El reclamo por Emergencia Social se sintió en el Centro

Numerosas organizaciones sociales se manifestaron este miércoles 28, a lo largo y ancho del país, bajo el denominador común del estado de alerta y movilización por tierra, techo y trabajo. En cada ciudad, hubo exigencias a nivel local, mientras que en lo nacional se apuntó al aumento del Salario Social Complementario en la misma proporción que el salario mínimo, vital y móvil, en un 50%; convocatoria al sector de la Economía Popular al Consejo del Salario; aumento del 40 % de las partidas para meriendas y almuerzo de los comedores; el mismo bono de $2000 que se anunció para el sector formal debe otorgarse a la Economía Popular; el cese de las suspensiones de los programas laborales y mayor oferta para la Economía Popular; Ley de Emergencia Alimentaria y prórroga de la Emergencia Social; y aumento extraordinario para las jubilaciones y pensiones mínimas. Olavarría y Tandil no fueron la excepción.

En Tandil, la CTEP, CCC, Barrios de Pie, Movimiento Evita, MTE y Mujeres Sin Techo, entre otras organizaciones, marcharon desde Las Heras y Alem, y por avenida Colón se dirigieron hacia la sede de la Secretaría de Desarrollo Social, en 4 de abril y Arana. Allí visibilizaron el pedido de que el CDR (Centro de Referencia) y el Municipio “trabajen para que la crisis no afecte a los más humildes”. En ese sentido, centraron el reclamo en el aumento de la tarjeta gris y de la partida alimentaria para comedores y merenderos. Hicieron entrega de un petitorio con estos puntos a Alejandra Marcieri y Pablo Civalleri, funcionarios de la Secretaría de Desarrollo Social.

Marcieri, con tono defensivo, dijo que “en la Tarjeta Única de Ayuda Social está concentrado todo el acompañamiento, alimentario, el alquiler, capacitaciones, las ayudas de la luz, los apoyos personales, el plan nutricional de salud”; y espetó: “No voy a dar un aumento de tarjeta, porque lo que hacemos es trabajar la realidad de cada vecino, a través de nuestros trabajadores sociales, para que la asistencia y las políticas alimentarias lleguen de manera física y que el vecino se lleve a su casa el alimento”. Sobre aumentar partidas para comedores, merenderos y compra de insumos a las cooperativas de la CTEP, señaló: “La voluntad la tenemos. El problema es que las huertas no pueden esperar los tiempos de pago del Estado, que son tres meses”.

Desde las organizaciones no tardaron en responder en esa misma mesa, para recalcarle a la funcionaria lo ‘límite’ de la situación actual: “Como organizaciones estamos llevando este momento con mucho esfuerzo. Estas medidas son paliativas y no le solucionan la vida a nadie. Queremos que analicemos entre todos qué medidas de emergencia podemos tomar para sobrevivir estos meses”, denunció Mirta Piqueras, de Mujeres Sin Techo, tal lo reflejado por el portal ABCHoy. Piqueras, además, hizo referencia al aumento del dólar y todo lo que conlleva, “parte de una política que hoy tiene a muchas familias en un momento grave. Tenemos gente pidiendo velas porque nunca pidió asistencia y no va a venir a Desarrollo Social, pero hoy está sin luz”.

El pedido de declaración de Emergencia Alimentaria también fue parte del intercambio, en donde las y los militantes  sociales hicieron memoria sobre la gestión solicitada hace meses al oficialista Juan Pablo Frolik, presidente del Concejo Deliberante. Solicitud que al día de hoy no ha recibido respuesta alguna. “La gente está pasando hambre y estamos peor que en 2001. El cambio ha sido dramático en este último mes”, indicó Piqueras.

En esta suerte de ping pong, Marcieri redobló: “El acompañamiento está, que no alcance y lo tengamos que reforzar es otro tema”. El subsecretario del área, Pablo Civalleri, prometió peticionar al gabinete del Ejecutivo local y agregó: “Acá nadie se saca el sayo. Nosotros hacemos el mayor de los esfuerzos para darle una mano a los vecinos, con recursos que han sido limitados siempre, con este gobierno, con el kirchnerismo, con el menemismo, porque siempre hubo pobreza. Sino, parece que nunca hubo pobreza y ahora de golpe está lleno de pobres”, tal como registraron colegas del ABCHoy. Esto llevó que le dispararan a Civalleri “no tener noción” de lo que ocurre en los barrios, a lo que el hijo del concejal, a modo de provocación, sentó: “Sí tenemos noción, incluso de lo que se cobran de los planes para mantener las organizaciones. Acá nos conocemos”. Finalizó su intervención con que seguirán “acompañando a organizaciones y vecinos que nos necesiten. En la medida que podamos, lo vamos a reforzar y tratar de solucionar”.

Por otra parte, las y los ediles de los bloques opositores al lunghismo (Unidad Ciudadana, Justicialista e Integrar) expusieron la urgencia de tratar proyectos legislativos recientemente presentados en el Concejo Deliberante para atender la crisis económica y social en Tandil. Iniciativas que buscan, entre otras cuestiones, que las industrias y comercios accedan a una baja en las tasas municipales; que todas y todos los trabajadores municipales (salvo Intendente, concejales y funcionarios políticos) deben cobrar un bono compensatorio de 5000 pesos; que se declare la emergencia alimentaria, para dotar al Ejecutivo de herramientas presupuestarias para afrontar las demandas de la población; que se modifique y amplíe el régimen de exenciones de tasas para jubilados, pensionados y titulares de asignación universales; y la aprobación y reglamentación de la ordenanza presentada hace tiempo por Marcos Nicolini, que retrotrae el aumento en el alumbrado público.

