Stargate: una serie que abrió portales a otros mundos

Esta serie parte de la película homónima de Roland Emmerich de 1994, en la cual un comando científico-militar viaja a través de un portal espacial a un mundo llamado Abydos, donde encuentra una sociedad primitiva similar a la egipcia sometida por un Dios llamado Ra al que aniquilan, liberan a la gente del lugar, y vuelven a la tierra informando que todos han muerto, para preservarlos de la colonización terrícola.

Un año después, las instalaciones donde se encuentra la puerta están por desmantelarse y la propia puerta se archivará para siempre, pero ésta se activa y unos extraterrestres atacan. Los responsables de la base se ponen en contacto con el equipo de la primera misión, quienes descubren que el Stargate es parte de una vasta red de puertas que se extienden por toda la galaxia. Una antigua civilización dejó plantados en innumerables planetas“stargates”, puertas espaciales que, discando la combinación adecuada, permiten transportarse instantáneamente entre los mundos habitables. Una especie de Internet Intergaláctica a partir de la cual “explicar”, y de hecho la serie se basa en que,  muchas de nuestras creencias mitológicas se fundaron en torno a la llegada de unos seres extraterrestres que asumieron el papel de antiguas divinidades, tales como las egipcias.

Formado el comando SGC, misión tras misión sus integrantes cruzarán el portal visitando civilizaciones en las que hallarán aliados y dioses enemigos como los Goaul’d. Adquirirán tecnología y descubrirán el origen de los Stargates, transportándonos en múltiples aventuras en las que de algún modo nos llevarán como un miembro omnipresente pero invisible del equipo.

Una serie que se abre de SG-1 a partir de su séptima temporada es “Stargate Atlantis”. En ella un grupo de científicos descubren que la Atlántida existió realmente y fue una ciudad, solo que los antiguos se la llevaron a otra galaxia, la Pegaso, a la que es posible llegar pero quizás no regresar. La Expedición Atlantis parte entonces hacia la ciudad perdida de los Antiguos. Una vez allí, se encontrarán con un enemigo mucho peor que los Goaul’d; los Wraith o Espectros, una raza que se alimenta de la energía vital de los seres humanos.

La Serie SG1 terminó luego de diez temporadas y tres de SGA, aunque ambas dejan historias abiertas para continuaciones en películas como “Stargate: el arca de la verdad” y “Stargate: El Continuo”. A estas seguirá en octubre de 2009 el estreno de “Stargate Universe”, en la que un grupo expedicionario cruza el Stargate para caer al interior de la nave Destiny, lo que termina siendo una misión sin fin cuando se percatan de que ésta no puede regresar a la Tierra, pues viajará a los confines del universo cumpliendo con su misión original: plantar automáticamente puertas estelares por toda la galaxia. Al no poder la tripulación cambiar de ruta, si alguien se queda atrás no podrán regresar a buscarlo, añadiéndose esto a la odisea de encontrar nuevas razas, enemigos y aventuras.

Sumando y multiplicando, mirar toda la serie insume 173 horas, o sea más de siete días de la propia vida. Una inversión de tiempo muy recomendable.