En cuestiones de género, NO es NI (para el Estado)

Así lo denuncia el Frente Ni Una Menos Olavarría, en un comunicado surgido a raíz del femicidio de Verónica Montenegro y los infanticidios de sus hijos Jazmín y Ezequiel; el desempeño negligente del juez Claudio García, separado de su cargo; los dichos nefastos de funcionarios públicos; y la llegada al Teatro Municipal (con el aval del Municipio) de Baby Etchecopar. Una concatenación de hechos que terminan dando cuenta de la posición del Estado (en sus varios niveles e instituciones) frente a las cuestiones de género, y que llevan al Frente a la difusión de su análisis al respecto.

Cuando para el Estado, “NO” es “NI” en cuestiones de género

Hace 14 días el horror, el femicidio de Verónica Montenegro, de 31 años, y los infanticidios de Jazmín y Ezequiel, de 11 y 8 respectivamente, generaron profunda tristeza e indignación en Olavarría. Con el correr de las horas el periodismo foráneo devela el accionar negligente y carente de perspectiva de género del juez Claudio García, que pese a los informes negativos del equipo técnico judicial, del servicio local y de la asesoría de menores, permitió que la niña y el niño volvieran a vivir con el padre violento después de permanecer bajo una medida de abrigo. García tomó esa decisión, el mismo juez que fue separado de su cargo por mal desempeño laboral aunque pesan sobre él acusaciones de acoso sexual y violencia laboral. Hace meses advertíamos que no podía estar al frente de un Juzgado de Familia un juez acusado de acoso y violencia porque claramente su machismo se vería reflejado en sus decisiones. ¿Y qué medidas hubo para con la mujer finalmente ultimada?

Si bien es necesario ponerle nombre a los y las responsables, también es urgente observar a las instituciones del Estado. Porque si el problema tuviese sólo un rostro bastaría con decir que ese juez hoy no está en un lugar de toma de decisiones y el problema estaría resuelto. Pero no nos parece que sea así.

En las últimas semanas asistimos a una serie de declaraciones, mensajes, discursos, noticias que resultan alarmantes, como si cuatro muertes violentas no bastaran para detenernos a pensar qué nos pasa como sociedad, qué es lo que hacemos a diario y cómo repercuten nuestras acciones. Todo se torna más oscuro cuando esas acciones, esas palabras, esas decisiones provienen de personas que ocupan cargos públicos.

Días después de los sucesos antes mencionados el concejal de la alianza Cambiemos, José Luis Arguiñena, comparte en la red social Facebook una noticia sobre una violación, acompañada de un comentario de su autoría en el que bromea sobre el aberrante delito. Es más que evidente la urgencia por incorporar perspectiva de género en el poder legislativo local. Situación que advertimos al presentar el proyecto de ordenanza señalando a los concursos de belleza y elecciones de reinas como instancias de ejercicio de violencia simbólica. Este tipo de violencia, si bien está contemplada en la Ley Nacional N° 26.485, además de no ser reconocida por gran parte de quienes integran el Concejo Deliberante, fue minimizada, resistida y la propuesta terminó en un cajón. Esperamos que el proyecto que se está discutiendo actualmente para crear una Comisión de Género e Igualdad en el cuerpo legislativo se convierta en una oportunidad de compromiso para incluir la perspectiva de género y no en una mera decisión de oportunismo político coyuntural ante el espanto.

A todo esto se suma la publicación de la Agencia de Comunicación de la Municipalidad del Partido de Olavarría que anuncia la llegada de Baby Etchecopar al Teatro Municipal. Si, el Poder Ejecutivo local elige poner en el escenario a un hombre que afirma públicamente que las nenas de 12 años provocan a los violadores, o que los hombres a diferencia de las mujeres envejecen “con dignidad” y que frente a esta situación “Hay dos posibilidades, como dice el señor taxista hay que sacrificarlas, o sea el martillazo en la cabeza y mandar la hamburguesa o mandarlas para el interior, a lugares donde hay presidios del sur, lugares donde no hay ninguna mujer y ahí van a ser la Coca Sarli. Hay tipos que comen cualquier cosa (risas) hay un pedido para Sunchales, ahí te agarran viste…Llevarlas a la cosecha de la soja, vos las dejás atrás de un árbol y cuando los muchachos pasan con la rastra, le dan un saque y siguen”.

Repudiamos la llegada de este personaje discriminador a la ciudad, entendemos que la Municipalidad tiene que desalentar la propagación de este tipo de mensajes en el espacio público porque su contenido es misógino, machista, responsabiliza a las victimas frente a la comisión de un delito y basado en estereotipos incita al abuso y el femicidio.

Ya empiezan a aparecer carteles de repudio a la presencia de Baby Etchecopar en Olavarría. En este caso, se trata de Mala Junta Olavarría.

Frente a esta realidad que nos avasalla a diario decimos basta. Necesitamos un verdadero compromiso social por parte de los poderes públicos para constituirnos en una sociedad más justa e igualitaria, no podemos tolerar que estos discursos y acciones se traduzcan en legitimación de actos violentos. El machismo nos mata, el machismo nos viola. NO es NO.

¡Ni Una Menos, vivas y libres nos queremos!

Frente Ni Una Menos Olavarría

“Qué genio el cura” (y qué violento el concejal)

Del accidente a la premeditación, un Río(s) de violencia

Por si no era suficiente: Baby Etchecopar en el Teatro Municipal de Olavarría