Martes Verdes: ESI como se debe, abusos de poder y replanteos jóvenes

En la región centro de la provincia de Buenos Aires, la iniciativa planteada desde la Campaña Nacional por el Derecho al Aborto Legal, Seguro y Gratuito se sigue realizando cada martes (y algún jueves también). Pañuelos, discusión sobre los proyectos presentados en el Congreso de la Nación, y el empujón de este contexto para escuchar a las y los más jóvenes, sobre lo que falta para lograr una verdadera autonomía de decisión.

En Tandil, desde la Colectiva del Arte y la Cultura se autoconvocaron para sumar sus cartas abiertas en favor del proyecto de Ley de la Campaña Nacional por el Derecho al Aborto Legal, Seguro y Gratuito.

Foto: gentileza Tatita Draghi.

Los pañuelazos continúan visibilizándose en la esquina de San Martín y 9 de Julio. Siguen sumando acciones… como alguna que otra ‘visita’ de agentes de la Policía Local. ¿El argumento? Cerciorarse de qué hacen esas mujeres con pañuelos y reuniéndose en la vía pública. Parece ser que si se convoca a una asamblea en una vereda, hay que pedirles permiso a estos efectivos (sic).

Foto: gentileza Carla Bogliolo.

Asimismo, desde el Colectivo Mala Junta (en Patria Grande), de cara al 28 de mayo, ‘Día Internacional por la Salud de las Mujeres’, se están realizando encuentros por el aborto legal desde el feminismo popular, para debatir sobre legalización y despenalización, proyectos presentados, y educación sexual integral. “Vamos a realizar acciones para ayudar a hacer visible esta lucha y que llegue el frío junio con nuestra llama de lucha más ardiente que nunca, para que nuestro derecho a decidir se haga realidad”, manifiestan sus organizadoras. Ya hubo un primer encuentro, en el Territorio Cultural (en Villa Gaucho). Se prevé que el próximo tenga lugar el 28 de mayo, a las 14, en la Casa Popular Patria Grande (Los Tulipanes 2224, en Barrio La Movediza).

Foto: gentileza facebook de Mala Junta Tandil.

Vivimos un momento de gran entusiasmo como feministas en la Argentina. Hoy, el derecho al aborto legal, seguro y gratuito se debate dentro del Congreso, se hace visible en las calles, en las aulas, en los lugares de trabajo, y cada pañuelo verde que vemos llevar puesto, es una persona que sigue o que se suma en la lucha por el derecho a decidir sobre nuestros cuerpos”, afirman desde la organización de estos encuentros desde el feminismo popular.

En el debate por la despenalización del aborto, se juega “una bandera histórica feminista porque desafía el mandato de maternidad obligatoria para todos los cuerpos con capacidad de gestar; porque pone en evidencia que las decisiones sobre nuestras vidas cargan con desigualdades de género, clase y raza”. Con el hashtag #LasPibasPorElAborto, defienden el aborto legal, “siguiendo el proyecto de la Campaña por el Derecho al Aborto Legal, Seguro y Gratuito, porque queremos tener la posibilidad de decidir si ser madres o no, cuándo y cómo, sin tener que argumentar más que nuestro propio derecho a gozar de nuestro cuerpo y nuestras vidas”.

Cientos de firmas exigen la aplicación de la ESI

Antes de iniciar el racconto sobre lo hecho en los Martes Verdes en Olavarría, vale una aclaración a los tan «avispados» como crédulos oyentes (olavarrienses, de la zona y de váyase a saber cuántos otros puntos de este mundo terrenal) de Etchecopar: lo que se hace en la Plaza Central, al menos en estas convocatorias llamadas ‘Martes Verdes’, es informar sobre cuestiones relativas a la campaña por el derecho al aborto legal, seguro y gratuito. Lo de ‘verde’ se relaciona con el color que caracteriza a esta causa, no con la venta de droga alguna. De hecho, si sólo pasan y pispean, de lejos, que hay gente intercambiando billetes por algo extraño, que no logran dilucidar qué es, son pañuelos verdes. ¡Sí, pañuelos! Y no se trata de un lenguaje en código: pañuelos verdes, de esos que se pueden poner como bandanas, pulseras o al cuello, que son los símbolos de esa Campaña. Pañuelos que tienen un valor monetario para solventar el hecho de conseguirlos y traerlos hasta este rincón de la provincia de Buenos Aires.

