Rafael Nahuel, en las plazas de Tandil y Olavarría
La región se hermana ante las luchas y las injusticias. Así como hubo manifestaciones en ocasión del Día por la Eliminación y Erradicación de la Violencia hacia las Mujeres, la Glorieta de la Plaza Independencia de Tandil como el Paseo Jesús Mendía de Olavarría fueron los escenarios para el repudio espontáneo por el asesinato del joven Rafael Nahuel, militante popular de la lucha mapuche, en medio de una represión de Prefectura Naval. Operativo y muerte que se dieron el mismo día del sepelio de Santiago Maldonado.
No son buenas nuevas las que vuelven a llegar desde el Sur: un nuevo hecho lamentable reunió y magnificó el repudio de la militancia por los derechos humanos en los corazones de estas ciudades de la región Centro de la provincia de Buenos Aires; prestos a repudiar este nuevo hito en el prontuario represivo del gobierno de Mauricio Macri.
En principio, sobre lo ocurrido en los alrededores del Lago Mascardi y su repercusión en Bariloche, compartimos con nuestros lectores lo que la periodista Susana Yappert, desde el lugar de los hechos, relató en primera persona, el 25 de noviembre, cerca de las 23: “Recién llego del Hospital de Bariloche. Desde las 17 estamos acompañando a mujeres mapuche con sus chicxs y miembros de distintas comunidades que quieren saber quién de los suyos fue asesinado o herido en la represión -cacería en el Lago Mascardi. Hace cinco horas que nadie les informa nada. Las mujeres corren atrás de las ambulancias que llegan a la guardia para saber si traen a sus heridos. Abogadas defensoras de derechos humanos interpusieron Habeas Corpus preventivo. La Cámara de Comercio local celebró la represión. Hubo gente celebrando en la ciudad que asesinaron a un indio. Hay gente en la ciudad que ‘quiere bala’. Vi a mujeres mapuche llorando, angustiadas, sufriendo. Las vi cortando la calle y haciendo fuego en la puerta de Parques Nacionales. Las vi correr de la policía y bajar hacia a Catedral. Vi cómo dos hombres de casi dos metros fueron a pegar a mujeres mapuche y a sus hijos pequeños que habían interrumpido una misa para denunciar que estaban asesinando a su gente. Vi a dos jóvenes que fueron a impedir que eso ocurriera. Una mujer le pegó a un niño mapuche en la Catedral. Lo vi llorar, y a su madre preguntar quién lo había hecho, sin que nadie respondiera. Escuché a los fieles decir que si estaban matando mapuches ‘algo habrán hecho’. Cinco horas esperando que alguna autoridad local, provincial, nacional informara qué estaba pasando en el Lago Mascardi. La ciudad se llenó de policías; la ruta camino a El Bolsón estuvo horas cortada; no dejaron pasar a organismos de derechos humanos que iban al lugar donde se estaba produciendo la represión- cacería. Hace un rato, ordenaron allanamientos en el kilómetro 7, donde vive una mujer de la comunidad. Sus lamienes pedían urgente abogados y abogadas que las acompañen. Me vine a casa a escribir estas líneas, algunas personas y organizaciones esperaban en el hospital novedades. La espera y el silencio, una crueldad infinita”.
En la Glorieta, unidos por el espanto
En Tandil, con la calurosa tarde del domingo mediante, hacia las 18, organizaciones y vecinos de a pie se autoconvocaron en la Glorieta de la Plaza Independencia. El motivo: expresar el repudio hacia la impunidad con la que las fuerzas de ‘seguridad” asesinaron al joven Rafael Nahuel. La primera en tomar la palabra fue Delia Caniumir, referente mapuche, quien saludó en mapudungun y expresó: “En este momento, estamos sufriendo una represión que representa nada más que un pequeño ejemplo de lo que podría ser. Ellos están ensayando, por eso están todas las fuerzas represivas allá (como Gendarmería y Policía Federal), y ensayando en un pequeño campo, con nuestra gente mapuche. Es para ver cómo van a hacer después, cuando todo el pueblo se ponga en contra de este sistema que están queriendo imponer: económico, político, social. No tenemos que bajar los brazos. Acá nadie se asusta. Porque lo peor que puede haber, en una persona y en un pueblo, es tener miedo. Ellos quieren vernos atemorizados, pero acá tenemos que sacar nuestras fuerzas espirituales y morales más profundas, para responder con toda la fuerza que nos une, como individuos y como seres de una comunidad”.
Caniumir resaltó: “Somos seres humanos ante todo. No hay personas de menor ni de mayor valor. Aquí, empiezan con nuestra gente mapuche en el sur, pero pretenden seguir con todos. Estos ‘señores’ que nos gobiernan, son de esta estirpe de gente que nos ha saqueado… Fueron sus tatarabuelos los que despojaron de todo a nuestra gente”. Caniumir remarcó que “en el sur, es muy bravo ser mapuche. He acompañado a mi familia en muchos reclamos y es tremendo llegar a una entidad gubernamental, donde te atiende gente de clase media, con estudios, como si fueras alguien de menor valor. Los hermanos blancos, a veces, van en contra de nuestras comunidades. Después nos dicen ‘con esta gente no se puede dialogar’. Les echan la culpa a los paisanos. Es difícil cuando uno ha sido discriminado toda la vida”.
