Una semana para pensar el periodismo en tiempos de redes, desigualdad de género y Fake News
A lo largo de la semana que culminó el día del periodista se sucedieron en la Facultad de Ciencias Sociales de la UNICEN diversas actividades en las que se analizaron los ejes que preocupan actualmente a la profesión: las fake news, las redes sociales, la desigualdad de género, los problemas laborales locales y el rol a tomar por quienes desean comunicar la ciencia. En esta nota compartimos nuestro registro de lo sucedido describiendo los escenarios, dejando caer algunas observaciones y simplemente dejando hablar a los protagonistas al final de la reseña de las actividades de cada jornada.
La semana comenzó con el Conversatorio: “Fake news, lawfare y posverdad. O cómo falsear la realidad en tiempos de las redes sociales” realizado el lunes 3 de junio. El Panel estuvo integrado por Analía Eliades, profesora de Derecho a la Comunicación de la Facultad de Periodismo y Comunicación Social de la Universidad de La Plata; Ernesto Liceda (profesor de Seminarios sobre Derecho Informático y Cibercrimen de la Facultad de Ciencias Jurídicas y Sociales de la UNLP), Patricia Pérez (Directora NACT PROINCOMSCI – FACSO) y Roberto Bugallo (Profesor de la cátedra Ética y Derecho a la Comunicación de la Facultad de Ciencias Sociales).
La actividad se realizó en el marco de los diez años del convenio entre el Grupo de investigación PROINCOMSCI de la FACSO y el Grupo de Estudio de la Complejidad en la Sociedad de la Información GECSI, de la Facultad de Ciencias Jurídicas y Sociales de la UNLP, con la compañía de la cátedra de Ética y Derecho a la Comunicación.
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de las actividades del 3/6
Bugallo tomó la palabra en primer lugar para plantear en plural la pregunta que convocaba a la mesa, originada en el sentimiento y la convicción de que era necesario enfrentar el tema de las mentiras en los medios de comunicación, que se ha transformado hoy en día en una cuestión corriente y posiblemente en los próximos años va a registrar un peligro mucho mayor. Eso condujo a apuntar una de las mayores falencias que tiene la comunicación hoy día, que permite que se pueden por esa vía estos tres problemas: las falsas noticias, la posverdad y la utilización de la justicia con la finalidad de persecuciones políticas.
Liceda por su parte clasificó los tipos de información falsa y finalizó su presentación con consejos a tomar para defendernos de las falsas noticias. Le siguió Analía Eliades quien condensó su exposición en un llamamiento acerca de que la educación en medios de comunicación es imprescindible desde los primeros pasos y no solamente en referencia al consumo de los medios tradicionales sino en la generación de información en las propias redes sociales, con todos los dispositivos tecnológicos para que podamos ser los otros vehículos de liberalización de la palabra y no reproductores de palabras degradadas y establecidas como status quo.
Para concluir la mesa se proyectó una selección de cortos relacionados con el Lawfare, que incluían el trailer de: “Lawfare in the Backyard: La Guerra Judicial en Latinoamérica” dirigido por Leandro Carvalho.
Las actividades continuaron el miércoles 5 de junio, con la actividad del “Observatorio de Medios, Ciudadanía y Democracia” que fue presentado en julio de 2018 en el marco de los 30 años de la Facultad de Ciencias Sociales con la presencia de la investigadora Adriana Amado, oportunidad en la que Dra. Mónica Cohendoz, directora del NACT Estudios en Comunicación y Cultura en Olavarría explicó el trabajo a realizar por el Observatorio. En esta ocasión Cohendoz comentó someramente su mecánica de trabajo, aunque sin adelantar todavía el informe anunciado ni explicar las mecánicas de participación en el mismo.
En el Foro de periodistas locales, al que fueron invitados Jorge Scotton (En Línea Noticias), Claudia Bilbao (El Popular Medios) Ignacio Cerdera (Infoeme) Celeste Bríguez (Radio Universidad) Martín Rodríguez (Radio Olavarría) surgieron las fisuras entre desempeño y academia, así como el malestar acerca del pago por la tarea periodística en la ciudad así como el techo que enfrenta quien desee realizar una tarea realmente profesional.
