Jueves de marcha: la CTEP reclamó respuestas

Las vacaciones ya se están disipando y el cotidiano andar comunal se pone en marcha. Y con ello, el resurgir de los reclamos que quedaron truncados en enero. En este sentido, la CTEP Tandil, en el marco de la jornada nacional de lucha (junto a la CCC y Barrios de Pie), se movilizó este jueves al palacio municipal, interpelando al Municipio y exigiendo respuestas concretas (aún debidas) al proyecto de ordenanza elaborado para la economía popular en Tandil. Proyecto que hace dos meses se presentó al Deliberante.

Alrededor de quinientas personas, pertenecientes a los distintos sectores de la economía popular tandilera, se concentraron desde las 9 de la mañana en la esquina de Sarmiento y Rodríguez. Desde allí, por calle Rodríguez, entre bombos y cantos, e interpelando a la sociedad que los veía pasar, acerca de la importancia de su trabajo, invisible para muchos), llegaron al frente del palacio municipal. En ese punto, se realizó una suerte de asamblea, en la que desde los diferentes espacios que conforman la CTEP se fueron presentando y exponiendo, en profundidad, las problemáticas concretas de cada una de las ramas. Por ello, hablaron desde los cartoneros hasta las cooperativas y las trabajadoras sociocomunitarias.

En esa asamblea, entre otros, estuvieron presentes los concejales Facundo Llano (bloque Justicialista), Gustavo Ballent y Mauricio D’ Alessandro (bloque Integrar); Facundo La Banca (Suteba Tandil); y Juan Manuel Carri (de la Asociación Bancaria y presidente del PJ local).

Una de las trabajadoras de la economía popular, detallando las problemáticas de su espacio. Foto: gentileza Emiliano Invernizzi.

Miradas del Centro dialogó con Chachi Milazzo, integrante de la CTEP-MTE, sobre el reclamo en lo local: tratar el proyecto de ordenanza presentado en diciembre de 2017, luego de la gran movilización organizada por la CTEP Tandil. El proyecto busca que se destine “presupuesto para el sector. A nivel nacional, la economía popular representa un 30% de la población. Son quienes salen a reinventarse su trabajo. Algunos están organizados y otros más atomizados, pero entendemos que el gobierno municipal tiene que tener políticas para el sector”.

En lo esencial, la lucha sigue siendo la misma que se materializó en la marcha de diciembre: por el reconocimiento, la remuneración, los beneficios y los derechos de cualquier empleado formal. Reconocimiento de la labor de cartoneros, recuperadores urbanos y trabajadores sociocomunitarios, para que se los considere proveedores de un servicio público. Desde el Movimiento Evita, que marchó junto a la CTEP Tandil, marcan que de los 1800 millones de pesos que administrará el Municipio del Lugar Soñado en 2018, “es necesario destinar 4 millones para que 1000 trabajadores se puedan desempeñar: realizando veredas; mejorando las escuelas; provisión de productos textiles; mejorando viviendas; y limpieza y mejoramiento de espacios verdes”.

Foto: gentileza portal La Opinión de Tandil

Ya a fines del enero último, se daba cuenta de la necesidad y urgencia para la implementación de la Ley de Emergencia Social, tal lo entendido y señalado por las organizaciones sociales que laburan con las bases en el día a día. Ley votada y aprobada en 2016, reglamentada en 2017, pero aún sin su puesta en la práctica. Ley que establece que las organizaciones sociales sean parte de la discusión sobre los fondos, así como la participación en el Consejo del Salario Mínimo y Vital que hoy integran el gobierno nacional, empresarios y la CGT.

En esos primeros días de 2018, desde algunos medios que se hacían eco de la situación, se indicaba que “los movimientos sociales y organizaciones piqueteras prevén meses calientes y de conflicto. Al incesante incremento de la canasta básica, sumado a los constantes tarifazos, se le agrega los despidos y un contexto social duro que golpea a los más marginados”.

La CTEP Tandil presentó el 14 de diciembre de 2017 un proyecto de ordenanza, para que  los más de mil trabajadores y trabajadoras que perciben programas de empleo estén contemplados en un marco normativo. Proyecto de ordenanza imprescindible para garantizar fuentes de trabajo e impulsar las unidades productivas. En esta dirección, la esencia del reclamo se encuentra en la articulación que se le exige al Estado (en todos sus niveles) para proveerse del trabajo y la producción de las cooperativas del sector: desde la realización de cloacas, tendido de agua y servicios a los barrios; la construcción de viviendas y mejoramientos en infraestructura escolar y hospitalaria; gestión de residuos con inclusión de los recicladores cartoneros; alimentos producidos por la agricultura familiar; indumentaria producida en los polos textiles; servicios de inclusión y contención de adicciones; espacios y ferias para los trabajadores del espacio público; hasta la limpieza de arroyos y sus cauces.

Foto: gentileza Emiliano Invernizzi.