Por su parte, Petra Marzocca, desde Memoria por la Vida en Democracia, indicó que “desde lo personal, porque tenemos memoria, queremos conocer la otra historia y tratar de transmitirla a nuestros hijos y a nuestros nietos, en forma veraz y no mentirosa, como ha sido desde los orígenes: tanto la campaña del desierto como las diferentes intervenciones del Estado en contra de los obreros organizados a través del tiempo, y como fue en el año 1976, con la expresión máxima del terrorismo de Estado”.
Asimismo, informó de la realización de una reunión que se finalmente se realizó en Suteba, convocada desde los sectores que conforman la Asamblea por Santiago Maldonado, “para ver cómo seguimos, cómo hacemos visible este conflicto que va por más y que viene atropellando los derechos de todos. Frente a este individualismo que nos penetró hondamente como sociedad, hay que abrir los ojos y comprometerse con las problemáticas que atraviesan otros sectores”. Reunión en la que se resolvió la convocatoria a la Plaza Independencia, este viernes 1 de diciembre, a las 18, ya no solo por Santiago y por Nahuel, sino también por toda la situación de impunidad.
Daniel Fernández, como representante del Movimiento de Trabajadores Excluidos, refirió la postura en torno a los cartoneros de Tandil, que comienzan a organizarse. “Entendemos que la represión que se cobró la vida de un compañero más, de un compañero mapuche, Rafael, y la de Santiago Maldonado, es parte de un contexto de aumento de la violencia. Hoy les tocó a los mapuches, y mañana nos puede tocar a cualquiera de nosotros. Tenemos que ser solidarios y respaldar cada una de las luchas”.
Fernández señaló que al MTE le toca particularmente de cerca este caso, ya que además de ser integrante del pueblo mapuche y estar reclamando por el territorio que le corresponde, Rafael era parte del Colectivo Al Margen, parte de la Confederación de Trabajadores de la Economía Popular, a la que pertenece el MTE. “Se ratifica cada vez más que el gobierno de Macri es un gobierno de los empresarios; cada día demuestra que, a la hora de ponerse de un lado o del otro de la balanza, el Gobierno, con toda su potencia, está del lado de los ricos, de los terratenientes extranjeros. Como trabajadores en general, se nos viene difícil. Como trabajadores de la economía popular, más difícil aún”.
Cerrando su alocución, Fernández manifestó que esa es la forma que entienden única “de romper el cerco mediático. La cobertura de los medios de lo que pasó ha sido nefasta: se han dado titulares en los medios que son de la época de la dictadura. Tenemos que estar en las calles, en las plazas, visibilizando el conflicto e interpelando al resto de la sociedad, que es la herramienta que tenemos. Nos solidarizamos con el pueblo mapuche; repudiamos la sangrienta represión que se llevó la vida de un compañero más; estamos en estado de alerta y movilización; y exigimos que renuncie la ministra Patricia Bullrich, que ya se cargó un segundo muerto, y el presidente Mauricio Macri también tiene que dar explicaciones al respecto”.
Edgardo Souza, desde el Partido de los Trabajadores Socialistas, dentro del Frente de Izquierda, marcó que “el motor que nos moviliza a salir es el hastío de una alza en la represión, que ya se cobra una segunda víctima notoria: en este caso, un joven de 21 años que retoma y continua el mismo ejemplo de otros jóvenes solidarios y asesinados en situación de represión”. En ese punto, mencionó los casos de Maximiliano Kosteki y Darío Santillán, así como también el de Mariano Ferreyra y, el más reciente, el de Santiago Maldonado.
“El caso de Rafael es sumamente doloroso –agregó Souza- y habla del nivel de impunidad con el que se está manejando el actual gobierno que es pavoroso, blindado por medios de comunicación que no tienen la más mínima vergüenza de titular: ‘Un muerto en un enfrentamiento’. Titulares que nos hacen recordar, incluso, a las épocas más nefastas de nuestro país”.
“Lo que demanda la época es que nos organicemos. Que esa bronca genuina sea organizada. Es indispensable, en este momento, el estar en las calles: estar por Santiago, que se va a cumplir un nuevo mes de su asesinato; y utilizar esa bronca, no sólo para quedarnos en lo reivindicativo, en un contexto nacional sumamente ofensivo hacia los sectores oprimidos y la clase trabajadora”. Souza instó a que, “más allá de nuestros matices, de nuestras diferencias, de nuestras distintas interpretaciones de la coyuntura reciente, de los gobiernos pasados y del actual, necesitamos estar contundentemente golpeando con un puño unificado a este Gobierno, sin dejar de tener las diferencias, pero uniéndonos en esta coyuntura que es realmente preocupante”.
Desde el FIT se exigió la renuncia de Bullrich y Nocetti, y el pedido de justicia por Rafael, “los otros compañeros mapuches baleados con balas de plomo y que están internados; por los compañeros mapuches que todavía no bajan de los lugares en los que se tuvieron que guarecer por la represión y no sabemos dónde ni cómo están; y exigimos que se sepa toda la verdad sobre el caso”.
