Sin nuevas tierras, delegaciones sin recursos y destrato al arte local

En la sesión de este último miércoles en el Concejo Deliberante de Olavarría, en la que se votaron, entre otras cuestiones no menores, el  Presupuesto para el ejercicio 2018, otro de los análisis del caso fue el brindado por el concejal Eduardo Rodríguez, del bloque Cuidemos Olavarría. Comparó puntos de este presupuesto con los de las gestiones eseverristas y trazó un panorama de la situación.

El edil, que hasta el último 10 de diciembre había sido el presidente del Concejo Deliberante desde 2013, a modo de introducción, señaló que el Presupuesto Municipal permite conocer el esquema de los recursos que espera disponer el Intendente; las inversiones, gastos, obras y servicios que proyecta realizar durante un año, para posibilitar la ejecución de un plan de gobierno; y las prioridades de gestión, entre otros puntos.

Asimismo, destacó la importancia de la participación ciudadana (entidades mediante) a la hora de realizar el presupuesto de gastos, más allá de las facultades del Intendente por Ley Orgánica de las Municipalidades. Rodríguez lo señaló debido a que, si bien en Olavarría no tuvo lugar un mecanismo de presupuesto participativo, sí se logró una articulación a través de las Mesas de Gestión Territorial, en la ciudad como en las localidades. Trabajo que fue “dejado de lado por el actual intendente, proponiendo durante el primer año de su gestión el mecanismo de ‘gabinete itinerante’, como una forma superadora, pero que durante el corriente año también ha quedado sin efecto. Y me temo que en participación ciudadana, en tema de prioridades de planificación del presupuesto para la gestión, también hemos retrocedido”.

La perspectiva del derecho a la ciudad

A este concepto, Rodríguez lo indicó como una cuestión “que debe estar presente tanto en la realización como en el análisis de un Presupuesto”. Derecho a la ciudad que es definido como “el usufructo equitativo de las ciudades, dentro de los principios de sustentabilidad, democracia, equidad y justicia social”. En ese sentido, señaló que el por venir será un nuevo año sin compra de tierras para viviendas sociales: “A juzgar por los números del Presupuesto, no hay compra de tierras ni incorporación de terrenos para ayudar a las familias olavarrienses a construir sus viviendas”. Si este año se incorporaron tierras de Sierras Bayas, fue “por donación de una empresa, gracias a las gestiones del concejal Federico Aguilera y que este Concejo atendió a los vecinos y apuró los trámites para la aceptación de la donación”.

El predio La Colmena también tuvo lugar en el análisis, por el fracaso del intendente Galli en su compra, ya que terminó de hacerse de él un privado. Rodríguez citó lo dicho por el mandatario a los medios locales, donde expresó que podrían ser 700 lotes con destino a vivienda social. “Fue una bonita expresión de deseos, pero el Municipio se ha quedado sin capacidad de inversión genuina, no tiene recursos propios para este tipo de inversiones”, señaló Rodríguez, remarcando lo denunciado por la edil Arregui. Rodríguez indicó que desde su bloque esperan que el Ejecutivo aplique la ordenanza aprobada en 2015, “para que a través del cobro de la Tasa de Renta Diferencial Urbana, pueda planificar y ordenar el crecimiento urbano en el sector, de manera armónica. Permitiría que el Municipio tenga la disponibilidad de un 20% de esos lotes con finalidad social”.

Otro de los temas de análisis fue la baja prioridad presupuestaria asignada a los programas de mejora del hábitat: falta de recursos asignados a mejorar las viviendas de familias que no cuentan con la posibilidad de hacerlo, en situación de vulnerabilidad social. “El Municipio, prácticamente, ha desarticulado el programa de entrega de materiales de construcción y apoyo técnico”-denunció Rodríguez-“un programa de varios años y de ejecución sostenida que redujo el nivel de hacinamiento”, según datos de la Encuesta Permanente de Hogares. Según el Presupuesto 2018, el programa Vivo Mejor contará con sólo un millón de pesos para todo el año; el programa Nuestro Hogar, 50 mil pesos anuales; el programa Hábitat, 671.900 pesos para todo el año; Banco de Tierras y Mejora del Hábitat, 500 mil pesos. Un total de 2.221.900 pesos, “un poco más de lo que cuesta construir una vivienda social”, evidenció el concejal.

