Reflexionar el periodismo olavarriense… desde adentro (1era parte)

Hace un año lanzamos este portal, un proyecto comunicacional de creación colectiva que desarrolla análisis e información en profundidad, con la propuesta de unificar las causas que identifican y distinguen a la región centro de la provincia de Buenos Aires. Nuestra intención era y sigue siendo establecer una trinchera desde donde mostrar las luchas que compartimos cada día en la calle, el aula y la oficina. Entrevistar a aquellos que para nosotros resultan voces imprescindibles, describir escenarios posibles, contar historias sumergidas. Tratamos de hacer nuestra en cada nota la misión de dar testimonio en tiempos difíciles, y por eso buscamos analizar, intentamos profundizar. Brindar en suma, nuestra mirada sobre una región que es nuestro lugar en el mundo.

 

 

En esta última edición del Día del Periodista poco se pudo celebrar en el país, pero desde nuestro espacio quisimos indagar sobre los desafíos y las posibilidades que tiene actualmente el oficio en cada ciudad de la región que abarca Miradas del Centro, en un contexto de crisis en el sector que habla de avasallamientos, silenciamientos y despidos en muchos ángulos y sentidos. Periodistas, comunicadoras, comunicadores, de programas radiales, de AMs y FMs, de la gráfica, de portales web, a varias y varios se les preguntó. Algunas y algunos ni el ‘visto’ nos ‘clavaron’; otros nos prometieron respuesta que aún esperamos. Pero muchos se tomaron un buen rato para contestar, y a todos ellos agradecemos.

Publicamos en esta primera entrega las palabras recibidas, que en muchos casos suman preocupaciones, de quienes nos dedicaron su tiempo para contestar acerca de Ventajas, desventajas y desafíos para la profesión del periodista en este siglo XXI y el significado del periodismo militante. Esos fueron los dos primeros disparadores.  En la segunda entrega compartiremos; hasta qué punto se logra armar la agenda propia en cada emprendimiento comunicacional y en cada ciudad; y el grado de afectación de las dificultades económicas en la situación laboral en los medios.

 

 

En Olavarría los periodistas agrupados en la Asociación de Periodistas de Olavarría (APO) se encuentran movilizados. En un comunicado difundido hace pocos días en su página de Facebook se informa que la APO realizó recientemente una asamblea con trabajadores de EL POPULAR Medios para discutir sobre la situación actual de los periodistas y los medios de comunicación, tanto a nivel nacional como en Olavarría y, sobre todo, en sus puestos de trabajo. Allí afirman: “Pedimos paritarias reales contra un 10% que ofrece Adira (Asociación de Diarios del Interior), y mejores condiciones salariales y laborales. Además APO manifiesta su solidaridad con los 345 compañeros de Télam despedidos y con los 54 colegas de Radio del Plata que se quedaron sin sus fuentes de trabajo.»

En 2017, el portal Infonews publicó que una evaluación realizada por los sindicatos de prensa a nivel nacional había permitido calcular en más de 2.500 los puestos de trabajo del sector perdidos en los dos últimos años por la vía de despidos directos, “retiros voluntarios” y jubilaciones anticipadas, dispuestos por las, sacando provecho de la fuerte devaluación dispuesta por el gobierno nacional a principios de 2016. «En este grave contexto, los hombres y mujeres de Prensa hemos afrontado ‘paritarias con techo’ muy convenientes a las empresas, advertidos de la connivencia entre estas y el Ministerio de Trabajo de la Nación, e incluso de la complicidad de algunos pseudos dirigentes sindicales«, indica el comunicado de la Mesa Nacional de trabajadores de Prensa. Los porcentajes que se pretenden “negociar” para el período 2017-2018 no se corresponden con las estimaciones de inflación más optimistas y no contemplan compensación alguna y definitiva respecto de la pérdida del salario real ocurrida en 2016.

 

«Se suma a esto el impulso empresario a la polifunción. Los trabajadores y trabajadoras de prensa avalamos el uso de nuevas tecnologías para mejorar la tarea periodística y no para precarizar nuestras condiciones laborales y salariales maximizando las ganancias empresariales», continúa el texto. «Por su parte, al gobierno nacional no le interesan los despidos ni el empeoramiento de las condiciones de trabajo en prensa. Transcurrido un año de una movilización similar a la de hoy ni el ministro Jorge Triaca ni ningún otro funcionario convocó a un diálogo a los dirigentes gremiales de prensa, ni tomó medidas para atender la situación que ahora se profundiza. Esto no solo afecta a los periodistas y sus familias. Perjudica a la comunidad porque restringe la diversidad y pluralidad de voces y la calidad del sistema democrático«, concluye la declaración de la Mesa Nacional De Trabajadores de Prensa, agrupación a la que pertenece la Asociación de Periodistas de Olavarría.

