Comenzó en Azul el juicio contra Cristina Santillán

El caso de María Cristina Santillán ya se está analizando desde este martes 22, en el juzgado de Azul, a cargo de un jurado popular, integrado con paridad de género: seis mujeres y seis hombres, todos civiles. Santillán llega al Juicio bajo la acusación de ‘homicidio agravado por el vínculo’. Cuenta con el patrocinio de un equipo de defensores oficiales. El Ministerio Público está representado por Laura Margaretic, fiscal que instruyó el sumario. Alejandra Raverta es la jueza del debate oral y público, que tiene lugar en la modesta sala del tercer piso del Palacio de Justicia azuleño.

María Cristina Santillán, enfermera de profesión, llega a juicio para responder por la muerte de Ricardo Orlando Hernández, su marido , varios meses después de un ataque a golpes con un hacha en su cabeza. Santillán está presa en su casa. El equipo de Defensores Oficiales intentará probar que Santillán fue víctima de violencia de género.

Por las características del hecho y según lo que resulte del debate, el caso sentará precedente. Los hechos tratados se remontan a las primeras horas del 16 de septiembre de 2014, en la vivienda donde Santillán vivía con su esposo, en calle San Martín de Villa Piazza Centro. Según el expediente, cuando el hombre estaba en la cama de la habitación matrimonial, “le asestó a éste tres golpes en la zona témporo parietal derecha mediante la utilización de un hacha que tenían en la casa”. Las lesiones sufridas hicieron que, en principio, Hernández permaneciera internado en el Hospital Municipal ‘Dr. Ángel Pintos’. El 30 de mayo de 2015, el hombre murió en un geriátrico. Esa muerte derivó en un cambio de calificación de la causa penal ya instruida, en una acusación más grave para Cristina Santillán.

Foto: gentileza Diario El Tiempo (Azul)

Desde el momento del hecho, Cristina Santillán estuvo alojada en la unidad penitenciaria 52. Un año después, se le otorgó prisión domiciliaria. Santillán era empleada municipal y su contrato fue dado de baja, por lo que pasó todo este tiempo sin ingreso alguno.

Apuntes de la previa, en el veredón del Tribunal

Hacia las 8 del martes, se hizo la selección de jurados entre quienes fueron previamente convocados para presentarse en Tribunales. Alrededor de las 15, se dio comienzo al debate oral y público en sí. El tiempo demorado en la elección de los jurados obligó a agregar una jornada más al juicio, aunque también tendría su razón en el agregado de pruebas de ambas partes.

En el veredón del Palacio de Justicia azuleño hubo mucho apoyo zonal, e inclusive de La plata y Buenos Aires, como Marta Galante, directora del Departamento de Género de ATE a nivel nacional, y Yanina Grismau, dirigente de ATE Provincia, que pidieron la absolución y liberación inmediata de Cristina Santillán. Grismau sostuvo, en diálogo con Radio Azul, que “estamos acompañando a una mujer y a una compañera que está viva, que sobrevivió y se defendió”. Todo se desarrolló con mucha tranquilidad, según destacan quienes allí estuvieron. Los que no fueron muy tranquilos fueron los cacheos, previos al ingreso a la sala del tercer piso. Hubo quienes los catalogaron de ‘desmedidos’, ya que revisaban hasta el interior de zapatillas y corpiños.

Al ingresar Cristina Santillán a la sala de la audiencia, desde las diversas organizaciones que se encontraban brindándole apoyo a la imputada, gritaron ‘Viva Cristina’, lo que generó un gran y conmovedor aplauso. Eso generó una mejor predisposición de Santillán para encarar esta primera jornada judicial.

Luz Ramallo, referente del Frente de Izquierda – Partido Obrero e integrante de la Asamblea de Mujeres en Lucha de Azul, dialogó con Miradas del Centro sobre lo sucedido este martes: “Fue una jornada extensa. A la mañana, estuvimos manifestándonos en el veredón. El Juicio, propiamente dicho, comenzó alrededor de las 15 y concluyó a las 20. Los testigos que declararon fueron propuestos por Fiscalía. Declararon cuatro médicos, que tuvieron intervención tanto en el auxilio el día del hecho, del Hospital, y el médico que lo asistió cuando estaba internado en un geriátrico, por el alta que se le dio a Hernández del Hospital, con indicación de buscarle un lugar que las propias autoridades indicaron fuera un geriátrico. También testimoniaron dos policías que intervinieron en el procedimiento, ante el aviso de lo que había ocurrido, y una perito criminalística de Jefatura Departamental”.

