ESI sí se dice, ESI sí se hace, ESI sí se toca

En diversas instituciones educativas de Tandil, la Educación Sexual Integral es un tema que importa. Estudiantes y docentes del Instituto 10, por dar apenas un ejemplo, apuestan a la ESI en su formación, y no se quedan en las palabras. El 18 y 19 de octubre organizaron el primer Foro ‘Pensar la ESI en educación superior’. Dos días de debate, encuentro y trabajo colectivo, con un panel abierto, en pos de aportar a la formación profesional y a la aplicación transversal de una perspectiva que urge efectivizarse: la de la Ley Nacional de ESI (la 26150/06) como derecho.

Mientras grupos ‘antiderechos’ se embanderan en el slogan ‘Con mis hijos no te metas’ y arremeten contra la que llaman (pero no saben definir) ‘ideología de género’ en la educación, hay quienes se ocupan de la ESI y se abren a la discusión y la construcción. Así lo hizo la comunidad educativa del ISFDyT Nº 10, a partir de sus inquietudes, y realizó la primera edición de un foro que, se pretende, “tenga continuidad anualmente abordando diferentes temáticas transversales a las carreras”, para fortalecer el trabajo en red, interinstitucional y colectivo entre espacios de educación, investigación y extensión.

Foto: gentileza Facebook de la Biblioteca Popular de las Mujeres Tandil.

Sumado a la presión que ejercen estos grupos (religiosos, de padres y de militantes ‘antiderechos’ -poco dados al debate-), abordar la educación sexual integral desde la docencia ya de por sí es un desafío, al plantear un cambio de paradigma sobre lo educativo en general. Un cambio que “conlleva un proceso de reflexión, conocimiento, acomodación y aceptación del nuevo enfoque”, como señalan desde el Foro. Abordaje de la sexualidad “desde un enfoque de derechos, con una perspectiva de género y diversidad”, con prácticas socioeducativas centradas “en el cuidado, el respeto de las diferencias y garantizar condiciones de igualdad”.

Durante el Foro, se trabajó bajo la modalidad de talleres, que estuvieron coordinados por organizaciones tales como la Colectiva Feminista ‘Berta Cáceres’, Mala Junta, la Agrupación Docente ‘Evelia Murillo’, la Dirección de Políticas de Género y Diversidad Sexual del Municipio de Tandil, el CiSoC (Grupo de Estudios Interdisciplinarios de Ciencia, Sociedad y Cultura de la FCH de UNICEN), entre otras.

En la tarde del jueves 18, tuvo lugar el panel abierto ‘De lo personal a lo político: educación, género y sexualidades en diálogo’, a cargo de Liliana Giannatasio, Gisela Giamberardino, Andrea Rossetti y Matías Álvarez, con gran convocatoria. Allí se reflexionó sobre la importancia de implementar la ESI en todos los niveles educativos, para que ‘las y los locos bajitos’ tengan bien en claro cómo hacerse respetar y conocerse a sí mismos. Miradas del Centro estuvo presente y comparte esta primera parte de lo allí hablado.

“TENER LA LEY ERA IMPORTANTE, PERO TAMBIÉN LA FORMACIÓN Y EL COMPROMISO DE LAS Y LOS DOCENTES”

La primera en tomar la palabra fue Liliana Giannatasio, integrante de la Biblioteca Popular de las Mujeres, docente jubilada, quien celebró el “encontrar a tantas y tantos preocupados con este tema”. Al presentarse, señaló que trabajó en la docencia antes de la promulgación de la ley de ESI, pero que al coincidir su formación docente con el aprendizaje feminista, “cada lectura que hacíamos era analizado con las ‘lentes violetas’”. Al desembarcar en el ámbito educativo, advirtió rápidamente que la igualdad en la escuela apenas si quedaba en el plano de los discursos.

Giannatasio resaltó que “la escuela normatiza, ordena, clasifica: adultos, niños, ricos, pobres, varones, mujeres”, en reglamentos, lenguajes, lineamientos curriculares y en la práctica cotidiana. Aquello deja marcas y aprendizajes, y “era allí donde estaba el nudo de muchas cuestiones luego manifestadas como problemáticas de las mujeres”, junto a “demasiados silencios y ocultamientos de situaciones que marcaban el lugar de las mujeres y de los varones que no se ajustaban al modelo tradicional”. Recalcó que no es que no existía educación sexual en esos años: la había, pero “basada en la preeminencia de un modelo patriarcal, de valores masculinos hegemónicos, de silencios infinitos sobre cuestiones que, se creía, pertenecían al ámbito familiar, y una falsa idea de que estos temas ‘debían ser abordados por los padres’, cuando sabíamos que la mayoría de las violencias ocurrían en el ámbito familiar”.

