Cuando Norita desembarcó en Tandil

Fue como corolario del Encuentro Regional de la Red de Educadoras y Educadores Populares, en la noche del sábado 15 de junio. Ante un Salón de los Espejos colmado, se presentó el libro ‘Norita. La Madre de todas las batallas’, de Gerardo Szalkowicz, quien también estuvo presente. Recorrió la Feria de la Economía Social y Solidaria, y compartió sus reflexiones sobre la realidad del país, ante la admiración y el cariño del público.

Como marcó uno de los organizadores del Encuentro, el docente Álvaro Álvarez, “no es fácil presentar a una estrella de rock”. Nora Morales de Cortiñas, nacida el 22 de marzo de 1930, llegó al segundo piso del Centro Cultural Universitario y revolucionó el ambiente. Irrumpió mágicamente, mientras se hacía una foto grupal contra el gatillo fácil y la violencia policial. A partir de ese entonces, ya nadie miró hacia las cámaras que registraban esa proclama colectiva. El Encuentro continuó con un homenaje a Osvaldo Bayer, como maestro de la ética y la rebeldía. La presencia de esta Madre de Plaza de Mayo tan única como irrepetible e imprescindible trastocó el ambiente.

Previo a la presentación del libro de su biografía, Norita se hizo de un rato para las fotos, luego de la mesa contra el gatillo fácil; e incluso retó a una de las organizadoras de la jornada, que la invitó a descansar unos minutos, luego del viaje que la acercó de Buenos Aires a Tandil, y del que acababa de descender. “No me asustes a la gente. A Tandil no vine a descansar”, espetó, y dio una sobrada muestra del carácter de tamaña mujer de metro cincuenta, con tanta historia y luchas a cuestas. Las y los más peques se acercaron con sus ‘Norita para chicxs’ de Editorial Sudestada, para que la mismísima protagonista les hiciera una dedicatoria. Norita les habló de igual a igual, con tal ternura que todas y todos querían adoptarla como abuela.

Minutos más tarde, la integrante de Madres de Plaza de Mayo-Línea Fundadora hizo su aparición en el gimnasio del Centro Cultural Universitario, donde se estaba desarrollando la Feria de la Economía Social y Solidaria. Algunas vendedoras y vendedores quedaron boquiabiertos, porque no todos los días se la tiene a Nora Cortiñas visitando tu stand. Nora que no dejó de sonreir ni por un minuto. Tampoco se cansó de sacarse fotos… ni de recibir regalos! Hubo quienes se preguntaron si habría llevado consigo alguna carretilla para acarrear todo lo que se llevaría de regreso a su casa en Capital Federal. Ayudada por su bastón, caminó por los pasillos, conversó con feriantes, les preguntó cómo elaboraban sus productos. Varios comentaban que aún hoy, de la emoción de ese encuentro, les temblequean las piernas.

Norita entró al Salón de los Espejos, recibida con una aclamación, seguida de una intervención. ‘Mujeres Teatristas’ le rindieron un homenaje: una mujer con la máquina de coser, cose pañuelos, se encienden velas que salen del público, y conforman una ronda a la que se suman mujeres con sus pañuelos. Mujeres que, trascendiendo a sus personajes, se emocionaron fuertemente y no pudieron esquivar el llanto. Todas y todos los presentes, luego del video que acompañó la intervención, aplaudieron al grito de ‘Madres de la Plaza, el pueblo las abraza’. Como digna ‘rock star’, Norita cambió las reglas y el escenario mismo de la charla: pidió sacar la mesa con que se había pensado hacer la presentación, «para estar más cerca«, susurró.

PALABRAS DE ANFITRIÓN

Álvaro Álvarez, del equipo de ‘Pañuelos en Rebeldía’ en Tandil, hizo el corte de cintas simbólico de la presentación. Explicó de qué se trató este encuentro de educación popular de la región, organizado junto a La Poderosa y la Colectiva Feminista ‘Berta Cáceres’; y los ejes sobre los que discutieron durante todo ese día: feminismo, extractivismo y criminalización.

