Tenecesitamos
Te necesitamos. Ignorante y desesperado, te necesitamos. De rodillas y hambreado, babeante frente a los medios hegemónicos, desesperanzado; te necesitamos. Para llenarte de odio y que resientas la sola presencia del otro en todos lados, porque es una amenaza, porque es el resumen de todo lo malo. (Opinión Por Alejandro Ippolito)
Así te necesitamos, sin posibilidades de futuro, de progreso o de trabajo; para que vengas mansamente a comer de nuestra mano y te tires a nuestros pies, panza arriba, como un cachorro entregado.
Para eso hacemos todo lo que ves, cada medida despiadada, cada ley absurda, cada mentira, cada engaño. Para eso son los gases, las balas y los palos.
Para que nunca vayas a olvidarlo: sos materia de descarte pero, por ahora, te necesitamos.
Te necesitamos vacío, sin respuestas, sin conciencia y sin datos. Obediente hasta lo obsceno, sumiso y devastado. Para que cuando tu cuerpo a la deriva sea arrastrado a nuestra orilla podamos utilizarlo como alimento de las fieras que reclaman más violencia para unir a los argentinos.
Por eso, si sos pobre y te sentís olvidado, te ofrecemos una posibilidad de descargar tu furia contra tu propio rebaño.
Porque te necesitamos obediente y también enojado, y si es posible furioso para que salgas a la calle armado de “valores” que te iremos inculcando. Asesinos desalmados serán tus maestros y la directora de tu escuela será una borracha despeinada disfrazada de ministra que hizo carrera en la “docencia” de cachiporra, pero nunca en la decencia.
A vos pibe, pobre y olvidado, te necesitamos, si tenés apenas un puñado de años y la barriga vacía como tu esperanza. Justo así te necesitamos, para ponerte un uniforme y modelar tu voluntad como arcilla en nuestras manos. Y después, cuando ya estés listo, te daremos un escudo, una pistola y un palo; para que salgas a la calle como un monstruo trastornado a aplastar a los tuyos, a las sombras de tu pasado que te recuerden quién fuiste y en qué te has transformado. Te reirás a carcajadas frente a los cuerpos tirados, dolientes, lastimados; y en ese dolor buscarás borrar cada recuerdo de tu miserable pasado.
Te regalaremos un espejo que te muestre mejorado, con un lugar en el mundo, altanero, poderoso, autoritario ante tus iguales pero obediente frente al amo.
Queremos ser tu familia, nosotros siempre “cuidamos a los que nos cuidan”, no va a faltarte nada que antes no te haya faltado.
Sumate a nuestra cruzada de república en ruinas. Vení, te necesitamos
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