En lugar de seguir por la vereda de enfrente e inventar hechos que, lisa y llanamente, no existen, bien pueden cruzar y sumarse a la ronda en el Paseo Jesús Mendía. De paso, el saber no ocupa lugar y evita ir con cuentos a ‘comunicadores’ que gustan de la injuria gratuita y la mentira más desmedida. Aunque, si miente con hechos que ni siquiera existen, ¿por qué habría que creerle cuando afirma que vecinos de Olavarría se le acercaron a denunciar ‘esto’? Si aún así, con toda la explicación (que ni siquiera debería ser necesaria de dar, ya que se trata de hechos que no existen en ningún plano de lo real y lo concreto), siguen viendo venta de drogas donde claramente no la hay, sería hora de cambiar de ‘dealer’ (si están tan seguros que eso es ‘droga’, se descuenta que están en el tema y la saben distinguir… ¿para qué explicarles qué es un ‘dealer’?).

Volviendo al tema que realmente importa y que tiene efectivo asidero en la realidad concreta y cotidiana, los ‘Martes Verdes’ olavarrienses se han realizado ininterrumpidamente, en el mismo lugar y a la misma hora: en el Paseo Jesús Mendía, a las 17.30. Hacia allí, con gran puntualidad, se acercan varias decenas de mujeres, en su gran mayoría estudiantes de secundaria, que vía redes sociales, whatsapp y de boca en boca se encargan de la difusión de estas citas en el centro más céntrico de la Ciudad del Cemento.

A raíz de lo que plantean en las rondas que se arman a metros del palacio municipal, entre la demanda de pañuelos verdes de la Campaña Nacional y la confección de afiches difundiendo la temática, las más jóvenes han dado cuenta de la urgente necesidad de que se aplique debidamente la Educación Sexual Integral. Y ese ‘debidamente’ implica que sea, al menos, laica y científica, y en todas las instituciones educativas del partido de Olavarría. También, vale aclararle a directivos varios, que la labor sobre la ESI debe ser constante y sistemática en el tiempo, a lo largo y ancho de los ciclos lectivos: con una jornada comunitaria, de un solo día al año, o una charla casi informal en una hora libre, no estaría alcanzando. Por esta razón, elaboraron una nota, para juntar firmas (de alumnos, de profesores, de directivos, de padres, de preceptores, tanto en secundarias como en terciarios y facultades). También, para demostrar el grado de organización de las y los jóvenes al respecto. Porque el estado de situación de la casi nula aplicación de la Educación Sexual Integral no responde a un hecho aislado.

Se encabeza la nota del reclamo con que “las personas firmantes, estudiantes de secundarias y universitarias, activistas feministas, docentes de todos los niveles y modalidades, exigimos la implementación de la Ley de Educación Sexual Integral (ESI)”.

Continúa: “En el año 2006, tras la lucha y organización de movimientos feministas y de derechos humanos, entre muchos otros, logramos la sanción de la Ley Nacional de Educación Sexual Integral Nº 26.150. Posteriormente, en el año 2015, el gobierno provincial promulgó la Ley Provincial Nº 14.744, ambas de Educación Sexual Integral (ESI).

“Escribimos la presente carta para exigir que se garantice el derecho de lxs estudiantes de todos los niveles y de todas las instituciones educativas (inclusive las confesionales) a acceder a la Educación Sexual Integral. Abordar la ESI en las escuelas es urgente, ya que es uno de los pilares fundamentales para promover las transformaciones socioculturales necesarias para erradicar el machismo. Sabemos que esta exigencia, por un lado, se da en un contexto en el cual distintos organismos han denunciado públicamente el vaciamiento, por parte del gobierno nacional del Programa Nacional de Educación Sexual Integral, lo cual implica menos capacitaciones para docentes, menos insumos, entre otras cuestiones básicas para implementar la ley. A su vez, el gobierno tampoco ha salido a respaldar la ESI ante los ataques de sectores reaccionarios de la sociedad que pretenden imponer su moral sobre un derecho humano. La ESI debe ser científica, laica y feminista!