EL HAMBRE LLEGÓ ANTES QUE LA PUNTUALIDAD

En Olavarría, aquella que supo ser la ‘Ciudad del Trabajo’, la jornada nacional de lucha de este miércoles tomó la forma de ‘panazo’ y ‘verdurazo’. Con dos puntos planteados (en avenida Avellaneda y Saavedra -barrio Nicolás Avellaneda-; y en Emiliozzi y calle 118 -barrio Matadero-), se suponía que a las 15 tendría su comienzo el reparto de bolsas de pan y verduras, de propia producción (horneados por trabajadoras y de las huertas del Movimiento de Trabajadores Rurales, respectivamente) y donados (por panaderías y verdulerías). Sin embargo, para cuando las agujas señalaron las 15, los cerca de 500 kilos de verduras y los 60 de pan ya se habían repartido entre los cientos de vecinos que se acercaron a esos puntos. Hubo varios momentos en que la imagen fue impactante: filas de cientos de personas se extendieron por más de una cuadra y media. Poco más de diez cuadras distancian al Barrio Avellaneda de la plaza del centro. Para muchas y muchos integrantes de esa vecindad, el contenido de esa bolsa sería la única comida con que dispondrían para sobrevivir varios días.

La (mala) costumbre, tanto en Olavarría como en buena parte de las ciudades de la región, es que las actividades comienzan media hora después de lo pactado. Siendo las 15.15, en ambos puntos ya no quedaban ni los rastros. Se veía cómo se alejaban las y los vecinos de barriadas más retiradas que lograron acercarse a esos puntos, muchos arrastrando sus carritos. El Movimiento de Trabajadores Excluidos, Seamos Libres, el Movimiento Popular La Dignidad, Barrios de Pie, Casa Popular Valeria, Tierra Techo y Trabajo, y la adhesión de Suteba y CTA Olavarría, fueron algunas de las organizaciones sociales de la partida doble, en pos de la visibilización de la realidad agobiante en los barrios de la periferia olavarriense, junto a la de la urgencia de la emergencia alimentaria, en el contexto de ajuste de los gobiernos en los tres niveles del Estado.

Y a propósito del Estado, el municipal fue blanco de un buen número de críticas, en función de su prácticamente inexistente colaboración para con las organizaciones sociales que llevan un trabajo territorial intenso en los barrios, ante la ausencia de ese Estado. Un gobierno municipal que no ha entregado mercadería, pero sí horas de charla que poco (tirando a nada) cooperan en la resolución y paliativo a esta situación de honda angustia que viven las barriadas: “Siempre queda en palabras, pero nunca tenemos una respuesta concreta. Las organizaciones sociales somos las que estamos paliando en el territorio la crisis generada por este modelo, pero no alcanza”. En ese sentido, le reiteraron al intendente Ezequiel Galli que “haga lo que tiene que hacer y llame al diálogo a las organizaciones para sobrellevar un poco mejor esto”.

Como en Tandil y muchas ciudades del país, en Olavarría resaltaron la necesidad y urgencia  de tratar la ordenanza de Emergencia Alimentaria, para que las comunas dispongan los recursos para hacer frente a una consecuencia clara y concreta de las decisiones político-económicas de la gestión Cambiemos.

A los medios presentes en la actividad, sus organizadores indicaron que un enorme porcentaje de quienes se acercaron a por una bolsa de pan y verduras fueron vecinas y vecinos de los barrios postergados. Pero también los hubo a bordo de pick ups: “Los que se lo llevaron sabiendo que hay otros que lo necesitan más, son los mismos que no reconocen la pobreza que hay en la ciudad”, denunciaron.

Mientras tanto, hace muy pocos días, algunas familias sufrieron una intoxicación con bromuro de potasio. Desde Casa Popular Valeria elaboraron este comunicado, que sirve más bien de informe de la grave situación que se vive en plena Olavarría, más allá de la inundación de las luminarias led: “Ante la ausencia del Estado y la imposibilidad de acceder a alimentos básicos, muchas familias se ven en la triste obligación de obtener comida de la forma que sea. Varias compañeras que transitan nuestra Casa, compartieron un guiso, para dar respuesta a la difícil situación que atraviesa el barrio Lourdes. Estas familias, como muchas otras, recogen alimentos de la basura que, por la crisis en la que estamos sumidos, no pueden comprarlos. Entre tantas cosas recolectadas, se encontraba una bolsa de ‘sal’ que, en realidad, era Bromuro de Potasio, que se administró en la comida. Esto culminó con 12 niñxs y 2 adultxs internados en el hospital municipal con cuadros de intoxicación.

“Al igual que muchxs, esta familia busca comida en la basura, llevando a su hogar diferentes alimentos e ingredientes que no pueden obtener de otra manera debido a sus bajos recursos. ¡Exigimos la Emergencia Alimentaria! Responsabilizamos al Estado, que hambrea a nuestro pueblo. Nos solidarizamos con cada familia que está atravesando esta difícil situación.”

Una Olla Popular frente al municipio, por Emergencia Alimentaria YA

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Día del Trabajador, con olla popular y pidiendo trabajo

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“Tener que alimentar a tus hijos con basura es inhumano y está pasando en Tandil”