Olla popular y reclamo de lxs trabajdorxs de la cultura de Olavarría

El primer martes de julio lxs trabajdorxs de la cultura de Olavarría realizaron una Olla Popular en el Paseo Jesús Mendía y trás una asamblea al aire libre entregaron un petitorio a las autoridades municipales, en una jornada organizada para apoyar a quienes eligen trabajar de manera autogestiva.

Del encuentro participaron artesanxs músicos, actores, magos, poetas, escritores, muralistas, bailarines, malabaristas, payasos callejeros, candomberos, murgueros, o sea todos aquellos que se expresan y usan como lugar productivo a los espacios públicos, culturales, semáforos, plazas, parques y la calle misma, todos puntos que entienden como plataformas de expresión artística y humana libre.

Durante la protesta se encontraron en el paseo céntrico en una mañana helada artesanos, talleristas, artistas callejeros e integrantes de diferentes colectivos en lucha por sus derechos, para plantear especialmente la crítica situación que atraviesan y la necesidad imperiosa, más que la posibilidad, de volver a la actividad bajo protocolos sanitarios para poder sobrevivir.

 

La convocatoria, abierta a todos los vecinos, se había efectuado a través de las redes sociales en dónde los invitaban a participar en la olla popular respetando los protocolos de higiene vigentes.

Los trabajadores de la cultura denunciaban que la consigna de «quedarnos en casa» a muchos se les hace imposible de cumplir, dado que afecta además de a sus ingresos o no poder contar con los recursos y las herramientas necesarias, a todas las prácticas de encuentro e intercambio entre productores y consumidores sobre las que se basa su sistema económico.

La mayoría de estas actividades se realizan en espacios culturales, instituciones educativas y espacios barriales que hoy no pueden abrir sus puertas. Además, denunciaron que los artistas callejerxs deben sumarle a las penurias económicas que sufren el continuo hostigamiento  recibido por parte tanto de la policía como de lxs funcionarixs de control urbano: Son perseguidxs y corridxs con amenazas y agravios por el solo hecho de estar realizando lo que consideran su trabajo.

Desde un punto de vista complementario, la cuarentena hace que resulte imposible sostenerse económicamente a los espacios culturales autogestivos, salas de teatros y otros espacios donde estos artistas se desenvuelven y obtienen su recurso de vida, los que no están pudiendo pagar alquileres, impuestos ni servicios desde que están cerrados a la gente.

En Olavarría funcionan media decena de lugares que como actualmente están cerrados, no pueden servir ni como sitio de encuentro ni para dictar talleres que sería una fuente de ingresos para por lo menos, achicar las cuentas.

 

La lectura de los documentos fue seguida por la presentación a la Municipalidad y una olla popular que se compartió entre los presentes. En el Paseo se realizó una asamblea para verse las caras luego de varias reuniones virtuales que les sirvieron para encontrarse y discutir los problemas de cada sector. Para finalizar hubo una feria de ropa usada, distribución de alimentos no perecederos que habían colectado y el reparto de semillas para aquellos que quisieran iniciar una huerta..

 

Juan Weisz y Alejandra Gallegos detallan los inconvenientes que atraviesan  lxs artesanxs y las opciones que van a tomar

A través de sus declaraciones, lo que dejó la jornada fue pensar cómo van a seguir luego de que en mayo los artesanos presentaron una carta con respuesta negativa. Juan expresa que entienden importante visibilizar y mantener una continuidad en el reclamo ya que necesitan trabajar dado que entienden que así como hay comercios que pueden abrir con un determinado protocolo, ellos deberían pòder hacerlo así como también recibir del estado compensaciones salariales  como las que otros sectores reciben.

Piensan seguir saliendo a la calle mensualmente para visibilizar el reclamo hasta tener algún tipo de respuesta. son mas de 100 personas que trabajan en las calles, un colectivo muy amplio, que suma centenares de familias. Alejandra recuerda que más allá de que la Municipalidad no les daba apoyo, incluso la última feria fue el 8 de marzo y desde entonces no han podido volver a vender.

Algunos enfrentan el desafío intentando la venta virtual, pero muchos no tienen o no saben usar internet, ni poseen computadora. En algunos casos comparten conocimientos, pero es difícil porque la gente no está acostumbrada a comprar online, además de la logística de entrega, que en tiempos de pandemia es complicada. Ya no es venir a la plaza y conseguir algo para pagar la luz

Alejandra remarcó que pertenece a los artesanos independientes, fiscalizados, no revendedores,  de la calle Rivadavia. Se presentaron juntos con los demás trabajadores de la cultura para tener más peso: Quieren llegar a dialogar con la Municipalidad para conseguir autorización para poder establecerse en algún lugar al aire libre donde puedan exponer y vender sus trabajos.

Finalmente, acordaron reunirse mensualmente para mantener vigentes los reclamos. Seguirán insistiendo, autogenerando ferias rápidas de las que avisarán por redes sociales.

