Barbas (de viejo) en remojo y mañas no perdidas

Hace casi un mes, Municipio de Tandil y Unicen firmaron el Acta Acuerdo del Bicentenario, junto a otras 50 instituciones de Tandil. Para este venidero viernes 4 de mayo, se prevé la primera reunión de trabajo de esas instituciones que firmaron el Acuerdo. Mientras tanto, quienes sí se pusieron labores concretas al hombro fueron las y los integrantes del grupo ‘No a la Destrucción de los Espacios Verdes Públicos’, que marcaron su análisis de cara al Tandil del Bicentenario y armados de rastrillos, estuvieron trabajando en erradicar la ‘barba de viejo’ sobre algunos árboles de la Plaza Independencia. ¿Y el Parque? Tuvo un nuevo capítulo…

En el acto por los 195 años de Tandil, más de 50 instituciones suscribieron un ‘acuerdo’ en el que se proponen trabajar, durante los próximos cinco años, “en pos del Tandil del futuro, en lo que serán cinco años de esfuerzo para tener un lineamiento común de respeto, solidaridad y gobernanza democrática”. El próximo 4 de mayo, desde las 18.30, en el Salón de los Espejos del Centro Cultural Universitario (planta baja de Yrigoyen 662) será el primer encuentro de trabajo. Allí se presentará el plan de desarrollo, la organización y la metodología para el estudio y elaboración de propuestas de políticas públicas en los diez ejes estratégicos acordados. Los coordinadores designados guiarán el proceso de debate y construcción de propuestas. Se deberá presentar el primer informe de avances en un plazo de tres meses.

En el Tandil del Presente, mientras tanto, el grupo “NO a la destrucción de los espacios verdes públicos”, conformado por vecinas y vecinos ambientalistas y preservacionistas del patrimonio natural, cultural e histórico de la ciudad, elaboraron un criterioso documento explicando su postura, con los pies sobre el Tandil que viven día a día, y el Tandil que quieren. Lo titularon “El ‘Tandil del futuro’” y allí manifiestan: “Creemos, en primera instancia, que no existe forma de imaginar un futuro para Tandil, sin conocer su pasado y su presente. Su pasado nos muestra una ciudad tranquila y pujante, en constante desarrollo, que fue combinando un perfil industrial con otro orientado al turismo.

“Su presente nos muestra una expansión del turismo y un crecimiento industrial e inmobiliario considerable. Todas estas actividades productivas, de no ser debidamente reguladas por el Municipio, tienen serias consecuencias sobre la naturaleza y la salud de la población que se acentuarán en un futuro próximo. Por ende, sería muy importante generar consenso para que los tandilenses podamos opinar sobre la importancia de concretar un modelo de ciudad que combine todas estas actividades sin perjuicio de la calidad de vida y la salud de quienes habitamos la ciudad y sin deteriorar el medioambiente.

“En los últimos años, la intervención constante sobre los espacios naturales, la depredación de las sierras, los emprendimientos inmobiliarios (con construcciones en lugares inapropiados), la desaparición de espacios verdes para reemplazarlos por plazas secas y paseos, han ido modificando el paisaje de manera sustancial.

“El ‘Tandil del futuro’, para nosotros, debería ser un lugar en donde: los árboles existentes en calles, paseos públicos y propiedades municipales afectadas al uso público, sean declarados patrimonio de la comunidad, sin importar quién los haya plantado; no se priorice el interés económico de particulares -sujetos o empresas- sino el interés de la comunidad; no se utilice la excusa de ‘crear fuentes de trabajo’ para dar vía libre a la instalación de empresas que contaminen el medio ambiente, el suelo, el agua; el Municipio, a través de su política pública, genere e incentive la conciencia comunitaria para la separación de residuos, el reciclado, la reutilización; se contemple el grave problema de las inundaciones y por qué se originan; los responsables de poner en marcha una planificación ordenada de la ciudad y sus Instituciones, respondan a las demandas de los ciudadanos; el Patrimonio Histórico y Cultural de la ciudad se preserve, se proteja y se restaure; el paisaje armonice con sus construcciones, como se hace en otros lugares del país; existan mediciones periódicas de la calidad del agua, del aire y del suelo; la producción de alimentos siga parámetros orgánicos y agroecológicos; no se construya sobre las serranías; el suelo urbano no esté sometido a los vaivenes del monopolio inmobiliario; y se creen reservas ecológicas protegidas por ordenanzas”.

La ‘barba de viejo’ y la foto para las redes: hijos del rigor

Desde hace un mes, desde las redes sociales, esta agrupación denunció la existencia del liquen ‘barba de viejo’ sobre algunos árboles de la Plaza Independencia, punto geográficamente más céntrico de la ciudad de Tandil. Liquen que ahoga y seca árboles, al impedir la recepción de luz. Parece ser que algún ojo vigilante de lo que sucede en territorio de redes sociales, desde el palacio municipal y/o desde alguna oficina de su dependencia, ni lerdo ni perezoso, dio aviso, con tanta celeridad que apareció una camioneta/grúa del Municipio (de la Dirección General de Espacios Verdes Públicos), con dos obreros, para comenzar el trabajo de ‘desmontar’ este liquen. Como no se trató de una alucinación, hubo registro fotográfico que documentó el hecho. Sin embargo, así como se empezó, ahí quedó… durante un mes.