Eduardo Rodríguez (Cuidemos Olavarría)

En vista de que el Deliberante olavarriense aprobó el programa Abrigar Hogares (para familias con dificultades para construir sus viviendas) y la creación del Instituto Municipal de la Vivienda (junto a la adhesión a la Ley Provincial de Hábitat), Rodríguez sinceró la expectativa de que el nuevo secretario de Gobierno, Ernesto Cladera, “tan preocupado por estos temas, pueda impulsar y cumplir con las ordenanzas en vigencia” , aunque el Presupuesto municipal tratado el miércoles no parece dar señales al respecto.

Dos años de una gestión errática en salud pública

Así fue adjetivada desde el criterio de Cuidemos Olavarría. “Una política de Estado de años, orgullo de los olavarrienses por nuestro Hospital Municipal y el Sistema Integral de Salud, entró en crisis, que hizo implosión con la renovación de los responsables del área hace pocos meses atrás”. Falta de medicamentos, de insumos hospitalarios básicos, de atención de distintos servicios, de equipamiento como el resonador o el tomógrafo fuera de servicio (y pagando mucho dinero por derivaciones al sector privado), fueron algunos de los problemas citados. “Una cosa es tener un responsable de salud; otra cosa es tener una política en materia sanitaria. Han negado una realidad visible a los ojos del vecino y de los pacientes, en la ciudad y en las localidades”.

Rodríguez refirió que, si bien este presupuesto viene con más recursos que los anteriores para el área de salud (un 35% del total), aún sigue abajo en relación a los de las gestiones eseverristas en esa área. Tema de preocupación ha sido la situación del Hospital Municipal de Sierras Bayas, demanda vecinal ni satisfecha ni atendida por el Intendente ni por la nueva secretaria de Salud: la falta de médicos de guardia entre los días viernes y lunes, inclusive. “Hace un mes, se realizó un abrazo simbólico al Hospital de Sierras Bayas y todavía nadie se ha dignado a atenderlos. En la misma situación, se encuentra la Unidad Sanitaria de Colonia San Miguel, donde la atención médica se realiza un solo día por semana”, por nombrar dificultades de dos localidades.

Delegados elegidos, pero sin recursos

Luego de las expectativas generadas por el apoyo unánime del Concejo Deliberante a la elección popular de los delegados en las localidades, realizadas esas elecciones, los nuevos delegados no han tenido acompañamiento con recursos presupuestarios para la labor en cada pueblo. “Ha pasado un tiempo prudencial y hemos tenido reclamos de la falta de posibilidades concretas y limitaciones del presupuesto para llevar adelante hasta mínimos trabajos públicos. Hemos visto también cómo el esfuerzo de los delegados y de los empleados municipales, sumados a aportes de empresas de las localidades, han suplido las falencias de la administración central”, manifestó Rodríguez, e informó que apenas el 1,64% del presupuesto del Municipio de Olavarría es para las delegaciones.

Si bien hay recursos desde las áreas centrales, en salud, en cultura, en servicios públicos, a las delegaciones municipales en sí se les destina ese porcentaje, al que se le descuentan los sueldos del personal municipal. “Los recursos de libre disponibilidad para los delegados es casi la nada misma”. Con números concretos, Rodríguez lo graficó con la Delegación de Hinojo: “Con un presupuesto de 5.423.300 pesos, si se descuenta lo que se prevé pagar de personal, sólo le quedan 727.900 pesos para todo el año. ¿Qué puede hacer un delegado, por más buenas intenciones y aplicado que sea, para cumplir con las demandas vecinales?