Álvarez señaló que para las organizaciones convocantes, “Norita es una pedagoga del ejemplo, que nos enseña en cada paso, en cada lucha, como también, por ejemplo, Berta Cáceres, Osvaldo Bayer, el Che, Darío y Maxi”. Momento en que se refirió a la presencia de Alberto Santillán, papá de Darío, quien recibió una gran ovación y el grito de ‘Darío Santillán, presente; Maximiliano Kosteki, presente; ahora y siempre’. También estaba en la sala Yesica Maldonado, organizadora de la Marcha contra el Gatillo Fácil en Mar del Plata, hermana de Thomas Pérez, víctima de gatillo fácil. “Es un momento histórico para nuestra ciudad. Nos llena de orgullo que Norita esté en Tandil y que se haya acercado tanta gente a este homenaje”, cerró su alocución.

LOS NACIMIENTOS DE NORITA Y SUS ‘ALITAS’

Petra Marzocca, referente de la lucha por los derechos humanos en Tandil e integrante del Grupo Memoria para la Vida en Democracia, hizo la reseña del libro que Szalkowicz tituló con una frase de Claudia Korol, y apuntó algunas cuestiones en común con la historia de Norita: Gustavo Cortiñas desapareció, como los hermanos Marzocca, en la zona Oeste; pertenecían a Montoneros; uno de los hermanos de Petra trabajaba en el Ministerio de Economía y hablaba del desaparecido Cortiñas. ‘Norita. La Madre de todas las batallas’ le pareció un libro “hermosísimo, muy sencillo, muy accesible, que habla de un ser humano entrañable, solidario”.

A Petra le impactó el proceso de Nora, también experimentado por muchas Madres, por el que la desaparición de sus hijos las empujó a salir del ámbito familiar y machista de ese entonces, para crecer, luchar y transmitir valores. Reparó en que el autor marcó distintos nacimientos de Norita. El primero, el biológico: su infancia y adolescencia en ese hogar de clase media sin sobresaltos. El segundo nacimiento, dado por el secuestro y desaparición de su hijo Gustavo, y la transformación de aquella ama de casa en incansable guerrera, “en el nombre del hijo”.

El tercer nacimiento fue colectivo, con las Madres de Plaza de Mayo, “que siguen enseñando que la lucha siempre es en la calle, colectiva y sin bajar bandera”, con cuya energía parieron a muchos organismos de derechos humanos. El cuarto es el de la conciencia integral de las luchas. “Paulo Freire dice que la cabeza piensa donde los pies pisan, y los pies de Norita parecen alitas: no nos explicamos cómo está en tantos lugares al mismo tiempo”, compartió Marzocca, y agregó que “el nacimiento de ‘Norita feminista’ es la síntesis y reflexión de luchas que se fueron dando, junto a la apertura para captar a ese movimiento”.

Petra trajo a colación que Szalkowicz trabajó el libro “con recuerdos, dolores, sentires, certezas, miedos y contradicciones” de Norita. Contradicciones a las que no se debe temer, para debatir y lograr “posturas claras y avances en la lucha colectiva”. El libro incluye una semblanza de la militancia de Gustavo y la de las y los detenidos-desaparecidos; y del recorrido de las Madres y su ruptura en 1985, “por sus diferencias, pero necesaria para avanzar”.

Por último, Marzocca resaltó que Nora y las Madres enseñan “que al miedo para el control se le opone la Memoria de la resistencia colectiva”. La militante del Grupo Memoria analizó también que la lucha de Norita visibiliza “un puente entre el reclamo de justicia durante la Dictadura y contra la violencia institucional y estatal en los gobiernos constitucionales”. Lucha que se conecta con la de los pueblos originarios en defensa de su cultura, sus territorios y recursos, tal lo sucedido con Santiago Maldonado y Rafael Nahuel. “En cuanto conflicto obrero aparece, no sé cómo hace, pero Norita está ahí. La principal enseñanza de su andar es que todo se consigue con la lucha colectiva, organizada y en la calle”, cerró Petra.

EN EL NOMBRE DE NORA

Mirta Israel, integrante del equipo de ‘Pañuelos en Rebeldía’, se preguntó qué no se ha dicho sobre Cortiñas. Buscó en Google qué significa el nombre ‘Nora’, desde lo etimológico: proveniente de la Antigua Grecia, significa ‘bella como el sol’. Sobre las cualidades, se encuentran: “innovadora, emprendedora y muy intuitiva. Sabe a la perfección cuándo debe actuar y cuándo quedarse quieta… No, eso no”, bromeó Israel, ante un público que acompañó con la carcajada. En la web también encontró que “Nora sabe solucionar todo tipo de situaciones, incluso las inimaginables, debido a su creatividad y su insistencia. Es una mujer trabajadora y muy constante, que puede conseguir todo lo que se proponga en la vida. Es una romántica empedernida, por ello no necesita nada más que amor. A Nora no se la conquista con regalos, sino con acciones y hechos”.

