Realizaron la marcha anti-despenalización del aborto

Con punto de encuentro en la esquina de Belgrano y Santamarina, poco más de seiscientas personas se movilizaron por el adoquinado tandilero, con una gran bandera roja que rezaba ‘Tandil defiende la vida’ y con ‘Celebra la vida’ de Axel como cortina musical de la jornada. Mucha presencia masculina, pequeñas y pequeños llevando globos rojos y azules, y el canto, en el andar por calle Belgrano hacia la Glorieta, de ‘Toda vida vale’.

La jornada del domingo ya tuvo su aporte a la causa en plena misa de ‘Domingo de Ramos’, en la que no sólo se bendijeron las ramas de olivos: desde el púlpito, el párroco Marcos Picaroni hizo lectura del comunicado emitido por el Obispado de la Diócesis de Azul (conformada por parroquias de Tandil, Azul, Olavarría, Saladillo, entre otras). Allí mismo, en el marco de una misa que tradicionalmente congrega a más fieles católicos que de costumbre, se ‘recordó’, además, la convocatoria a la autodenominada ‘Marcha por la Vida’, organizada por la agrupación Más Vida.

En whatsapp, previo a las 17 (horario de la concentración), circulaban invitaciones, en donde se ‘sugería’ e informaba: “Si podés, andá con ropa blanca, roja o turquesa. Los diputados van a votar según vean las plazas llenas o vacías”. En el marco del Día del Niño por Nacer, y como parte de una convocatoria realizada a nivel nacional (con la adhesión de 204 ciudades), quienes se movilizaron en Tandil, encabezados por una portentosa camioneta Volkswagen con el cartel de la campaña de ‘El Bebito’, llevaban carteles con mensajes como ‘Sí a la vida, si al derecho por nacer’, ‘No es tu cuerpo, es tu hijo’, ‘Dejame vivir’, ‘Los hospitales son para dar vida, no para matar’, ‘Cuidemos las dos vidas’, ‘Descubre y defiende el valor de la vida’, ‘La vida no se discute, se defiende’, entre muchos otros. De esta forma, vecinas y vecinos de Tandil dieron su muestra de rechazo al proyecto sobre la despenalización del aborto, cuya práctica en la clandestinidad y de manera insegurida y riesgosa, se lleva la vida miles de mujeres argentinas.

En la marcha, que se extendía a lo largo de casi dos cuadras, se portó una larga bandera argentina. Al llegar a la Glorieta, llamó la atención de muchos la presencia de banners del Municipio de Tandil, colocados en la base de ese punto de reunión de la Plaza Independencia, junto a una camioneta con el ploteo ‘Direcciones de Comunicación y Ceremonial’ de la gestión del Lugar Soñado, lo que daba a entender que el Municipio estaba auspiciando esta movilización. Mientras en los pasillos se comenta que no fue intencional y que se trató de un ‘olvido’, se espera que desde el Ejecutivo se dé alguna explicación o, al menos, una aclaración al respecto.

“El aborto discrimina a hijos nacidos de no nacidos”

Al llegar a la Glorieta, se cantó el himno nacional. Seguidamente, la primera en tomar la palabra fue Julieta Bosch, integrante de Más Vida, que agradeció a los allí presentes “por estar acá hoy, en el Día del Niño por Nacer, defendiendo la vida desde la concepción hasta la muerte natural”. Indicó que “ustedes, nosotros, somos la voz de los que no tienen voz. Que se escuche fuerte y claro que defendemos las dos vidas y que no queremos ninguna muerte. Que nuestra voz recorra la Argentina, de Norte a Sur y de Este a Oeste”.

Aquí transcribimos el discurso de Bosch: “Desde el año 1998, se celebra en nuestro país este día, instaurado por el gobierno nacional de aquel momento, por el decreto 1406, con el objetivo de reflexionar y tomar conciencia sobre el papel importantísimo que cumple la mujer embarazada en el destino de la humanidad, y sobre el valor inviolable y la dignidad irrepetible de la vida humana desde sus inicios. Veinte años después, y a pesar del avance de la ciencia, que demuestra sin lugar a dudas que existe vida humana desde el momento de la concepción, nos encontramos debatiendo si esa vida es o no ‘persona’, si la podemos eliminar y a partir de cuándo.

“Qué poco hemos aprendido de la Historia. Tengamos cuidado: no olvidemos que quitarle al ser humano su condición de persona, es el primer paso para quitarle su dignidad, y finalmente para eliminar al que nos molesta. Este mismo argumento fue utilizado cientos de años atrás, para justificar la esclavitud; también fue utilizado por los nazis contra los judíos, y siempre ha terminado en genocidios del que la humanidad se arrepiente cuando ya es demasiado tarde. El aborto es el último y más terrible genocidio, porque se dirige hacia el más indefenso y vulnerable, hacia el que no puede ni siquiera alzar su voz para defenderse.