Las preocupaciones atraviesan horizontalmente la profesión. Los periodistas jóvenes nacieron con algunas tecnologías del siglo XXI incorporadas, por lo que no las miran con desconfianza, pero problematizan sí los consumos y se preocupan por las sequías publicitarias, así como la reducción de puestos de trabajo y la falta del chequeo de datos. El periodismo militante en gran medida se reconoce como preexistente a la actual grieta. Nadie es neutral y varios acuerdan que debería dejarse expresado desde donde se habla. El periodismo local es el refugio de una profesión que avanza a los tumbos, casi a campo traviesa en el áspero mundo del interior. La agenda es la del periodista, y la de las relaciones de pueblo en tanto medio. Las dificultades económicas son el horizonte negro que avanza sobre la infraestructura comunicacional. Tanto la crisis económica que aqueja al país como la sequía publicitaria que los afecta y el corte de pauta oficial agregan preocupación a las complejidades propias del producir noticias. Todo eso surgió en las respuestas, y a partir de aquí pasamos a compartir las reflexiones de las y los entrevistados, que estaban esta vez, del otro lado del micrófono.

 

De ventajas, otras no tanto, y los desafíos del periodismo

 

Alexis Grierson/ Prensa escrita: Las ventajas que tiene un periodista en el Siglo XXI es la apertura de la información, la apertura que da la participación de lo digital, las redes sociales y un mundo totalmente novedoso e incluso sorpresivo para buena parte de los profesionales del periodismo. Si bien hay procesos sumamente complejos para aquellos que vienen de la escritura en papel y el periodismo “tradicional”, las nuevas generaciones aparecieron con la tecnología incorporada, siendo nativos digitales, que han tenido procesos de adaptación rápidos y efectivos en torno al periodismo y las nuevas tecnologías. Esa me parece una ventaja muy grande. Las desventajas que veo son dos bastante claras: en primera instancia, las complicaciones que surgen con “los dueños de la información”: muchas estadísticas, números, datos, informaciones, no siempre aparecen con plena sinceridad, sin la búsqueda de una intencionalidad o “a cambio de”.

El mismo caso para con el contexto económico y las pautas publicitarias, sobre todo estatales. Las empresas periodísticas en su gran mayoría pasaron a depender de la pauta estatal, y eso suele traer consigo un discurso que no siempre depende de la libertad de expresión, sino de la libertad de empresas. Que no siempre coincide con la mirada sobre la información que tienen los periodistas. El desafío está en la creación de contextos que permitan que la labor de un periodista pueda realizarse con plenitud, potenciando sus capacidades con las nuevas tecnologías y atravesando, definitivamente, el umbral transitorio entre lo analógico y lo digital. No solo desde lo empresario y lo laboral en sí, sino también en la educación.

Creo que los diarios en papel van a seguir existiendo, solo que debe haber una transformación real en torno al manejo de la información. Y en internet, todavía no hay un método que sea rentable para que las empresas periodísticas (sobre todo las más pequeñas y las que dependen exclusivamente de periodistas) puedan subsistir. No hay, todavía en la región, inversores que apuesten a proyectos periodísticos. Pero creo que eso puede llegar. Restará ver, claro, los efectos y las intenciones de estas inversiones. En esto no meto a medios comunitarios, medios alternativos y otras opciones, porque aquí pienso que el rol del Estado es crucial y en el contexto que vivimos, las condiciones para creación y desarrollo de tales son casi imposibles.

 

 

Josefina Bargas/prensa escrita: Considero que la profesión tiene un gran desafío en el siglo 21 ante los cambios en los modos de consumo de la información. Las dificultades de las empresas periodísticas para adaptarse a esos cambios y sostener la rentabilidad son una de las desventajas, que afectan directamente la calidad de las producciones y las fuentes laborales. Al mismo tiempo, los cambios en la tecnología de la comunicación abrieron posibilidades de desarrollo laboral y de acceso a fuentes que de otra forma hubieran sido sumamente dificultosas.

