“Malón Blanco”: Tata Dios y las muertes del 1872

Este sábado 2 de diciembre, a las 20, con entrada libre y gratuita, la Sala Incaa de la Unicen (primer piso de Yrigoyen 662) será la pantalla sobre la que se estrenará el documental Malón Blanco, una investigación sobre la matanza de extranjeros que tuvo lugar en Tandil, en la noche del 1ero de enero de 1872. Matanza que le fue atribuida a un curandero al que se conocía como Tata Dios. Con la dirección de Alberto ‘Beto’ Gauna, ya  cuenta con la declaración de interés municipal.

Como se lee en la página de Facebook del documental, «La sangre inaugural brotó del cuello de un muchacho italiano, Santiago Imberti, conocido por sus dotes para el organillo. Unos ingleses corrieron la misma suerte del ibérico. Y así siguieron cayendo europeos de todas la edades al paso de la tropilla infernal que se dirigió directamente al almacén de ramos generales de propiedad del vasco Juan Chapar, a quien le tocó primero, lo siguieron la esposa, una hija de 5 años, un bebé de meses y el resto de la familia. Pero los cuchillos no se detuvieron con la servidumbre ni con todo huésped venido del viejo mundo. Con la luz del sol, se contaron 36 cuerpos, 17 de los cuales se habían desangrado en lo de Chapar.»

Si bien la ciudad de Tandil se fundó el 4 d abril de 1823, en medio de las expediciones del entonces gobernador de Buenos Aires, el brigadier Martín Rodríguez, podría decirse que la política tandilera se erigió sobre una matanza que, hasta el día de la fecha, a 145 años de aquella noche del 1ero de enero de 1872, no ha sido esclarecida. Para oficiar un cierre del caso, las muertes le fueron endilgadas a un curandero, apodado Tata Dios y llamado Gerónimo de Solané, a quien se encarceló durante algunos días y se lo ejecutó, sin que el acusado pudiera mencionar palabra. Política tandilera de aquel entonces que, en su cofradía, optó por el dejar hacer, el posterior silenciamiento y la no búsqueda de la verdad ni del fundamento racional del hecho. Muertes que ni el viento ni el tiempo se llevó, como tampoco se disipó del ambiente el espeso mar de sospechas que llega hasta el día de la fecha.

Uno de los íconos de la masacre: la inscripción que identifica el sepulcro de la familia Chapar, en el Cementerio Municipal de Tandil.

Estos hechos, de enorme trascendencia para el momento histórico, son los que relata este documental, a través de los distintos especialistas que han tratado el tema. El relato va enlazando las distintas entrevistas, unidas por dibujos ilustrativos. Nuestra intención es sacar del olvido este tema, considerando que fue un levantamiento milenarista y mesiánico, el único en el sur del continente americano”, manifiestan desde la producción del documental. Cuenta con entrevistas a los historiadores Marcelino Irianni, Néstor Dipaola, Hugo Mengascini, Hugo Nario, Juan José Santos, Daniel Eduardo Pérez, la antropóloga Dolores Jiuliano, el tradicionalista autodidacta Ernesto Sanguineto, el dramaturgo y escritor Raúl Echegaray, entre otros.

Alberto ‘Beto’ Gauna, en plena acción.

FICHA TÉCNICA. Realizador: Alberto Gauna. Productores: Alberto Gauna y Gloria Hornillo. Producción Ejecutiva: Ana Fernández Equiza. Guión: Eduado Saglul, Raúl Echegaray (Colaborador: Luis Gómez). Montaje: Kurro Silva Cuellar. Operadores de Cámara: Paco Cárdenas, Javier Iriart, Matias Lazeri y Guillermo Peralta. Música: Juan Pablo Esmok Lew y Federico D´Antellis. Dibujos: Eduardo Rodríguez del Pino. Foto Fija: Tefa Schegtel. Payadores: Miguel Torres y Pablo Fernández. Diseño Gráfico: Domingo Moreno y Manuel Diéguez. Página web: www.malonblanco.com

Un interés que nunca muere y se renueva

Esta realización es el resultado de un proyecto que Beto Gauna (tandilero que reside en España desde hace treinta años) venía pergeñando desde hace algunas décadas. ‘Malón Blanco’ tendrá su estreno en un contexto de época marcado por un regreso del interés por lo sucedido esa trágica noche de año nuevo de 1872. Un Tandil de apenas cinco mil habitantes, y en el que, en plena noche, un nutrido grupo de mercenarios cabalgó algunas decenas de kilómetros, por caminos de tierra que ni siquiera se le parecen a los que conocemos en la actualidad; y en medio de la matanza, ya iniciada en el centro mismo del pueblo, desembocar en la posta de carretas de Juan Chapar, en De La Canal, paraje que se encuentra a más de treinta kilómetros de donde hasta hacía poco se erigía el Fuerte Independencia.

Cartelería sobre Avenida de los Trabajadores Rurales, en De La Canal. Allí se indica que la Posta de Carretas de los Chapar se encontraba unos metros detrás de la Cancha de Paleta, detrás del cartel.

Primero fueron casi charlas de pasillo, para luego pasar a las reuniones formales e institucionalizadas. El Museo Histórico Fuerte Independencia Tandil (Muhfit), la Unicén y la parroquia del Santísimo Sacramento firmaron un convenio para la digitalización de documentos vinculados a aquella matanza. Tres libros, alrededor de 1200 folios (con cartas entre jueces y comisarios, información policial de robos y asesinatos en esa época), y el Sumario Departamento del Sud 1872, realizado y consultado por varios comisarios con motivo de los sucesos del 1 de enero de 1872. Documentos, en el Museo, que estuvieron vedados al acceso de investigadores e interesados, para resguardarlos ante la posibilidad de roturas de sus páginas. Luego del transitar de gestiones y contactos, no sólo se seguirá preservando el material, sino que, una vez finalizada la tarea de los miembros del Museo de Arte Religioso, podrá ser exhibido y difundido.

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Asimismo, desde hace ya un año, los anaqueles de las librerías cuentan con una reedición de “Tata Dios. El mesías de la última montonera”, el libro de Hugo Nario sobre el episodio, junto a la novela histórica, “Peones de Ajedrez III”, de Marcelino Irianni, sobre este caso no cerrado. En los tablados de la ciudad también se han puesto en escena dos obras referidas a aquella madrugada en que fueron asesinadas 36 personas en el lapso de cuatro horas.