Hay mucho en común entre el nombre y su portadora, e Israel agregó que Norita es una ‘pedagoga de la esperanza’. Cuando se encuentra con gente deprimida por la situación, los invita a la ronda de las Madres, de todos los jueves a las 15, en Plaza de Mayo: “Ahí se comprende que no hay tiempo para deprimirse. Escuchar a Norita al finalizar la ronda, es la recuperación de la esperanza activa que todos los días este sistema nos intenta sacar”.

Para Israel, el motor que hace que Norita no pare es la esperanza, que demuestra que “con la lucha persistente es posible tener victorias, a veces pequeñas. Norita y las Madres nos enseñan que esto es un caminar constante y que el camino también es el final; que hay que resistir para ir por más y retener lo poco que nos deja este sistema”. La integrante de ‘Pañuelos en Rebeldía’ instó a levantar la bandera de las y los detenidos-desaparecidos, “más vigentes que nunca”.

LA ESTATURA DEL ENEMIGO

Para romper un hielo que el calor humano ya había derretido, Gerardo Szalkowicz, autor del libro, manifestó “la alegría inmensa de ver tantas luchadoras y luchadores en la tierra del nefasto personaje que, dentro de unos meses, va a ser el ‘ex presidente argentino’”, lo que fue aplaudido furiosamente. Indicó que “en muchos pueblos y ciudades, hay una ‘Norita Cortiñas’, así que es un honor para ustedes tenerla a Petra”; y le agradeció a Mirta Israel el estar todos los jueves en la ronda de las Madres en Plaza de Mayo, “haciéndose cargo del grito de cada una y cada uno de los detenidos-desaparecidos, pieza clave de ese ritual”.

Szalkowicz recordó que Joan Manuel Serrat dijo que “Argentina era el único país donde los hijos e hijas hacen parir a sus Madres”. Así como Norita es la Madre de todas las batallas, para la generación del autor, el ‘Padre de todas las batallas’ es Alberto Santillán: “Muchas y muchos nacimos siguiendo el faro de Darío”. A propósito de las similitudes entre historias, Szalkowicz consideró que también las hay entre la de Darío Santillán y Gustavo Cortiñas, por lo que pidió un grito muy fuerte de ‘¡Gustavo Cortiñas, presente! ¡Ahora y siempre!’. Norita hizo lo mismo por Darío Santillán, lo que configuró un momento hondamente emotivo.

El escritor aportó que Norita fue así bautizada por Nora Helmer, protagonista de la obra de teatro ‘Casa de muñecas’, que su madre estaba leyendo cuando embarazada. “Es la historia de una mujer que vivía sometida en su casa, en una vida tradicional. Rompe con ese mandato y se va de su casa, en una decisión de consciente libertad. Es de fines del siglo XIX y fue considerada la primera obra teatral feminista contemporánea. Vaya paradoja y guiño del destino”.

En momentos más, llega el stand up de Norita”, anunció Szalkowicz. A cada lugar adonde acompaña a ‘la Madre de todas las batallas’, les queda chico el espacio: “Que pase esto habla de la necesidad de agradecerle toda esa solidaridad y amor que le brota por los poros, que derrocha a cada paso. El libro es una forma de abrazarla, homenajearla, reconocerla”. El día que fueron con la propuesta del libro, Nora les dijo que no estaba de acuerdo, “que le parecía demasiado, que no quería que se opacara a las otras Madres. Pero como también tiene esa capacidad para volver sobre sus pasos, aceptó”. Además de la dificultad de reconstruir su historia, se sumó la de seguirle el ritmo: “hoy está acá, mañana en Guatemala, el sábado en Kurdiztan, con tres o cuatro actividades por día. A veces, aparece anunciada en dos lugares, a la misma hora, el mismo día… No se sabe cómo hace. Alguien preguntaba dónde queda esa aldea donde están las mil Noritas”, bromeó el autor.