El sábado 21 de abril, integrantes del grupo ‘No a la destrucción…’ se reunieron en la plaza y con el único auxilio de un rastrillo, dedicaron su tiempo a hacer ellos el trabajo de quitarles a los árboles la dicha planta invasora. “Por supuesto, esa tarea no está concluida. Sería deseable que el área de Espacios Verdes de la Municipalidad la retomara y concluyera”, sostuvieron en su página de Facebook, acompañando el posteo con algunas fotos sacadas en plena tarea.

Pasado el mediodía de este sábado 28, se volvieron a observar trabajadores municipales en la labor de erradicar la ‘barba de viejo’ en el pino que se encuentra a escasos metros de la pirámide, que se ha vuelto icónico de esta problemática. Y así como estuvieron durante algunos minutos, dejaron el liquen desparramado en la base del árbol. Asiduas caminantes de la Plaza ya han dado la voz de alerta de la alarmante propagación de este invasor sobre varios ejemplares.

Motoguadañas, podadoras y tractores… ¿Y la sanación? Te la debo

Hace poco tiempo, se avisó, por gacetilla municipal, de la existencia de “fondos para la compra de maquinarias destinada a los espacios verdes públicos” (así el título de la comunicación). Un convenio firmado por el intendente Lunghi y autoridades del Ministerio del Interior, por el que el Municipio de Tandil recibe un aporte de 2 millones de pesos de Nación. El destino: la adquisición de maquinaria para “fortalecer las políticas locales de mejora y mantenimiento de los espacios verdes, recreativos y deportivos de la ciudad y localidades rurales”.

La dicha mejora, se supone, sobrevendría gracias a la compra de “tractores, motoguadañas, sopladoras, tráiler, podadoras de altura y otros implementos y herramientas necesarias para las tareas de limpieza, mejoramiento y mantenimiento de los espacios verdes públicos municipales”, detallaba la gacetilla oficial, que también informaba que “son casi 300 hectáreas de espacios verdes públicos que deben mantenerse y reacondicionarse de forma periódica en Tandil, por lo que se requiere de nueva maquinaria y el reemplazo de las más antiguas para poder desarrollar las labores”. ¿Reacondicionar, tal vez, como la base del Cerro Independencia, a metros de la Portada? ¿O como la ladera oeste del Parque, en la subida hacia el Castillo Morisco? ¿O como las mutilaciones de árboles realizadas por la Dirección de Espacios Verdes Públicos y las de la Usina Popular y Municipal, a las que eufemísticamente denomina ‘tareas de despeje’?

Vale recordar las palabras dedicadas por propias autoridades municipales a estos espacios verdes, “punto de encuentro e integración de los tandilenses, que mejoran la calidad de vida y promueven la vida saludable y en contacto con la naturaleza”. Sobre el aporte de Nación, Lunghi lo destacó como “un apoyo muy importante que sirve al Municipio para continuar modernizando y ampliando la maquinaria y la tecnología para la prestación de los servicios a la comunidad”, y, como en segundo lugar, indicó que “nos posibilitará continuar mejorando y haciendo todo el mantenimiento de los espacios verdes públicos, que implican mejor calidad de vida y son parte de la política local para consolidar un Tandil saludable y sostenible”. Y si usted lo dice…

¿Y qué se sabe de la concesión del Morisco… y la terraza?

Así como ‘No a la Destrucción…’ reconoció la escucha de los funcionarios y la labor de los empleados públicos en ocasión de la primera limpieza (breve e inconclusa… ¿por la llovizna?) de las ‘barbas de viejo’ en la Plaza Independencia, no deja de exigir lo que aún es deuda, no sólo para el grupo ambientalista sino para toda la ciudadanía tandilera: el acceso al expediente de la licitación del Castillo Morisco. Acceso que el propio Juan Pablo Frolik, presidente del Concejo Deliberante, prometió en la reunión del 13 de marzo. “La ley protege el derecho de los ciudadanos a tener acceso a esta información, pero no nos ha sido entregada”, señalaron las y los vecinos proteccionistas.

¿Por qué queremos tener acceso al Expediente?”, plantean retóricamente en su comunicado. Además de tratarse de un derecho de las y los tandilenses, alegan: “Concejales de diferentes bloques, incluyendo a algunos del oficialismo, señalaron que podría haber ‘irregularidades’ en el proceso de licitación. La información clave estaría justamente en el Expediente”. Por otra parte, les llegan trascendidos acerca de “la posibilidad de que (según figura en el proyecto del concesionario que debería constar en el expediente) se estaría pensando en una tala de árboles del Parque (ladera oeste, quizá en la zona quemada) con el objeto realizar una playa de estacionamiento y una rampa”.

Y a propósito del estacionamiento y la rampa, que se proyectan construir en la zona en la que actuó, de ‘casualidad’, la cofradía del fuego selectivo, este fin de semana, varios medios recibimos imágenes tomadas por el fotógrafo José Luis Fonzo: un colectivo de unos 4 metros de altura que pasó por debajo del puente del Morisco literalmente ‘raspando’. En la oportunidad, vecinos que se encontraban en el lugar daban cuenta de la falta de control del tránsito de esos vehículos de gran porte al subir a la cima del Parque. Bien podría pensarse en un servicio de combis en la Portada, sin necesidad de invadir ni destruir patrimonio natural.

 

Parque Independencia: el ojo vecinal, firme; el del Municipio, ‘te lo debo’

Identidad y patrimonio, a cambio de café y alfajores