Sobre el 50%: “Tuya es la incertidumbre”

“Tienen formación intelectual, un plan claro y el valor para llevarlo a cabo. Lo que no tienen es perdón. Ya les va a llegar la incertidumbre, espero que entonces la disfruten”, dice Luciano Lorenzetti, profesor de Historia graduado de la Universidad Nacional del Sur, docente en secundaria y becario doctoral del CONICET. Vive en Bahía Blanca y es usuario de redes sociales. Para Luciano, como para muchxs de nosotrxs, las redes son un espacio de expresión, de comunicación, de alivio muchas veces, para aquellas cosas que cotidianamente nos golpean el alma y la mente.

Por ello, te invitamos a leer su posteo del 12 de julio en Facebook, sobre el descuento del 50% en grandes supermercados. Allí, Luciano reflexiona sobre los alcances ideológicos de la medida, sobre su condición de clase y la de otrxs beneficiarixs, sobre el plan ideológico-económico de este gobierno. Relaciona esta medida de Maria Eugenia Vidal con una frase del candidato del PRO-Cambiemos, Esteban Bullrich: “Crear argentinos y argentinas que sean capaces de vivir en la incertidumbre y disfrutarla”.

“Recién volví del Hiper. No agarré chango, compré 5 cosas de mediano valor que ya había identificado y calculado el domingo por la tarde, llegué al tope de reintegro y salí por la caja rápida. Media hora. Siendo las 10.15 hs el lugar ya colapsaba de gente chocándose entre sí, lxs repositorxs estaban reponiendo y lxs cajerxs con los primeros signos de agotamiento.

Salí pensando en por qué “la gente” se vuelve loca en días como hoy. Para mí no fue tan difícil: tres días antes fui, controlé precios, hice cálculos (incluyendo sólo cosas que de todos modos compraría) y ya. No compré más que lo que devuelve el reintegro para salir rápido, y no junté decenas de artículos de consumo, total de todos modos es la misma devolución, el excedente lo busco otro día más tranquilo, o en algún lugar más barato. “No es tan difícil”, pensé.

Al llegar me acordé de la célebre frase del Ministro de Educación: “Crear argentinos y argentinas que sean capaces de vivir en la incertidumbre y disfrutarla”. Ahí nuestra dirección política me bajó la soberbia de un hondazo y entendí todo.

Por lo que vi, no menos del 90% de “la gente” se lleva los changos llenos de pequeños productos de consumo, dos tercios de los cuales son de primera necesidad. “La gente” es, obviamente por el banco que lo auspicia (también por su vestimenta y sus comentarios), casi en su totalidad empleada pública: policías, docentes, personal de salud, municipales, provinciales, jubilados.

Seamos claros, “la promo” devuelve hasta $1.500. O en otros términos: algo así como entre el 15 y el 10% del salario de la mayoría de los “beneficiarios”. En un solo día, en pocos lugares. Pero no es “la promo” ni sos “beneficiarix”, es tu empleador y sos su empleadx. EL MISMO GOBIERNO QUE NIEGA TENER DINERO PARA EL AUMENTO, TE DA LA PLATA EN LA CARA. ¿Cuál es el punto? No es tu derecho, es su regalía. No sabés si lo tendrás el mes que viene, porque no es tuyo, es suyo. Y cuando lo saquen no sólo no vas a poder reclamar, encima vas a tener que agradecer que haya estado alguna vez. Tuya es la incertidumbre.

No podés comprarle al almacén de la esquina, tenés que comprarle a las grandes cadenas. Si hoy no podés ir porque estás de guardia, horario que te puso el empleador, no podés mandar a tu hijx y perdés tu 10%. Si llegás tarde porque saliste de trabajar, jodete con los artículos que te falten. No te va a entrar en el aguinaldo, ni te va a servir para sumarlo en un crédito, y no va a sumar para la obra social que va a recortar por desfinanciada. Pero sabés que ese dinero existe, y no lo podés tocar si no es con sus condiciones extralaborales. Ruines condiciones. Tuya es la incertidumbre.

Pero hay más. ¿Por qué no hacés como yo, que compro poco y de más valor? Porque no sos como yo, que soy profesional sin hijos, en buen estado de salud y que, por sobre todas las cosas, tengo otro trabajo. Porque necesitás pañales, que no pueden esperar a la semana que viene, porque la ropa no la renovás y tenés que comprar comida, porque para una familia el gasto en comida e higiene es cinco veces más que el mío. Porque a mí me sirve la limitadísima oferta de ropa que del Hiper, pero a tus hijxs no, y probablemente a vos tampoco, si no tenés una edad promedio y cierto peso (a mí mismo no me servía hace muy poco tiempo). Pero el “cliente” de referencia soy yo, un caso de cada 15 o 20, o incluso menos, dentro de ese universo que de por sí deja afuera al que trabaja en negro o no tiene laburo. Aunque también excluye, pero por otro lado, al que $1.500 le representan menos de un 2%, y se ríe de vos cuando te volvés loco por $10 de ahorro en un paquete de fideos. Y de mí, que tengo que tener dos trabajos para tener un ingreso digno.

¿Y quién paga el costo de todo esto? Primero lo pagás vos, no te olvides que el reintegro es plata que tendría que estar en tu cuenta a principio de mes. Y lo pagan lxs empleadxs de la cadena de supermercados, que laburan 4 o 5 veces más cada día como hoy, que se quedan 3 o 4 horas hasta que se va el último cliente a las 11 o 12 de la noche, Y NO LE PAGAN LAS EXTRAS, que por nocturnas e insalubres debieran ser al 100%; y si se quejan –como lo hicieron- les responden “esto o cerramos puestos”: lo único que les queda es la incertidumbre.

¿Incertidumbre? ¿De qué incertidumbre me hablás, Bullrich, si estamos llenos de certezas? Que el dinero está, que las ganancias se las llevan ustedes, que siendo Ministro de Educación atrasás 220 años confundiendo derechos del pueblo con regalías del gobernante, que mi generación va a tener que trabajar 10 años más que la tuya, que deciden las políticas basándose en el caso excepción y no en la regla, que un jubilado no puede pasarse 6 horas haciendo cola en un supermercado para que le salga más barato el Corega (si es que pudo hacerse la dentadura).

Tenemos la certeza de que podrás decir que no tenés nada que ver con la “promo” pero es mentira, son un gobierno absolutamente coherente entre Nación y Provincia, Ejecutivo y Legislativo, público y privado: por algo sos candidato a senador por Buenos Aires. Podría agarrármela con Vidal, o con Macri, o con Marcos Peña, pero tu frase explica mucho mejor de qué hablamos cuando hablamos de cultura en sentido amplio, no por nada te eligieron como Ministro de Educación. Son de todo menos improvisados, torpes y cobardes. Tienen formación intelectual, un plan claro y el valor para llevarlo a cabo. Lo que no tienen es perdón. Ya les va a llegar la incertidumbre, espero que entonces la disfruten.»