Fanazul y los dineros que no llegan

Los fabriqueros que esperaban una ayuda de la Provincia de Buenos Aires se enteraron que la suma prometida en realidad sería un adelanto de futuras indemnizaciones para aquellos que acepten renunciar a futuros reclamos ante el estado nacional. Entretanto, y mientras los fabriqueros continúan en el acampe frente a la Municipalidad, la economía de la ciudad sufre el impacto de 11 millones de pesos menos que circulan por mes.

A principios de junio los trabajadores de FANAZUL se enteraron que percibirán el dinero prometido por la gestión de María Eugenia Vidal, pero no como ayuda social tal como se había anunciado, sino como un adelanto del dinero que recibirían en concepto de indemnización si  llevan adelante los juicios laborales. En ese marco, algunos firmaron el acuerdo, pero corregido. La dirigente de ATE, Vanina Zurita aseguró al respecto que el monto que percibirán “pasó a ser un adelanto de la plata que les corresponde”.

 

La corrección en el texto del acta, que originalmente exigía que los trabajadores renuncien a cualquier derecho, implica meramente aceptar que el monto que cada uno de ellos cobrará será tomado como un adelanto a cuenta de futuras indemnizaciones a percibir luego de los reclamos judiciales. En realidad, tampoco la nueva redacción del convenio que firmaron refleja lo acordado en la audiencia que se desarrolló a principios de mayo en el Juzgado Federal. En esa oportunidad los funcionarios de provincia aseguraron que lo que se percibiría sería una “ayuda económica” sin condicionamientos, en tanto el propio jefe comunal habló entonces de un “subsidio”.

En concreto, el dinero que eventualmente cobrarían no sería ni una ayuda económica ni un subsidio, sino una suma de dinero que podrá ser considerado como un adelanto de una futura indemnización, pues el acuerdo expresa: “La compensación percibida podrá ser compensada y/o imputada frente a cualquier reclamo efectuado, que tenga por causa la contratación ya referida”. De acuerdo a ello, y en palabras de Zurita, lo que firmaron los trabajadores “no es lo que se había hablado en la audiencia. Deja de ser una ayuda social como se presentó en su momento y ahora pasó a ser un adelanto de la plata que le corresponde a los trabajadores”.. .

 

Foto: Juan Mingarro

Por su parte y con esperanza respecto a este dinero, el referente Omar menchaca en su muro de facebook expresaba: «Esto que aparentemente vamos a cobrar,es gracias a la lucha que hicimos las compañeras y compañeros,estando en la Rutas en las vías,con movilizaciones y caravanas a BsAs.Esto es todo el fruto de eso,con 40ª grados de calor,dejando a la familia horas y horas y siguiendo con el acampe que ya llevamos cinco meses y algunos compañeros pasando la noche en el mismo,con calor,frío y lluvia y viento.Quiero agradecerles por tantos sacrificios hechos y también nos tenemos que sentir orgulloso ante nuestros hijos y nietos,porque por lo menos los podemos mirar a los ojos y de frente y decirles que sus madres,padres o abuelos lucharon para mantener a Fanazul y sus fuentes de trabajo.No importa el resultado,lo importante es haberlo echo. Seguramente muchos no podran decir lo mismo,pero bueno allá ellos o ellas.Nosotros lo hicimos y nos sentimos orgulloso y si esta plata viene es gracias a todos lo que la peleamos y se van a beneficiar aquellos que se quedaron en sus casa tranquilos y huyeron el mismo dia 28 de diciembre.Compañeras y Compañeros fabriqueros Gracias por tanto,me siento orgulloso con los que peleamos codo a codo.Y de algo estoy seguro la lucha continua,el acampe no se levanta y en Marzo del 2020 Fanazul se vuelve a poner en Marcha.La lucha que se pierde es la que se abandona,es por eso que nosotros no la abandonamos,todo lo contrario,la seguimos sosteniendo.»

En estos días el diario local «El Tiempo» brindó dos caras de la tragedia que recorre Azul desde el 28 de diciembre pasado: Por un lado, la decisión de liquidar la planta local y desactivar todos sus proyectos, pues con la modificación presupuestaria expuesta en los ultimas resoluciones se expresa el criterio de desinvertir en Fabricaciones Militares, aunque extrañamente existía en el presupuesto 2017, lo que significaba que en ese entonces se pensaba invertir en Fanazul. Incluirlo allí es una contradicción si se pensaba cerrarla, aunque puede ser una decisión anterior a la llegada del nuevo interventor, Luis Rivas, ocurrida en agosto de 2017.

La lucha de Fanazul no se abandona…

Por el otro, el shock económico para la ciudad que deja de recibir mensualmente unos 11 millones de pesos. Considerando que se está entrando en el sexto mes del proceso de cesantía del personal de FANAZUL, pueden calcularse en 66 millones de pesos los que han dejado de circular en la ciudad, con lo que en un año sumarían 132 millones, o sea circula un peso menos de cada diez en la economía azuleña frente a los 1.121 millones de pesos que es el presupuesto municipal 2018. Y el mayor impacto se refleja claramente en el sector comercial que ya no tiene entre sus clientes a los obreros, en tanto que hasta 2017, la misma fábrica adquiría en Azul insumos, repuestos y materia prima. Esta reducción se suma a la crisis nacional, lo que acentúa la sequía.

Un paso más adelante en el análisis lleva a reflexionar acerca de qué objetivo tiene el desmantelamiento de la fábrica en el panorama de la defensa nacional. Obviamente hay un dinero que se ahorra, pero el cierre de FANAZUL afecta el sistema de producción para la defensa de la Nación, y por ende la soberanía nacional. Y eso no debería escapársele a ningún observador…