La Bullanga, acercando cultura autogestiva al andar

La edición número 14 de la Feria del Libro Tandil llegó a su fin hace unos días. Se realizó nuevamente en las instalaciones del Centro Cultural Universitario. En esta oportunidad, las producciones independientes tuvieron un gran espacio, repartido entre los varios stands. En ese marco, La Bullanga cortó la cinta de su participación en este evento de relevancia regional.

Hay quienes afirman que una Feria del Libro Tandil, sin el puesto de los filtros purificadores de agua, no puede ser considerada tal. Sin embargo, a pesar de esta notable ausencia, la variada oferta de pequeñas editoriales independientes se llevó las miradas y marcó la particularidad de esta decimocuarta edición.

Muchas de esas editoriales se encontraban en el stand de una suerte de petit distribuidora que inauguró su participación en la Feria: junto a una edición de la Revista MU que rezaba ‘Femicidio es Genocidio’, La Bullanga sentó posición y presencia. Miradas del Centro dialogó con Daniel Fernández, uno de sus promotores, quien nos comentó que La Bullanga surgió hace año y medio. La idea, en principio, fue acercar periódicos. “Consumíamos la Revista MU, de Cooperativa La Vaca, de Buenos Aires, como suscriptores. Hacía rato que teníamos ganas de traerla, pero no nos animábamos. Hasta que un día dimos el paso y probamos, para ver qué pasaba. Les avisamos a unos amigos si les gustaría recibirla. Dijeron que sí. Arrancamos trayendo unos diez números”.

Al mes siguiente, trajeron más números de la revista MU. Al otro mes, comenzaron a acercar la Sudestada. Un mes después, hicieron lo mismo con la revista Crisis. “Y así fuimos creciendo, incorporando revistas. También trabajamos con La Cigüeña, una revista autogestiva de Tandil y la región”. Y a esto lo subrayan, tanto Daniel como Natalia ‘Tatita’ Draghi, la mamá de la criatura: “Siempre con la lógica de lo autogestivo e independiente”.

Al tiempo, se les animaron a los libros y los primeros con los que encararon la aventura fueron los de editorial La Vaca. Un poroto a su favor fue el hecho de que esa editorial cooperativa tenía organizado ‘puntos de encuentro’, un centro cultural, un café “al que ibas, veías los números de la revista MU y era la ventana de un montón de editoriales autogestivas e independientes. De ahí fuimos sumando, conociendo otras propuestas, como la de Maten al Mensajero, Batalla de Ideas… Editoriales que fuimos conociendo al caminar, yendo al punto de encuentro, hablando con la gente, yendo a ferias”.

En el intercambio de charla va, mate viene, fueron intercambiando información, recomendaciones y contactos. Así en los puntos de encuentro como en ferias y en el mismo stand en el que nos dieron la entrevista. “Esa es la forma en que, de a poquito, fuimos sumando. Hoy por hoy, trabajamos con más de 300 títulos y casi 10 editoriales, todas autogestivas, independientes. Es algo que sirve, que la gente lo reconoce y le gusta. De otra manera, te tenés que ir a Buenos Aires o esperar a eventos que pasan cada tanto, como una feria del libro, que no son una ventana permanente en donde conseguir estos materiales”.

La de este 2017 fue la primera experiencia de La Bullanga en la Feria del Libro Tandil, con stand propio y todo. “Hemos estado en ferias de la Economía Social; en ferias del libro independiente en Tandil, en Olavarría; en presentaciones de libros, en eventos culturales, en guitarreadas. Es la primera vez que venimos a la Feria del Libro Tandil, y ha sido una experiencia buena. Al principio, nos daba un poco de miedo, porque es algo grande, son muchos días y es pagar un costo por el stand, que no es poco. Es una apuesta”. Apuesta que decidieron encarar y bien surtidos. “Y nos sirve, no sólo por las ventas, sino también para darnos a conocer. Mucha gente nos ve y piensa que somos de otro lado. Les decimos que somos de Tandil y genera una reacción muy positiva el tener estos materiales acá”.

Y si algo les faltaba a la juventud de La Bullanga es que también están trayendo discos. “Empezamos trayendo de una banda que se llama ‘Los Espíritus’, de Buenos Aires, con esta lógica autogestiva. Una banda de la escena del under, que le está yendo muy bien. Vamos a apuntar a este tipo de bandas y sellos discográficos”.

Más allá de la iniciativa personal “y el gusto de hacerlo”, agrega Fernández, “nos parece importante que se consuman estas lecturas, porque son otras voces. Poder traer otro tipo de libros, otros periódicos, otras lecturas, otras miradas de la realidad, es importante. Creemos que el placer está en saber que muchas veces damos a conocer propuestas que de otra manera no llegan”. Y en ese contexto, los claroscuros de la distribución también los aprendieron al transitar esta ruta: “Se puede tener un colectivo, un medio autogestivo que esté buenísimo, pero las vías de distribución son las convencionales, hechas para las grandes industrias, con lógicas que ahogan a las editoriales y medios chicos. El nuestro es un pequeño experimento para ver cómo sería una distribución autogestiva. Y en ese camino vamos”.

Por último, a la hora de contactar a los bullangueros, si bien no tienen un lugar fijo, “ni un local y estamos lejos de eso”, se manejan en ferias. Pero, por sobre todo, los encuentran en Facebook como ‘La Bullanga’. “En nuestra página, tratamos de ir subiendo continuamente el material, de tenerla lo más actualizada posible, que también lleva su trabajo”, concluyó Fernández, mientras potenciales compradores esperaban el fin de la entrevista para consultar. Entre ellos, un nenito que juró no moverse del stand, a menos que su madre le comprara el libro para chic@s de Manuel Belgrano, de la colección Aventurer@s, de Sudestada. Con corolarios como este, como dice Marcelo Valko, autor de la obra con la que final y felizmente se hizo el niño, “es lento, pero viene”.