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de las actividades del 5/6
El debate acerca de rutinas, fuentes y agendas viró hacia el profesionalismo de la tarea en la ciudad, las condiciones laborales y el salario de los periodistas, cuando Jorge Scotton inauguró la mesa recordando que el salario actual de los periodistas en la ciudad se encuentra por debajo de la línea de pobreza, que ronda los $30.000, lo que llevó el debate posterior hacia el terreno de la situación económica del oficio. Posteriormente Claudia Bilbao adhirió al concepto al expresar la situación complicada que atraviesan los trabajadores de El Popular. Nacho Cerdera, por Infoeme resaltó la importancia de trabajar en la instantaneidad y rescató como su agenda de contactos como el valor primordial que lleva de un medio a otro. Celeste Briguez resaltó la libertad de agenda que posee un medio público como Radio Universidad, y finalmente Martín Rodríguez coincidió en varios aspectos de agenda con Scotton, especialmente los casos en que ésta es mediada por los propietarios del medio, lo que condensó amargamente en la frase: «Algún día vas a tener que publicar la foto del perrito…»
Por su parte, Natalia Aruguete mostró fibra de rockstar en su presentación en la que brindó un panorama acerca de los usos políticos de las redes, como avance de un libro que se llamará justamente:»Odiar las redes» en el que está trabajando junto con Ernesto Calvo. Allí van pesquisando algunos elementos que surgen de la conversación que existe en Twitter alrededor de distintas crisis políticas o convulsiones publicaciones de las noticias y las redes sociales, en la que fue la exposición más convocante de la semana. Para ello trajo a colación diversos casos atravesados por la política expresada en discursos y atravesados por distintas plataformas y escenarios mediáticos digitales, escenario que definió como profundamente político, por lo que proponía pensarla especialmente como herramienta política.
En sus palabras, las redes tienen que ver con conectar los puntos, pero cada uno los conecta de acuerdo a lo que piensa. Y no es solamente eso lo que hace falta para que circulen informaciones no verificadas. La garantía de viralización se relaciona con la existencia de autoridades jerárquicas, o usuarios de alto rango, y además necesitamos que esa información hermane a quienes comparten una comunidad de valores. Esas comunidades de valores tienen mayor efecto cuando las redes están polarizadas, cuando las comunidades están fuertemente polarizadas. Cuando uno de esos usuarios de alto rango publica algo, lo está habilitando para que sus seguidores lo retwiteen, ya que el retweet significa «algo» en las redes sociales, la reacción que significa mayor aceptación de ese mensaje.
Para ejemplificarlo comenzó recordando lo sucedido en EEUU con un usuario republicano, Eric Toker, que interpretó que los demócratas habían operado en una movida política, pero sin poder escapar de su burbuja y que Trump retuiteó y viralizó. Posteriormente Toker reconoció que estaba equivocado pero su desmentida no tuvo tanta difusión.
Su exposición recorrió luego la respuesta en Twitter respecto de diversos casos emblematicos como la adhesión o rechazo a Bolsonaro en las elecciones en Brasil, y el debate acerca de la legalización del aborto en Argentina, lo que consolidan en que lo que ocurre en las redes no es lo mismo que en la calle, pero entre calle y digital hay un diálogo.
Esto se evidencia especialmente a través de WhatsApp y ciertas técnicas peculiares condensadas en un nombre más peculiar aún: el «astroturfing», que consiste en una serie de técnicas de marketing dirigidas a manipular la opinión pública a través de medios digitales, de modo de crear una red artificial de usuarios y medios para generar la percepción de que existe una comunidad de apoyo a un candidato o partido.
Eso funciona de diversas maneras. Durante la campaña presidencial brasileña, por ejemplo, el núcleo duro de las entidades, medios y ciudadanos que creó y diseminó los mensajes de apoyo a Jair Bolsonaro, tanto por WhatsApp como por otras plataformas, como Twitter y YouTube, fue creada artificialmente para la ocasión, según el estudio de Aruguete y Calvo.
Juntos analizaron la propagación de mensajes en Twitter durante la semana previa a las elecciones y detectaron distintos anillos de cercanía y pertenencia en la «comunidad bolsonarista». Algunos fueron espontáneos y otros actuaron de manera coordinada, con «trolls» y «bots» que buscaron potenciar la propagación los mensajes del hoy presidente de Brasil, lo que fue exhibido gráficamente a partir del uso de herramientas de análisis de la interfaz de programación de aplicaciones (o API) de Twitter. Este análisis fue aplicado también al caso de un caso de los casos de aborto y
Lo que su trabajo consigna entonces es que los medios tradicionales no instalan un encuadre de la realidad sobre un vacío social, todos y cada uno rastrean en la comunidad en la que se encuentran y de la que forman parte, con la cual comparten esos valores y comparten la idiosincrasia. En ese contexto, el problema de las Fake News es que desactivan el debate: No cambian el voto pero si desactivan el debate democrático, impiden la participación y la discusión, que es cooptada por los trolls y los usuario «intensos». De ese modo es que se disputa la agenda de la participación política, no solamente en las redes sociales.
Respecto al problema de las «fake News» Aruguete ejemplificó el caso del portal: «Primereando las noticias» respecto a su nota de interpretación de los condicionamientos del FMI respecto al fondo de garantías de sustentabilidad. Facebook y chequeado lo consideraron noticia falsa y la bajaron. Eso lo consideró censura porque no era una «fake News». pero Facebook no puede chequear 150.000 millones de posteos por dia, si ni siquiera puede diferenciar una imagen de abuso infantil de una escultura.
