Tomar las calles contra la (in)justicia patriarcal

Así como su caso motivó el primero, en octubre de 2016, ahora el fallo del Tribunal Oral en lo Criminal Nº 1 de Mar del Plata, sobre el femicidio de Lucía Pérez, fue el motor de un nuevo paro de mujeres, con movilizaciones en todo el país. En la región centro, en las plazas centrales de Olavarría y Tandil se unificó el grito de justicia por la joven y por tantas otras que han sido doblemente víctimas: de la violencia de género y de la justicia machista.

En el caso de Olavarría, más de trescientas personas se convocaron en las inmediaciones del Paseo Jesús Mendía hacia las 18. Mientras iban preparando los carteles alusivos, la tormenta amenazaba con algunas gotas, y con la estructura metálica del árbol navideño municipal ya montada, allí fueron pegando y exponiendo las diversas producciones con las que luego se marcharía. Luego de la lectura de documentos, la multitud se encolumnó tras la bandera con la leyenda ‘Vivas nos queremos’, del Frente Ni Una Menos Olavarría. Como en otras oportunidades, la movilización hizo su paso por el Juzgado de Familia, sobre calle Paz al 2600, y por la Comisaría de la Mujer, en 9 de Julio al 2600. Luego, al retornar a la plaza, finalizaron la jornada formando un gran círculo.

A la hora de los discursos, la primera en tomar la palabra fue Eugenia Del Campo, de Socorristas Olavarría, quien leyó el siguiente escrito: “En todo el país, hoy y ahora nos convocamos para exigir Justicia por el femicidio de Lucía Pérez. Las mujeres lesbianas, travestis y trans sabemos de injusticias. Muchas hemos aprendido, a fuerza de disciplinamiento, a soportarlo, aguantar y silenciarlo, es el mismo disciplinamiento que el pasado 28 de noviembre, disfrazado de justicia, negó la violencia de género, negó el femicidio de Lucía.

“El mismo disciplinamiento patriarcal que nos enseña a ‘cuidarnos’ para andar por la calle; el que de madre a hija se enseña, tras decirle ‘¿Vas a salir así vestida?’, ‘¿A esta hora?’, ‘¿Tan corta?’, ‘¿Tan provocativa?’. Enseñamos a nuestras hijas que ésta es una sociedad insegura y que tenemos que andar con CUIDADO, PRUDENCIA. Porque para las mujeres, las lesbianas, travestis y trans, habitamos un estado de guerra, y por nuestra integridad debemos mantenernos en estado de sitio, ocultas, tapadas. En definitiva, NO VIVAS. Y aquellas que se atreven a vivir, esas son castigadas, como a Lucía, que estaba viva y quería seguir viva y libre. La muerte nos encuentra cuando elegimos ser valientes y decimos NO. Nos matan porque nos tienen miedo, por atrevidas. También nos señalan por atrevidas, por desacatadas, por irrespetuosas, por contestadoras.

“Pero ya pasó el tiempo de silencios. Ya pasó el tiempo de callar y aceptar ese disciplinamiento patriarcal, porque las mujeres vivimos, disfrutamos, abortamos con o sin permiso, y sobre todo porque las mujeres, lesbianas, travestis y trans hacemos un mundo mejor, con más libertad, aceptando la diversidad y gozándola.

“Sabemos de luchas. Nuestros cuerpos saben de luchas. Sabemos de juntarnos y tramar en la diversidad. Sabemos de cocinar estrategias, tejer alianzas, y sabemos tirar bombas… Bombas como dar la teta en público o como darnos besos escandalosos… Besos bombas y otras bombas. Sabemos porque lo aprendimos a fuerza de mirarnos, que lo que le pasa a una, nos pasa a todas. Y si a Lucía le niegan justicia, también nos la están negando y no es novedad. Lo que sí es novedad es que ya no nos quedamos calladas, ya no aceptamos y ahora gritamos ‘Señor, Señora, no sea indiferente: nos matan a las pibas en la cara de la gente’. Pibas travestis, trans, nos matan.