En esa dirección, Rodríguez apuntó a la Coordinación de Delegaciones creada por Galli, con rango de dirección y con personal administrativo que funciona en Olavarría. Tarea que, en gestiones anteriores, “eran realizadas directamente por el Secretario de Gobierno o el Jefe de Gabinete. ¿Eso ayudó a la gestión de los delegados? Al contrario: es una nueva instancia burocrática a la que son sometidos para tener una respuesta o decisión de gasto”. En ese momento, Rodríguez alertó de la renuncia del delegado municipal de Sierra Chica: “No lo va a decir públicamente porque era el delegado más afín políticamente al Intendente (integró la lista de concejales de Cambiemos), pero renunció porque no podía hacer nada. Más de un mes sin delegado municipal en Sierra Chica y no ha habido ninguna información al respecto”.

La internacionalización de Olavarría

Rodríguez citó textual el objetivo de la Subsecretaría de Comercio y Cooperación Internacional, que tiene la responsabilidad “de ejecutar y promover políticas en pos de internacionalizar el partido de Olavarría”. Área que en 2017 tuvo 3.200.000 pesos de presupuesto y para el 2018 se le asignan 1.135.000 pesos, prácticamente afectados al pago de personal. “Estas funciones bien podría asumirlas el secretario de Desarrollo Económico, y asignar esos recursos a otras prioridades. Sólo se entiende en la necesidad de crear un cargo para responder a los amigos”.

El desencuentro de la política cultural municipal

Rodríguez tituló así a este hito de su análisis, parafraseando el hecho de que la política cultural municipal se destacó en la provincia de Buenos Aires con la consigna ‘La cultura como lugar de encuentro’. “Sin embargo, tenemos que decir que en estos dos años de gestión del Intendente Galli, ha sido claro el desencuentro de la política cultural municipal con buena parte de sus hacedores, los artistas locales, y también con sus destinatarios: el ciudadano olavarriense que debe tener derecho a la cultura”.

Para 2018, el área de Cultura tiene asignados $32.854.600, y comprende la administración y desarrollo de las actividades de los centros de las artes; los elencos de música y danza; y brindar fiestas y eventos populares. En Educación, el Programa Municipal de Educación Artística Integral tiene asignados $15.535.600. Patrimonio Cultural, que incluye a los museos Dámaso Arce, de Ciencias, Emiliozzi y de los Pueblos, $11.810.100. La suma representa el 3,45% del presupuesto total del Municipio. “Si bien más bajo que los anteriores, nada despreciable para los índices de inversión en Cultura”, resaltó.

Frente del Centro Cultural San José.

Según el presupuesto, el programa Fiestas y Eventos Populares tiene una asignación de $5.303.500, destinados a la Fiesta de Olavarría, a los Corsos Oficiales y a ‘Cultura Viva’, “quedando poco para las fiestas populares en cada una de las localidades que, desde hace dos años, sus organizadores, las instituciones de los pueblos, andan mendigando por un sonido, un escenario o un artista para su fiesta”, señaló el concejal. Programa del que se han perdido eventos muy seguidos y esperados por olavarrienses y afines: la Muestra de Cine Nacional Lucas Demare, el Festival Internacional de Cortos, el Festival de Jazz, el Encuentro de Teatro Independiente, el Festival Nacional de Cuentacuentos, el Encuentro de Circo Callejero, el Ciclo Gira y Tiembla, el Encuentro Nacional de Estatuas Vivientes, fueron algunos de los citados.

La baja en el fomento a las producciones artísticas locales fue otro de los ítems visibilizados por Rodríguez. Programa que tendrá menos recursos que en 2017: sólo 158 mil pesos para todo el año, y para repartirse en el apoyo a las producciones de escritores, músicos, realizadores, entre otros artistas de Olavarría. “Más allá del análisis de los recursos disponibles, lo que es notorio y preocupante es el destrato hacia los artistas locales. Hay desinterés y desconocimiento por los artistas locales; y también con artistas y gestores culturales que trabajan en la gestión municipal”, disparó Rodríguez, al tiempo que también acusó el vacío de gestión de espacios culturales como el Centro Cultural San José y la Casa del Bicentenario.

Sé que las atribuciones de designar a los funcionarios es competencia absoluta del Intendente. Pero, con todo respeto, dos años son suficientes para pedir un cambio de funcionaria en el área de Cultura del Municipio”, concluyó (y exigió) el concejal del bloque Cuidemos Olavarría.

Eduardo Rodríguez (Cuidemos Olavarría)

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