“Recordemos lo que se está debatiendo hoy en el Congreso: el proyecto contempla el aborto libre hasta la semana 14 de gestación. Cualquier adolescente, desde los 13 años de edad, puede solicitarlo, sin que sus padres o su pareja lo sepan. Además, si existieran malformaciones fetales, si fuera producto de una violación, o si corriera peligro la salud física, psíquica o social de la mujer, puede pedir el aborto hasta los nueve meses de gestación. Es decir, si la mujer está deprimida por haber quedado embarazada, o si sufre de problemas económicos, podría terminar con la vida de su hijo en cualquier momento de la concepción.

“Por eso, creemos que el aborto discrimina. Discrimina a hijos nacidos de no nacidos; deseados de no deseados; sanos de enfermos. El aborto descarta a los niños con discapacidades; descarta a los niños de familias pobres; descarta a los no deseados. En una palabra: descarta vidas humanas y oportunidades de ser. El aborto es, en definitiva, un atajo engañoso, que esconde los verdaderos problemas de las mujeres que lo solicitan, sin brindarles soluciones reales; por el contrario, añade nuevos traumas emocionales de los que nadie les habla.

“Recordemos que la vida del no nacido está resguardada por infinidad de leyes, comenzando por nuestra propia Constitución Nacional. Si esta ley de aborto se aprobara, se debería modificar, entre otras, la Constitución Nacional, los pactos internacionales que nuestro país ha firmado, las constituciones provinciales, los códigos civil y penal, la ley de herencias, la Asignación Universal por Hijo, entre otros cientos de leyes que protegen la vida en el seno materno. Quisiera hacer un llamado a la conciencia de cada uno de los señores legisladores: hoy les pedimos a ustedes que en cada proyecto que involucre la vida de un ser humano sean especialmente cuidadosos a la hora de aprobarlo o no. La vida de miles de seres humanos depende de su decisión: que promuevan leyes de contención a la mujer embarazada vulnerable y a su hijo.

“Existen varios proyectos, tanto en el Concejo Deliberante de nuestra propia ciudad como en el Congreso Nacional, que intentan brindar respuestas integrales a los problemas de las madres en riesgo. No los hagan a un lado: son soluciones que seguramente sean más dificultosas, más lentas o más caras, pero son soluciones reales, que buscan proteger las dos vidas, porque ninguna vida es descartable, porque ninguna vida se puede medir en dinero.

“Finalmente, quiero recordar las palabras de dos personalidades: una, del mundo de la política; y otra, de la esfera religiosa. Decía el presidente de Uruguay, médico y ateo, Tabaré Vazquez, en 2008: ‘el verdadero grado de civilización de una nación se mide por cómo protege a los más necesitados. Por eso, se debe proteger a los más débiles. Debemos buscar una solución basada en la solidaridad, que permita promocionar a la mujer y a su criatura, otorgándole el poder de optar por otras vías, y de esta forma salvar a los dos. Es menester atacar a las verdaderas causas del aborto. Para ello, hay que rodear a la mujer desamparada de la indispensable protección solidaria, en vez de facilitarle el aborto’.

“Y la Madre Teresa de Calcuta, en su discurso de 1994, afirmaba: ‘La amenaza más grande que sufre la paz hoy en día es el aborto, porque el aborto es hacer la guerra al niño, al niño inocente que muere a manos de su propia madre. Si aceptamos que una madre puede matar a su propio hijo, cómo podremos decir a otros que no se maten? El país que acepta el aborto no está enseñando a su pueblo a amar, sino a aplicar la violencia para conseguir lo que se quiere. Es por eso que el mayor destructor del amor y de la paz es el aborto’.”

“Nuestros padres decidieron que debíamos vivir, que era lo correcto”

El otro orador fue el doctor José García, presidente del Consejo Pastoral de la ciudad y del CPA, a quien se presentó como una persona que “trabaja con mucha gente que necesita mucha ayuda y es una palabra autorizada”. Para García, “la vida no tiene otra opción: siempre es sí”. Al iniciar su discurso, en una suerte de racconto histórico, manifestó que “la humanidad ha trascendido, a través de su historia, como una unidad de conjunto, que cuidó instintivamente de los individuos que la componen. En todos los casos, transculturalmente, aceptando su composición tripartita: cuerpo, alma y espíritu; no siempre entendiéndolo así y entendiéndolo como tal, pero desarrollándolo en conjunto. El mero acto instintivo de la reproducción la llevó a preservarse como raza, en donde el cuidado, la alimentación, el sustento y el afecto, hizo que, como manada, pudiéramos sobrevivir a todas las agresiones que sufrieron a través de los tiempos”.

Aquí transcribimos el discurso de García: “Plantearse sólo la idea de la selección de quien debe vivir y quien morir es retroceder en todos los aspectos. La ciencia, la medicina y la filosofía han peleado y aportado instancias superadoras a través de los siglos, dejando a las enfermedades y a los traumas el imperio de la muerte. Siempre pelearon por una vida mejor, por una esperanza para el ser humano. Los reunidos hoy en esta plaza y en todos los lugares de nuestro país, demuestran que más allá de las posiciones políticas, creencias religiosas y estatutos morales, les interesa la vida por sobre todas las cosas. Sin ellas, no hay un por qué.

