Hace 13 años se presentaba el «Informe de la memoria» de Olavarría

Marzo de 2001. Luego de una prolongada tarea realizada por Mario Méndez, concejal por aquel entonces del Frepaso (quien pasó varios años detenido hasta el retorno de la democracia), junto a un equipo, fue aprobado por el Concejo Deliberante de Olavarría el ‘Informe de la Memoria’. Investigación que recopiló y sistematizó la información sobre la represión en tierras olavarrienses durante la última dictadura cívico-militar y el impacto del terrorismo de Estado en la comunidad; sobre todo, en lo referido a desaparición de personas y a la actuación de la sociedad local en los setentas.

En su prólogo, se expresa: «Y el silencio se rompió. Se hizo trizas como cristales bajo la pedrada«. Imagen que expresa las luchas por la memoria, siempre presentes. Las historias de los 28 desaparecidos de Olavarría estuvieron por primera vez, negro sobre blanco, en papel, para ser conocidas por fuera de la militancia.

Página central del diario «El Popular» del 24 de marzo de 2001.

La sesión contó con la presencia del senador provincial Ernesto Cladera; el secretario de Gobierno, Héctor Vitale; la secretaria de Desarrollo Económico, Stella Dufour; el subsecretario de Cultura y Comunicación, Eduardo Rodríguez; y el secretario general del CECO y presidente del PJ, Miguel Santellán, delante de las figuras que recuerdan a los 29 desaparecidos de la ciudad. Los acompañaban un centenar de personas, entre las cuales había familiares de desaparecidos olavarrienses y militantes de la APDH, junto a banderas del Partido Obrero, la Coordinadora de Desocupados, la Izquierda Unida, el MST y la Asociación de Periodistas de Olavarría.

Sin embargo, el apoyo al trabajo no fue unánime. Entre quienes se ausentaron voluntariamente a esa sesión estuvo Helios Eseverri, que mandó una carta en donde expresaba: «No estaré presente en la sesión porque discrepo, también plenamente, con la intención de construir una memoria parcial, la de un solo bando, en desmedro de la verdad histórica y en perjuicio de la paz de los argentinos, aún sabiendo que no es ésta la intención de este Honorable Concejo Deliberante». El entonces concejal Alejandro Gregorini tampoco asistió, y comunicó: «Me fui a estudiar a Buenos Aires con (el ex presidente de facto, Roberto Marcelo) Levingston y me recibí con (el titular de la Junta Militar de la última dictadura, Jorge Rafael) Videla. Agarré toda esa época, sé por qué se originó, y no se originó por las razones que dice esta Comisión por la Memoria, que es una memoria hemipléjica. No se analizan las razones por las cuales se originó el golpe de Estado; hay muchas razones. Lo otro, la parte operativa por la cual se neutralizó a la guerrilla, es otra cosa«.

Diario «El Popular» del 22 de abril de 2001.

Aunque desde el Ejecutivo se ponía en duda el trabajo de la Comisión Especial por la Memoria, el concejal Alcidez Díaz puso las cosas en concreto al recordar, casi una por una, las leyes impuestas por decretos de la dictadura, la abolición de los derechos políticos, la caducidad de toda garantía constitucional y las consecuencias de ese esquema dictatorial, donde se secuestraba, se violaba, se robaba, se torturaba y se mataba, todo con el amparo de Estado nacional de la República Argentina. Díaz expresó: «Teníamos miedo. Y cuando nombro todas estas cuestiones, está claro por qué teníamos miedo. Este ciudadano que hizo política sin mezquindades, que no se había ausentado de Olavarría, se transformó de repente en un peligro para la seguridad del Estado«.

La elaboración del Informe estuvo coordinada por el entonces concejal Mario Méndez, con la colaboración de un equipo conformado, entre otros, por Silvia Boggi y Gabriela Brook. Mario Méndez falleció en 2002, pero su memoria sigue siendo bandera y ejemplo para la militancia local, y es recordado en cada ocasión en que se rememora su lucha.