En esta biografía, Norita se autodefine como “una piba de barrio, coqueta”, que la vida fue convirtiendo “en esta ‘guerrera callejera’ y heroína de nuestro pueblo”, señaló Szalkowicz, a quien le impresionó, de la Norita del cotidiano, “su calidez, su impresionante ternura, su generosidad, su autenticidad y su sencillez”. Más en estos tiempos “de egos tan inflados, arrogancias y vanidades, Norita se empecina todo el tiempo en bajarse de ese pedestal donde la ubicamos”. También lo asombró “la fantástica inclinación a estar siempre sonriendo, a esquivarle a la amargura, a ‘defender la alegría como una trinchera’, como decía Benedetti”; y lo que contagia en los demás y ayuda a transformar: “Norita utiliza sus virtudes para el bien colectivo, para motivarnos a ser mejores personas. En cualquier actividad, se le acercan pibes y pibas que la abrazan, la besan, la estrujan. En esa transferencia generacional de energía y de valores, encontramos el potencial más fuerte del legado de Norita”.

El libro reúne muchas anécdotas y Norita contó la del chanchito Violeto. Con sus pasajes de humor, “Norita nos alegra y alumbra desde abajo a la izquierda”, subrayó Szalkowicz, y detalló: “Cuando estamos perdidos en la oscuridad, viene Norita con una linterna y todo se aclara. Cuando estamos empantanados, llega Norita, nos abre el camino y todo se despeja. Cuando estamos cansados, escépticos, llega Norita con su sonrisa y las palabras mágicas: ‘No hay que bajar los brazos, hay que seguir luchando’, y todo se transforma”.

Al finalizar, el autor del libro reveló que Norita esconde dos misterios: cómo hace para estar en todos lados (hay quienes lo atribuyen al aceite de cannabis); y cuánto mide exactamente. Sus propios nietos la perseguían con un metro para medirla, pero nunca se dejó. “Uno tiene la estatura del enemigo que ha decidido enfrentar, y si hay alguien que ha decidido enfrentar al poder racista, colonialista, patriarcal, genocida, capitalista, esa es Norita Cortiñas”, marcó Szalkowicz. Una vez, se encontraron Fidel Castro y Norita, quien abrazó a una cintura y le dijo: “Fidel, ¡qué alto sos!”. El líder de la Revolución Cubana le respondió: “Nora, tú eres mucho más grande que yo”. Ya lo dijo Nacho Levy, integrante de la Garganta Poderosa, en el Hotel Bauen: “El pico más alto del mundo está en Argentina, y mide un metro y medio”.

NO BAJAR LA GUARDIA Y SIEMPRE SEGUIR

Llegó el esperado turno de Norita en el micrófono, y agradeció la invitación y a la presencia del público “que me abrazan, me estrujan, y salgo indemne”. Lo primero que hizo fue delimitar que no se trata de un libro de ficción: “hay mucho amor, pasión y un poco de fanatismo”. Aclaró que aquel primer ‘No’ como respuesta a la hechura del libro, se debió a que “tendríamos que tener treinta mil libros, de todas las Madres que salieron a luchar, porque el nuestro es un movimiento colectivo. Azucena Villaflor de Devincenti propuso ir a la Plaza, pero sabía que una sola no iba a poder con el fantasma brutal que se venía en esos años”. Definió a la desaparición forzada de personas como “el crímen de crímenes”, por arrebatar todos los derechos básicos y vitales a las personas, junto a la perversión del pacto corporativo de silencio de no informar dónde están, al menos, sus restos.

Cuando los organismos de memoria y derechos humanos creyeron que la lucha de 42 años había bastado para afianzar el Nunca Más, pasaron los casos de Luciano Arruga hasta Santiago Maldonado: “por más que el gobierno lo niegue, fue una desaparición forzada seguida de muerte”. Entre mentiras y ocultamiento, “el gobierno cree que este pueblo es de imbéciles”, aunque la situación sigue complicada en el sur: los mapuches testigos no pudieron decir todo lo que vieron, porque estar bajo amenaza constante y cotidianamente. También negaron el asesinato por la espalda de Rafael Nahuel, pero se avanzó en su caso y está preso el gendarme que disparó. “Esas familias siguen peleando para tener la Justicia que hay que tener. No les devolveremos la vida, pero antes de matar a otro lo pensarán”, reflexionó.

