¿Paisaje Protegido o paraíso inmobiliario?
Esta pregunta se hacen y plantean desde la Asamblea Ciudadana por la Preservación de las Sierras de Tandil a toda la comunidad de la ciudad (aún) serrana. Lo que parecía una sospecha allá lejos, al momento de rubricarse la declaración de la Ley de Paisaje Protegido, la contundencia de la realidad parece ratificar que se cambiaron canteras por construcciones… Aunque tampoco se tiene la certeza siquiera de que las canteras que, se supone, cerraron con la ley, realmente hayan cerrado. Compartimos el comunicado de la Asamblea…
Estado de situación en las Sierras de Tandil: ¿Paisaje Protegido o paraíso inmobiliario?
Excepciones. Convenios Urbanísticos. Construcción clandestina. Una propuesta de Centro Comercial sobre Don Bosco… ¿Y el manejo de las cuencas hídricas? Una escuela privada sobre Don Bosco, ¿y dónde está el estudio de impacto ambiental?
La continuidad del Cerro San Martín, amenazado por la construcción indebida. Calles abiertas en zonas que mitigan la velocidad de escorrentía de las aguas de lluvia… ¿Y la prevención de inundaciones en el barrio Falucho y otros de la ciudad? El agua que baja más rápido desde Villa del Lago, Villa del Parque, Villa Cordobita y Entresierras, Valle Escondido, Valle de Don Bosco, Chacras del Golf.
Sierras invadidas por usos inadecuados en desmedro de la biodiversidad, de las cuencas hídricas, de las áreas de recarga del acuífero que abastece la ciudad. ¿Dónde va el agua que antes absorbía la cobertura natural, hoy loteada y convertida en casa, jardín y camino? ¿Dónde los efluentes cloacales?
El aumento de la construcción requiere pensar previamente dónde irán los efluentes cloacales, en las Sierras y en la ciudad. El negocio inmobiliario y una errada concepción de desarrollo, nos cuestan caro en naturaleza, en calidad de vida y en recursos de todos. Algunos ganan y la ciudad pierde. Esto no es desarrollo.
Las Sierras más antiguas de la Argentina no son piedra para moler. Sin embargo, las canteras en actividad siguen depredando a ritmo creciente. Canteras cerradas por ley han estado vendiendo piedras y sobrecargando camiones. Canteras cerradas por ley reclaman en la justicia (¿?) una indemnización. No sólo no corresponde en el marco de la ley que les dio la opción de reconversión que no tomaron. Basta mirar los huecos gigantescos en las Sierras, esas amputaciones eternas, para preguntar: ¿Quién le debe a quién? Los responsables de esa destrucción irreversible le deben a las generaciones actuales y futuras, le deben a Tandil, el inmenso daño ambiental producido.
Quizá pretendan usar ese juicio como la moneda de cambio para obtener nuevos privilegios. Quizá apuesten a encontrar funcionarios que les hagan el juego. En cualquier caso, es inaceptable. Las ganancias fueron suyas; la responsabilidad por los daños al patrimonio tandilense también. Aunque sea tan trabajoso para esta justicia reconocerlo y para la mayoría de la dirigencia política exigirlo, son quienes saquean y degradan los que están en deuda con Tandil.
Esta gestión de las Sierras, las cuencas hídricas y la ciudad, nos condena a sufrir las consecuencias, perder naturaleza y pagar la cuenta de las obras que intentan mitigar en parte los desastres que crean.
¿Hasta cuándo, vecinos? Si no despertamos a tiempo, Tandil habrá perdido su identidad y su calidad ambiental. Nuestros hijos y nietos ya no disfrutarán de la naturaleza extraordinaria de las Sierras.
¿Estará a la altura de estos problemas el nuevo Concejo Deliberante? ¿Se decidirán los funcionarios a cuidar el patrimonio fundamental de la ciudad? ¿Quién piensa en las generaciones futuras?
Se necesitan hechos, no sólo palabras.
Asamblea Ciudadana por la Preservación de las Sierras de Tandil