Olavarría no escapa a la ansiedad: 13J Verde, entre la lluvia y la vigilia

A pesar del gris y la lluvia, más de doscientos jóvenes y no tanto se hicieron presentes en el paseo Jesús Mendía y en la sede de AOMA, en calle 9 de Julio, a lo largo y ancho de esta jornada del esperado 13J. Mientras en la Cámara de Diputados de la Nación se debate, con argumentos de todo tipo, color y hasta gradaciones de bizarrismo, en Olavarría se está siguiendo la sesión, desde horas del mediodía, entre la esquina de San Martín y Rivadavia y el salón del gremio minero, debido a la lluvia, la humedad y el frío. Sin embargo, el chocolate, la olla popular y el calor militante está permitiendo pasar estas horas de gran nivel de ansiedad.

Que el 13J está siendo un día histórico, no quedan dudas. Finalmente, el proyecto de ley que busca la despenalización y la legalización de la interrupción voluntaria del embarazo, por fin, llegó al recinto del Congreso de Diputados de la Nación. En toda esta jornada, mientras se desarrolla el debate (que, es probable, tenga su votación hacia las 6 o 7 de la mañana del jueves 14), las movilizaciones y pañuelazos por el aborto legal, seguro y gratuito pobló la región centro de la provincia de Buenos Aires.

Olavarría no está ajena. Muy por el contrario. Con un alto grado de movilización y actividad, desde las 11 de la mañana de este miércoles se iniciaron las concentraciones. El paseo Jesús Mendía fue el escenario matutino, en donde un gran número de olavarrienses, entre ellos muchas y muchos estudiantes secundarios, se acercaron para seguir atentamente la transmisión del debate… acompañados de un chocolate.

La lluvia se descolgó y obligó a mudar la concentración al salón de 9 de Julio 3272, del sindicato de AOMA. Llegada las 18, se marchó, primeramente, desde ese punto hacia la escalinata de un palacio municipal ornamentado lumínicamente de blanco y rojo, colores que parecerían referir a la campaña de quienes se manifiestan contra el derecho al aborto legal, seguro y gratuito. Postura que adoptó públicamente, en sus redes sociales, el jefe comunal de Olavarría, Ezequiel Galli, de Cambiemos. En el lugar, más de doscientos se amucharon para tratar de entrar todas y todos los presentes para la foto del Pañuelazo de este día que está pasando a la historia argentina, hito en la lucha por los derechos de las mujeres. Vano intento, ante la enorme cantidad de vecinas y vecinos que se acercaron.

Seguidamente, se realizó la marcha, que tuvo su paso obligado por el frente de la Iglesia San José, donde se dedicaron algunos cantos al intento de intromisión de la institución católica a la decisión de las mujeres y cuerpos gestantes sobre sus propios cuerpos. “Alerta comadrona, que el huevo no es gallina y el cigoto no es persona” y “anticonceptivos para no abortar, aborto legal para no morir”, fueron algunos de los principales cánticos del día de la fecha, a lo largo del recorrido que unió el veredón del paseo Jesús Mendía y la sede de AOMA en calle 9 de Julio, entre Sargento Cabral y Álvaro Barros.

La vigilia continúa, con la escucha del debate en Diputados, protegidas y protegidos del frío. Por esta razón, se compartió una gran olla popular, con la ansiedad carcomiendo los nervios. “La jornada va a ser larga y dura. Por eso, tenemos que estar todxs ahí, poniendo el cuerpo una vez más, para juntxs conquistar este derecho histórico para las mujeres y todas las personas gestantes«, señalaban las organizaciones convocantes en un comunicado.

“La imperiosa necesidad de salir de la clandestinidad”

Miradas del Centro dialogó con Eugenia del Campo y Cynthia Arrabal, integrantes de Socorristas Olavarría (organización que se encuentra dentro de la Campaña Nacional por el Derecho al Aborto Legal, Seguro y Gratuito), para conocer sus sensaciones ante esta jornada histórica para el largo andar de la lucha por los derechos de las mujeres. Del Campo señaló: “Ha sido una jornada con muchísima ansiedad. Desde la noche de este martes que no dormimos, hicimos vigilia ya antes”. Indicó que, más que un análisis de la situación, “me gana el deseo de que finalmente salga aprobada esta ley. Todo lo que vemos en las calles, en las marchas, en cada rincón del país, no tiene vuelta atrás… Me gana más la pasión, los años de militancia, las historias de cada mujer que escuchamos: la necesidad imperiosa de salir de la clandestinidad y de que una mujer pueda enunciar libremente ‘yo aborté’. Eso me gana”.

Sobre el acompañamiento social visto en las calles, a favor de la lucha por la legalización del aborto, y el gran número de jóvenes que participan en las marchas, aún con el tenor de la lluvia y el frío, Del Campo lo calificó como “bellísimo” y que, si hay algo esperanzador, eso son “sus presencias, su energía, su lucidez en los planteos”. También recalcó: “Están presentes porque tienen totalmente claro que es un momento histórico”.

Por su parte, Cynthia Arrabal reconoció que “la guerra de nervios me está matando. El minuto a minuto y tener que depender de los indecisos… Es una sensación muy fuerte. Aparte, una lo vive en el cuerpo”. Arrabal no duda que “la batalla en las calles ya la ganamos. Esta situación, esta masividad, hubiese sido impensada antes y se la debemos a las organizaciones de mujeres que están empujando esta lucha día a día”. Adelantó que, si el resultado no fuera el esperado y la ley no saliera aprobada ahora, “dentro de dos años se renueva la cámara de Diputados y la ganamos. Es así. No hay que bajar los brazos”.

Luego de que se dé la votación e independientemente de cómo resulte, se prevé salir a marchar nuevamente, luego de realizada la vigilia en el salón de AOMA de calle 9 de Julio. La idea inicial sería salir a marchar cada tres horas, representando cómo es el uso del misoprostol, “para ir incorporando de qué se trata”, indicó Del Campo. Marchas que también servirán para viabilizar y canalizar tanta energía y tantas sensaciones que se están viviendo por estas horas. En plena vigilia, además de la cena con olla popular, se realizó una ‘reunión socorrista’ con chicas que tienen la inquietud y el interés de ser parte de la organización.

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