Foto: diario «El Popular»

En agosto de 2004, la publicación en forma de libro, de casi 200 páginas, fue presentada en el recinto del HCD de Olavarría, esta vez con presencias imprescindibles. Hubo una mesa redonda y en la ocasión estuvo a presidenta de la Asociación Abuelas de Plaza de Mayo, Estela de Carlotto, quien sin saberlo en ese momento, estuvo cerca como nunca antes de su nieto. En la oportunidad, se pronunció duramente sobre la permanencia de Omar Ferreyra, en aquellos tiempos aún sospechado de ex represor, al frente de la Dirección de Control Urbano de la Municipalidad de Olavarría. Asimismo, de Carlotto expresó: “Este libro encierra la historia de ustedes. Y esto me produce mucho pudor, siendo yo de otro lado. Nos han querido borrar la memoria”. La referente de Derechos Humanos, emocionada, finalizó:»Estamos de pie, por eso este país no se ha rendido. Rindo homenaje a quienes hicieron este libro. Acá está mi hija Laura. Acá están los 30.000 desaparecidos. Acá está la lucha de un pueblo. Tenemos fuerza. Estamos de pie. No nos han vencido«. Si el músico local, entonces llamado Ignacio Urban y hoy reconocido como Ignacio Montoya Carlotto estuvo ese día allí, aún no sabía que estaban hablando de su madre. En primera fila, estaban la esposa e hijos de Mario Mendez.

Foto: diario «El Popular»

La entonces decana de la Facultad de Ciencias Sociales, Donatella Castellani, señaló aquel 18 de agosto de 2004. : «La memoria nos tiene que servir como explicación de lo que pasa hoy en nuestras vidas«, apuntó. «Hubo concretos intereses económicos por cortar con la vanguardia de una generación y tiene claramente que ver con lo que vivimos hoy. Cuando vemos que tenemos 10 millones de personas bajo la línea de pobreza y otros 20 millones que sobreviven como pueden, no es casual«, continuó. Habló del «terror, del silencio que hicieron que nadie se atreviera a cuestionar nada» para desembocar en que «la memoria no es sólo mirar atrás, sino mirar alrededor y saber cómo vamos a mirar hacia el futuro«. Concluyó: «Si todos nos callamos, con nuestro dolor a cuestas, nunca vamos a salir de nuestros problemas«.

Foto: diario «El Popular»

En las escalinatas del Palacio San Martín, 28 siluetas homenajearon a cada uno de los desaparecidos y asesinados locales. Sus nombres acompañaban el ascenso al recinto de deliberación, convocando a la esperanza: María Eugenia Sanllorenti, Roberto Rivelli, Alberto Repetur, Jorge Alvarez, Elba Arteta, Osvaldo Bartolini, Griselda Betelous, Adolfo Berardi, José Bonetto, Eduardo Cassataro, Héctor Cassataro, Jorge Fernández, Graciela Folini, sana Gabelli, María Isabel Gau, Isabel Gutiérrez, Juan Carlos Ledesma, Alfredo Maccarini, Nicolás Marmouget, Ana María Mobili, Carlos Alberto Moreno, Liliana Pachano, José Alfredo Pareja, María Luisa Peredo, Elba Pirola, María Delia Rago, Mario Stirnemann, Rubén Villeres. En la sala, estuvieron integrantes de las familias Pareja, Bonetto, Cassataro, Follini, Massolo, Fernández, Pirola, Betelous. Todos firmes, como la memoria de la lucha de sus allegados.

Las 28 historias de desaparecidos olavarrienses se hicieron imagen y palabra a partir de este libro, que desde entonces está disponible en bibliotecas y redes. El trabajo resultó de encuentros, entrevistas y extensos testimonios a familiares, recopilados por la Comisión por la Memoria, creada en el 2000 por decreto del HCD. En el texto, se destrama la historia de otra ciudad, escondida en la actual, como muñecas rusas. La Olavarría del trabajo, del progreso, del cemento y la prosperidad que esconde las Olavarrías del terror y la represión. El informe recorre la historia local en el contexto de país en los sueños de los setentas, para reflejar la vida íntima y el recorrido de camino de 28 seres humanos que integran hoy el listado de desaparecidos olavarrienses.

Este libro en su relación original, que intenta reflejar parte de la crónica del dolor que atravesó a la comunidad de Olavarría y de la región, puede ser leído online y descargado libremente en este enlace. Actualmente el informe se encuentra en proceso de revisión y actualización, para editar oportunamente una versión ampliada y corregida.