web del Municipio (cosa que no sucedió hasta la fecha), y deben responder a los objetivos y estrategias del PDT, una de las cuales es justamente ‘Contener el crecimiento hacia la zona serrana, impidiendo su invasión con usos urbanos’ (objetivo que claramente contradice)”. Por ende, desde la Asamblea denuncian que “no se discutió un Plan para la ZEIU 32 ‘Área Cantera Catoni, Club La Movediza y entorno del Cerro La Movediza’, sino su mutilación, desafectando partes de la misma para destinarla a construcciones. Además, las parcelas desafectadas no serían sólo la del particular mencionado en la sesión. ¿Hay otros particulares pidiendo convenios urbanísticos?”

“Las ZEIU no son, como se argumentó en dicha sesión, ‘páginas en blanco’, sino zonas especiales que merecen mucha más atención y cuidado, en tanto son destinadas en el presente y/o reservadas para hacerlo en el futuro, a zonas de equipamiento urbano o regional. En este caso, además, se trata de un área serrana emblemática, cuya mutilación como ZEIU restará a la ciudad calidad ambiental y urbanística. No es la primera vez que funcionarios intentan desafectar ZEIUs en beneficio del negocio inmobiliario. Ya lo intentaron con la ZEIU 19 ‘Polideportivo municipal’ (caso Segurola) y la ZEIU 10 ‘Predios ocupados por las vías, estaciones e instalaciones complementarias del Ex – Ferrocarril General Roca’. En ambos casos, la fuerte resistencia de la comunidad evitó que se concretaran. En este sentido, los cambios propuestos en la ZEIU 32 son un pésimo antecedente”.

Por todo lo anterior, las y los ambientalistas consideran que “las autoridades deben abstenerse de mutilar las Zonas Especiales de Interés Urbanístico; y en el caso de disponerse a elaborar un plan específico sobre las mismas, deben hacerlo garantizando a la comunidad su derecho de acceso a la información pública y su efectiva participación, así como el cumplimiento de sus objetivos, es decir, respetando su carácter de equipamiento urbano o regional presente o futuro”. En el caso de la ZEIU 32, “considerando el enorme daño ambiental generado por el saqueo canteril, el plan específico debiera ser un proyecto que cumpla con los objetivos de una ZEIU, compensando a la ciudad con un parque destinado a la educación ambiental, que aporte a la interpretación del sistema serrano de Tandilia y recupere la historia de los picapedreros y de la Piedra Movediza”, concluyeron desde la Asamblea.

(Facebook: Asamblea por la Preservación de las Sierras de Tandil)

(Instagram: AsambleaSierrasTandil)

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