“Desde el Observatorio ‘Ahora sí que nos ven’ informaron que el 27% de los femicidios que relevaron durante los casi tres años de gestión de Mauricio Macri, fueron cometidos contra mujeres jóvenes de entre 15 y 25 años. ‘Se comete un asesinato por violencia machista cada 29 horas en Argentina’, había asegurado Raquel Vivanco, presidenta de la organización. Las provincias que poseen las tasas más altas de femicidios son Buenos Aires (84%), Córdoba (24%), Santa Fe (20%), Mendoza (18%) y Tucumán (16%).

“Reclamamos: por la democratización del Poder Judicial, acceso a la justicia para las víctimas de violencia y respuestas efectivas contra los violentos; implementación de los programas nacionales existentes con medidas activas por parte de los gobiernos provinciales y municipales; medios de comunicación que asuman el compromiso de promover contenidos con perspectiva de género, donde las niñas y las mujeres no sean objeto de consumo ni de violencia; el trabajo en foros y/o mesas multisectoriales para articular la implementación de políticas integrales contra la violencia; equipos interdisciplinarios de atención en todas las provincias y sus municipios; licencia por violencia de género. Ante este escandaloso fallo misógino, exigimos la inmediata destitución de los jueces Urso, Viñas y Cardenales, y de los funcionarios que garantizan la impunidad machista. Justicia por Lucía. Fue femicidio. El Estado es responsable”.

¿DE QUÉ JUSTICIA ESTAMOS HABLANDO?

Yessica Almeida, del Plenario de Trabajadoras y el Partido Obrero, condenó que a los asesinos de Lucía Pérez no se los hayan sentenciado por femicidas, sino por narcos: “Los dejan impunes, los mantienen, por la complicidad que tienen con el Municipio de Mar del Plata, con la policía, con el Estado, que sostiene estas violencias: la violencia machista y patriarcal, la violencia económica, la violencia física”.

También señaló que en este contexto, “el fallo vergonzoso del juez Lleral sobre el caso de Santiago Maldonado” fue otro golpe: “Es así como el Estado actúa contra aquellos sectores que se movilizan y luchan, como reprimen a los pueblos originarios, al pueblo mapuche, diciendo ‘Santiago se ahogó solo’, ‘no tuvo nada que ver la gendarmería’; y contra las mujeres, queriendo aleccionarnos y decirnos ‘sus vidas no valen nada’, ‘no es femicidio’, ‘Lucía se murió sola, no sabemos cómo’”. Almeida sumó el decreto de Patricia Bullrich, que pretende legalizar el gatillo fácil, “que ya ataca a nuestros pibes y pibas en los barrios, pero ahora también va a ser a quien quiera manifestarse y que, por algún motivo, no pare ante la policía, que implica horas de detención, requisas, violencias, golpes”.

Almeida señaló que, así como “pretenden convencernos de que no hay que salir a luchar, que no vale la pena, es importante que sigamos estando en la calle”, y entender de qué se trata “la justicia patriarcal y clasista, y qué es el Estado, que nos violenta a todas las mujeres, las disidencias sexuales, y a quienes se organizan para cambiar de fondo este sistema, violento desde las raíces, y donde el femicidio es una de las máximas expresiones”. Para finalizar, insistió que la lucha es “contra el Estado y todas sus instituciones, porque este Estado violento nos condena a la muerte, día a día, no sólo con los femicidios, cuando nos ajusta y cuando nos quedamos sin empleo, sino con estos fallos aberrantes y vergonzosos, que vuelven a matar a Lucía”. Cerró exclamando: “Hay que estar más organizados que nunca, si no todo queda impune y pasa como si nada. Sigamos en las calles, poniéndole el cuerpo a todas estas luchas”.

Luego fue el turno al micrófono de Rocío Lastape, de Mala Junta-Patria Grande Olavarría, que inició la alocución indicando que durante la movilización del Día Internacional de Lucha contra la Violencia, “la justicia patriarcal volvió a fallar contra nosotras, negando que la muerte de Lucía fue un femicidio”. Recalcó que, “una vez más, escuchamos todos los detalles” sobre la vida y personalidad de la víctima, “y nada sobre los responsables de su femicidio, en un fallo que no sólo legitima la violencia, escudándose en un supuesto consentimiento, sino que invisibiliza las relaciones de poder, vinculadas al narcotráfico”. Lastape informó que, mientras tanto, en Escobar, luego de una internación de varios días, “murió Yanina, producto de la violencia ejercida por su pareja, y el juez dejaba en libertad a su femicida”.