Click en la imagen para ver la Galería de Fotos de la
Olla Popular en reclamo por lxs Trabajadorxs de la Cultura

 


 

La carta que llevaron al Municipio:

Carta abierta al Intendente Ezequiel Galli, al secretario de Desarrollo Humano y calidad de Vida Diego Robbiani y al Director de Cultura Mariano Sartou.

Somos trabajdorxs de la cultura que elegimos trabajar de manera autogestiva. En lo cotidiano construimos y sostenemos diferentes espacios de participación y organización. Formas alternativas de trabajo e intercambio sin intermediarios ni patrones.

En este contexto de cuarentena y aislamiento obligatorio nos encontramos imposibilitadxs a realizar nuestra labor como musicxs, actores, magxs, poetas, escritorxs, muralistas, bailarinxs, malabaristas, payasxs callejerxs, candomberxs, murguerxs, artesanxs, talleristas en espacios públicos, culturales, semáforos, plazas, parques y la calle como plataformas de expresión artística y humana.

Mientras la consigna es “quedarnos en casa” a muchxs de nosotrxs se nos hace imposible adaptar nuestros trabajos a las circunstancias, en varios casos por no contar con las herramientas necesarias, entre otros motivos. Pasado más de 100 días del inicio de la cuarentena no sólo se ven afectados nuestros ingresos, sino también otras prácticas económicas que promueven el intercambio.

Lxs artistas visuales, por ejemplo, que trabajamos en nuestros estudios en obras de pequeños formatos, que luego comercializamos, nos vemos impedidos de distribuirlas ya que no contamos con un permiso de circulación correspondiente.

Otro ejemplo, que ilustra la preocupante situación laboral que estamos pasando, somos lxs artesanxs nucleados en Artesanos Fiscalizados de Olavarría. Impedidos de comercializar nuestras producciones, desde el colectivo que por ordenanza municipal n°3558/12 tenemos permiso de feriar en la Plaza Central sobre calle Rivadavia, le presentamos el día 27 de mayo una carta a las autoridades municipales pidiendo poder volver a abrir la feria, con los recaudos y los protocolos necesarios que también detallábamos en la carta. Sin embargo no hemos obtenido hasta el día de la fecha una respuesta positiva, lo que repercute directamente en nuestros ingresos económicos.

Tampoco podemos trabajar lxs productores y artesanxs que impulsamos ferias que fomentan el intercambio directo entre productores y consumidores. La mayoría de estas ferias de productores se realizan en espacios culturales, facultades y espacios barriales que hoy no pueden abrir sus puertas.

Ni hablar la situación que estamos viviendo quienes somos artistas callejerxs. Porque además de las penurias económicas que estamos sufriendo, debemos sumarle el continuo hostigamiento que recibimos, una y otra vez, por parte de la policía y de lxs funcionarixs de control urbano. Somos perseguidxs y corridxs con amenazas y agravios, por el solo hecho de estar realizando nuestro trabajo.

Todas estas situaciones repercuten en nuestro sostenimiento y en muchos casos vemos afectada nuestra salud mental ante la incertidumbre que genera este contexto de pandemia que acrecienta la desigualdad.

Quienes además somos parte de espacios culturales autogestivos, salas de teatro y otros espacios físicos donde desarrollamos parte importante de nuestra labor diaria, nos vemos en la doble y ardua tarea de conseguir ganar algo de dinero para satisfacer nuestras necesidades básicas y la de nuestras familias, y a su vez, seguir sosteniendo nuestros espacios que no solo no están funcionando sino que acumulan deudas de alquiler, servicios y otros por no obtener ingresos.

De más está decir lo necesarios que serán estos espacios cuando termine la cuarentena, como fuente de trabajo para cientos de trabajadorxs de la cultura de nuestra ciudad y como espacios de recomposición de relaciones sociales y organizaciones, que son de suma importancia para la comunidad.

Viendo ya como muchas actividades y espacios se fueron abriendo, exigimos poder volver a realizar nuestra actividad como trabajadorxs de la cultura, actividad tan esencial como cualquier otra.

Además reclamamos:
• Tarjeta alimentaria para trabajadorxs de la cultura
• Compensación salarial de 30 mil pesos
• Excepción de pago del monotributo
• Autorización a lxs artistas callejeros para poder trabajar guardando todas las medidas de recaudos necesarias. Basta de persecución.
• Permiso de circulación para comercialización y distribución de obras artísticas. También para lxs artistas que deban desplazarse a sus lugares de trabajo.
• Habilitación a muralistas para desempeñar su labor en espacios públicos con los resguardos necesarios.
• Habilitación para la apertura de los puestos de artesanxs en la Plaza Central (sobre calle Rivadavia) con los protocolos y medidas preventivas necesarias.
• Habilitación de feria de artesanos y productores en espacios cerrados con los respectivos recaudos necesarios.
• Suspensión por seis meses del pago de servicios, de tasas municipales y de alquileres de espacios donde se desarrollen actividades culturales.