En las Artes, en las Letras y más: un Universo que crece

Hace poco más de una década, surgió Universo en las Artes y las Letras. Del génesis de aquella inquietud de dos laburantes de la cultura a este actual programa que depende de la Secretaría de Extensión de la Unicen, muchos proyectos y autores pasaron bajo el puente. Este año, el centro de la escena se erige en torno al Flaco Spinetta y su obra.

El Programa “Universo en las Artes y las Letras” lleva once años dentro de la estructura de la Universidad Nacional del Centro de la Provincia de Buenos Aires, y pertenece a la Secretaría de Extensión. Miradas del Centro dialogó con Anabela Tvihaug y Silvina “Chilita” Latorre sobre la esencia y la trayectoria de este programa, cuyo objetivo principal es “trabajar con el saber del arte y generar, a partir de ese saber, espacios que potencialicen la creatividad”, tal lo señalado por Tvihaug. Para lograr ese objetivo, se trabaja con un autor nacional cada año: “Es a partir de la vida y la obra de ese autor, de la investigación y el acercamiento a lo que nos pasa con ese autor, que se proponen esos espacios creativos”.

A propósito de cómo se dio el primer chispazo del Bing Bang, este Universo tan particular surgió de la inquietud de dos trabajadores del área, como lo son el multifacético artista Eduardo Rodríguez Del Pino y la propia Anabela Tvihaug, por entonces “una incipiente trabajadora de la Universidad, casi más estudiante que trabajadora, que venía trabajando en proyectos específicos de la Universidad, en torno al Festival de Cine, la Feria de Libro, las Olimpíadas”. La unión de todas esas inquietudes compartidas fue el caldo de cultivo que decantó en las horas de escritura y posterior presentación de un proyecto que, primeramente, tenía que ver con el concurso nacional, relacionado con un tema que generara unión.

Nosotros decíamos que el autor era un punto de partida, una excusa, un encuentro, un disparador. Entonces, empezamos desde el primer Universo a generar distintas instancias para conocer, para problematizar, para no sacralizar al autor, para cuestionarlo, y nos fue fortaleciendo”, rememora Tvihaug. Esa dinámica de trabajo, surgida en la entonces Secretaría de Cultura, hizo que, ya en la segunda edición de este naciente Universo, se abrieran más propuestas. Así se sumó un concurso de puesta en escena. “Con el eje en Álvaro Yunque, generamos un texto dramático y empezamos a trabajar con las comunidades de las escuelas primarias”.

Más tarde, llegó el abordaje en las escuelas secundarias, en el Universo Arlt. En ese marco, se realizó un concurso que se llamó ‘Compromiso de contar’, en donde las ‘aguafuertes’ sirvieron de inspiración. El Universo ya no estaba trabajado sólo por no docentes, sino que se sumaron docentes e investigadores a participar. El equipo empezó a crecer, los aliados estratégicos se fueron contagiando con la propuesta, y el reconocimiento institucional se fue asentando, como un espacio fuerte, de militancia cultural, dentro de la Universidad.

Universo María Elena Walsh. Fiesta final de “Dailan Kifki un elefante en la ciudad”. Proyecto destinado a las Escuelas Primarias de la ciudad de Tandil.

El año 2012, el Universo dio más pasos, a propósito de la creación de la Secretaría de Extensión. El Universo pasó de “Proyecto” a convertirse en “Programa” de la reciente cartera; un antes y un después a la hora del respaldo institucional, que permitió la conformación de un gran equipo de trabajo, más interdisciplinario. El Universo ‘María Elena Walsh’ fue el hito de consolidación, no sólo dentro de la Unicen, sino a nivel educativo regional: se afianzó la alianza con la Jefatura Distrital de Educación, que fortaleció los proyectos y los volvió institucionales al interior de los establecimientos educativos; y con las facultades de Arte y Ciencias Humanas, el Instituto de Profesorado de Arte de Tandil (el IPAT), y el Instituto de Formación Docente (con profesorado de Letras). Universo que, al día de hoy, no cesa en su expansión.

Universos, autores, experiencias

A lo largo de estos once años de vida del Programa Universo en las Artes y las Letras, fueron muchas y muchos los autores recuperados y trabajados. Luis Alberto Spinetta es el elegido para este 2017, pero lo precedieron las hermanas Victoria y Silvina Ocampo, Ernesto Sábato, Julio Cortázar, María Elena Walsh, Jorge Luis Borges, Alfonsina Storni, Álvaro Yunque, los hermanos Enrique Santos y Armando Discépolo, Roberto Arlt y Osvaldo Soriano.