“Nuestra exigencia tiene más fuerza que nunca, ya que la sociedad y principalmente lxs jóvenes están exigiendo la aplicación de la ley: están diciendo que quieren que en las escuelas se garantice la posibilidad de debatir, de discutir, de ser escuchadxs, de transformar mandaos sociales machistas y discriminatorios que patologizan la diversidad de cuerpos e identidades… ¡Cuando en las escuelas se dan esos momentos, suceden cosas maravillosas! Tal como lo demuestran las experiencias de docentes y estudiantes que generan las condiciones para que estas experiencias se produzcan.

“En el marco de un país donde se movilizan millones de personas exigiendo ‘Ni una mujer, travesti, trans, menos, en manos de la violencia machista… En donde, por primera vez en la historia, se está debatiendo un proyecto de ley de Interrupción Legal del Embarazo que garantice el derecho a decidir sobre su cuerpo a las mujeres y personas gestantes, y donde existe un consenso social contundente en torno a la consigna de la campaña ‘Educación Sexual para decidir; Anticonceptivos para no abortar; y Aborto Legal, Seguro y Gratuito para no morir’. En este contexto, le exigimos al Estado nacional, provincial y local que se garantice el derecho a la ESI.

“Sin ESI no hay Ni Una Menos. Sin ESI no hay diversidad. Sin ESI no hay capacidad de decidir sobre nuestros propios cuerpos e identidades. Sin ESI no hay posibilidad de proyectar una maternidad/paternidad. Sin ESI no hay futuro sin violencia. Sin ESI hay femicidios. Sin ESI hay noviazgos violentos. Sin ESI hay bullying y acoso sexual. Sin ESI hay patologización de nuestros cuerpos e identidades. Sin ESI el sentir sigue afuera de la escuela”, concluyen.

Las firmas serán presentadas prontamente ante el Ejecutivo local, el Concejo Deliberante de Olavarría, el Consejo Escolar, en las sedes locales de los gremios educativos, entre otras dependencias.

Acción y reacción: las jóvenes interpelan, docentes y directivos atacan

En el marco de los Martes Verdes, también se repudian hechos de violencia, discriminación y censura que se sufren al interior de las instituciones educativas. En las rondas, se comparten las intervenciones de las estudiantes de secundarias en sus respectivos colegios, en apoyo al derecho al aborto legal, seguro y gratuito. Por portar el pañuelo de la Campaña, o algún accesorio o distintivo verde, las reacciones no se hacen esperar: rechazo de algunos compañeros, inclusive de docentes, en clave violenta, sin dar lugar siquiera al debate. De todas formas, poder ingresar a la escuela con pañuelos verdes no deja de ser un enorme avance de estos tiempos, inimaginable hasta hace poco.

Por el relato de las jóvenes, son muy pocas las instituciones educativas en Olavarría a las que se puede definir como ‘abiertas’, con docentes que tratan temáticas como el aborto desde un enfoque más reflexivo, dado al debate, ya desde el mismo momento en el que se les permite hablar sobre estos temas. Escuelas en las que las y los estudiantes llevaron el pañuelo verde y nadie les dijo ni espetó nada.

En una suerte de posición intermedia, se encuentran los establecimientos que abren el debate (o que, al menos, algunos profesores lo hacen al interior del aula), pero al escuchar los argumentos a favor de la legalización del aborto, responden con chicanas machistas y misóginas. Centros de estudiantes que, al acercárseles el pedido de implementación de la ESI, para que desde allí se lo eleve formalmente a la Dirección, se les responde esquivamente y sin intentar un mínimo compromiso ni interés.