En el comunicado, también indicó: “Nosotras sabemos que la justicia necesaria llegará con respuestas concretas, integrales, que desde el feminismo venimos construyendo y exigiendo al Estado. Somos conscientes que esa misma semana, la justicia le daba la espalda a nuestro pueblo con el regresivo fallo por Santiago Maldonado, negando la desaparición forzada y liberando de toda responsabilidad a los gendarmes involucrados. Entonces, ¿de qué justicia estamos hablando?”

También hizo referencia a lo que se vive en este diciembre, con el marco de la crisis que recrudece, la aprobación del presupuesto de ajuste, el avance del acuerdo con el FMI, la realización del G-20, el operativo de seguridad que sitió a la Capital Federal, el fuerte disciplinamiento social, y el asesinato de dos trabajadores de la economía popular que encuentra como respuesta un protocolo que pretende autorizar el gatillo fácil. “Este proyecto político neoliberal también necesita de esa justicia patriarcal para disciplinarnos, porque sabe que nos encuentra organizadas y quiere que retrocedamos”, indicó Lastape.

Para finalizar, Lastape señaló que si bien las condiciones para avanzar en una respuesta integral contra las violencias, actualmente, “están en nuestra contra, la manada aúlla fuerte y cada día son más las que se ponen de pie y se suman a poner un freno, con la fuerza de sus cuerpos, a este sistema de exclusión y muerte”. Remarcó que este paro “es un paso más en la lucha y la organización de nuestros movimientos, donde mostramos que nuestro cuerpo vale, sino produzcan sin nosotras”, y reclamó justicia por todas las víctimas de femicidio.

María Cecilia Fernández, del Frente Ni Una Menos Olavarría, compartió que desde el Frente repudian este fallo, y que seguirán reclamando justicia por Lucía y por todos los crímenes de odio impunes, como femicidios y transfemicidio; y por la implementación efectiva de la ESI, ya que niños, niñas y adolescentes no son objetos, sino sujetos de derecho. “De ahí sale la educación patriarcal que tienen estos jueces. No es casualidad que detrás de estos jueces había un crucifijo”, por lo que repudió que la Iglesia siga siendo parte del Estado.

En el repudio a ese hecho machista, también se sumó la joven artista Catalina Lindner, quien invitó a la varieté que están organizando las Cirqueras Organizadas, a la gorra, a realizarse este viernes 7, desde las 20, en Chamula. El objetivo: juntar fondos y ser enviados a la mamá de Bernarda, una cirquera que fue quemada viva en Brasil, por su entonces pareja. Todavía está viva, con más del 50% de su cuerpo quemado. “La fuerza de la gente, a lo largo del país, es lo que está manteniendo viva a Bernarda”, destacó Lindner.

“CONTRA EL PACTO FEMICIDA, LA JUSTICIA PATRIARCAL Y LOS DISCIPLINAMIENTOS”

En Tandil, la convocatoria tuvo lugar en la Plaza Independencia. Alrededor de trescientas personas se acercaron, para marchar alrededor de la Plaza, por justicia real y efectiva para la joven marplatense Lucía Pérez, víctima de un femicidio del que no se quieren hacer cargo ni sus responsables materiales como ni sus responsables judiciales. Luego de la manifestación, se concentraron alrededor de la Glorieta de la Plaza, para leer el siguiente documento, redactado por varias organizaciones feministas de la ciudad:

“El feminismo avanza en las casas, en las calles y en las organizaciones, en un contexto de más ajuste y represión, lo cual nos obliga a salir a las calles a gritar nuevamente: ¡VIVAS, LIBRES, DESENDEUDADAS Y NO DISCIPLINADAS NOS QUEREMOS! REPUDIAMOS el fallo del femicidio de Lucía Pérez, porque nos ha vuelto a demostrar que, pese a los avances que hemos logrado, la justicia sigue siendo patriarcal y clasista; y que los medios de comunicación masivos son cómplices de los discursos cargados de misoginia, prejuicios estigmatizadores y estereotipos, que dan sustento al dicho fallo.