Silvina “Chilita” Latorre, integrante del equipo de trabajo del programa, resalta que, “hasta ahora, no había surgido esto de recuperar al Flaco como un autor más, no sólo entendiéndolo desde la poesía, sino como un artista que aborda los distintos lenguajes. Recuperarlo, además, como un autor nacional. Nombrarlo así”. En ese sentido, en torno a la esencia del Programa Universo, Latorre reflexiona que esta iniciativa “se debe a un posicionamiento ideológico que es de la Universidad: tiene que ver con entender la importancia de que el Estado, a través de la Universidad en este caso, genere oportunidades y un acercamiento a artistas de la cultura nacional. No sólo un acercamiento, sino una posibilidad para crear a partir de ese autor y de ese acercamiento a la cultura”.

Gentileza: Gaby Gauna García (en el grupo de Facebook «Universo Spinetta – Spinetteame la vida»)

Tvihaug agrega a la razón de ser del Programa: “Intercambio y democratización de la cultura. Si hay una misión que tiene el Programa es esa: el saber cultural como un entramado, entretejiéndose”. Latorre, por su parte, suma: “Y potenciar a las distintas instituciones que trabajan en eso. Por eso, se desarrollan espacios de formación y posibilidades de financiamiento a las escuelas e institutos de formación docente que participen”.

Espacios que implican desde un concurso nacional plástico y literario (que, nacido junto al Bing Bang del Universo, también lleva once ediciones) hasta las diversas propuestas que varían de año a año, convocando a escuelas secundarias y primarias, en pos de potencializar las capacidades creativas de quienes se animan a participar.

El Programa Universo se sostiene con un presupuesto que, si bien no es inmenso, sirve de fortalecimiento a estudiantes y docentes, para la compra de insumos que, a veces, imposibilitan que un proyecto se pueda realizar. Un ejemplo de ello fue el de una escultura en Villa Aguirre, realizada en 2016: mujeres que salen de adentro de un auto, inspirado en el Universo de las hermanas Ocampo. “Tiene que ver con la creencia firme de que la Universidad, en conjunto con otras instituciones (primarias, secundarias, terciarias), trabajan con la democratización de la cultura”, marca Tvihaug.

Desde Universo, los espacios de formación son considerados de gran importancia, ya que allí es en donde se meten en el barro de la educación y se plantean debates sobre qué se piensa por educación, cuál es el rol que tienen educadores y estudiantes, y el lugar de lo artístico en las escuelas. “Ahí hay una apuesta grande respecto de repensar los distintos lenguajes artísticos en la escuela, y cómo abordarlos”, plantea Latorre.

Más allá de Tandil y del Centro de la provincia

El Programa Universo no sólo implica a Tandil, Olavarría, y las demás facultades y sedes de la Universidad Nacional del Centro de la Provincia de Buenos Aires. Tvihaug informa que “el Programa es una convocatoria nacional, que se abre a través de algunas propuestas; otras tienen que ver más con lo regional (delimitado sobre la Unicen) y también las hay propuestas más distritales, en Tandil, en Benito Juárez, en otros distritos”.

No es un dato menor, ya que hay quienes, en esta zona de influencia, creen que el ahora Programa Universo sólo se circunscribe a Tandil. Para que también participen comunidades de Azul, de Olavarría, y demás localidades de la región, vale aclarar que las propuestas del Programa, en cuanto a diseños de convocatoria y proyectos, son replicables en todos los espacios donde haya gente que se sienta motivada y con entusiasmo de participar. “Benito Juárez, por ejemplo, es una ciudad que todos los años se siente convocada por el Programa y desarrolla maravillas en su comunidad. Somos la excusa pero ya lo tienen internalizado”.

Enmarcados en «Creativos al Ataque», otra de las convocatorias surgidas del Universo, alrededor de 1500 estudiantes de escuelas secundarias se encuentran desarrollando experiencias artísticas diversas. Con mayoría de escuelas de Tandil, también las hay de Benito Juárez y hasta de Ushuaia. Entre las propuestas presentadas, se abordarán murales, videoclips, canciones, puestas en escena, obras plásticas, cafés literarios, entre otras producciones. Los proyectos presentados son acompañados por la Unicen, a través de financiamiento y tutorías.

En esta décima primera edición, desde el Universo se relanza el Concurso Nacional Plástico, esta vez tomando como punto de partida la vida y obra de Luis Alberto Spinetta. Se seleccionarán aproximadamente 40 obras para conformar el Salón Nacional. Habrá menciones especiales y premio adquisición. En esta oportunidad, adhiere la Federación Argentina de Trabajadores de Universidades Nacionales.

