“Interpelar a nuestros pares es la tarea”

La Casa Violeta de la Agrupación Mala Junta – Patria Grande, en Tandil, se encuentra con una multiplicidad de actividades. Entre todo lo que allí tuvo su sede, se contó la Asamblea de Varones Feministas. Muchachos de la región se hicieron presentes, con el objetivo de comenzar a traicionar las diversas complicidades machistas.

Complicidades machistas que sostenemos todos los varones, pero que a algunos comienza a incomodarnos bastante”, manifestó Matías Álvarez, integrante de la Colectiva Mala Junta, en diálogo con Miradas del Centro. Más de medio centenar de varones de Tandil, Azul, Olavarría y demás puntos de la zona participaron de este primer encuentro. En asambleas y talleres, trabajaron sobre la participación de los varones en la desigualdad de género.

La idea también fue poner sobre el tapete que nuestra pérdida de privilegios no es ni puede ser un proceso que nos tenga que resultar fácil, que no implique costos. En este sentido, la iniciativa pretendió comprometer desde lo personal a los varones que participaron, poniéndonos frente al espejo de nuestras propias actitudes y complicidades machistas. Complicidades que se tejen desde la familia, los compañeros de laburo, los amigos, los grupos de whatsapp), para desde ahí, siguiendo la tradición abierta por la segunda ola, comenzar a politizar lo personal, y politizarnos”, indicó Álvarez.

Una propuesta de debate, intercambio, discusión y puesta en juego de la experiencia individual, en un marco de recrudecimiento de la violencia patriarcal. En esta primera asamblea se indagó sobre la participación de los varones en la reproducción de las relaciones patriarcales; se problematizaron las prácticas y territorios machistas; y se discutió sobre la posibilidad de los varones de participar en la lucha feminista.

El encuentro finalizó con la propuesta de “tejer nuevas complicidades (quizás, feministas) entre varones y comenzar a pensar intervenciones concretas. Todo esto, sin convertir nuestra participación en la lucha feminista en fuente de nuevos privilegios. Interpelar a nuestros pares es la tarea principal que nos cabe. En definitiva, comenzar a cortarnos el mambo entre nosotros”. Álvarez, además, remarcó “la necesidad de sostener la ética y la política feminista en la vida cotidiana, y de lograr nuevas complicidades feministas, para romper con las machistas”.

En pos de seguir profundizando los debates, no sólo en instancias puntuales sino en la  cotidianeidad, propusieron volver a realizar estas asambleas en Tandil y replicar la experiencia en Olavarría y Azul. “Estamos pensando en armar un espacio de cuidado de niños, como una primera instancia de intervención y también de reencuentro. Quedamos en armar un grupo de Facebook, y así quedar conectados”, concluyó Álvarez.