El libro en proceso de escritura con Calvo muestra el cambio de poder de la agenda cuando el contenido producido por medios tradicionales es activado con distinta frecuencia por los usuarios, en una especie de modelo para armar: Cada medio pone en juego ciertas piezas y hay algunas que la gente decide sacar, de modo que el encuadre final se produce a través de lo que ambos llaman «activación en cascada», de modo que los medios tradicionales tienen solo participación en la composición de encuadres: Ya no tienen el mismo control noticioso editorial que tenían antes. Si bien conservan su capital simbólico, han perdido el control de las narrativas.
Un punto central de su pensamiento entiende que es un momento en que los medios tradicionales están en una pelea por ser autoridades de reputación en un momento de fuerte crisis de confianza en los medios y sobre todo afrentan una fuerte crisis económico-financiera. En eso hay alguna intencionalidad de rescatar ese espacio desierto de cierta reputación que han tenido y al mismo tiempo hay una convicción de preservar ese espacio de ser barrera autorizada de lo que es noticia y que no: Es una defensa auténtica de actores que están intentando preservar sus espacios tradicionales de poder.
En ese contexto es que las fakes news tienen el claro propósito político de embarrar la cancha, de arrasar en terreno discursivo y de acallar al oponente, y nosotros los usuarios comunes no tenemos la capacidad de combatir las fake news porque somos perfectos desconocidos: Las redes no son una garantía automática de acceso democrático a la información y la comunicación.
La presentación del informe de FOPEA “Mujeres periodistas en Argentina se efectuó el jueves 6 de junio, con el título: «Situación laboral y rol profesional de las comunicadoras en el país” y contó con la presencia de Verónica Toller. El estudio en referencia, construido desde la percepción que las periodistas mujeres tienen de cuestiones como inserción en el mercado de trabajo, dificultades económicas y profesionales, capacitación, desigualdad de género, expresaba la ausencia de paridad entre mujeres y hombres en la distribución de beneficios y oportunidades, señalada de manera homogénea por toda la muestra.
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de las actividades del 6/6
Además, las mujeres periodistas en la Argentina manifiestan una doble sensación de incertidumbre respecto al presente de los medios de comunicación:
– Incertidumbre vinculada a la dinámica del mercado de trabajo y a las dificultades para vivir del periodismo.
– Incertidumbre vinculada a los cambios en el sistema de medios y los nuevos perfiles de audiencia.
Situación laboral:
– El 61 % de las mujeres periodistas tienen más de un empleo para poder sostenerse.
Pese a que el 71% hoy trabaja en una empresa de medios, el 39% espera desarrollarse trabajando en forma independiente.
– Solo un tercio de la muestra piensa que tiene posibilidades de crecimiento en su actual trabajo.
– Entre quienes trabajan en medios digitales, aumenta la percepción de dinamismo y posibilidades de ascenso profesional.
Capacitación:
– En las encuestadas, predomina el interés por entender a las audiencias, las nuevas tendencias e incorporar herramientas técnicas que permitan mejorar la eficacia del contacto.
– El 80 % de las periodistas se capacitó en los últimos tres años, pero solo el 12 % de estas actividades fueron gestionadas por la empresa donde trabajan.
– Si bien un 47 % hacen uso intenso de las TIC, el 53% de las mujeres periodistas hacen un uso moderado o escaso de las nuevas tecnologías en su trabajo.
Medios y género:
– La muestra señala, de manera homogénea, la ausencia de paridad entre mujeres y hombres en la distribución de beneficios y oportunidades. Se trata de una brecha objetiva que se consolida en la cadena de mando: el 71% tiene un jefe varón.
– Solo el 12% de las encuestadas ocupa un cargo de decisión (dirección, gerencia o jefatura) dentro de las organizaciones periodísticas.
– Respecto a la configuración simbólica del rol de mujeres y varones en la profesión, vale destacar que solo el 16% menciona a una mujer cuando son consultadas por “periodistas prestigiosos”.
– El 76% de los los integrantes de la mesa directiva del medio donde trabajan las periodistas son varones.
– La demanda recae en las empresas de medios, cuya lógica de funcionamiento interno se encuentra atrasada respecto de las expectativas y la agenda de las periodistas argentinas.
Como marco y desde su experiencia personal, la periodista comentó que nunca había enfrentado los problemas contenidos en el informe, sino que por el contrario había integrado grupos de trabajo «maravillosos» con hombres y que a lo largo de su trayectoria se había sentido adecuadamente acompañada por su pareja.