Ramallo destacó, entre otras cuestiones, el hecho de que el jurado esté integrado con paridad de género (ocho mujeres y ocho varones); la “muy buena actuación de la Defensa, muy bien preparada y atenta”; que en el debate, “surgió el dato de que Hernández falleció en un geriátrico que no estaba habilitado oficialmente y fue encontrado en un estado de evidente descuido: tenía todo el cuerpo con escaras, sin los cuidados que su caso requería. Ahí se pone la pelota ahora, en el rol del Municipio, de IOMA (la obra social del fallecido) y ese geriátrico sin habilitación”. Asimismo, Ramallo indicó que “se puso en duda lo del golpe del hacha con el filo. Sería con la parte dura, por los testimonios de los médicos que atendieron al agresor y por quien hizo la autopsia. Este miércoles, desde las 8.30, siguen los testigos de la Fiscalía”.

Diversas organizaciones olavarrienses, como el Frente Ni Una Menos, el Plenario de Trabajadoras, y las Socorristas, acudieron a expresar su apoyo a Cristina Santillán, y a solicitar que la causa se establezca como en defensa propia. En diálogo con este portal, María Eugenia Iturralde, integrante del Frente Ni Una Menos de Olavarría, señaló que se encontraron con “compañeras de ATE Azul, de la Asamblea de Mujeres en Lucha de Azul, y del PO. Como es característico de Azul, no había muchos vecinos, en el veredón apoyando la causa”.

Las numerosas organizaciones que acompañan la causa convocaron a la realización de un “Tuitazo”, que no sólo tuvo lugar ayer, sino que se replica para estos días en que se sigue desarrollando el juicio oral y público. “Todos a tribunales por la Libertad y Absolución a Cristina Santillán. A las 12, las organizaciones realizaremos un ‘tuitazo’ #LibertadParaCristinaSantillán”, reza el comunicado emitido por las agrupaciones sociales que reclaman la libertad y absolución de la enfermera. “Cristina Santillán esta presa hace casi 3 años. Después de sufrir 40 años de violencia, un día decidió evitar su propio femicidio. Ahora la quieren condenar a perpetua. Todos a los Tribunales de Azul para exigir la Libertad y Absolución para Cristina Santillán”, agregan.

Fiscalía y Defensa: los enfoques que se debaten

La primera que tomó la palabra para informar su lineamiento fue la fiscal Laura Margaretic. Intentará probar que Cristina Santillán “le asestó por lo menos tres golpes con un hacha” a su marido, aquel 16 de septiembre de 2014; que lo de la enfermera fue “un ataque premeditado”, consumado cuando Hernández se fue a dormir. Según la interpretación de la representante del Ministerio Público Fiscal, esa agresión tenía por objeto evitar que Hernández se fuera, luego de pedido el divorcio.

La muerte de Hernández, ocho meses después del ataque, con el alta del Hospital y estando en un geriátrico de Azul, el 30 de mayo de 2015, provocó el cambio de carátula del expediente penal que ya llevaba adelante Margaretic. Este cambio imputa a Santillán con una calificación que, de ser avalada por ese jurado, implicaría la condena a prisión perpetua.

Desde un principio, según lo declarado por médicos, el estado de Hernández fue gravísimo. Según lo manifestado por la Fiscal, “quedó absolutamente postrado a raíz de una complicación de ese estado vegetativo en el que estaba”. Una infección generalizado, sumado a otras anomalías, llevó al deceso de Hernández.

Por otra parte, desde el planteo de la Defensa (integrada por el defensor General departamental Diego Fernández, y los defensores oficiales Mariana Mocciaro y Diego Araujo), Santillán convivió “desde el inicio de su matrimonio en un contexto de extrema violencia de género”. En este sentido, los golpes con el hacha que le aplicó en la cabeza a su esposo respondieron a un marco donde la acusada se defendió de ese cuadro de violencia (sexual, psicológica, física y económica) que sufrió cotidianamente, durante cuatro décadas.

Sobre las causas de la muerte de Hernández, la Defensa sostiene que “no hay relación entre la agresión y el deceso”, ocurrido ocho meses después. Esa muerte obedeció a un cuadro de infección generalizado, sin relación directa con la agresión sufrida. “Cristina Santillán no mató al señor Ricardo Hernández. Le produjo lesiones gravísimas”, admitió el Defensor General. “Cristina lo golpeó para pararlo. Con lo que pudo y como pudo. No hubo un plan homicida, no hubo intención de asesinar”.

Por ende, la Defensa de Santillán tratará de demostrar “que no existió relación de imputación entre el hecho de la agresión de la señora Santillán y la efectiva causal de muerte del señor Hernández”; que la enfermera “convivió desde el inicio de su matrimonio en un contexto de extrema violencia de género”; que la agresión fue “en el marco de una defensa legítima” de la mujer dentro de «un contexto de violencia de género”; y que la imputada “actuó en un ámbito de autodeterminación tan reducido que no podría formularse ningún juicio acerca de la culpabilidad en el hecho que se le imputa”.

El Defensor General Diego Fernández pidió al jurado popular que enfoque el caso desde la perspectiva de la violencia de género. Jurado popular, integrado por doce ciudadanos, que en este momento sigue analizando pruebas, para en los próximos días decidir si declara «culpable» o «inocente» a la enfermera Cristina Santillán, de 59 años.

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