El 3J se marcha contra la asfixia económica y la violencia machista

En la mañana del viernes 31, varias organizaciones de Tandil (sindicales, políticas, estudiantiles, entre otras) brindaron una conferencia de prensa, con el detalle de lo que será la quinta marcha por Ni Una Menos. A las 17 del lunes 3 de junio, se concentrarán en Pinto y Chacabuco, para marchar desde allí a las 18.

Como desde 2015, este 3 de junio nuevamente se movilizarán a lo largo y ancho del país, para visibilizar la dimensión problemática de la violencia de género y de los femicidios como extremo. En Tandil, el punto de partida de la marcha será Pinto y Chacabuco; y el de llegada, el palacio municipal, como interlocutor estatal al que el colectivo feminista y disidente lleva sus demandas, además de las que el movimiento ‘Ni Una Menos’ establece a nivel nacional.

En la oportunidad, las organizaciones subrayaron que el ‘Ni Una Menos’ logró problematizar socialmente a la violencia de género. Por eso, remarcaron que es el Estado el que debe tomar políticas que aborden integralmente la situación, como mayor espacio a interpelar por su responsabilidad. Expresiones como el ‘Ni Una Menos’ deben entenderse como «una interpelación a la comunidad a repensarnos todas, todos y todes qué estamos haciendo al reproducir patrones de comportamientos que hacen a la violencia de género en distintos ámbitos y en distintas formas«.

Asimismo, como ha sucedido en las últimas ediciones, las organizaciones plantean qué pasa con la violencia de género en este contexto de crisis social y económica. La consigna nacional será: «Contra la asfixia económica y la violencia machista, volvemos a gritar ‘Ni Una Menos’«. Asimismo, denunciaron que son estas agrupaciones «las que vemos la consecuencia de este estallido social y cómo eso repercute en la autonomía económica de cada hogar, en cada mujer, en los barrios, y en la violencia machista que se acrecienta en estos contextos«.

Organizaciones que, además, estudian las cifras de femicidios que surgen de sus pares y de observatorios sociales, y que se encuentran en estado de alarma al observar el notorio aumento de los casos. En este sentido, entre las reivindicaciones concretas de este Ni Una Menos es visibilizar y denunciar que, a la par de los femicidios, es por demás preocupante la situación respecto a los travesticidios y la persecución hacia el colectivo disidente. «El año pasado hubo 43 crímenes hacia mujeres trans, y en lo que va de este año, vamos 36 travesticidios: basta de genocidio trans!«, reclamaron.

Respecto a los femicidios, en lo que va del año, ha habido 133 femicidios, al menos hasta el 20 de mayo. «Están matando a una mujer cada 30 horas por el hecho de ser mujer, y es alarmante«, manifestaron. También es preocupante el hecho de que a nivel nacional como provincial, de la cantidad de femicidios registrados, sólo cerca del 12% tiene denuncias previas por situaciones de violencia. «Al no denunciarse, y teniendo en cuenta que en Tandil, en 2018, se registraron alrededor de 170 denuncias mensuales, nos hace pensar en la verdadera dimensión de la problemática. Nos alarma porque en nuestra ciudad no tenemos campañas de prevención ni de sensibilización, y no posibilita ni facilita que las mujeres puedan reconocer estas situaciones y encontrar herramientas que permitan, desde el Estado, un acompañamiento para realizar la denuncia o para abandonar estas situaciones de violencia«, expresaron.

También preocupa a los espacios que acompañan a mujeres que viven situaciones de violencia de género, que en Tandil el dispositivo de abordaje se da a partir de la denuncia: «Nos preguntamos qué pasa con las mujeres que no llegan a denunciar porque no tienen la información, porque no se animan, por un montón de determinantes y la falta de acompañamiento que hacen que permanezcan en esa situación de violencia que están viviendo«. En ese sentido, explicitaron su preocupación respecto a que «el Estado municipal no tenga un abordaje que acompañe a las mujeres, previas a la situación de violencia. Es uno de los reclamos para que el Estado pueda empezar a tomar dimensión y a crear políticas públicas de sensibilización y de prevención en la problemática, que realmente genere abordajes integrales en la asistencia a mujeres que están viviendo esta situación«.

Las organizaciones que integran ‘Ni Una Menos Tandil’ trabajan en propuestas, como la implementación, en diversos espacios, de la ‘Ley Micaela’: ley que implica formación y capacitación con perspectiva de género, para todos los niveles del Estado (nacionales, provinciales y municipales), «fundamental para quienes trabajan en los espacios públicos, para abordar la demanda que no solamente llega a las áreas específicas de género, sino al Estado en general«.

El gremio de los y las trabajadoras estatales analiza con preocupación cómo el ajuste del Estado repercute brutalmente en las políticas públicas dirigidas al colectivo de mujeres. Casos concretos como: Anses y el fin de moratoria; el embargo de asignaciones universales y familiares; el establecimiento del nuevo piso de ingreso para el cobro de las asignaciones familiares (que deja por fuera a la mayoría de las mujeres, que tienen los empleos más precarios y con menos ingresos); el desmantelamiento del Ministerio de Desarrollo Social; la reducción del presupuesto de los programas de empleo; el stand-by de las pensiones de madres de siete hijos, que hace un año no se están aprobando. Por esto, «es necesario que desde el Estado se incorporen políticas en ese sentido, y que como trabajadoras y trabajadores estatales se nos capacite para abordar, integralmente, situaciones de violencia que atraviesan a una mujer y que llega al Estado a buscar una respuesta«, indicaron.

Como movimiento universitario tandilense, se expresaron «fuertemente estructurados con la lucha feminista, porque estamos convencidos de que el sujeto de transformación social está en el movimiento de mujeres y disidencias sexuales«. Como comunidad educativa de esta institución del Estado que es la Universidad Nacional del Centro de la Provincia de Buenos Aires, «formadora de profesionales y productora de conocimiento, tenemos que estar al servicio de las demandas del pueblo. Es necesario construir una Universidad que sea popular, feminista y para todos y todas: hay que conjugar las luchas, porque a la opresión machista se le suma la opresión de clase y de raza, el hambre, la emergencia alimentaria, la cultura heteropatriarcal y el disciplinamiento y la violencia machistas«. Por estas razones, se suman a esta lucha, para «construir una Universidad junto a todas las organizaciones, con el pueblo, y una sociedad que realmente derrote al patriarcado«.

En la tarde del lunes, cuando la marcha desemboque en el veredón municipal, el colectivo ‘Ni Una Menos’ leerá un documento, en el que expondrá los puntos de la agenda en lo local. «Somos muchas organizaciones, trabajando y profundizando cada una en temáticas específicas, y cuando nos encontramos, podemos integrar propuestas para pensar cómo avanzar en políticas públicas«. La convocatoria es para toda la sociedad: familias, a mujeres, varones y disidencias, «para que podamos hacernos cargo de esa calle donde nos encontramos y aunamos banderas. Tiene que haber una comunidad que se sienta interpelada, que entienda que claramente el planteo es político, como también es una decisión política (personal y colectiva) continuar con prácticas que abonan a la violencia de género cotidianamente«, concluyeron.

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