“Jamás me pegaron tanto en mi vida”
Así titula su testimonio Jacquelina Flores, del Movimiento de Trabajadores Excluidos, para La Garganta Poderosa. Jacquelina fue reprimida, junto a una treintena de recicladores, por la intendencia de San Pedro, el último miércoles 11. Allí se encontraban, manifestándose en pedido del cumplimiento de un compromiso de mejoras en las condiciones de trabajo, rubricado por el mismo secretario de Gobierno de San Pedro. Sin embargo, la Policía hizo su aparición, de manera desproporcionada, atacando con balas de goma a estos laburantes invisibilizados, como también a propios dirigentes de la Federación Argentina de Cartoneros, Carreros y Recicladores.
Vale recordar que quienes se dedican al reciclado trabajan “en la miseria total, sin ningún apoyo, con enormes riesgos a su salud y su vida; que cada día puede terminar bajo el peso de una montaña de basura o arrollada por una pala mecánica. Estos trabajadores pides cosas mínimas como ropa de trabajo y baños”, señalan desde la Federación Argentina de Cartoneros, Carreros y Recicladores, pertenecientes a la CTEP (Confederación de Trabajadores de la Economía Popular).
Jacquelina Flores es conocida en Tandil y la región, ya que disertó en el 2do Encuentro Regional de Mujeres del Centro de la Provincia, realizado en 2017, y ha brindado talleres para la formación de las promotoras ambientales de la CTEP. Compartimos su testimonio, publicado recientemente en la página de Facebook de La Garganta Poderosa, y que nos lo han hecho llegar a la redacción…
“JAMÁS ME PEGARON TANTO EN MI VIDA”
*Por Jacquelina Flores, referente del MTE reprimida por la intendencia de San Pedro.
En el barrio La Tosquera, construimos hace un año y medio poder popular con nuestro sector cartonero. En abril, se le planteó a la intendencia las necesidades de quienes reciclan lo recolectado en un basural a cielo abierto y se firmó un acta de acuerdo con Silvio Corti, secretario de Gobierno, en la que se comprometió, entre otras promesas, a proveer elementos de seguridad que reclaman los vecinos para mejorar las condiciones laborales. Ante el incumplimiento, fuimos anteayer al municipio de San Pedro para que nos atendiera el intendente de Cambiemos, Cecilio Salazar.
Luego de tres horas sin dar la cara, arrimamos gomas de autos a las puertas del edificio. En ese momento, miembros de la Policía local se acercaron con matafuegos, pese a que no habíamos encendido nada. ¡Y nos vaciaron los extintores en la cara! Varios convulsionaron y dos debieron ser hospitalizados. Minutos después, llegó Infantería y empezó a pegarnos palazos, sin parar. ¡Eran 60 uniformados y nosotros menos de 40! Por si fuera poco, un oficial se descargó con balazos de goma, mientras varios efectivos golpeaban a gente en el suelo. “Negra de mierda, ¿qué hacés en San Pedro? No te queremos ver más”, me dijo un grupo de personal femenino antes de molerme a bastonazos. Un compañero quiso socorrerme y ligó una paliza feroz. Nos llevaron detenidos a ambos y a cuatro militantes más.
Las irregularidades siguieron. En la comisaría nos enseñaron “buenos modales” a golpes, y advirtieron que ahí “las cosas son distintas”, que debíamos portarnos “bien” y “aprender a callar”. En mi caso particular, la doctora de guardia del Hospital me preguntó si me habían pegado. “Me acaban de reprimir, ¿no corresponde que me revises?”, reaccioné. No me contestó y ahí terminó el “control médico”. Cuatro horas después de la represión, el secretario de Gobierno hizo una conferencia de prensa negando el acta de compromiso ¡que él mismo había firmado!
No pienso naturalizar semejante violencia que refleja mi cuerpo lleno de moretones. Sin exagerar, jamás me pegaron tanto en toda mi vida, cuando lo único que pretendemos es que cumplan sus promesas. Aunque el desprecio que tienen hacia los pobres esté traspasando los peores límites, no vamos a retroceder hasta que cumplan con el pacto.
Estamos con los cuerpos doloridos, pero con el espíritu intacto.
Publicación original, en la página de Facebook de La Garganta Poderosa