Morales de Cortiñas denunció la política económica “terrorista y terrorífica” del actual gobierno, que persigue a los movimientos sociales, especialmente a los jóvenes, y no pretende lograr justicia siquiera sobre lo sucedido durante la última dictadura cívico-militar-eclesiástica-empresarial: “Todavía estamos pidiendo que se abran los archivos No vamos a parar hasta que se sepa qué pasó con todos y cada uno de nuestros hijos e hijas. No lo hacen porque debe haber nombres de políticos que hoy se pavonean en la televisión e integraron las patotas que secuestraban y desaparecían; o que ocultaban lo que era ese terrorismo de Estado”. Tampoco pararán, como las Abuelas y su labor diaria, hasta que todos los jóvenes apropiados de sus madres, cautivas en los centros clandestinos del horror (“donde intervino una parte de la Iglesia entregando esos bebés a militares, policías, empresarios”), recuperen la identidad.

Madres que fueron maltratadas por la cúpula eclesiástica, y Norita recalcó esa participación en la Dictadura; “Muchos obispos, aún en funciones y sin hacer mea culpa ni entregar datos a la justicia, cobran su sueldo. Por eso, soy partidaria del pañuelo naranja, para que se separe la Iglesia del Estado. Ni un peso más del pueblo para pagar tanta hipocresía”. Madres que existen para mantener vivo el recuerdo de sus hijos desaparecidos: “No somos algo glorioso, aunque nos hemos creído ganadoras, en alguna comisaría, cuando logramos sacar a algún militante preso, luego de enfrentar a comisarios y oficiales”. Cortiñas instó a “ir y presionar, a pesar que el gobierno pretende asustar” y señaló que el pañuelo blanco “todavía tiene un respeto, que no tuvo cuando se las llevaron a Azucena, a Mary Ponce de Bianco, a Esther Ballestrino de Careaga… En ese momento, los militares creyeron que se terminaba la Plaza de Mayo, pero tomamos más fuerza”.

Cortiñas hizo referencia a aquella frase de Mauricio Macri al iniciar su mandato, del ‘curro de los derechos humanos’, para “cubrirse y desprestigiar la lucha del pueblo. No lo logra, porque ante anuncios como el 2×1, salimos a la calle”. Recordó que de aquella jornada en que se trató la reforma previsional, los jóvenes salieron a la calle y hubo represión, “todavía está preso Daniel Ruiz, como rehén hasta que la policía agarre a otros pibes”.

Un pueblo que resiste desde el trabajo, la escuela, el barrio, por lo que “somos de los pocos países que tuvimos juicios. Se me enoja alguna gente cuando digo que el primer juicio, a las Juntas militares, lo hizo Alfonsín, cuando todavía estaban las armas calientes en los cuarteles”. Destacó la creación de la Conadep, “para trasladar a un ámbito oficial los testimonios de quienes fuimos a denunciar durante la dictadura, y presentar los casos para los juicios”. También reconoció el compromiso de aquellos “jueces éticos y probos que dictaminaron, pero después los milicos empezaron a hacer ruidos de armas, hasta que vinieron las leyes de obediencia debida y punto final, y luego los indultos”. Reseñó que se siguió luchando, y cuando se empezaron los juicios en España, “De La Rúa se propuso no extraditar a ningún genocida”. De los juicios por crímenes de lesa humanidad, Cortiñas resaltó la figura de las y los testigos, “porque gracias a ellos, que estuvieron en el infierno de los campos de concentración y lograron la libertad, dan testimonio y ayudan a condenar a los genocidas”; y la labor de abogadas y abogados, “permanentes vigías de la persecución y represión que hay en muchos lugares del país”; fiscalas y fiscales, y de algunos jueces y juezas “que quieren hacer justicia y hay que defenderlos, yendo a las audiencias, para estar más cerca y acompañar a esos testigos”. Denunció que el actual gobierno “quiere terminar con los juicios y recortan el presupuesto para las audiencias. En lugar de todos los días de la semana, como siempre se hicieron los juicios, ahora las audiencias se hacen dos veces a la semana o una vez al mes”.

