¿Te acordás del ratón hocicudo rojizo?

Las vacas aparecían muertas en los campos con extrañas mutilaciones: Órganos extraídos, perfectas incisiones, ni una gota de sangre. Era el año 2002, y después de más de 200 casos en tres meses la cuestión intrigó al país entero. Aunque la ciencia encontró una explicación, reputados investigadores del fenómeno ovni no quedaron convencidos. Nota para escuchar con la música de los X-Files de fondo… 

El primer caso había ocurrido hace 50 años, en Alamosa, estado de Colorado en los EEUU el 9 de septiembre de 1967. Allí apareció muerto el primer animal con la cabeza descarnada y sus órganos desmembrados. Era la potranca Lady que fue encontrada con varios de sus órganos extraídos con precisión de cirujano. Luego de eso, sobrevino una larga y misteriosa cadena de hallazgos de animales y vacas mutiladas por todo el mundo. Según los expertos que analizaron los restos, la potranca —al igual que las vacas halladas en Argentina— presentaba extraños tajos y cortes en su cuerpo. El informe precisaba que se había “empleado algo especial para cauterizar las incisiones”. Para esa época —y pese a los adelantos tecnológicos con los que contaba Estados Unidos— aún no habían inventado el láser.

Tal como sucedía con las vacas y animales que aparecieron muertos en campos de la Argentina en 2002, en aquel primer caso público de un animal mutilado tampoco se encontraron huellas cerca del cuerpo. Peor aún, las pisadas más cercanas que había dejado la potranca terminaban a unos 30 metros de donde estaba su cuerpo. A partir de este incidente, por lo menos 20.000 vacas han sido mutiladas con precisión quirúrgica en una superficie estimada de 3,32 millones de kilómetros cuadrados, aproximadamente un tercio de todo el territorio de Estados Unidos, así como también Europa y América Latina.

Nunca se encontró una explicación satisfactoria, aun cuando las investigaciones se extendieron por varios años y estuvieron a cargo de patólogos y científicos del FBI. Las teorías esbozadas para explicar este fenómeno pueden agruparse en tres : Ovnis, sectas o experimentos de la CIA.

En Argentina los casos arreciaron a mediados de 2002. Cada día aparecían vacas con sus órganos mutilados y sin rastros de sangre. Alguien les quitaba la lengua, un ojo, una oreja, las ubres, el recto… Se intentaba determinar autores y causas. Hubo casos al norte de la provincia de La Pampa, en Choele Choel (Río Negro), al sur de la provincia de Buenos Aires y en Moisés Ville, en el departamento San Cristóbal (Santa Fe). Era un fenómeno que había llegado también a las primeras planas de diarios y noticieros televisivos.

Los casos eran inexplicables. No había señales defensivas en los animales muertos, no se observaba el rigor mortis, no había similitud entre las partes corporales faltantes. Algunas piletas cercanas aparecían sin agua. Y correlativamente al fenómeno se observaban luces en el cielo.

Por entonces una de las explicaciones se atribuia al «Chupacabras», una mezcla de murciélago y canguro con terribles garras y uñas del que se decia que salta o vuela hacia los árboles, y ataca rápidamente desde caballos hasta pollos, chupándoles completamente la sangre. El presunto y feroz animal, bípedo y de ojos rojos, fue bautizado como el chupacabras por su parecido con «la chotacabras» -un ave autóctona de Puerto Rico- que según la leyenda, «mama la leche de las cabras». En Centroamérica se lo considera una especie de mascota de posibles visitantes extraterrestres que ayudaron a desarrollar las culturas mayas, tolteca y azteca. Según esta teoría, los chupacabras se escaparon de sus amos, o quedaron aquí cuando ellos se fueron y se han reproducido en las selvas, desde donde emergen para atacar al ganado vacuno o cabrío.

Otro intento de explicación apuntaba a una avispa carnívora de origen alemán. Un insecto traído de Europa hace más de 25 años para combatir plagas sería el causante de la misteriosa serie de vacas mutiladas. El insecto, conocido como «chaqueta amarilla», pero cuyo nombre científico es «véspula germánica», es una avispa cuyas larvas podrían «vaciar» en minutos a los animales, cortándolos sin causar derramamiento de sangre. Otros lo atribuían al «gato chaqueño», especie que había migrado desde el norte en la década del cuarenta, adaptándose a la región.

Para los estudiosos del tema OVNI el fenómeno tendría relación con la visita de naves del espacio exterior, que llegarían con la intención de realizar estudios sobre la fauna terrestre. Ellos serían los responsables también de las abducciones de personas sobre las que efectuarían horrendos experimentos, especialmente operaciones.

Eran tiempos difíciles para el país. Los diarios muestran que se intentaba alimentar a los niños con la soja que se cultivaba en el partido, difundiendo su valor nutricional y las diferentes maneras de prepararlo. También por esos días morían Kosteki y Santillán. El Banco Edificadora cerraba, se intentaba regular el trueque y resolver el «corralito» financiero. Meras tapaderas para ocultar la oleada de OVNIs, según los ufólogos.

Con el tiempo, la ciencia encontró una explicación. Un ratón era el causante de las mutilaciones del ganado. Los decesos se habían producido por causas naturales y las lesiones fueron provocadas por animales predadores, entre los que se destacaba un ratón del género Oxymycterus, conocido como “hocicudo rojizo” (oxymycterus rufus), cuya población había crecido recientemente y cambiado sus hábitos alimentarios. Esa era la conclusión final del informe elaborado por la Universidad Nacional del Centro (Unicen), conducida entonces como Rector por el Dr Nestor Auza y  presentado en el Servicio Nacional de Sanidad y Calidad Agroalimentaria (Senasa), organismo que encargó el estudio.   Según explicó Auza, la demora en encontrar una explicación a las mutilaciones se debió a que los técnicos observaron animales que llevaban diez días de muertos. Una vez que pudieron observar vacunos que habían fallecido 48 horas antes, notaron que, a diferencia de los primeros testimonios, había rastros de animales carroñeros, roedores y aves.

Y asunto terminado… ¿Realmente?

Muchos investigadores del fenómeno OVNI fueron escépticos. Fabio Zerpa estaba convencido que la mutilación de animales era producida por extraterrestres, quienes realizaban  sus investigaciones en laboratorios muy avanzados.

Después de la difusión del informe del SENASA, una verdadera andanada de críticas partió desde diversas vertientes. Los mismos productores agropecuarios, veterinarios, funcionarios regionales de gobierno, ovnílogos y periodistas señalaron sus incongruencias.

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Se afirmaba que la especie de “ratón hocicudo rojizo”, presunto autor de las lesiones en las vacas no existe en la región de La Pampa. Además, en el caso de que fueran los autores de las mutilaciones, se supone que son poblaciones más o menos importantes, por lo que serían de fácil localización, cosa que no había ocurrido. Había otras dudas sobre el informe oficial, porque no  explicaban la presencia de este roedor en todo el mundo, teniendo en cuenta que hubo casos similares en Estados Unidos y PuertoRico.

Crueles extraterrestres, sectas satánicas que usan sangre bovina para sus ritos, perversos experimentos científicos descontrolados… Muchos creen que el caso nunca tendrá explicación. Incluso si el responsable de las mutilaciones es el ratón hocicudo rojizo, debería investigarse qué cambios ecológicos ocurrieron para que cambie sus hábitos de esa manera. Ninguna explicación es simple y es la ciencia la que deberá encontrar y proveer las respuestas…