Otro desafío de la profesión -vinculado a los cambios en el consumo- y, del sostenimiento de las empresas periodísticas, se apunta por el lado de la publicidad. Por el momento, la publicidad migra hacia redes sociales y abandona los medios. El impacto central se percibe en los medios web, sin embargo la afectación es general.

 

 

Jorgelina Pérez / prensa online/radio: Como ventaja la era digital ha hecho de los medios actuales algo más ágil y dinámico que los tradicionales. Estos han tenido que adaptarse y reacomodarse en ese escenario. Al mismo tiempo el usuario también se ha transformado y ha pasado a ser productor y no solo un tipo que lee lo que otros redactan. En algún punto esto es algo contradictorio porque este usuario pública cualquier cosa a través de cualquier medio blogs, redes, etc y no hay un chequeo de esa información, con lo cual eso pasa a ser una desventaja. Cualquier persona con conexión es capaz de hacer el trabajo del periodista. El salto de calidad de la información debería de destacarse ahí.

Un periodista obviamente debe chequear el dato, el rumor o lo que sea. A veces en este juego donde la primicia quién publica primero se lleva más visitas en su sitio también hace que se deteriore la calidad de la información que no es servicio, sino mercancía. Además este nuevo periodismo que de a poco va sentenciando quizás al periodismo gráfico, también genera otros conflictos como que un portal necesita menos gente y eso implica que se convierten las funciones y el periodista pasa a ser todo redacta, hace fotos, todo y con ello hay gente que se queda fuera del mercado laboral.

 

 

Martín Rodríguez/ radio: El siglo XXI… me parece un tanto pretencioso señalarlo desde mi humilde lugar. De todas maneras sí tenemos, no solo los periodistas, sino la sociedad, el Pueblo, que fortalecer mucho la profesión y el oficio periodístico. Se nos vienen arduas batallas contra las Fake News. Las redes sociales son tanto aliadas como enemigas de nuestro trabajo. Facilitan muchísimas cosas, como por ejemplo el tema de dar a conocer nuestras producciones y hacer más simple la obtención de datos, muchas veces. Pero también generan mucho ruido, obviamente no “las redes”, sino usuarios/agencias/grupos que son usados con ese fin.

La tecnología, si bien hay que estar en alerta por la pérdida de puestos de trabajo que ya hoy está generando (sobre todo en el rubro de la gráfica), debe ser aliada de los laburantes de la comunicación. Más allá del «periodismo ciudadano» que, entiendo, son personas transmitiendo hechos y eso no es hacer periodismo, es otra cosa.

 

 

Claudia Rafael/prensa escrita/ online: En principio yo prefiero llamarme trabajadora de prensa, trabajadora del periodismo y en la medida de lo posible evito la palabra “profesión”. Esto me parece que de algún modo ya te va ubicando desde el vamos en un lugar diferente por lo menos que yo no quiero. Creo que la concepción de trabajadora ya es un punto de partida.  Respecto de lo del Siglo XXI no sé, por ahí nos meteremos en cuestiones técnicas que a lo mejor tienen que ver ventajas y desventajas, cuestiones ligadas a determinadas herramientas, al tema de las redes por ejemplo, que facilitan en determinados momentos el laburo aunque también en otros lo bastardean. Pero creo que eso sí es un avance, tiene más que nada que ver con herramientas, con técnicas, con cosas a la mano que podés utilizar.

Yo me sigo parando en preceptos, que tienen que ver con definiciones, que para mí son las mismas que se usaban en el siglo XX que creo que son válidas para el XXI. Y que tienen que ver con cuál es el rol que en definitiva es pararte en determinado territorio a la hora de abordar una noticia, un hecho periodístico. En resumen ventajas/ desventajas tiene que ver con lo que decía antes, y «desafío» es no correrse del lugar de compromiso que uno elija asumir al plantarse en cuál es la propia definición del periodismo. Me parece que el desafío es siempre el de tratar de estar junto a quiénes son las víctimas, evitar ese lugar tan común a tantísimos periodistas que es el de ser escribas del poder sea cual sea el poder…

 

Del ‘periodismo militante’ y de la militancia periodística…

Alexis Grierson/ Prensa escrita/ online:  El periodismo militante es una forma de hacer periodismo, tal como muchas otras, en que la afinidad ideológica sobre proyectos de gobierno, modos de pensar y de ejecutar de un partido político o del propio Estado son claves para el desarrollo de la profesión en este sentido. Me parece que tranquilamente pueden existir, siempre hay públicos que buscan apoyarse en referencias periodísticas, pero con un detalle no menor y que no debe dejarse pasar: el periodismo militante debe sostenerse en la base de datos e informaciones verídicas que pueden tener interpretaciones variadas, pero con una base firme.

