Yo soy él como ella es yo, como todos juntos somos… ¿Quién es Luther Blissett?

¿Por qué centenares, millares de personas decidieron en un momento dado adoptar el mismo seudónimo, compartir la misma reputación a la hora de firmar o reivindicar acciones político-culturales, escritos teóricos o narrativa en general? ¿Quién se ocultaba detrás de ese nombre múltiple, a disposición de todo aquél que quisiera utilizarlo? «Luther blissett no es una identidad colectiva como afirman los periodistas, es múltiple y única. Los Luther Blissetts no existen, sólo Luther Blissett existe«. El artista que huye porque es muchos rostros a la vez…

Luther Blissett, nombre real del peor futbolista que ha pasado por el Associazione Calcio Milan, nació en 1994 como un movimiento de jóvenes contestatarios, que se dedicaron a sembrar el «pánico informativo» en la prensa europea, bombardeándole con noticias falaces, y a atacar al «establishment» a través de internet. Su más célebre acción ocurrió cuando puso de cabeza a un programa de TV italiano, ¿Quién Sabe Dónde?, tras denunciar la presumible desaparición de un ex punk que viajaba por Europa en bicicleta. Los periodistas recibían pistas y testimonios falsos, y hasta los diarios cayeron en la trampa. Pero el personaje nunca existió.

 

 

Europa ha visto el surgimiento desde los noventa de una serie de acciones transgresoras en el terreno del arte, las redes y los medios de comunicación, múltiplemente atribuidas a una sola persona, Luther Blissett. Las acciones de Luther Blissett en los últimos años han sido de los más diversas, y van desde la publicación de un manifiesto sobre la Net-Generation hasta conseguir publicar en el periódico “Resto del Carlino” la falsa noticia de que Noemí Campbell estaba en Bolonia para operarse de celulitits –reproducida luego por medios de todo el mundo-, pasando por una página web falsa del vaticano con textos heréticos, palabras cambiadas, etc. que fue consultado por los navegantes sin levantar sospechas durante más de un año.

 

¿A qué se debe el éxito del nombre «Luther Blissett» tanto en la World Wide Web como en el mundo «real»? Quizás porque es una identidad disponible para quien desee usarla, y de ese modo formar parte de algo. Se crea algo que es al mismo tiempo personal y múltiple. De la mano de Luther, es posible adherirse a una creación que trasciende los límites del artista individual, explorando caminos hacia una nueva obra colectiva tan real como virtual. Un nombre múltiple es «un nombre que cualquiera puede  utilizar». Aquellos que lo han inventado rechazan expresamente  tanto el monopolio para su uso como el copyright. Pero estos nombres significan más que el mero deseo de sus usuarios de anónimos: aun siendo así, el nombre múltiple como expresión de anonimato sólo representa un espacio vacío, un signo sin significación propia, existe la posibilidad de que se convierta en un significante con fuerza siempre y cuando se vincule con una práctica determinada, reconocible y limitable.

 

Entonces no sólo significa dicha práctica (artística, política, religiosa>, sino que se asocia también con el cuerpo de una persona imaginaria. En cuanto la práctica se hace reconocible y se llena con vida, esta persona va tomando vida. Su cuerpo gana en contorno, adquiere una historia, un mito. La gente que entra en esta historia y que participa en las prácticas vinculadas con el nombre múltiple, acaba realmente formando parte de esta persona imaginaria y colectiva, la práctica de los individuos singulares cobra fuerza a través del mito colectivo y al mismo tiempo lo reproduce Y al revés: si esta práctica pierde sus contornos y su fuerza significativa, se muere también la persona colectiva en la cual se encarna.

 

En Italia corre el rumor de que un body-artista británico llamado Harry Kipper se apropió del nombre de un desastroso jugador del fútbol jamaicano de principios de los ochenta anclado en Inglaterra, que jugaba en el equipo de Elton John. Al principio Kipper lo utilizó como una marca personal para firmar sus propias performances, luego decidió convertir a Blissett en  un “personaje abierto” cuya fama fuese recreada indefinidamente por cualquier interesado. Un rostro construido por ordenador manipulando viejas fotografías de los años 40 sirvió para poner en circulación por internet «la única imagen verdadera de Harry Kipper». Otros habían añadido teselas  al mosaico de su personalidad atribuyéndole escritos, entrevistas y declaraciones. Este Kipper tenía ya muy poco que ver con el «verdadero» -apenas parte de su pasado-. Cualquiera puede ser Luther Blissett simplemente adoptando el nombre y difundiendo nuevos rumores.  «Luther blissett no es una identidad colectiva como afirman los periodistas, es múltiple y única. Los Luther Blissetts no existen, sólo Luther Blissett existe. Hay que escapar de las identidades convencionales. Seguimos luchando contra el lenguaje de los poderes existentes».

 

Posteriormente se usó el nombre del mismo Hary Kipper para solicitar la utilización de los medios para ubicar su paradero. Según la historia urdida por de la Associazione Psicogeografica di Bologna, presentada como un colectivo de arte, Harry Kipper, de 33 años, 1.75, cabello rojo oscuro y magnéticos ojos verdes, que con el pseudónimo Luther Blissett hacía también espectáculos callejeros de magia e ilusionismo, fue visto por última vez en Bertiolo cuando supuestamente se dirigía a Trieste.  El relato consignaba que Kipper recorría Europa en una bicicleta de montaña para poner en práctica una idea del Friulan Piermario  Ciani: unir varias ciudades con una línea imaginaria que deletrearía finalmente la palabra «ART». En verano Kipper se había alojado en casa de Ciani. A primeros de septiembre se desplazó a Trieste, pero al parecer nunca llegó allí. Desde 1991 Kipper ha estado realizando esta performance de  «turismo psicogeográfico» trazando la «A» desde Madrid a Londres y Tolone; había llevado los dos veranos siguientes completar la «R» a través de Bruselas, Bonn, Zurich, Génova y Ancona. Por fin, en 1994 empezó con la «T»: después de alcanzar Trieste se desplazaría a Salzburgo, Berlín, Varsovia y  volvería de nuevo a Amsterdam. Al parecer hizo un desvío inexplicable hacia Bosnia y desapareció.

La historia, tomada por cierta por el programa  «Chi l’ha visto?» (conocido en español como “quien sabe donde”) originó que la producción realizara un extenso reportaje que ya estaba listo para ser transmitido cuando una notificación hizo que se suspendiese. Sucedió que un colaborador de Chi l’ha visto? que vivía en Udine se había topado por casualidad con el rumor popular de que la «desaparición de Kipper» era invención  de los camaradas de Usmis y de Radio Onda Furlane (en complicidad con los boloñeses y los londinenses) basada en una performance psicogeoturística análoga que se remontaba a hacía un año.

 

Pero lo que realmente descolla es su fuerte personalidad pública, y especialmente sus intervenciones. La más delirante sucedió en Roma, una noche de sábado en la primavera de 1995. Cuarenta personas tomaron un autobús nocturno con radiotransmisores, tambores, cornetas y un teléfono celular, gritando a coro: «Soy Luther Blissett, la innumerable gente que soy va a desviar este autobús. ¡Aquí empieza una fiesta salvaje en movimiento!  Pagaré sólo un billete, ‘porque tengo muchos cuerpos y voces pero mi nombre es uno: ¡Luther!». Y la fiesta empezó, los ravers advertidos por radio tam-tam  esperaban en cualquier parada de autobús.

El evento fue cubierto por Radio Blissett, un «programa semanal de guerra psíquica» transmitido por Radio Cittá Futura, un programa de culto de la escena underground romana. Luther llamó al estudio desde el autobús, manteniendo al público al corriente. De repente algunos furgones policiales bloquearon el camino y asaltaron el autobús. Los policías querían arrestar a los organizadores de la ocupación y llevarlos a comisaría. Bajaron algunos ravers, hubo reyertas y peleas, y hasta un policía disparó al aire. El teléfono celular de Luther encendido transmitió el tiroteo. Los organizadores fueron acusados de ‘sedición’ y de «resistencia e insultos a la fuerza pública. Todos los Luther van presos, o sea Luther es apresado. Pero ninguno de los detenidos sostuvo en la comisaria ser Luther…

En el año 2007, unos meses antes de la publicación del último libro de la saga de Harry Potter, por medio de un correo electrónico, un autodenominado «Grupo de hackers católicos» declaró que había violado el sistema informático de Bloomsbury -que tenía la exclusividad sobre la publicación- y que tenía en su poder el final de dicho libro. El correo citaba las palabras de condena de la saga del Papa de la Iglesia Católica, Benedicto XVI. Tres días después de la salida del libro, Luther Blissett reclamó la responsabilidad sobre la acción con un correo electrónico público donde se describía la facilidad con la que se había manipulado a los medios y se ponía en relieve el modo en que esto puede ser utilizado para ejecutar operaciones psicológicas: según sus declaraciones, en aproximadamente 48 horas la “noticia” saltó del nicho de las listas sobre seguridad informática a los medios masivos de comunicación (la CNN, la BBC, Reuters y más de 9000 blogs).

 

En un episodio de Star Trek. The Next Generation titulado ‘Darmok’ (fecha estelar 45047.2), la tripulación de la Enterprise encuentra a los oscuros y misteriosos tamarianos, cuyo idioma es incomprensible para los humanos y para los demás pueblos de la Federación. La lengua tamariana parece un listado de nombres y fechas. Sus frases no tienen lógica ni coherencia sintáctica.  Pero el misterio se resuelve a partir de lo que ocurre cuando el capitán Jean-Luc Picard  y un tamariano son tele-transportados a Eladril IV, un planeta deshabitado donde tienen que cooperar y enfrentarse a la irradiación destructiva de una criatura desconocida hecha de pura energía. Esta situación es similar a «Darmok y Tjalad en Tanagra», dos héroes de la mitología tamariana atrapados en una isla habitada por una peligrosa bestia. Los tamarianos se comunican usando los relatos de la memoria colectiva como contexto de referencia.

Quien vea este episodio no olvidará la alegría del tamariano Daton cuando Picard comienza a entender sus mensajes: «Sukat, los ojos destapados». Sólo Picard sobrevive, y su recuerdo permanece todavía: desde entonces, tamarianos y federados expresarán su voluntad de comunicarse diciendo: «Picard y Daton en Eladril». El idioma tamariano no es secreto ni excluyente. No es una jerga que la comunidad haya creado para protegerse del exterior. Los tamarianos quieren compartir su imaginario y su memoria, ampliar y enriquecer su mitología para entender y hacerse entender por los demás pueblos del cosmos.

En realidad, como resulta imposible comunicarse con ellos sin compartir los mismos mitos, el lenguaje tamariano asimila otros nuevos.  Podría bastar con decir que un nombre múltiple es un escudo para defenderse del poder existente cuando trata de identificar y encontrar a sus enemigos. El nombre múltiple supera la separación entre individuo y colectivo. De manera mágica otorga al individuo una participación en el cuerpo colectivo de la persona imaginaria, en la cual se encarnan el movimiento y la fuerza de una masa invisible. La masa gana en contorno, y en la forma de la persona imaginaria se convierte en un sujeto activo.

 

Justamente los oprimidos sin-nombre han utilizado a menudo esta manera de actuar. Se dio, por ejemplo, en las insurrecciones campesinas: en 1514, los campesinos del sur de Alemania se lanzaron al campo de batalla bajo el nombre de «der arme Konraó» (el pobre Conrado) Pero no había ningún líder en el cual se encarnara la masa sublevada: cada uno de ellos era el «pobre Conrado, que se sublevaba contra su opresión. En la Inglaterra de principios del siglo XIX, el nombre múltiple del «General Ludd» representaba a los oprimidos, y como líder imaginario de los ataques contra las nuevas máquinas dirigió sus acciones contra los agentes de las modernas formas de la explotación, . A pesar de que el movimiento del «General Ludd»  no tenía formas de organización definida, durante muchos años los ludditas fueron capaces de infundir miedo y terror a los explotadores.

En Spartacus, de Stanley Kubrick (E.E.U.U., 1960), todos los esclavos derrotados capturados por Crassus afirmaban ser Spartacus, igual que todos los zapatistas son Marcos y todos los que participan en esta historia, se llaman Luther Blissett.  Pero esto no es todo, pues el nombre múltiple es también constructivo, ya que apunta a fundar un mito abierto, un pasar y modificar en el contexto de una red tamariana de eventos. En ese sentido, Luther es tanto esto, como la colectiva que construyen en el universo Trekkie los Borg en tanto “somos Borg”, podrían decir también las múltiples personalidades de Luther cuando se encuentran… O los seguidores de Negan, el malo del garrote con alambre de púas en «The Walking Dead».

 

 

Luther Blissett es una secta sin jefes ni jerarquía en la que ningún miembro sabe nada de los demás. Puede pasar cualquier cosa porque nadie decide en nombre de los demás. Cada coágulo temporal de identidades LB es completamente autosuficiente y no necesita ponerse en contacto con ningún otro. Y en todo caso, si eso ocurre, ¿quién se puso en contacto con quién? ¡Entonces otra persona afirma ser Luther Blissett! Eso me hace invencible. ¿Quién soy? ¿Cuántas personas? ¿Cuál es mi actividad principal? No sé. En este estado de emergencia soy la peor emergencia con la que tratar. Soy el terror, y nadie puede traicionarme, dicen. Por eso puede morirse y volver como si nada, pues … ¿Quién puede matar a un nombre multi-usuario?

Sus personalidades han producido bastantes movidas en diversos países europeos, entre los que se destacan sus producciones. Entre los libros «verdaderos» de Luther, se encuentra la 2ª edición de Mind Invaders: How to Fuck the Media (Castelvecchi edizioni, Roma 1995) y la 1ª edición de la antología Toto, Peppino y la Guerra psíquica (AAA Edizioni, Udine 1996).  Pero uno de sus libros más resonantes ha sido sin dudas “Q”, Un thriller sobre la Contrarreforma , centrada en la figura de Martin Lutero, «el primer gran comunicador de masas, el primer gran usuario de la prensa, un avance semejante al que hoy supone Internet», ha dicho el grupo.

 

El relato, de más de 600 páginas, es una historia de espionaje y lucha de poder al interior de la Iglesia Católica, en el siglo XVI, momento en que Gutemberg inventa la imprenta y se desatan las guerras religiosas. Según el colectivo, es la fecha que «vio el nacimiento de todo lo que es putrefacto en la vida moderna: la comunicación de masas, el Estado policíaco y el capitalismo«.  Firmada por el colectivo de contracultura Luther Blissett Project.  «Q» es vista como una lucha entre la libertad individual y el sistema de poder. Y ha sido leída como una metáfora del presente de Europa. Por su sólida construcción, sus referencias y las variadas lecturas que permite, es comparada con «El Nombre de la Rosa». Incluso, hay quienes pensaron que detrás del «Luther Blissett Project» está el célebre semiólogo y escritor italiano Umberto Eco, aunque él ràpidamente se apresuró en desmentirlo.

Mención aparte merece la mofa que el colectivo hiciera a la editorial Mondadori, propiedad de Berlusconi. El colectivo le envió al periodista y escritor Giuseppe Genna un manuscrito que presentaron como la última producción de Blissett. En realidad era una recopilación de charlas-basura de Internet y zines viejos apenas organizados, con el título net.gener@tion que le enviaron con la aclaración de que que esperaban que publicase el texto como «obra de Luther Blissett editada por Giuseppe Genna», y que no querían dinero. Genna editó los textos y le agregó una introducción y comentarios y fue rápidamente presentado como «Este texto es la documentación y el manifiesto de una subversión venidera. No refleja las ideas de nuestra editorial, que no comparte sus proposiciones culturales.»… Poco antes que el libro saliera a la venta, el colectivo descubrió la farsa denunciando que el libro estaba realmente escrito por Genna y era una basura. El editor cayó en desgracia con Mondadori, y luego Luther le envió una imagen del caballo de Troya con el subtítulo: «Los trucos más viejos son los más efectivos». net.gener@tion desapareció misteriosamente de las librerías para siempre.

 

 

En gran medida Luther Blissett ha sido difundido a través del mail-art y la web. Es que ambos medios cohesionan fuertemente con el modo virtual propuesto de existencia de este artista. Actualmente la fama de Luther se escurre sigilosamente por los lugares donde encuentra lugar su voz múltiple.  Luego del suicidio ritual de Luther en Internet, algunos de sus seguidores-intérpretes han declarado una “Huelga de arte” permanente, la que concretaron con su abandono de las herramientas bajo cualquier firma  personal o colectiva. Desde esa fecha, varios artistas de Madrid y  Barcelona han «defeccionado» de toda actividad artística, aun a  riesgo de truncar sus carreras, ante el desdén del mundillo  artístico y de los críticos y el absoluto silencio mediático.

 

Mediante la utilización de nombres múltiples se recobran de manera casi natural unas formas arcaicas que cuestionan la separación entre individuo y colectivo. Los nombres múltiples no son, en primera instancia, formas de anonimato (como tales no son mejores que no tener ningún nombre), sino que representan el ataque más fuerte a los conceptos modernos de subjetividad e identidad burguesas. Demuestran de manera clara que dichos conceptos son unas ilusiones ajenas a la naturaleza del ser humano. De esta manera manifiestan la verdad intemporal de la idea según la cual la identidad humana no es otra cosa que la articulación y el punto de confluencia de prácticas colectivas, que la identidad humana no existe más allá de esto.

Sin embargo, esta verdadera fuerza transformadora del nombre múltiple sólo se demuestra en la práctica concreta:

¡Sé vos también Luther Blissett!