“Es también una posición de agradecimiento a nuestros mayores, que decidieron que lo natural, más allá de lo elegido y de lo buscado, los hiciera seguir adelante. Ellos decidieron, nuestros padres, que debíamos vivir, que era lo correcto. Esto los ponía ante un desafío: vendría lo desconocido, de una manera incierta. Era ir a una esperanza: creer que este nuevo ser los iba a trascender. Sería su huella dejada en la humanidad. Por eso, se animaron, y porque se animaron, nosotros existimos. No fue la pobreza, no fue la situación social, no fueron las demandas, no fueron las crisis: fue el instinto basado en el amor lo que sostuvo la decisión.

“Más allá de las discusiones y las consideraciones sobre el inicio de la vida, está la vida misma, derecho inalienable de todo ser humano. Es por eso que si estamos reclamando justicia sobre la inseguridad y la violencia en el mundo, y repudiamos todo hecho vandálico y terrorista sobre el planeta, ha llegado la hora de establecer claramente que nadie tiene derecho a arrebatar la vida de nadie. Sigue siendo un eufemismo reclamar la autoridad sobre el cuerpo de una mujer embarazada, cuando ésta es la única que puede gestar, sostener y preservar esta nueva vida, más allá de la intencionalidad de la búsqueda del mismo.

“Es por eso que es imperativo revisar la educación en nuestro país. Es la prevención y el conocimiento de los temas lo que nos llevará a minimizar y, en el mejor de los casos, eliminar la necesidad de abortar. Es cierto: ninguna mujer quiere ni le gusta abortar. Es cierto que toda mujer tiene derecho de disfrutar del placer de su sexualidad, pero no es menos cierto que, por desconocimiento, alguien tenga que morir, sea una mujer o sea un proceso de un ser en gestación. Cuando lo que impera sobre nuestras decisiones sobre la vida de otros es sólo nuestros derechos, estamos volviendo a la Edad Media, a épocas de oscurantismo, donde la vida estaba sujeta a la decisión de alguien en una posición de poder sobre otro, para esclavizar, someter y arrebatar derechos naturales del prójimo, del igual, del par.

“Esta plaza hoy es un grito desgarrador de aquellos que no tienen voz, que dependen de las decisiones de otros, es el grito de mujeres que atraviesan horas cruciales, pidiendo ayuda para definir su situación. Esta marcha terminará en algunos momentos. De nada habrán servido las declaraciones y expresiones a favor de la vida, si mañana mismo no nos abocamos seriamente a elaborar procesos que cambien el rumbo de un problema en que autoridades y ciudadanos hemos postergado indefinidamente.

“De este compromiso, nacerán niños que harán una patria más digna, más elaborada, más segura. En ellos, existe un potencial, que harán de este país una tierra próspera y abundante. Estoy convencido que todavía no han aparecido los mejores dirigentes, los mejores maestros, los mejores profesionales, los más calificados obreros, los comerciantes más honestos, los jueces más justos. Todavía no han aparecido aquellos que no tendrán necesidad de robar, de buscar alimentos faltantes ni de mendigar por salud. Todavía no han aparecido, porque están por nacer desde el próximo minuto. Aseguremos su derecho de nacer. Por eso, hoy declaramos ‘Sí a la Vida’.”

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Al finalizar los discursos, desde la locución del acto se anunció que se escucharía “la voz más importante de esta tarde. Esa voz que, lamentablemente, a veces, no tiene voz”. Segundos después, se le colocó a la cantante Paola Reyes, notoriamente embarazada, un traductor de frecuencia cardíaca. Algunos emocionados, otros atónitos, aplaudieron. “Para todos los bebés que no pueden ser escuchados hoy”, señalaron desde el micrófono, ante ese . Luego, Reyes cantó ‘Plegaria para un niño dormido’, acompañada por Chelo Coronado, y le siguieron algunos números musicales. También habían instalado juegos para diversión de las niñas y niños.

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COMUNICADO DEL OBISPADO DE LA DIÓCESIS DE AZUL

El Obispo de la Diócesis de Azul y su clero, reunidos en retiro para prepararnos a vivir la próxima Pascua, vemos oportuno manifestarnos públicamente acerca del drama del aborto, que se debate en estos días.

Aunque defender la vida es un desafío de todo ser humano, como creyentes que celebramos en la Pascua el triunfo definitivo de Jesús frente a la muerte, estaremos siempre y en todas las circunstancias a favor de la vida. Nunca la muerte es una solución. “Vale toda vida”.

Se discute legalizar el aborto: recordamos que las leyes nos hacen crecer en humanidad y nos sacan del reino de la selva, en la medida que protegen al más débil frente al poderoso. Esta encrucijada nos obliga a tomar posición: una mujer embarazada que duda, parientes o amigos que aconsejan, y  profesionales que necesariamente intervienen por un lado y por otro, un niño por nacer, indefenso e inocente. Nosotros ya decidimos. También manifestamos que, considerando la cantidad de familias que desean un niño y no lo pueden tener, el aborto es una afrenta a esas personas.

Por todo ello, el Obispo y el clero estamos dispuestos a recibir a los niños no deseados y hacernos cargo de ellos.

El documento de la Audiencia Pública sobre aborto ya está entre nos