A nivel nacional, la Confederación de Trabajadores de la Economía Popular (CTEP) y demás organizaciones sociales, saldrán a las calles en defensa de sus fuentes de trabajo, pero también para exigirle al Estado este trabajo de articulación con cooperativas para las obras públicas a realizar. Desde la CTEP, la CCC y Barrios de Pie pedirán “el 25% de las obras públicas de la provincia de Buenos Aires y el 25% de las compras que hace el Estado estén en manos de cooperativas. De esa manera, se van a fortalecer la economía y la producción popular”, manifestó Daniel Menéndez, integrante de Barrios de Pie.

En el marco de un recorte a planes sociales anunciado por el Ejecutivo, las organizaciones prevén que el gobierno de María Eugenia Vidal “tendrá que responder” a la demanda de los cooperativistas. Se supone que el nuevo fondo de la Provincia obtendrá 40 mil millones de pesos, previsto, en parte, para programas que “beneficien a los sectores populares”. Y el de la economía popular suele ser de los sectores más afectados en contextos de crisis, desempleo, tarifazos, inflación y recortes, como el que se vive en la actualidad. Las medidas nacionales tendientes a la supresión del programa de Inclusión con Trabajo (Argentina Trabaja) dan cuenta de un avance hacia la precarización de los programas ante la quita de obras concretas y el complemento de herramientas y materiales para la capacitación en oficios.

Foto: gentileza Movimiento Evita Tandil

Mientras tanto, integrantes de la CTEP mantienen reuniones junto a la Comisión de Producción, Trabajo y Medioambiente del Concejo Deliberante, en torno al proyecto de ordenanza presentado al calor del último diciembre, para formalizar y fortalecer las condiciones de trabajo de los laburantes que se encuentran insertos en las unidades productivas. Unidades nucleadas en la organización, para así transformar planes sociales en trabajo de interés social. En el proceso de este proyecto, un factor determinante fue la marcha que, a mediados de diciembre, se movilizó hacia el municipio, por visibilizar el peso y presencia del sector. Una marcha que tuvo su réplica este jueves, y que dejó demostrada la necesidad de contar, de manera urgente, con una ordenanza que considere a este sector.

En cuanto a estas reuniones, Milazzo comentó: “Nosotros entendemos que muchas veces los tiempos del gobierno (del ejecutivo y del legislativo), no suelen ser los tiempos de la gente. Necesitamos que esos tiempos se aceleren y nos den una respuesta más inmediata. Por eso, en el marco de la jornada nacional, salimos con esta reivindicación más concreta para lo local”.

Foto: gentileza Movimiento Evita Tandil

Recordamos que este proyecto está basado en tres ejes: promover la contratación y participación de las unidades productivas en la obra pública (como el caso de la cooperativa encargada de la limpieza y mantenimiento del arroyo Langueyú); que en las compras municipales, el Municipio no sólo le compre a empresas privadas, sino que, dentro de su cartera de proveedores, contemple la posibilidad de adquirir productos elaborados por cooperativas y emprendimientos de la economía popular; y el apoyo y fortalecimiento de estas unidades productivas, en cuanto al aporte en maquinarias, en espacios.

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Tandil tendrá sus Promotoras Ambientales

Jacquelina Flores, referente nacional del Movimiento de Trabajadores Excluidos -MTE-, estuvo en la Casa Violeta de Tandil el último fin de semana, para capacitar a las recuperadoras urbanas en pos de la puesta en marcha del Programa Promotoras Ambientales. Programa en el que se enseña la metodología para el reciclaje (como la adecuada separación de residuos) y su promoción, así como también se busca integrar en campañas de concientización a mujeres que, por su trabajo, tienen experiencia en la materia. Asimismo, profundiza en el rol social y ecológico de los cartoneros que reciclan diariamente toneladas de basura, y así evitan enterramiento y contaminación.

En Tandil, se pondrá en marcha en marzo, en articulación con instituciones. El trabajo comenzará en la Escuela Secundaria 18, en el marco de un proyecto impulsado junto a la secretaría de extensión de la Unicen: las promotoras ambientales contarán con el acompañamiento de integrantes del Centro de Investigaciones y Estudios Ambientales (Cinea).

En diálogo con los medios, Flores destacó el objetivo de “revalorizar a la mujer cartonera y hacerla visible. No es verdad que en Tandil no hay cartoneros: existimos y queremos que estén con la palabra latente, enseñando sobre la separación en origen, contando quiénes somos, qué es el MTE, qué son las cooperativas cartoneras y qué hacemos con el material que reciclamos”.

Asimismo, la idea es interpelar, tanto al poder político local como a la sociedad misma. Una sociedad que no está informada de la labor de este gran sector de su población. “Tandil tiene que empezar a decir que puede ser limpio y seco. Nosotros venimos a ayudar, a fundamentar la separación en origen, pero sobre todas las cosas a decirle a la ciudadanía que nos empiece a mirar desde otro lugar, que somos trabajadores de la economía popular, cartoneros y orgullosamente”, manifestó Flores.

Mujeres cartoneras que ya se encuentran participando activamente de las asambleas, de cara al paro y las movilizaciones del 8 de marzo, en el Día Internacional de la Mujer Trabajadora.

Por el trabajo, la dignidad y los derechos que peligran