Todas las voces todas en la Asamblea Universitaria interclaustros

Representantes de la gestión de cada una de las tres sedes académicas de Olavarría, junto a los dos preuniversitarios, no-docentes, docentes y estudiantes presentaron a la comunidad universitaria un panorama de la situación crítica que atraviesa la Unicen y decidieron los pasos a seguir en una multitudinaria Asamblea interclaustros. Prepararán un documento que exprese sus demandas y preocupaciones, y lo presentarán al Concejo Deliberante olavarriense, para pedirles posiciones concretas en favor de la Educación Universitaria Pública. Prevén participar en la Marcha Nacional Federal de las universidades del miércoles 22, en Buenos Aires, y se sumarán localmente con una concentración en el centro a las 18.

La referente de Adunce, Ludmila Adad, inició la asamblea, que contó con una asistencia multitudinaria, especialmente de estudiantes. Desde el 8 de agosto realizan actividades y para esta asamblea invitaron a las gestiones de las tres facultades y de los dos pre-universitarios de Olavarría, para informar sobre cómo está afectando el recorte presupuestario a cada una de esas instituciones, que ya se está haciendo notar.

Adad exhortó respecto a que la comunidad universitaria toda debe tomar conciencia de que la lucha docente no es meramente salarial: está en peligro la gratuidad de la educación pública en general, y particularmente está en peligro la universidad pública. Destacó que docentes de Tandil se acercaron para hacer llegar su experiencia e informar sobre cómo se están llevando a cabo las asambleas interclaustros y qué debates se están dando en donde se encuentra el Rectorado, para construir un estado de situación y entre todos pensar cómo seguir adelante.

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La decana de la Facultad de Ciencias Sociales, Gabriela Gamberini, expuso los números que reflejan el recorte de gastos en esa Facultad: básicamente, el 97 % del presupuesto se aplica a los salarios de docentes, no docentes, y becarios; y el 3% restante corresponde a gastos de funcionamiento de la Universidad. Desde 2015, ese presupuesto no aumentó correlativo a los índices inflacionarios, por lo que a Sociales se le restringen los recursos de funcionamiento, por ejemplo ante el aumento en las facturas de servicios y los pasajes de docentes.

A ello se suma el deterioro salarial que sufren las y los docentes, que se amplifica en tanto toda decisión que tomen las gestiones son siempre a corto plazo, por lo que deben pedir repetidamente determinados recursos extraordinarios. Además, Gamberini reflexionó acerca del impacto que tiene sobre la economía local la Universidad como generadora de puestos de trabajo (en el caso de Sociales, 184 trabajadores) y de conocimiento en la región.

Carlos Prego, vicedirector de la Escuela Superior de Ciencias de la Salud, coincidió con la situación de Sociales, y sumó los problemas propios de su institución, expresados en el aumento de la matrícula: un ingreso de 350 y 370 estudiantes entre las carreras de Medicina y Enfermería, de los cuales el 70% son primera generación de estudiantes universitarios, y más de la mitad son de la región. Eso los obliga a alquilar otros lugares para dar clases, ante el deterioro de su edificio: por su antigüedad, necesita mucho mantenimiento, en un contexto en el que el plan de obras ha sido detenido.

La secretaria general, Mónica Iturburu, coincidió en los números aportados por Gamberini para Sociales, aunque con valores menores y la imposibilidad de generar recursos propios. Han debido reducir gastos, lo que ha derivado en la calidad de prestaciones que reciben. Por ejemplo, como no pueden aumentar el dinero para higiene acuerdan, por ejemplo, con las empresas de limpieza que, en vez de limpiar las oficinas cotidianamente, lo hagan cada dos o tres días. AL finalizar su alocución, indicó que ya agotaron todos los recursos de ‘caja chica’, por lo que, de aquí hasta fin de año, cada gasto, por mínimo que sea, deberá ser aprobado directamente por Rectorado.

Néstor Ferreya, por la Facultad de Ingeniería, expuso que, aunque los porcentajes de asignación de recursos son similares en cada facultad, el presupuesto de la Unicen, del 2016 a la fecha, se incrementó en un 80%. Por ende, el problema, según su análisis, es que se han desfavorecido los gastos de funcionamiento frente a los de personal, pues no puede modificarse la relación. Para ellos, debería acordarse respecto a la paritaria docente, dado que los no docentes ya acordaron un 15% de aumento.

Ferreyra también manifestó que las diez unidades académicas que desarrollan actividades de investigación, extensión y desarrollan la actividad académica de la Unicen, consumen el 30% de este presupuesto, mientras el otro 70% es consumido por el Rectorado. Porcentaje que ha ido en aumento con los años, en detrimento del monto que recibe cada Facultad, lo que debería ponerse en discusión en este momento: la distribución del presupuesto de la Universidad Nacional del Centro de la Provincia de Buenos Aires.

Por la Escuela Nacional ‘Adolfo Pérez Esquivel’, Fabiana Caruso expresó que su realidad es diferente: no tienen autonomía de presupuesto, sino que dependen de Rectorado. Reciben diez ‘cajas chicas’ de $5.200 cada una por año; monto que, aunque no pagan servicios ni tienen docentes viajeros, se usa para pagar gastos de oficina y es ínfimo. Asimismo, se ha reducido la cantidad de becas de estudio que pueden otorgar, mientras cada año hay más chicos que piden becas, y menos a los que se les dan.