Muchas veces se denosta al periodismo militante dado que parte/nace de “operetas”, manipulaciones y falsas informaciones para crear tendencias y modos de pensar más afines al periodista, lo cual me parece que ha sido el motivo principal de la “demonización” de esta forma de hacer periodismo. Insisto, si se parte de una base clara, sincera, con información/datos verídicos, se puede hacer periodismo militante a cualquier proyecto de gobierno que exista. Después estará en los ciudadanos permitirse interpelar, cuestionar, aceptar o complementar las informaciones. Esa sería la otra pata importante que opino que debería tener un periodista militante: generar acción e interacción en sus lectores, televidentes u oyentes.

 

 

Martín Rodríguez/ radio: Creo que todos los que hacemos periodismo militamos por algo. Soy partidario de dejar bien en claro desde el lugar que se informa, que la audiencia sepa cómo pienso sobre qué debe hacer el Estado con los servicios básicos, a quien y como el sistema tributario debería cobrar y a quienes proteger, que pienso que la Justicia y los jueces deben hacer con el tratamiento de sus casos y demás. Es más, hasta podría decir públicamente a quien voto, creo que eso no me va a hacer perder neutralidad al momento de relatar un hecho o realizar una entrevista.

 

 

Josefina Bargas/prensa escrita:  El periodismo militante lo entiendo como una forma de trabajar desde la opinión o la editorialización. Considero que es una forma válida de la profesión mientras se sostenga el eje en la información, el aporte de datos y la argumentación de las posiciones, y no se transforme en simple propaganda. El surgimiento del concepto se dio en el país en el marco de un contexto político donde las máximas autoridades del Gobierno Nacional eran atacadas desde los principales medios de llegada nacional y veían limitada su capacidad de respuesta.

Otro aspecto que creo que responde al contexto nacional y que es también un desafío para el desarrollo del periodismo se vincula con la distribución de las pautas publicitarias de todos los niveles del Estado en los medios. El impacto de esas pautas en las finanzas de las empresas tuvo mucha relación con el desarrollo del periodismo militante y las consecuencias laborales de ese tipo de emprendimientos fueron negativas ante el cambio del contexto político.

 

 

Jorgelina Pérez / prensa online/radio:  Periodismo militante existió siempre, desde “La Gaceta” a lo cual cuando se debate sobre esas cosas me parece oportunista, vende humo porque podrían ocupar ese tiempo en cosas que valgan la pena.Hoy en día el periodismo es militante por más que a la gente no se lo vendan así.

Difundir la información que quiere un gobierno y no otra no dar lugar a otras voces te convierte en aparato comunicacional del gobierno eso es para mí…

 

 

Claudia Rafael/prensa escrita/ online:  Que pienso del periodismo militante… Yo yo soy militante, soy periodista y no las veo como cuestiones incompatibles. Sí hay una distorsión de lo que es decir “periodismo militante” que implica dejar de lado la rigurosidad de los hechos tal cual son, ahí estamos hablando de otra cosa. Yo creo que no soy neutral ante los hechos a los que me enfrento. No elijo pararme en cualquier lado, si eso es periodismo militante lo defino así. Creo que muchos cuando definen «periodismo militante» están hablando de una militancia determinada, una militancia X. Y de paso jugamos a hacer periodismo. Aunque eso implique muchas veces distorsionar los hechos.

Insisto, creo en la rigurosidad de los hechos, creo en la belleza de las palabras al relatar los hechos. No es lo mismo definirlos con una u otra palabra, creo que las palabras tampoco son neutrales, como uno como periodista, como laburante de prensa no lo es. Y creo que lo básico del periodismo es el compromiso con la realidad. Con la realidad tal cual la ven nuestros propios ojos, que no implica ponerse unas anteojeras. Todo lo contrario creo que hay que hacer un análisis profundo y ver los hechos tal cual son, enmarcados del lado de las víctimas.  Pero enmarcados en un contexto sistémico qué es lo que tantas veces me parece, en el periodismo, y marcadamente en el periodismo local se elude, se esquiva…

(En próximos días, la segunda parte…)