Pueden participar mayores de 18 años. Se promueve la realización de expresiones bidimensionales, admitiéndose también obras tridimensionales, resueltas a manera de retablo o relieve. Deben estar adecuadas para ser colgadas y su peso no debe superar los 6 kilos. La recepción de obras será del 23 al 27 de octubre, en la Sede del Rectorado de la Unicen (Pinto 300,  Código Postal 7000, Tandil). Debe destinarse como Concurso Nacional Universo Spinetta – Extensión UNICEN. Para más información, el reglamento se encuentra disponible en: www.extension.unicen.edu.ar/universo

En noviembre, las voces llegarán al Sol

Voces para llegar al Sol es uno de los proyectos impulsados por la Secretaría de Extensión de la Unicen, a través, precisamente, del Programa Universo en las Artes y las Letras, en el contexto de un 2017 destinado a dimensionar la figura de Luis Alberto Spinetta. En este caso, se tratará de potenciar la voz cantada entre las niñas y niños del Distrito Tandil, mediante el adentrarse en el universo del artista y conocer sus canciones. El miércoles 1ero de noviembre agendá: por la mañana y por la tarde, en el Anfiteatro Martín Fierro, se realizará el encuentro de canto común. Una experiencia inédita en Argentina, que dejará un precedente sobre la articulación y el fortalecimiento de instituciones mediante un proyecto que potencia el saber artístico.

Para lograr tamaño objetivo, la Unicen tuvo que realizar alianzas estratégicas con el Municipio a través de la Sub Secretaría de Cultura y Educación, el Conservatorio Isaías Orbe e instituciones educativas locales. A nivel nacional, se tiene el aval del Ministerio de Cultura y se trabaja en común con la Asociación de Directores de Coros de la República Argentina (ADICORA). A través de esta entidad, los maestros Arturo De Felice,  Miguel Pesce y Federico Neimark han realizado arreglos corales de canciones de Spinetta que serán interpretadas por los alumnos de las escuelas primarias del Distrito.

Los docentes de música han tenido jornadas de perfeccionamientos en las que, junto a los directores Arturo De Felice, Irina Taraborelli y Annele Moroder, han profundizado en los arreglos y en estrategias didácticas para abordar en el aula. El Coro Universitario, estudiantes del Conservatorio, coros municipales y el incipiente coro de estudiantes del Colegio Nacional Ernesto Sábato están realizando asistencias técnicas en las escuelas.

Docentes de otras disciplinas artísticas también están abordando en las aulas la obra de Spinetta y desarrollando distintos proyectos artísticos. Bibliotecarias escolares y maestras/os de grado acompañan esta iniciativa, aportando en la búsqueda de información para armar la biografía del autor. A través de Jefatura Distrital de Educación se establece esta articulación que posibilita la coordinación y la dinámica de trabajo, junto con inspectoras de Primaria, Inspección de Artística e Inspección Especial.

De repercusiones y balances

Sobre la respuesta de quienes participan del Programa, Latorre no duda: “La experiencia es por demás positiva. Cada año se suma más gente y cada vez se acercan poblaciones distintas, porque el autor también lo genera. Se manifiesta el enriquecimiento que genera en las propuestas para las escuelas, en las experiencias en las aulas, en el impacto que tiene en la trayectoria de esa institución, en vinculación con la comunidad”. En ese sentido, Latorre comenta que, con el puntapié dado por el Universo, algunos proyectos se instalaron y continuaron en escuelas: “son proyectos importantes, en términos de que involucran a toda la comunidad de la escuela, por dentro y por fuera. Además, autores como El Flaco acercan a otras poblaciones, a otros docentes, no sólo los de artística. A artistas también, que ven en esto una oportunidad para seguir haciendo”.

A la hora de los balances, a casi una década de parida la criatura, Tvihaug no deja de reconocer el empuje y el legado de Eduardo Rodríguez Del Pino en la gestación de aquel inicial Proyecto Universo. “Qué bueno que me tocó trabajar en la Universidad para poder hacer esto y qué bueno que me toca ser inquieta acá, con muchísimas posibilidades personales de aprender y enriquecerme. La gestión de la cultura pública vale la pena y tenemos que dignificar el trabajo que nos toca tener. También la extensión en la Universidad es una pasión y convence más de cuál es la misión de una Universidad en una comunidad: excede a lo profesional; tiene que hacer mejor a la comunidad en la que hay una Universidad”.

Por su parte, Latorre afirma que se trata de una enorme oportunidad de enriquecimiento profesional. “En general, quienes venimos del palo de la educación, no tenemos este tipo de experiencias. Para mis inquietudes personales, fue la mejor que me puede haber tocado, porque me gusta, estoy convencida de lo que se hace, y me enriquece muchísimo. Es una gran oportunidad para acercarme a personas y a instituciones que me hacen disfrutar. Al equipo le agradezco todos los días que me hayan abierto las puertas a esta oportunidad de aportar alguito y llevarme un montonazo”.

Anabela Tvihaug y Silvina Latorre.