En las aulas del Polimodal, las medidas docentes se evidencian mucho más, por la asistencia obligatoria. Se está invisibilizando un conflicto que lleva unos diez días, que no hay clases para los 366 alumnos. Aunque muchos padres acompañan, otros no saben demasiado qué sucede. Para Caruso, a veces visibilizar es poco, porque se necesita que se entienda el reclamo.

Por el jardín maternal UPALALA, Mónica Mega coincidió que, como pertenecen al sistema pre-universitario, no tienen un presupuesto propio, sino que dependen también de Rectorado, lo que hace difícil manejar autónomamente números y dinero para proyectar. Eso se evidencia en las dificultades que tienen para cubrir suplencias de los docentes que se enferman, ya que las aulas no pueden suspender actividades pero tampoco pueden pagar horas extras. Además, aunque hace 15 años que funcionan, sus cargos son interinos por no haberse concursado, con lo que están en precariedad laboral. Tampoco tienen posibilidad de capacitaciones y se ha paralizado la obra de su edificio propio. Frente a ello, hay una fuerte demanda de ingreso de hijos de docentes, no docentes y de estudiantes de las distintas facultades.

Los pedidos crecen porque, además de sumarse Salud, atienden a los hijos de alumnos de la secundaria que han ingresado. A veces, no pueden darle respuesta a todos, porque su edificio es chico y no pueden ampliarlo, dados los recortes presupuestarios. Por otra parte, además de lo salarial, resaltaron que en el Maternal también se visibiliza el paro, porque el o la docente que no hace paro, no tiene dónde dejar a su hija o hijo cuando quienes trabajan en el Maternal sí. Hay familias que acompañan la situación, pero otras no. Otra realidad poco conocida, propia de ese nivel, es que cuando cierran las instituciones durante muchos días, sin clases, al regresar, deben volver a adaptar a las y los niños, lo que es bastante complejo.

También estuvo presente Verónica Gargiulo, docente preuniversitaria de Tandil, integrante de la Comisión directiva de ADUNCE, en representación de Martín Rosso (que se encontraba en Buenos Aires, en el plenario de Secretarios Generales). Comenzó señalando el riesgo en que se encuentra no sólo la UNICEN, sino toda la universidad argentina. Agregó que lo que que se viene charlando en Tandil en estas reuniones interclaustros, con mucha participación de estudiantes y docentes, es cómo hacer para que la educación pública deje de ser un problema solamente de sus claustros, y empiece a estar en la cabeza de las ciudades.

Reseñó las actividades que se están realizando en Tandil para «visibilizar», aunque aclaró que entiende que la cuestión ya está visibilizada, principalmente en cuanto a que ya no es sólo una cuestión salarial, sino presupuestaria del sistema universitario. El lunes harán un festival artístico. Concluyó con que, más allá de lo grave de la situación, es posible celebrar la oportunidad del encuentro para tener la posibilidad de conocer las cuestiones particulares de cada una de las unidades académicas. Gargiulo destacó que una iniciativa surgida en los interclaustros es la de comprometer a los gobiernos locales, a través de los concejales, para que tomen posición, con lo que coincidió Gamberini.

Posteriormente, pidieron la palabra varios docentes y no docentes que aportaron puntos de vista. Del mismo modo, se expresaron estudiantes, que denunciaron la baja en la calidad del servicio del comedor, y el recorte en becas, junto al cambio en el modo en que se otorgan. También denunciaron el intento de disminución en boletos y ayuda de fotocopias, y la situación económica que obliga a que muchos se hacinen en sus viviendas.

También consultaron, especialmente quienes no tenían experiencia en situaciones de emergencia educativa, acerca de cuál sería el peor escenario posible frente a la actual situación de las universidades. Esto fue respondido por la docente Patricia Pérez, quien estimó que la situación es peor que la de la década de los ’90, y que existe un riesgo concreto de cierre de Universidades que no podrán abrir el año que viene, o, por lo menos, el arancelamiento de la educación pública.

Un estudiante de la Escuela de Salud aportó que en la institución la situación docente tiene un matiz diferente, en tanto la adhesión al último paro fue mínima en acompañamiento docente. Quizás se debe a que muchos de los profesores son médicos y tienen otra forma de subsistencia y no necesitan, tal vez, tanto el dinero de su sueldo como docentes. Por otra parte, él tiene compañeros que reniegan de los paros y no les interesan las marchas ni el contexto nacional, ni aportan a la lucha, y dicen: «Yo, el año que viene, me recibo. Que lo demás se prenda fuego». Opinó que, por eso, la lucha tiene que darse también internamente en cada claustro.

Audio de la Asamblea Interuniversitaria

La asamblea concluyó en la coincidencia que el encuentro era un primer paso para una unidad necesaria, en un momento de urgencia e incertidumbre. Acordaron una concentración con radio abierta en el paseo Jesús Mendía para la mañana del sábado 18; y reunirse el martes a la mañana en Salud, para la formulación de un documento con propuestas concretas, a presentar en el Concejo Deliberante de Olavarría, para que el legislativo Local tome posición, y para la consecución de acciones del colectivo universitario, que incluye trabajar codo a codo docentes, no-docentes y estudiantes.

Abrazar, defender la educación pública y luchar empuñando arte