En pos del camino hacia la Verdad y la Justicia, Cortiñas subrayó que desde Madres de Plaza de Mayo-Línea Fundadora “no nos reconciliamos con los genocidas de ayer ni de hoy. Si un familiar se quiere reconciliar, es dueño de hacerlo, pero a nivel individual. El pueblo no puede perdonar ni olvidar los crímenes que se cometieron”. Norita remarcó su independencia: “No apoyo partidariamente a ningún gobierno, sobre todo por integrar un organismo de derechos humanos, porque a los derechos humanos los violan los Estados, los gobiernos. No beneficia al pueblo”. De cara a los meses próximos, Norita pidió que el partidismo “no nos separe, que podamos caminar juntos. Yo levanto el puño y mis nietos ponen los dedos en V, pero nos amamos y respetamos. Nos quieren disgregar y debilitar, cuando luchamos por el bienestar, la vida digna y el trabajo del pueblo”.

A propósito de trabajo, Norita recordó los tiempos del Estado de Bienestar, los años ’50, y alertó que “ahora, con mis 89 años, como nunca, hay hambre en la Argentina. En el país del pan, no puede faltar comida en ninguna mesa. Más que pobre, somos un país empobrecido por la política económica”. En ese punto, hizo un racconto de las luchas por la defensa de la tierra y los recursos naturales, por parte de las comunidades originarias, contra las multinacionales que pretenden patentar las semillas: “Nos quieren robar el derecho a disfrutar de lo que los trabajadores del campo, verdaderos patriotas, hacen todos los días; además de eliminar la soberanía alimentaria, permitiendo los agrotóxicos, la explotación minera”. Comentó que en San Juan hay ríos contaminados y la gente que tiene plantaciones, especialmente de uvas, llora. Y al denunciar, el gobierno provincial multa a la Barrick Gold, con sumas exorbitantes que recuperan al otro día: “Todos tenemos que tener estos temas claros y salir a las calles”, instó a las y los presentes. No se trata de clones ni dobles de riesgo. Norita está, de cuerpo presente, en todas estas luchas, “porque a mi alrededor tengo gente que está luchando, que me invita a participar, y porque me da la salud y la voluntad”, aseguró.

Los intereses de Estados Unidos por efectivizar aquello de ‘América para los americanos’ también fue tema en la charla: “Hasta ahora, no pudieron invadirnos, aunque Lagarde se puso una oficina, gracias a que este gobierno fachista es muy generoso con ellos”. Norita reconoció el rol de la resistencia en las calles, con la que, “humildemente, vamos logrando parar ese avance que tiene ganas de quedarse con la Argentina”. Cortiñas le dedicó varios segmentos de su alocución al flagelo de la creciente deuda externa: “El Fondo Monetario Internacional no tiene interés en que paguemos la deuda, sino en que paguemos los intereses. Tenemos que denunciar que la deuda externa es el hambre del pueblo”. Las Madres entienden claramente que hablar de los desaparecidos, de los presos, de la tortura y de la muerte, es hablar “de las políticas económicas nos llevan al fondo del pozo. Mi hijo es parte de esa deuda externa. No hay que permitir pagarla con el hambre del pueblo, con la tristeza, con la desocupación”.

El pasar de los años hace que la biología pese y queden menos Madres en las rondas de los jueves. “Las últimas Madrecitas que murieron este año, hasta en el último suspiro estaban pensando en sus hijos, en qué podían ayudar y qué quedaba por hacer en la lucha. Ninguna se fue bajando los brazos. Esa fuerza es el orgullo que tenemos”, señaló, emocionada. A modo de coraza protectora, bromeó con que podía llegar horas, a lo Fidel, pero inmediatamente confió: “Sonreímos, pero los extrañamos, los queremos, los reivindicamos, cada día, en sus lugares, en casa. Nos faltan los treinta mil, esa generación a la que le quitaron la vida porque molestaban al proyecto económico de la dictadura”. Hizo un silencio, observó al público, y manifestó: “Los vemos a ustedes y nos imaginamos cómo serían hoy. Las Madres buscan en las chicas jóvenes, y muchas dicen: ‘Mi hija estaría con el pañuelito verde’. No es fácil”.

