Carteles que expresan una época alterada

Esta frase fue dejada por la movilización rompecuarentena del 17A en el Paseo Jesús Mendía, pleno centro de Olavarría. Está acompañada por una docena de cartones similares, con la misma tipografía y color (celeste), y similar desconcierto cognitivo. Pero éste  dispara más inquietudes que cualquier otro y vamos a usarlo para hilvanar algunas reflexiones acerca de este tiempo desolado que nos toca vivir. (Opinión Por Jorge Arabito)

Este cartel alguien lo imprimió, otro lo colgó y montones lo vieron en ese momento. Y está desde el 17. O sea, quienes lo pusieron, o no revisaron o ni meramente leyeron lo que pegaron… ¿A nadie le saltó decir, «che ese cartel está mal escrito«?  Es un escándalo, se nos van a reír, ¡Saquenló! Algunos dicen que los errores de ortografía deberían aceptarse, como las «malas palabras» de Fontanarrosa, del modo en que algunos otros escriben «pibis», pero recordemos que el lenguaje inclusivo es otra cosa, porque en Argentina lo aprueba institución tras institución, en cada una de las cuales entonces es posible (no obligatorio) usarlo, como en el Banco Central.

Lo otro es un error liso y llano de ortografía (que cuando escribís el sistema te lo marca con viboritas rojas así que no me cabe a esta altura que a alguien le suceda ). En eso no nos vamos a meter porque no somos la policía de la lengua. Casi que el error de ortografía es un obstáculo para pensar lo que queremos considerar…

 

El cartel que ya gira por la República. Seguramente generará tesis y papers en congresos

Pero lo que importa es el concepto detrás… Porque más allá de un error ortográfico, cuando hacemos un cartel así, no entendemos algo fundamental: No existe educación sin ideología, como tampoco existe economía, justicia, salud o arquitectura sin ideología… No se sostiene el argumento.

Si alguien se acuerda de la canción de Teresa Parodi «MBAE PA´ DOÑA FROILANA» sobre la gente a quienes les hacen un barrio popular pero con casas sin patio, donde no tienen tierra ni lugar para las gallinas. Eso sería un breve modo de expresar la ideología en la arquitectura… La salud, la justicia, todo está atravesado por la ideología. Intentar expurgarlo de ella para producir un discurso exacto y purificado es imposible.

Toda educación es ideológica: Para Paulo Freire, incluso la educación era siempre un acto político. Él reconoció en los sesenta el lugar de la educación como reproductora de la ideología dominante y entendió que, si bien los sujetos están condicionados por este sistema, no están totalmente determinados. pero en última instancia no pueden escaparle. La liberación se puede centrar en una praxis ejecutada en la palabra y a través de ella, criticando las creencias asentadas y desvelando los corsés ideológicos. Y es que este desvelamiento, de por sí, ya incide en una transformación de la sociedad. O sea no se puede escapar de las ideologías no enseñándolas… Por su parte para Daniel Cassany, la ideología es cualquier aspecto de la mirada que adopta un texto. Leemos, escribimos, enseñamos desde la ideología.

Desde el sentido común, muchos pensarán que es posible educar sin ideología, dando información de todas las posibilidades de modo que el educando elija lo que prefiera cuando le llegue la oportunidad. Y aquí es cuando podemos recordar que los límites del mundo de alguien, será el límite de su lenguaje. Lo que el lenguaje no le permita expresarlo, no podrá pensarlo. Algo así sucede en el cruce de la educación y las ideologías, que serán transparentes para quienes se gobiernan con ellas, pero evidentes para los observadores.

Algo de eso le habrá ocurrido a quienes pusieron los carteles. No estuvimos allí para preguntales, no podíamos porque hay una pandemia, estamos en cuarentena y somos grupo de riesgo. Sin embargo, nobleza obliga, es posible percibir -cambiando el referente- diversidad en la crítica hacia diversas posturas…

 

Aquí se expresa, obviamente, una fuerte crítica al funcionamiento de la AFI durante el gobierno anterior

 

Incluso hay alusiones que fuera de contexto claramente refieren a la localía

 

Algunos carteles dejaban servida la respuesta…

Otro carteles son tan incomprensibles que parecen generados en una realidad alternativa.

 

Quizás habría que reglamentar el contexto de uso adecuado del pensamiento de los próceres…

 

Pero revisando los registros, uno cuando ve cosas como esta y se pregunta, ¿Qué le pasó a esta gente en la vida? Y le dan ganas de abandonar todo y dedicarse al mercadeo de bulbos de tulipanes… ¿Desde cuándo ha habido adoctrinamiento educativo?  ¿Dónde, que experiencias?

