#Fanazul resiste en el acampe popular

Azul resiste en los trabajadores que hacen el acampe en el centro por Fanazul. Postales de una lucha que confronta a una ciudad poco acostumbrada a la presencia obrera con sus fabriqueros. La palabra de José Jofre, uno de los despedidos de la empresa, que no se resigna a que 70 años de historia local sean simplemente pasado; y apuntes de las actividades que se están realizando en el veredón municipal, para defender la fábrica de explosivos y los puestos de trabajo.

La confitería de la esquina de la plaza exhibe impune su ambiente climatizado, los galanes crepusculares, los diarios capitalinos. En el periódico local, aunque en tapa hay una entrevista de color a uno de los líderes de la lucha, apenas se nombra al conflicto. Mientras, parejas jóvenes que pasean el cochecito de su bebé buscando el helado imprescindible se cruzan con chicas de piernas bronceadas que vuelven de la pileta. Ninguno mira las carpas que ocupan un lado de la municipalidad, el lugar donde los fabriqueros resisten.

Pedro Burgos, el fundador de la ciudad, tiene una remera azul, de Fanazul. Le va bien, queda muy moderno. Solamente le faltarían unos lentes negros para dar bien cool. Hace un calor inobjetable esta tarde. Los pocos que recorren el centro esquivan las carpas en las que esos hombres de orgullosa remera azul, soportando el calor, toman mate, charlan, ríen amargamente con la complicidad de tantas horas y horas trabajando juntos en la fábrica de explosivos. Horas de camaradería y producción que hoy corren el riesgo de ser solamente un recuerdo.

José Jofre se define como orgulloso trabajador de FANAZUL, y cuenta con entusiasmo la dureza y la soledad de un acampe en esa ciudad del centro de la provincia de Buenos Aires, a metros de la catedral y el Gran Hotel Azul. Sus palabras se desgranan, lentas, relatando la cotidianeidad del estar ahí: «Nosotros venimos y nos turnamos. Tenemos tres o cuatro grupos de gente que nos quedamos durante el día, a la tarde, a la noche; y estamos acá, recibiendo cosas que da la gente, atendiendo a los periodistas, dialogando con todo el mundo porque hay gente que no sabe muy bien el problema, entonces les explicamos cómo es porque tiene una idea y nosotros les decimos la verdad de lo que pasa«.

La pregunta básica es si la comunidad azuleña entiende lo que pasa. La respuesta no es sencilla: «Creo que ahora Azul ha comprendido, ha despertado en quiénes somos. Antiguamente nos tenían como que éramos camporistas, y a nosotros el partido político no nos interesa: somos trabajadores, nos levantamos a las 4.30 de la mañana y laburamos hasta las 14. Hicimos entender a la ciudad de Azul que nosotros no éramos camporistas, éramos trabajadores. Y a partir de la marcha grande que se hizo, la gente entendió que que es así, que somos trabajadores...»

¿Ha cambiado, entonces, la imagen que tiene la gente de Azul del conflicto, de lo que puede llegar a pasar si se cierra la fábrica? Jofre cree que sí, que lo entiende muy bien: «Somos 230 familias que quedan en la calle, y nosotros desembolsamos acá entre 10 y 12 millones de pesos cada mes, una cantidad bastante importante. Con los sueldos nuestros, caminaba la ciudad. Aparte, tenemos 30 compañeros de Olavarría, los ingenieros, así que también iba plata para allá. Tiene que entenderse que si esto cierra, primero que no tenemos dónde ir a trabajar realmente: Azul no es una ciudad que tenga trabajo; y después la gente tiene que entender que si nosotros no luchamos por nuestro trabajo, nadie lo va a hacer».

El abismo se extiende ante sus ojos haciendo al futuro aterrador, un mundo en el que el único salvavidas es la esperanza: «Es una lástima que cierren esa fábrica y es que no sabemos dónde ir nosotros acá, se tiene que abrir sí o sí. La fábrica se tiene que abrir porque no hay puestos de trabajo acá, es el único que tenemos nosotros entonces vamos a luchar hasta lo último de lo último para que se abra la fábrica, y decir que tengan esperanza, que tengan un cachito de esperanza. Van a ver que le vamos a torcer la mano a esta gente

El día de la entrevista había sido el mismo de la caravana del centro de la ciudad hasta la planta de FANAZUL. Tres días después, se hizo una caravana por la Ruta Nacional 3 que recorrió pueblos y recolectó solidaridades hasta el Ministerio de Defensa, mientras se realizaba la reunión entre el intendente Hernán Bertellys y el vicejefe de Gabinete Gustavo Lopetegui, de donde tampoco surgieron respuestas concretas. (ver El reclamo en caravana, de Azul a Capital (y más allá))

Las organizaciones sociales estuvieron con ellos desde el primer día, no así los partidos políticos: el intendente azuleño fue solamente al corte de ruta de 3 y 60; a las actividades se acercan diputados nacionales y provinciales de diversos signos, pero nunca del partido gobernante. A pesar de todo, la siguen peleando, abriendo puertas que tenían cerradas, hablando con uno y otro, dando entrevistas y ganando espacio en los medios que los acompañan. La siguen peleando como el primer día, en una pugna que, dicen, durará hasta el último día de lucha.

►

► Click en la imagen para ver nuestra Galería de Fotos

Las actividades en el acampe de trabajadores de #Fanazul continúan. Este viernes, hubo una intervención artística de Mujeres Fabriqueras “clausurando la municipalidad”, con cintas de peligro, dibujos y pancartas que reclamaban la devolución de la fuente de trabajo. El sábado, en el veredón municipal, se realizó una jornada de cine con entrada libre y gratuita en el marco de la lucha de las y los trabajadores. Los Docentes también acompañaron, con Mantas literarias y poesía susurrada.

En ese marco, los acampantes realizan asambleas para darse la organización para resistir la decisión del gobierno de cerrar una fábrica de 70 años, emblema de la ciudad. A partir de ella, están organizando la marcha del próximo jueves 25, que, como la anterior, concentrará en la Plaza de la Estación del Ferrocarril para recorrer las calles céntricas hasta la municipalidad.

Eliana, vocera del grupo, expresó a Azultv La Televisión Libre que los obreros “rechazan la propuesta del Ejecutivo de otros trabajos, ya que los trabajadores de Fanazul se prepararon durante años para el trabajo que realizan”. Posteriormente, señaló que la propuesta del Municipio tiene por objetivos “dividir a los trabajadores y hacer quedar, ante la comunidad, que se les ofrece trabajo y no lo aceptan”. “Lo único que nosotros pedimos es la reapertura de la fábrica”, puntualizó.

Imagen de la transmisión del diario «El Tiempo».

Este domingo, una multitud acompañó a los trabajadores de FANAZUL en el acampe, mirando desde una pantalla gigante el superclásico River-Boca.