“Ya hemos dicho que queremos ser libres, en todos los ámbitos de nuestra vida, y eso en absoluto debería ponernos en mayores riesgos, aunque parece que para la justicia y los medios de comunicación hegemónicos, esto es un agravante que nos vuelve a culpabilizar. Frente a cada femicidio y travesticidio, la justicia evalúa si somos buenas o malas víctimas. De esta forma, somos examinadas desde una justicia impermeable y ciega para reconocer la violencia de género y un sistema de relaciones de poder desigual como es el hetero-patriarcado. Nada de lo que pueda leerse en ese fallo se ajusta al marco jurídico nacional e internacional vigente en nuestro país.

“Hoy nos paramos frente a esa justicia que nos señala con el dedo de la moral, y nos mata dos veces, para decirles que si se meten con una se meten con todas, que no vamos a soportar la impunidad de sus jueces, que si nuestros cuerpos no valen produzcan sin nosotras y que saldremos a la calle cada vez que se pretenda disciplinarnos con este tipo de fallo. Acompañamos la apelación de la familia de Lucía, exigimos destitución de los jueces responsables de la impunidad, juicio político a los mismos y la condena a los femicidas absueltos.

“El machismo en una justicia patriarcal siempre es juez y parte. Si cambian las leyes, pero no se capacitan a todes les agentes efectores del Estado; si cambian las leyes, pero se desfinancia el presupuesto para políticas de género y diversidad, estamos en una encrucijada perversa que reproduce la cultura de la violación y la opresión de las mujeres y la disidencia sexual que históricamente vivimos.

“Ya dijimos que NO NOS CALLAMOS MÁS. Hoy estamos más empoderadas, hermanadas y en manada. Hoy nos preguntamos ¿quién controla y elije el poder judicial? Democratización de la Justicia ya! Contra el pacto femicida. Contra la justicia patriarcal. Contra los disciplinamientos. ¡Proponemos Revolución Feminista!”

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En Mar del Plata, con fecha del 3 de diciembre de 2018, las comunicadoras feministas de la ciudad balnearia redactaron un comunicado, para expresar su preocupación en torno a la falta de perspectiva de género expresada en la sentencia del Tribunal Oral en lo Criminal N°1 de Mar del Plata, por el femicidio de Lucía Pérez; y en el desprecio a las mujeres que emana de la sentencia, que se multiplicó en las coberturas periodísticas.

En el documento, las comunicadoras manifiestan: “Las trabajadoras y trabajadores de prensa tenemos una responsabilidad a la hora de comunicar, entendemos que formamos opinión y emitimos discursos legitimadores, reproductores o disruptivos del orden social establecido y de las relaciones de poder. Estas están atravesadas por desigualdades de género, clase, edad y cultura (étnico/raciales y religiosas).

“La exposición de resoluciones judiciales de forma acrítica no hace más que multiplicar el carácter misógino de ese discurso, al reproducir sus postulados. Vemos con preocupación las coberturas mediáticas que otorgan un carácter de inobjetabilidad al pronunciamiento de los magistrados, reforzando la idea disciplinante del fallo hacia el colectivo de mujeres y disidencias sexo genéricas. La sentencia evidencia la trama sexista que está sostenida por un amplio sector del poder judicial, ante la carencia de capacitación en perspectiva de género y ante la falta de fiscalías especializadas, un reclamo que data de más de 15 años en nuestra ciudad.

“En el caso de la sentencia mencionada, consideramos que reproduce los prejuicios que permiten juzgar a las víctimas, al detallar la vida sexual de Lucía en lugar de centrar su labor en los hechos que se le imputaron a los acusados. El fallo presenta el criterio de «inviolabilidad» de las mujeres empoderadas con su sexualidad, como si una sexualidad activa anulara la posibilidad de ser víctimas de agresiones sexuales. El consumo de drogas también opera como un factor deslegitimante para las víctimas. Siempre nosotras, las malas víctimas.

“El patriarcado se sostiene por medio de alianzas e instituciones que reproducen y perpetúan su poder de dominación. Está enquistado en juzgados, tribunales, despachos y medios de comunicación, a través de quienes deciden garantizar la impunidad de la violencia machista. Por acción y por omisión, por lo que dicen y por lo que callan, funcionarios judiciales, políticos y periodistas establecen interpretaciones de los hechos que sostienen este pacto de caballeros. Consideramos que es urgente la implementación de capacitaciones en perspectiva de género entre trabajadores y trabajadoras del Poder Judicial y entre los y las periodistas.”

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