Foto: Liliana Torres (para Miradas del Centro.com.ar)

Como profesora de Historia, su consigna era enseñar otra Historia, tener otra mirada en Ciencias Sociales, y cuestionar la normalidad de la institución educativa: “Pensar y pensarnos con el alumnado; incorporar y rescatar otros y otras protagonistas de la Historia; revisar cuentos y leyendas que nos contaron y nos formatearon la cabeza, a mujeres y a varones; nombrarnos de otra manera”. Incluso, incluir el ‘Buen día chicos y chicas’, “que todavía a algunes pone nerviosos”; y las experiencias y preocupaciones de las y los adolescentes, “proporcionarles información clara, precisa, científica”. Poner en duda conceptos “que repetimos, como el de ciudadanía”, cuando las leyes y normas fueron pensadas por hombres de clase media alta, heterosexuales. En ello, analizar el rol de los medios al “afirmar esos roles opresivos”. Giannatasio también criticó el por qué, al hablar de sexualidad en la escuela, “se referían solamente a aparatos del cuerpo humano, o a las enfermedades de transmisión sexual”, sin enfocar sobre las relaciones “de amorosidad y placer” entre varones y mujeres?

Como en una biografía de esta lucha de décadas, Giannatasio indicó que desde la BPM, junto a docentes preocupados, comenzaron a juntarse con otras y otros, “en jornadas, talleres, encuentros nacionales”, sosteniendo “la urgente necesidad de incorporar, en las currículas escolares, herramientas para trabajar en esa deconstrucción”, basados en la Declaración Universal de Derechos Humanos, como en tratados firmados por Argentina, con compromisos del Estado “para trabajar en el acceso a derechos a mujeres, niños, niñas y adolescentes”. Con ello, lograron abrir un camino en la burocrática estructura escolar. En las escuelas de Tandil comenzaron a tener lugar talleres, a cargo de las integrantes de la BPM, en función de la “demanda de docentes con inquietudes y sensibilidad sobre estos temas”. De a poco, se incluyeron las preocupaciones que traían les estudiantes: violencias, embarazo adolescente, aborto, abusos, sexualidades diferentes. “Todos y todas tomaban la palabra, sin conclusiones ni moralejas. Había una presencia en la escuela de lo que ocurría en nuestras vidas, y había información sobre lugares dónde acudir, legislación y experiencias de otros ámbitos”.

Foto: Liliana Torres (para Miradas del Centro.com.ar)

Giannatasio destacó: “Creíamos que tener la ley era muy importante, y trabajamos mucho por ello. Pero también era importante la formación y el compromiso de las y los docentes para que se hiciera efectiva esa tarea”. A pesar del difícil contexto actual, “por la debilidad de la política pública sobre este tema, el recorte de recursos para la educación, y la ofensiva de los sectores más reaccionarios para que la ley no se cumpla”, celebró la realización y la gran convocatoria del Foro, “revalorizando la ESI y pensando estrategias para su efectivo cumplimiento, con el convencimiento de que así contribuimos a un mundo más igualitario y menos opresivo. Esto nunca ha sido fácil, pero cada vez somos más”, concluyó la referente del feminismo serrano.

“TENEMOS QUE LLEGAR A LA INSTITUCIONALIZACIÓN DE ESTAS CUESTIONES”

Andrea Rossetti, titular de la Dirección de Políticas de Género y Diversidad Sexual del Municipio de Tandil, retomó el punto sobre aquella consigna de que la educación sexual “quedaba bajo la responsabilidad de los padres”, en un paralelismo con el escenario de planteado por las y los escudados bajo el ‘Con mis hijos no te metas’. Como la preopinante, Rossetti habló del placer generado por la ebullición del debate en el marco del Foro: “mucho dialogar, dejar puntos suspensivos, para pensarnos primero desde lo personal, construyéndonos y deconstruyéndonos permanentemente”. Celebró la discusión, a pesar de que la ESI “desde hace años es una normativa”, y para que, “de una vez por todas”, quienes transitan esa militancia dejen de ser señalados y señaladas como las y los que ‘promueven una ideología de género’, “con una connotación negativa no inocente; o que nos metemos en ámbitos que ‘deberían quedar en lo privado’, cuando tenemos este terreno ganado”.