El informe puede consultarse en el sitio de FOPEA
Las actividades cerraron la mañana del viernes siete con el panel de Periodismo Científico “De los papers a los medios”, integrado por el Dr. Gustavo Politis, María Salceda y la Mag. María Victoria Ennis y moderado por la Mag. Cintia Kemelmajer, periodista científica en el CONICET, quien introdujo la actividad valorando realizar en esa mesa un encuentro en un ámbito académico entre divulgadores y científicos, ante un público formado por estudiantes de periodismo y comunicación.
En ese contexto, el Dr Politis desgranó su extensa carrera académica y los caminos personales que lo apuntaron de pequeño hacia la ciencia, y desde ese rol las relaciones desparejas que ha tenido con la comunicación de la misma. También describió a los tipos de científicos en cuanto a la posición que toman respecto a la divulgación de sus trabajos de investigación y la presencia de ellos mismos en los medios.
Ennis describió su formación y su acercamiento al periodismo científico así como el trabajo que realizó al frente de la Agencia Comunica, en tanto Salceda expresó su satisfacción por el desempeño realizado del sistema de medios, que puede interactuar fluidamente de primera mano con investigadores de la UNICEN, lo que expuso: «Sobre todos los temas hay producción de conocimiento, hay gente que está investigando, hay trabajo de campo, entonces cada uno de los formatos que nosotros queremos llevar adelante nos encontramos que con un trabajo muy arduo, podemos empezar a hacer conocer quiénes son los y las investigadores de la UNICEN, dónde intervienen, cómo lo hacen, para que cada vez que nosotros tenemos un tema sobre el que queremos trabajar tener la posibilidad, que no tiene ningún otro medio que no está en la universidad, de tener tan a la mano, tan cerca, una gran cantidad de gente que tiene sus investigaciones que además en muchos casos los estudian interdisciplinariamente o con el grupo de investigación de distintas unidades académicas que trabajan un mismo tema y eso a nosotros nos da unas posibilidades únicas«, aunque aclaró que a veces deben realizar una elipsis para evitar divulgar avances no patentados.
También Salceda describió el sistema de medios : «somos una plataforma y una productora que lo que busca es generar contenidos para las audiencias en general. La atención se da entre la especificidad que tiene la ciencia y la investigación científica y lo general que es aquello que nosotros tenemos que contar y que lo pueda entender todo el mundo y que además puede interactuar y que le pueda generar alguna pregunta al espectador...». Su exposición se apoyó además en ejemplos de los ciclos televisivos de divulgación científica que produce la UNICEN accesibles actualmente en ABRATV y que anteriormente encontraban un circuito de distribución en los canales públicos.
Desde el campo del periodismo científico se expuso el camino que hace el periodista desde el paper académico y sus caracteristicas buscando construirlo como noticia constituida en forma de pirámide en la cual hay identificado algo novedoso e interesante para comunicar al público. Desde el punto de vista del investigador se expresaron las inquietudes que los académicos tienen por desarrollar adecuadamente sus ideas en espacios de tiempo habitualmente demasiado breves para la disciplina.
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de las actividades del 7/6
Posteriormente y ante las preguntas del público la mesa devanó las alternativas de la comunicación cientifica para culminar con un encendido debate acerca del peligro que significa internet como canal para la divulgación de mitos carentes de apoyo científico como los movimientos de gente que cree que la tierra es plana o quienes están en contra de las vacunas o acuden a la homeopatía. Los integrantes de la mesa acordaron que existen esos movimientos porque hay una desconfianza hacia la ciencia, una crisis de credibilidad que está padeciendo la ciencia que tiene que ver con una demanda de certezas que se le exige y que no es su rol brindar, pero que no hay que desestimar esos pensamientos sino darles una respuesta fundada en conocimientos.
En cuanto a la utilidad de contar ciencia en los medios, Politis concluyó que primordialmente sirve para que la gente se entere primero que hacen los científicos, pero también para que se entere cómo funciona el mundo. Si la ciencia intenta dar respuestas a cómo funciona el mundo, la comunicación de la ciencia entiende que cuando más saben las personas mejor van a ser y mejor les va a ir en la vida: «Yo creo que para eso, no solamente para que la gente perciba los resultados de la ciencia, porque vos hablas por teléfono y hablas, pero es bueno entender cómo funciona. Creo que los científicos tienen que comunicar para hacer esa parte para que la gente entienda el porque de los beneficios que le da la ciencia...»
Este es nuestro registro de lo sucedido esa semana. Seguramente no se encuentra expresado todo lo que sucedió, las charlas de pasillo, el refrigerio, las risas y los aplausos. Más allá de los enfoques, las agendas, las noticias falsas y las redes sociales, el periodismo se pregunta y busca su lugar en una sociedad en permanente expansión, abierta y cambiante. En 2020 volveremos a encontrarnos, para hacernos las mismas preguntas o quizás otras, que hoy todavía ni sospechamos.