Crónica de carnaval sin reinados en Montevideo
De reinas y figuras, de carnavales y leyes, azares y azorados, vamos avanzando hacia la equidad y la libertad. En Montevideo, los carnavales ya no tienen reinas ni reinados: las figuras son del pueblo. La intendencia municipal de Montevideo dispuso terminar con la clásica elección de «reinas». Mientras, en Olavarría, les ediles dejaron caer el proyecto presentado por el frente local de Ni Una Menos.
En el carnaval, el humor y la risa cobran importancia, se trastocan los cánones impuestos por la sociedad, y se satirizan las figuras públicas y los representantes del poder. En el carnaval, se subraya el escándalo y lo extravagante; se cuestionan las normas y principios sociales. El carnaval, con su profanación desmitificadora de ese mundo, destruye las normas que lo rigen y construye otro territorio que corre paralelo. Se contrapone al discurso oficial, al sistema jerárquico; transgrede los límites establecidos en ese sistema social. El carnaval desacraliza.
Y entonces, para este Carnaval 2018, mujeres, hombres, personas trans y personas con discapacidad pudieron, por primera, vez competir como «figuras» del Carnaval en Uruguay. La Intendencia Municipal de Montevideo (IMM) dispuso terminar con la clásica elección de «reinas». La resolución dispone que la nueva elección de las «Figuras de Carnaval, Llamadas y Escuelas de Samba 2018» pretende no ser «un concurso de belleza que fomente estereotipos de género y ejerza violencia simbólica contra las mujeres, sino una celebración al espíritu solidario y la alegría del Carnaval«.
Hubo 20 aspirantes; entre ellos, 17 mujeres (una con discapacidad y otra trans) y tres varones, constituyendo un acontecimiento sin antecedentes. La Intendencia de Montevideo ha sido fuertemente cuestionada por otros actores vinculados al Carnaval, entre ellos la gremial Daecpu y algunas ex reinas del carnaval.
Desde la Intendencia de Montevideo, indicaron que esta elección de figuras buscó reconocer «a quienes representen con mayor fidelidad el espíritu solidario, alegre e inclusivo de la fiesta más popular del país«. El único requisito que debieron cumplir para participar fue haber cumplido 18 años al momento de inscribirse, sin existir un límite máximo de edad.
Jamilla Olivera fue electa como Figura de Carnaval, Soraya Ferreira como Figura de Llamadas, y Gustavo García como Figura de Samba, en la primera elección de Figuras del Carnaval, actividad que la Intendencia de Montevideo organizó en reemplazo de la hasta ahora tradicional Elección de Reinas.
En diciembre de 2016, el Frente Ni Una Menos Olavarría presentó un proyecto de ordenanza al Concejo Deliberante local. La propuesta buscaba la “prohibición de los concursos de belleza y las elecciones de reina”. A fines de 2017, este proyecto perdió estado parlamentario. Durante todo el ciclo, se discutió en diferentes comisiones, como las de educación y de legislación. En esta última, el proyecto se trabóado porque los ediles consideraron que avanzaba sobre las ‘libertades individuales’.
Durante la conferencia de prensa brindada por el FNUMO el pasado 29 de diciembre de 2017, Florencia Caro de Luca explicó que “este proyecto no busca avanzar sobre las libertades individuales, sino que busca terminar con la imposición de ciertos estereotipos y cánones estéticos que se nos exigen a las mujeres, desde nuestros primeros años de vida, con los cuales pareciera que estamos obligadas a convivir y a luchar durante toda nuestra existencia”.
Caro destacó: “Estamos convencidos que en el Estado se tiene que avanzar hacia políticas reales y concretas de igualdad de género” y señaló como “una realidad concreta la falta de perspectiva de género” siendo fundamental que “la legislación esté escrita en clave de género y que se empiece a dar un debate serio, necesario sobre estas cuestiones que van directamente hacia la lucha por la erradicación de todo tipo de violencia contra la mujer. Estamos hablando de la violencia simbólica real, concreta, que es lo que tratamos de plasmar en este proyecto”.
Florencia y las demás integrantes del Frente aseguraron que volverán a presentarlo durante este 2018.
La Ley 26.485 de Protección Integral para Prevenir, Sancionar y Erradicar la Violencia contra las Mujeres reconoce los siguientes tipos de violencia contra la mujer:
Simbólica: La que, a través de patrones estereotipados, mensajes, valores, íconos o signos, transmita y reproduzca dominación, desigualdad y discriminación en las relaciones sociales, naturalizando la subordinación de la mujer en la sociedad.
Física: La que se emplea contra el cuerpo de la mujer, produciendo dolor, daño o riesgo de producirlo, y cualquier otra forma de maltrato y/o agresión que afecte su integridad física.
Psicológica: La que causa daño emocional y disminución de la autoestima; o perjudica y perturba el pleno desarrollo personal; o que busca degradar o controlar sus acciones, comportamientos, creencias y decisiones, mediante amenaza, acoso, hostigamiento, restricción, humillación, deshonra, descrédito, manipulación, aislamiento.
Sexual: Cualquier acción que implique la vulneración en todas sus formas, con o sin acceso genital, del derecho de la mujer de decidir voluntariamente acerca de su vida sexual o reproductiva, a través de amenazas, coerción, uso de la fuerza o intimidación, incluyendo la violación dentro del matrimonio o de otras relaciones vinculares o de parentesco, exista o no convivencia, así como la prostitución forzada, explotación, esclavitud, acoso, abuso sexual y trata de mujeres.
Económica y patrimonial: La que se dirige a ocasionar un menoscabo en los recursos económicos o patrimoniales de la mujer, a través de:
- La perturbación de la posesión, tenencia o propiedad de sus bienes;
- La pérdida, sustracción, destrucción, retención o distracción indebida de objetos, instrumentos de trabajo, documentos personales, bienes, valores y derechos patrimoniales;
- La limitación de los recursos económicos destinados a satisfacer sus necesidades o privación de los medios indispensables para vivir una vida digna;
- La limitación o control de sus ingresos, así como la percepción de un salario menor por igual tarea, dentro de un mismo lugar de trabajo.
Conferencia FNUMO 29 de diciembre 2017- Balance:
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