A modo de reconocimiento, Rossetti dio cuenta de que, “hace un tiempo, eran pocas las mujeres feministas de nuestra ciudad, que pelearon por esta agenda pública en la plaza, como tantas ‘locas de la plaza’ de este país que, yendo al frente con reivindicaciones, nos guiaron en este camino, de lo personal a lo colectivo, para co-pensarnos”. De la alusión a Madres y Abuelas de Plaza de Mayo, la locutora hizo hincapié en el escenario actual, “que no hubiera sido posible en otra coyuntura”, donde se habla de la revolución de las ‘hijas’: “las que poblaron las plazas del país por la ley de despenalización del aborto; las que militan la ESI; y las que se están plantando de manera diferente frente a esta agenda, sin dudas, fortalecida”.

Foto: Liliana Torres (para Miradas del Centro.com.ar)

Rossetti señaló la importancia, en ciudades intermedias como Tandil, de la labor en redes “para esta construcción, que nos juntan con la gente de la Biblioteca, con otros activismos, con otros feminismos, con la docencia”. En ese punto, mencionó al programa ‘Modelos para desarmar’, que lleva adelante la cartera de Género local. Desde el activismo de poner el cuerpo, rotando roles y espacios, “lo importante de lo personal en conjugación en esta red, para crecer en estas dinámicas y ganar en esta tensión, más allá de la coyuntura actual”.

A propósito de ‘lentes violetas’ “para reconstruirnos y pensar a esta Educación Sexual Integral”, Rossetti los puso en el centro de la escena, para apartar “lo viejo que nos tocó: lo genital y la mirada biologicista que todavía subyace”. Planteó interrogantes disparadores: “¿Quién se encarga de la ESI? ¿Solamente la o el profe de Biología? ¿El o la de Construcción Ciudadana? ¿O podemos pensarnos todos, comprometidos desde cada especialidad?” También se preguntó por lo que pasa “con esa educación que se demoniza con argumentos increíbles, como clases de sexo explícito y desnudos de alumnos y alumnas”, cuestión instalada no sólo en Argentina: “En Brasil, el avance sobre el modelo de ‘familia tradicional’ no permite otras miradas de familias, y ahí juegan fuertes intereses de iglesias y pulpos mediáticos”. Demonización no inocente, que atenta contra “el apostar por otro tipo de vínculos, más amorosos, que permitan aceptar y respetarnos más en la diversidad sexual y cultural elegida”.

Foto: Liliana Torres (para Miradas del Centro.com.ar)

Por estas razones, Rossetti habló de “obligaciones éticas, en cada lugar que nos toca” (en los medios, en la función pública, en la educación), para con estas normativas existentes. “Miradas que no podemos eludir, más allá de nuestra construcción personal, nuestras creencias, nuestros mandatos. Estamos en la necesaria tarea de seguir trabajando estas cuestiones en nosotros mismos, para después poder compartirlas”, subrayó. Así como estas redes y activismos compartidos lograron abrir camino, la directora municipal de Género y Diversidad Sexual instó a que se debe ir más allá: “Tenemos que llegar a la institucionalización de estas cuestiones, porque están, porque se ganaron y porque fueron fruto de la tensión”.

Retóricamente, Rossetti se preguntó: “¿Qué es lo que pasa cuando nos vamos de las escuelas, luego de dar charlas sobre Educación Sexual Integral?” Después del trabajo sobre estereotipos de género, el género como concepto, sexualidad, diversidad sexual, vínculos sexo-afectivos, la labor de las y los docentes en la puesta en común. El sentir que desde la educación se incide y que se logran cambios en pos de “tener menos prejuicios con respecto al otro, y llegar a una mirada más comprensiva y más respetuosa; si dejamos puntos suspensivos para que el otro revea, se revea y haga ese click”, son motivos suficientes de “satisfacción, gozo y placer”. “Tiene que ver con más libertades, más derechos humanos y más ciudadanía. Sigamos apuntalando ese camino. Hay mucha tarea por delante”, dejó planteado.

Foto: Liliana Torres (para Miradas del Centro.com.ar)

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