Según Norita, “hay que contrarrestar el odio y la desidia que nos tiene el gobierno, amándonos, respetándonos, abrazándonos”. Acto seguido, acotó: “No tengan miedo de los microbios” y sola comenzó a reírse, porque en un foro, un médico dijo que los abrazos contaminaban, “pero no habló de cómo contaminan las fábricas tirando residuos en los ríos”. Cursó invitación a las y los presentes a que vayan a la Plaza de Mayo, los jueves a las 15.30: “hay amor, magia, nos reunimos y charlamos de lo que pasa, de lo que leímos en el diario y de lo que no publicaron”.

Por último, Norita recalcó que “nosotros somos los patriotas, no los cretinos que quieren cargos para llenarse los bolsillos, que pasan de partido a partido, sin moral”. Exhortó a seguir luchando, “queriéndonos, cuidándonos, defendiéndonos, comunicándonos. Si saben que van a encerrar a algún pibe, llamen enseguida a abogados y organizaciones que hacen guardia las 24 horas del día”. Cerró con el grito de “treinta mil detenidas y detenidos-desaparecidos, y demás caídos por la represión estatal, presentes, ahora y siempre. Hasta la victoria, siempre. Venceremos”, con el Salón de los Espejos prácticamente lleno.

Norita y el puño en alto

[TANDIL] Al finalizar la charla y presentacion del libro 'Norita. La Madre de todas las batallas' (de Gerardo Szalkowicz), la propia Norita Cortiñas, su puño en alto y algunas de las tantas causas por las que luchar. Centro Cultural Universitario Tandil, sábado 15 de junio de 2019.

Publicado por Miradas del Centro en Domingo, 16 de junio de 2019

NORITA EN EL MAREMOTO DE MIMOS

Si previamente a la charla había recibido regalos como para alquilar un container, desde la Feria de la Economía Social y Solidaria la colmaron con productos artesanales relativos a su figura como Madre de Plaza de Mayo. La sorpresa y emoción al abrirlos fueron indisimulables.

Por su parte, el artista y periodista marplatense Sebastián Echarry le recitó a Norita el poema ‘Cielo blanco’ (de Hamlet Lima Quintana); y le cantó ‘Bajo el mismo cielo’, tema en coautoría con Antonio Pugliese, resultado de una convocatoria de los organismos de derechos humanos  de Mar del Plata para acompañar el acto del último 24 de marzo en la ciudad portuaria. Echarry definió a la jornada de ese sábado 15 de junio como “uno de los más hermosos de nuestras vidas: escucharla a Norita con esta convicción, con esta alegre rebeldía que nos contagia todos los días, nos conmueve y nos llena de certezas para seguir el camino en las luchas de cada lugar”.

'Bajo un mismo cielo' para Norita

[TANDIL] El artista marplatense Sebastián Echarry le dedicó el tema 'Bajo el mismo cielo' a Norita Cortiñas, luego de la charla y presentación del libro 'Norita. La Madre de todas las batallas' (de Gerardo Szalkowicz). Canción compuesta por el propio Echarry y Antonio Pugliese, resultado de una convocatoria de los organismos de derechos humanos de Mar del Plata para realizar una canción de acompañamiento al video realizado para la marcha del pasado 24 de marzo,con los rostros de las casi 500 personas desaparecidas de la ciudad portuaria en la última dictadura cívico-eclesiástica-empresarial-militar.Salón de los Espejos (Centro Cultural Universitario). Sábado 15 de junio de 2019.

Publicado por Miradas del Centro en Domingo, 16 de junio de 2019

Segundos después del abrazo entre el músico y Norita, se le acercó el público, que la rodeó para abrazarla, lograr alguna foto y una dedicatoria en el libro. Con su histórico pañuelo blanco firmó varios pañuelos verdes. Una de las actrices de la intervención se acercó para la firma del libro y una foto, y Norita no le alcanzó a decir que esa performance la emocionó mucho: antes de su nacimiento como Madre, ella cosía, bordaba y trabajaba la tela. Incluso, se lo contó a una feriante dedicada al rubro. Norita, con concentración y sin necesidad de lentes, le dedicó su tiempo a cada dedicatoria, única e irrepetible. En las innumerables fotos de esa tarde-noche, su sonrisa infaltable. La pregunta más repetida, ni bien puso pie en Tandil, fue la de cómo hacía para tener toda esa energía que la define. Hizo un alto en la dedicatoria y respondió: «Gracias al amor de ustedes puedo todo esto«.

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