En otras instituciones, el debate es decisión e iniciativa pura y exclusiva de las y los estudiantes, incluso en espacios curriculares como Construcción de la Ciudadanía. En escuelas públicas, incluso hay docentes que tildan de asesinas a las jóvenes que se manifiestan por el aborto legal, seguro y gratuito, y no contentas con ello, incitan al resto del alumnado para que la estigmatización que ejerce sea compartida, en un clarísimo acto de abuso de poder. También las y los hay quienes sientan una posición firme a favor de la despenalización, frente a sus alumnos, pero sienten las presiones institucionales, sociales, y hasta de propios pares.

La postura de las escuelas católicas es previsible sobre la despenalización del aborto. Sus estudiantes refieren lo cerradas que son sus autoridades en la posición sobre el tema. Si siquiera dan opción al debate ni, mucho menos aún, a que las y los jóvenes opinen al respecto. Eso sí: abiertamente, les bajan línea. Su línea. Las y los docentes no pueden pronunciarse ni a favor ni en simpatía, ya que corren el no menor riesgo de ser despedidos. Espacios en los que se complica una implementación seria y responsable de la ESI cuando hay docentes que creen que si una mujer queda embarazada es porque “Dios así lo decidió, y por eso debe traer ese ‘bebito’ al mundo”. Donde una profesora les dijo a sus alumnas (que se habían pintado los ojos con verde) que estaba “muy dolida”, porque creyó que estaban simbolizando alegría, y cuando se enteró que era por la despenalización del aborto, «se dio cuenta que esas chicas estaban a favor de la muerte de ‘personitas indefensas’ y que, cuando veía esos brillos en sus caras, veía las ganas de matar gente de estas jóvenes».

Aún así, deben impartir la ESI por la sencilla razón de que se trata de una ley. Aunque directivos de algunos de estos establecimientos confesionales se hayan excusado con que deben «hablar con el Obispo», la ley está y debe ser cumplida, le guste o no al Obispo o a la autoridad eclesiástica que sea. De hecho, lo deben hacer desde el mismo momento en que están reconocidos por el Estado… y subvencionados por él. La implementación efectiva y correcta de la ESI es un deber, no una opción.

A propósito del rol y el posicionamiento de las y los trabajadores de la educación, desde Tribuna Docente se está organizando una junta de firmas, a favor del proyecto de la Campaña Nacional y sus pilares, entre ellos la implementación de la ESI en las escuelas. Más allá de lo simbólico de una iniciativa del estilo, también es un pronunciamiento de la docencia olavarriense sobre el tema, para empezar a dar el debate en ese claustro.

En el caso de los institutos de formación docente, se estudia la ley de Educación Sexual Integral y la forma de implementación, pero ‘superficialmente’, cuando debería ser un eje transversal en ese proceso y tratarse en todas las materias. Se suele depender de la iniciativa de alguna profesora y/o del Centro de Estudiantes para organizar algún taller y así anoticiar a los estudiantes sobre de qué va la ESI. “A veces, los estudiantes avanzados llegan a las observaciones en el aula y se enteran de cosas que les dicen los nenes, y no saben qué hacer, cómo reaccionar, cómo actuar”, confiaban a este portal.

En uno de los últimos Martes Verdes, se invitó a una charla debate sobre las tres consignas fundamentales de la Campaña Nacional (educación sexual para decidir; anticonceptivos para no abortar; aborto legal, seguro y gratuito para no morir), con posterior pintada de mural, que se realizó el sábado 12 de mayo, en la plaza que se encuentra en la esquina de calles Bernardo Houssey y Adolfo Pérez Esquivel, en el barrio Facundo Quiroga I. Para la cita de este martes, se siguió en la temática de la ESI, junto a métodos anticonceptivos y ciclo menstrual, “porque sin ESI no hay autonomía de decisión”. Un tema que surgió como inquietud y preocupación, por parte de las más jóvenes, fue el de noviazgos violentos y la detección de sus señales. Tema que probablemente sea tratado en próximos martes verdes.