La Poderosa de Villa Cordobita leyeron un escrito de La Garganta Poderosa, titulado “Otra asfixia por subversión”, que esto reza: “Ahora que mataron a un mapuche con sangre bien mapuche; ahora que no denunciamos una desaparición forzada; ahora que no debió saltar desesperado al Lago Mascardi; ahora que no está en Chile; ahora que no hay ningún pueblo donde todos se le parezcan; ahora que no recaen las sospechas sobre un viejo casero; ahora que no lo llevó ningún camionero; ahora que no lo recogieron en la Ruta 40; ahora que las Fuerzas Federales balearon a tres por las dudas; ahora que sus presas tienen plomo en el pecho, el estómago y el hombro; ahora que llora toda la comunidad Lof Lafken Winkul; ahora que fusilaron a otro ser humano en Bariloche, por gritar lo que pasa… ¿Ahora sí nos vemos en la Plaza?”
Matías Valdez, del Movimiento Evita, caracterizó al gobierno de Mauricio Macri en el marco de una alineación neoliberal, “de las corporaciones, de los empresarios, con el poder económico que, de facto, venía ejerciendo el poder, con una sociedad que tiene un sentido común liberal que le dio lugar a eso”. Valdez señaló que desde el Gobierno “parten de una comunidad que vemos inhóspita, lejana y con la que no compartimos muchos rasgos de nuestra cultura para que, en esa lejanía, miremos como con desdén. Están en un laboratorio y probando dónde y cuándo pueden pegar, para ir de a poco, desgranándonos… Van por la sociedad en su conjunto”.
El referente del Movimiento Evita reflexionó: “en la medida en que no seamos sensibles y no respondamos como estamos respondiendo hoy; que no podamos interpelar al compañero o a la compañera que tenemos al lado, acerca de la gravedad de lo que está sucediendo, estamos perdidos”. Cerró su aporte con que se debe dejar de estar a la defensiva y pasar a la ofensiva, “no en confrontación, sino en pensar un futuro como sociedad, como comunidad y desde lo humano”.
Por último, desde Patria Grande, Juan Arrizabalaga hizo alusión a los 21 años de Rafael Nahuel y su origen: “era laburante, venía del barrio, se solidarizó con la causa mapuche, y fue asesinado por la espalda, por profesionales de la represión: gente a la que le pagamos, en la que invertimos recursos del Estado, gente pertrechada de militar, dedicándose a matar gente. El sueño de las clases dominantes en nuestro país es que los que habitamos este suelo, nos acostumbremos a la pobreza, al subdesarrollo, a la represión del Estado, a perder derechos”.
Arrizabalaga recordó que “en algunos países de América Latina lo lograron, a pesar de la resistencia. No lo han logrado todavía en la Argentina, pero lo intentan. Para eso están en el poder y están ensayando con esta política de ajuste, de reformas. Quieren que nos acostumbremos a perder derechos conquistados en el mundo hace ocho décadas, como los derechos laborales, los derechos jubilatorios; que nos acostumbremos a la represión, a que desaparezcan y que maten gente, y que una parte de la sociedad lo avale, como pasa en otros países de América Latina. Ese es el ensayo que están haciendo en Argentina con el gobierno de Macri y nosotros tenemos que responder para que eso no sea así”.
“Estamos acá, contra la política de ajuste y por la vida”, expresó Arrizabalaga, “y a pesar de que ellos tengan el poder económico, el político, judicial, militar, mediático, todo el poder, a nosotros no nos asusta”. Denunció que el macrista “es un gobierno sádico, que asesinó a Santiago Maldonado, que no hizo absolutamente nada porque especula y juega con 44 personas que se están muriendo en el mar… No les interesa. Juegan. Para ellos, es especulación. Y como si no alcanzara, al otro día van y matan; disparan y matan por la espalda, y ensayan. Es una prueba de ensayo lo que están haciendo. Nosotros tenemos tres tareas por delante: resistir en unidad, en la unidad más amplia posible; lograr interpelar y movilizar a esa parte del pueblo que está brindando un consenso pasivo y funcional a este gobierno y a estas políticas; y lograr construir una alternativa de poder”, concluyó Arrizabalaga.
Olavarría también se hizo eco del repudio autoconvocado
Hacia las 18 del domingo, diferentes organizaciones respondieron a la convocatoria de la Comunidad Mapuche Urbana Pillan Manke de Olavarría, para repudiar el asesinato del joven Rafael Nahuel, en el marco de la feroz represión en un operativo de desalojo, en manos de la Prefectura Naval Argentina. Alrededor de unas 60 personas se congregaron en el Paseo Jesús Mendía.
Desde Pillan Manke se leyeron algunos documentos que estaban circulando en las redes, contando sobre la vida de Rafael Nahuel. Acto seguido, se propuso la realización de una asamblea en esta semana, para ver de qué manera organizar la solidaridad, de manera activa, con el pueblo mapuche. Asimismo, se denunció el nivel creciente de la represión y del hecho de que el G20 se encontrará en Bariloche en abril del año venidero.