Imagen cortesía de INFOEME, quienes limpiaron la patente con lo que es difícil ubicar a los ciudadanos para consultarlos con animo periodístico para que se explayen acerca de a qué se refieren… Durante los estudios en comunicación una de las frases que nos quedaron en la conciencia fue: «Es muy difícil argumentar con alguien que no sabe todas las cosas que ignora» (RMB) Pero con esfuerzo se trataría…

Yendo al origen de la movilización que motivó esta cartelería, la Diputada Nacional Liliana Schwindt  expresó frente a la movilización: “No los vi reclamar por tarifazos, tampoco en marchas por justicia por tantas muertes injustas en la ciudad”, a lo que agregó: “gente que nunca se los ve reclamando por lo colectivo, ni por justicia o derechos por los más vulnerables«, para continuar: “dicen que peligra la República, que no quieren comunismo y no a la Reforma Judicial, ahh pero a más de uno les llegas a preguntar en qué consiste y no pueden enumerar un argumento”. “Tendrán derecho a marchar y yo a decir lo que pienso”, concluyó.

Esa publicación tuvo la respuesta de una vecina, que sumaba inconsistencias tales como aludir a temas más allá del “Tarifazo”, como los «innumerables» decretos de necesidad y urgencia, la reforma Judicial, la liberación de delincuentes y de los “llamados presos políticos”, la apertura de los casinos en plena pandemia, las interminables colas de Abuelos para cobrar, la aprobación de la Ley Cristóbal López, del derecho a la propiedad privada, del cepo, de la cantidad alarmante de pymes y comercios que cierran todos los días aumentando la pobreza…

Un mínimo googleo informa la ínfima cantidad de liberados: Según informó la ministra de Justicia de la Nación, Marcela Losardo, por fallos de distintos tribunales nacionales y federales se le concedió la prisión domiciliaria a 320 internos de los 12.600 alojados en unidades del Servicio Penitenciario Federal (un 2,5% del total), fuente Chequeado o la inexistencia de una «Ley Cristóbal López», por lo que no preocupa la  profundidad de la carta de esta vecina, pero SI que muchos coterráneos la apoyen en los comentarios que generó en redes sociales expresando que «les representa».

Eso es lo que oscurece el panorama de comprensión del panorama por parte de muchos. ¿Qué realidad viven? ¿Por qué les creen a los medios a los que les creen? Algo de esto trató el periodista y locutor Víctor Hugo Morales en su libro «Mentime que me gusta», cuya premisa está magistralmente capturada en el título. Mariano Lara, referente en Olavarría de «Nueva Unión Ciudadana», indicó que Schwindt “acompaña a este gobierno comunista”, lo que dejó muy claro en qué parte del espectro político local se lo puede encontrar situado.

Más allá de que uno acuerde o no con la publicación original, estamos en una pandemia global, con circulación comunitaria de un virus que si bien tiene baja mortalidad para los jóvenes, posee alta contagiosidad y un período largo de incubación (una tormenta perfecta) en la que están muriendo amigos y familiares. ¿En Sarajevo cuando acechaban los francotiradores en la avenida Mese Selimovica, habría ciudadanos que saldrían a la calle a pedir por la libre circulación?

Como se expresaba con humor en redes sociales, «Nunca habrá algo más ridículo que esta «Marcha» por la «Libertad» de Juntos por el Cambio, es como hacer «Postrebalcarceada» contra la «Diabetes» o una «Parrillada» contra el «Ácido Úrico«… No es una cuestión de políticos, sino de salud. Hay pobreza, pero antes que todo hay muerte. Y lo que preocupa es la conciencia de todos aquellos que no entienden que estamos ante una contingencia de desastre a nivel mundial, comparada con una catástrofe climática, una hambruna global o una situación peor.

No se sostiene el argumento de protestar contra la cuarentena, contra los cuidados de sí mismo. Pero es imposible encontrar un ámbito en el que debatir, ya que en todos lados solamente se recoge odio y violencia. Y esa violencia, genera también el resurgimiento de pensamientos  como los que generaron esta cartelería. Agreguemos que tras la reunión virtual que hicieron para evaluar la movida y mediante un comunicado JXC exigió al gobierno oír «el mensaje de la ciudadanía» a la cual convocó a marchar en medio de «la gravedad de la crisis sanitaria que padece el país«.

Es difícil no poder salir de casa. Pero las balas van picando cerca de cada uno de nosotros. Y aún peor será resistir a una pandemia que durará mucho más tiempo que el que jamás esperamos, si gran parte de la población simplemente se cansó de ella y prefiere negarla. E incluso aprovecha la ocasión para expresar los sentimientos de odio más recónditos hacia quienes intentan cuidarlos. Eso no lo hemos visto en ninguna película de catástrofes de las que no previeron la pandemia. Generan miedo, ganas de retirarse a los propios cuarteles, y dejar que se cansen todos.

Pero como somos comunicadores, nuestro grito primal por encima de todo es la necesidad de seguir pensando, comunicando expresar opiniones, como ésta. Y para no terminar tan bajón, les dejamos con algo de humor: