«Herramientas para comunicar desde los Derechos Humanos», el libro

Los periodistas de la región que cubrieron entre setiembre y diciembre de 2014 el juicio de Lesa Humanidad por la causa Monte Pelloni que se realizó en el Campus Olavarría de la UNICEN y que continuaba lo realizado en 2012 en Tandil con la investigación por el asesinato del abogado laboralista Carlos Alberto Moreno cuentan ahora con una ayuda imprescindible para la tarea de cubrir la causa Monte Pelloni II que actualmente se sustancia en Mar del Plata. El libro «Memoria, Verdad y Justicia:  Herramientas para la comunicación desde los derechos humanos» que se presentó en Olavarría es una completa guía acerca del manejo periodístico y comunicacional de los juicios de Lesa Humanidad, explicitando de manera ágil y sencilla los pasos del proceso judicial como así también el vocabulario propio de los operadores del derecho.

Esta publicación es resultado del proyecto: “El derecho a la comunicación en relación al proceso de Memoria, Verdad, y Justicia” y fue editada por la Asamblea Permanente de los Derechos Humanos (APDH) en tanto la entidad financiadora es la Asociación Mundial para la Comunicación Cristiana (WACC por su sigla en inglés), una red mundial de comunicadores cristianos ecuménicos y tiene como visión que la comunicación sea reconocida por todas las personas como un derecho humano y como fundamento para la paz y la justicia social.

El equipo de Equipo de trabajo estuvo conformado por Carolina Allievi, Ayelén Colosimo, Lucía Gamper, Maia Jait, Florencia Kligman, Cecilia Vázquez Lareu y fue editado por Luciana Consiglio e ilustrado por Sergio Leira. Todos trabajaron durante un año con el propósito de realizar una completa guía acerca del manejo periodístico y comunicacional de los juicios de lesa humanidad, explicitando de manera ágil y sencilla los pasos del proceso judicial como así también el vocabulario propio de los operadores del derecho y tiene el fin de constituirse en una herramienta que colabore en la comprensión del proceso Memoria, Verdad y Justicia, teniendo en cuenta las voces de los/as comunicadores, los querellantes, actores sociales que trabajan la temática, con un abordaje de calidad y perspectiva para los interesados en llevar a cabo la cobertura de estos temas con una perspectiva de Derechos Humanos.

 

En Olavarría el panel encargado de presentar la producción estuvo coordinado por María Rosa Gómez, docente de la Facultad, y lo integraron Mariana Catanzaro -abogada representante de la Asamblea Permanente de los Derechos Humanos en el juicio Monte Peloni II que actualmente se desarrolla en los tribunales de Mar del Plata-, Carmelo Vinci integrante de la APDH local, Guillermo Torremare -querellante por la Asamblea Permanente por los Derechos Humanos del mismo juicio-, Norma Ríos de APDH  y Leandro Lora el trabajador de prensa que cubre el juicio para Agencia Comunica y Radio Universidad.

En cuanto al proceso de trabajo comprometido para lograrlo, Norma Ríos lo describió: «Se hizo trabajando con un equipo más de un año donde hubo por supuesto no sólo una cuidadosa investigación de qué libros podían servir para el tema de los juicios, una cuidadosa selección es la palabra, pero también una investigación de todos los juicios de lesa humanidad realizados, la Apdh lleva más de 60 en este momento. Entonces se hizo un análisis de qué veíamos, porque lo que más nos quejamos los militantes y los abogados de toda la APDH era que no había buenas coberturas«. Y entonces con esa finalidad fue que se planificó el libro, intentando incluir todo lo que ellos descubrieron con la práctica como necesario.

En ese sentido Guillermo Torremare resaltó:»La importancia que tiene brindar herramientas para todo tipo de comunicadores, especialmente para el periodista profesional, que se asoma a las cuestiones vinculadas a los juicios de lesa humanidad en principio, pero que también sirve para tomar contacto con todas las cuestiones donde la materia Derechos Humanos están presentes. La cuestión de los Derechos Humanos tiene sus especificidades, y con este libro lo que tratamos de hacer es dar una guía para ver cómo se abordan cuestiones cuando están en juego derechos humanos. No es lo mismo comunicar una cuestión técnica que una cuestión donde están involucrados estos derechos, que son los derechos básicos que tenemos todas las personas así que esa es la función que tiene para nosotros. Y es importante porque estamos viviendo un momento histórico en el país signado por lo que llamamos ‘negacionismo’: El gobierno nacional está llevando adelante una política que tiene que ver con una represión a la protesta social por un lado y la desjerarquización del movimiento de Derechos Humanos por otro, y a través de muchos funcionarios vemos que hasta hacen planteos que pretenden ser inocentes sobre por ejemplo el número de desaparecidos. Frente a todo eso es importante que los comunicadores sepan cómo abordar todas esas cuestiones, y por eso nos pareció oportuna esta guía para que se trabaje en informar al público de la mejor manera posible, porque si nos quedamos además con los medios tradicionales que tienen esta complicidad que vemos con el gobierno nacional entonces cada vez tenemos menos información«.

Respecto a lo que encuentra quien accede al libro, Ríos lo describe como : «Una guía completa de las dificultades que puede tener los periodistas, como el lenguaje legal. Yo contaba que la primera vez que me hablaron de TOF (Tribunal a cargo del proceso judicial) no sabía que era… Somos militantes. También tenés una bibliografía muy importante, tenés todos los momentos secuenciales desde el golpe de estado hasta el presente, porque te pasa que te pregunten: ‘¿En qué año fue el juicio a la junta…?’ Porque tenemos tantas cosas, días, fechas, números, y eso es pequeñito es práctico, sobre todo para un periodista cuando está haciendo una nota, no tiene que ir a internet a buscar, que demorás un montón de tiempo. Tiene toda una ubicación contextual digamos, de qué estamos hablando en este momento pero también el momento en el que pasó. Una guía de todas las organizaciones de Derechos Humanos brevísima pero al menos para saber la diferencia entre el MED (Movimiento Ecúmenico de DH), las madres, la APDH, la liga (por los Derechos del Hombre), tiene hasta la descripción de una sala de un juicio, más o menos habitualmente donde se sienta cada uno. Aunque en esto es bueno decir que aportamos lo más común porque cada juicio depende también mucho del capricho del juez, del espacio exterior, porque hay juicios como en el norte de Formosa donde tomamos mate y comimos chipa, y en cambio en Rosario no te dejan entrar absolutamente nada y tenés que pasar tres controles, y después de 10 años todavía hacen como que no te conocen…«

La estructura del libro articula cinco capítulos principales a los que se agregan el sexto, con recomendaciones -estrategias para abordar actividades de memoria, verdad y Justicia, así como tips para asistir a una audiencia oral, mientras el séptimo lista los organismos de DDHH, el ocho aporta términos y conceptos útiles, en tanto el noveno consigna la bibliografía del trabajo.

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de la presentación del libro

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En su cuerpo principal, se desarrolla la perspectiva de Derechos Humanos en los medios de comunicación, en la que es clave hacer hincapié en el rol del Estado como garante de estos derechos que hacen a la dignidad de las personas. Así como el Estado puede violar los derechos humanos por acción (realizando acciones que vulneran los derechos) o por omisión (dejando de hacer aquello que les corresponde en tanto Estado para protegerlos) también es quien debe respetarlos y garantizarlos. La perspectiva de derechos humanos en la comunicación apunta a propiciar el derecho a la información, atendiendo a la veracidad de las fuentes y a fomentar la pluralidad de voces, permitiendo de esta manera la visibilización de todos los discursos y puntos de vista que circulan en la sociedad.

El derecho a la comunicación para este trabajo, implica poner en práctica un rol que no suple la responsabilidad de los Estados pero que es necesario e imprescindible para que el derecho a la información sea garantizado. Es a través de dicha tarea, ejercida en forma objetiva y profesional, respetuosa de la diversidad, asumida con la responsabilidad social que conlleva y atendiendo al interés público, que los pueblos están en condiciones de acceder a informaciones de diversa índole, asegurando de este modo el derecho a informarse y ser informados. Se entiende que quienes ejercen el rol de comunicar son parte de la realidad social y que la calidad de su objetividad no estará dada por la neutralidad ante los hechos y procesos sociales, sino que deriva del apego a la veracidad de la información. El proceso de Memoria, Verdad y Justicia necesita de la labor periodística para ser visibilizado, posibilitando una mayor participación de la población en dicho proceso y haciendo posible de esta manera que se pluralicen las voces, democratizando el debate y la construcción colectiva de la memoria.

El capítulo tres brinda un panorama de los crímenes de estado perpetrados en nuestro país y por ende los procesos de juzgamiento que son objeto, que obligaron a reformular el tratamiento efectuado -como crímenes comunes- en el juzgamiento a las juntas en 1985. El texto informa que en 2006, al retomarse el juzgamiento los crímenes fueron considerados de lesa humanidad, y por lo tanto imprescriptibles. En ese derrotero, el libro explica el sendero que siguen las etapas de un juicio federal.

En el capítulo cuatro, se considera a las víctimas de violencia de estado y se estipula el tratamiento mediático que las respete y evite su sobreexposición, especialmente aquellas ya fallecidas, además de la protección a sus familiares especialmente por la expectativa creada. Se consideran la reserva en los los casos de violencia sexual detallando la responsabilidad del estado que no debe ser diluida, en tanto responsable explícito de los delitos de lesa humanidad.

En cuanto a la tarea de visibilizar la responsabilidad de los delitos de lesa humanidad, en tanto la dictadura no fue solamente «militar», sino cívico/empresarial/mediática/eclesiástica.  De ese modo, en palabras del libro,  es preciso nombrar el accionar preciso de toda esta gama de actores sociales no como una mera complicidad, sino como la responsabilidad concreta en delitos de lesa humanidad en el contexto de un plan sistemático llevado adelante desde el Estado. Esto permite enfatizar un actor primario, no secundario. También en casos   emblemáticos de accionar institucional –como el de Papel Prensa, Ford, Techint o Ledesma–, el texto enfatiza la necesidad de explicitar la responsabilidad de estos grupos, pues al comunicar la participación de estos agentes, se permite la explicitación de los objetivos económicos de la dictadura, destilando su irracionalidad.

En síntesis, La trasmisión del pasado a través de una comunicación responsable que logre visibilizar las responsabilidades aún hoy silenciadas forma parte del fortalecimiento del proceso de memoria, verdad y justicia concluirá el texto.


El juicio Monte Pelloni II
Recordemos que actualmente se realiza en Mar del PLata el juicio «Monte Pelloni II», que comenzó el 18 de agosto de 2018 y es el segundo juicio vinculado al Centro Clandestino de Detención, Tortura y Exterminio que funcionó en Monte Pelloni durante la última dictadura cívico-militar. La causa está conformada por 26 imputados y 37 víctimas de Estado. Actualmente, se encuentra en la etapa final del juicio oral, próxima a la sentencia. Este segundo juicio, investiga los crímenes de lesa humanidad ocurridos en el Centro Clandestino de Detención, Tortura y Exterminio «Monte Pelloni», el cual formó parte del circuito represivo que operó dentro de la denominada Subzona militar 12, junto con el Regimiento de Caballería de Tanques II «Lanceros General Paz» de Olavarría; la Brigada de Investigaciones de Las Flores (dependiente de la Policía Bonaerense); el Regimiento de Caballería de Tanques X y la Unidad Penal N° 7 de Azul; y los CCDTyE «La Huerta» y «La Quinta» de Tandil. A diferencia del primer juicio, realizado en el Campus Universitario de la UNICEN con sede en Olavarría, el juicio «Monte Pelloni 2» se desarrolla en el Tribunal Oral en lo Criminal Federal de Mar del Plata.

Es importante además resaltar que en Monte Pelloni II se juzga genocidio. Cuando en los juicios se califican legalmente los hechos protagonizados por el Terrorismo de Estado se opta por decir que estamos frente a crímenes de lesa humanidad o que estamos frente a genocidio. Crímenes de lesa humanidad son los asesinatos, exterminios, el sometimiento a esclavitud, la deportación o traslado forzoso de población, el encarcelamiento, la tortura, la violación, esclavitud sexual, prostitución forzada, embarazo forzado, esterilización forzada o cualquier otra forma de violencia sexual de gravedad comparable, la persecución de un grupo o colectividad con identidad propia fundada en motivos políticos, raciales, nacionales, étnicos, culturales, religiosos o de género, la desaparición forzada de personas, cuando se cometen como parte de un ataque generalizado o sistemático contra una población civil y con conocimiento de dicho ataque.

Son víctimas del genocidio quienes fueron presos políticos, alrededor de 10.000 personas a las que la dictadura encarceló por largos años. Son víctimas del genocidio alrededor de 500 niños y niñas nacidas en cautiverio, robadas a sus madres inmediatamente después del parto.Son víctimas del genocidio los familiares de los desaparecidos que han sufrido un trato inhumano y degradante por parte del Estado, generado por la incertidumbre cotidiana y permanente respecto del destino y paradero de sus seres queridos.

Fueron víctimas del genocidio alrededor de 300.000 personas que debieron exiliarse porque corría peligro su vida en el país. Pero esas no son las únicas víctimas. También son víctimas todas las personas -con excepción de los muy pocos que se beneficiaron con las políticas públicas de la dictadura- que conforman la sociedad argentina.


Tener claro -y transmitir adecuadamente- que lo ocurrido fue un genocidio y que sus víctimas fueron y son muchísimas más que la cantidad de personas desaparecidas que puede estimarse, es necesario para enterrar el negacionismo que, de múltiples maneras, se expresa en la Argentina de hoy. Por todo eso perseguiremos que en el juicio Monte Peloni II se resuelva que los crímenes de la dictadura importaron un genocidio.  Para estos fines, a partir de ahora los periodistas cuentan con una herramienta fundamental.

 

 

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