Faltó levantar las manos y enviar un saludo al área de Monitoreo del Municipio, que con sus cámaras vigilan esos círculos extraños de gente que se junta a discutir, a informarse y a pintar carteles… No a vender droga (aunque así lo quieran creer las y los oyentes olavarrienses de Baby Etchecopar). Y cuando no les es suficiente con esa vigilancia, envían a agentes de la Policía Local y de la Bonaerense a amedrentar, filmar y sacar fotos a quienes participan de estos Martes Verdes. Prácticas intimidatorias de las fuerzas de seguridad que, en democracia y en vigencia del Estado de derecho (como el actual, según se supone), son anticonstitucionales.

Pañuelos y volantes, junto a la “Madre por elección”

El Movimiento de Mujeres Organizadas de Azul (MMO) también realiza ininterrumpidamente sus martes verdes. De hecho, ni siquiera descansaron el 1 de mayo! Hacia las 16, se convocan en la esquina de Burgos e Yrigoyen, a metros del veredón del palacio municipal, en la Plaza de ‘la Madre por elección’, como la han rebautizado y resignificado en estos meses. A la obra escultórica de Adolfo Pérez Esquivel le han puesto su pañuelo verde, convirtiéndola en un ícono de estos encuentros, en el corazón de la Ciudad Cervantina.

Las muchachas azuleñas montan un parlante en la esquina de la plaza, y con ello transmiten las exposiciones que se están llevando adelante en las reuniones informativas, en la Cámara de Diputados, para que todas y todos quienes pasen por ahí se sumen a escuchar.

Muchas chicas se acercan pidiendo pañuelos verdes, como así también madres, enviadas por hijas que se encuentran en horario escolar. Reparten volantes sobre ESI y métodos anticonceptivos a familias, docentes y adolescentes. Muchas chicas se llevan esta folletería a sus establecimientos educativos para repartirlos allí. La estampería de pañuelos verdes también es una marca registrada de los martes verdes en Azul.

Las mujeres organizadas azuleñas invitan todos los martes a estas jornadas de debate abierto, a las que dieron en llamar ‘Nosotrxs decidimos’, “porque el aborto es un tema de salud pública y por el empoderamiento de nuestrxs cuerpxs”. Pañuelazos y asambleas abiertas para informar sobre la ley, que se prolongarán durante el tiempo que llevará el tratamiento en el congreso del proyecto de ley por la Interrupción Voluntaria del Embarazo, presentado por la Campaña Nacional por el derecho al aborto legal, seguro y gratuito. Desde Azul, organizaciones locales y personas autoconvocadas apoyan y visibilizan esta iniciativa en las calles. “Iniciativa que puede marcar un precedente en la lucha por la conquista de los derechos de las mujeres”, como afirman quienes militan la causa.

Vale recordar que, a mediados de abril, el FESA (Frente de Estudiantes Secundarios de Azul) pidió autorización para la realización de un plebiscito sobre la despenalización de la interrupción voluntaria del embarazo. Un pedido no surgido de la nada, sino que responde a las iniciativas planteadas desde la Campaña Nacional, para sondear qué se piensa al respecto en los lugares de estudio (secundarios, terciarios y universitarios), y así permitirle a los estudiantes que se puedan pronunciar (a favor o en contra).

Habían presentado esta propuesta en el colegio Inmaculada Concepción, pero resultó denegada. ¿El pretexto? “Al ser un colegio católico, la postura del colegio es clara, y no se puede llevar a cabo esta votación sin una charla previa”. Aún así, propios estudiantes pusieron afiches en la institución, informando sobre la actividad, organizándose independientemente de los directivos en el reclamo.

Valentina Zapata y Martina Marín, estudiantes del nivel secundario e integrantes del FESA, recalcaron que el objetivo es conocer la opinión de los estudiantes sobre el tema. En ese sentido, desde el FESA se informó que las y los alumnos del Colegio Normal de Azul (EES Nº 6) ya realizaron el plebiscito. De este pronunciamiento por el aborto legal, resultó que el 33% opina en contra, mientras el 67% se ha manifestado a favor.

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