Conservatorio ‘Isaías Orbe’: el techo de una tragedia con autores

En la tarde de este domingo, desde horas tempranas, las instituciones educativas tandileras que bregan por un edificio digno aunaron esfuerzos y realizaron un festival artístico. ‘Argentina es Educación Pública’ nuevamente colmó la peatonal de calle 9 de julio, entre Pinto y San Martín, luego del derrumbe del cielorraso del Conservatorio, que no tuvo víctimas fatales por obra de la causalidad. Se reclamaron respuestas a las autoridades responsables de la desidia.

La comunidad educativa de Tandil se encuentra en permanente estado de alerta y movilización, sin siquiera un minuto de descanso. El derrumbe del cielorraso de madera del Conservatorio de Música ‘Isaías Orbe’ definió un límite en el contexto de emergencia edilicia, de la que el Consejo Escolar debe hacerse cargo, no sólo de la solución, sino del haber llegado a esta situación. El festival artístico, que colmó con cientos de vecinas y vecinos el largo y ancho de la peatonal a cielo abierto, denunció la urgencia de la gravedad educativa en la Ciudad de las Sierras.

El peso de la desidia, la inacción y la no escucha del Consejo Escolar de Tandil para con los integrantes del Conservatorio de Música terminó desplomando el cielorraso del Aula 9. El destino y la casualidad no quisieron que la tragedia fuera mayor, aunque la familia está de duelo: con la faja de clausura en la puerta de la casona de Alem al 300, el ‘Conser’ que históricamente conocieron murió. Y en el plano de lo simbólico, no es una muerte menor. Mientras flota en el suspenso la cotidianidad de las actividades del ‘Isaías Orbe’, aunque se consiga un lugar para alquilar temporalmente, ya nada será igual.

El viernes, además, luego de la reunión de urgencia que mantuvieron consejeros escolares, integrantes del Frente de Unidad Docente Bonaerense y representantes de las instituciones implicadas, se decretó la suspensión de clases en el edificio de Pinto y Alem, sede del IPAT (Instituto de Profesorado de Arte Tandil) y de la Escuela Polivalente de Arte, hasta que el área responsable haga las debidas inspección y evaluación del riesgo edilicio. Instituciones que, junto a la comunidad del Conservatorio, vienen denunciando y exigiendo desde hace años el edificio digno, ante un Estado que no da respuestas. Se constatarán factores de riesgo edilicio, entre ellos: cubierta, cielorraso, pisos, gas y electricidad, “para ver las condiciones en las que se dictan las clases y posteriormente realizar los arreglos correspondientes si se pudieran hacer”, consigna el acta.

Gentileza: Lu Pillado.

Del Festival: educación y compromiso a cielo abierto

Cientos de alumnos, padres, docentes del Conservatorio y de demás instituciones educativas que comparten mismas problemáticas, junto al vecindario comprometido y preocupado por la situación de la educación en Tandil y el país, colmaron durante varias horas la céntrica peatonal de 9 de Julio casi San Martín. Autoridades del Conservatorio, como su vicedirectora Bibiana Álvarez, denunciaron públicamente a las gestiones provincial y municipal por la no respuesta a estas falencias que, en la sumatoria de ‘parches’, desembocaron en lo sucedido el jueves.

Gentileza: Carla Bogliolo.

En la oportunidad, además, se presentó en sociedad el Frente Estudiantil Terciario ’30 de agosto’, resultado de la “impetuosa necesidad” de organizarse desde los centros de estudiantes de los institutos terciarios de Tandil. Lo hizo con la lectura de un comunicado, en el que marcaban su nacimiento “frente a la emergencia educativa actual que acarrean las políticas de los gobiernos nacional y provincial, y teniendo en cuenta las falencias de infraestructura, recortes presupuestarios, cierre de carreras, falta de determinación de medidas de recomposición salarial docente, entre otras cuestiones de urgencia”.

Este Frente agrupa a los centros de estudiantes ‘Norberto Salgueiro’ (del I.S.F.D. y T. N°10), del IPAT, del Conservatorio de Música de Tandil, y del I.S.F.D. y T. N°166 (y anexo Vela). El nombre elegido es un recordatorio de “la fecha en la que la desidia del gobierno actual en cuestiones edilicias, se expresó en el derrumbe del techo del Conservatorio Isaías Orbe”, y gestó el diálogo entre integrantes de los diferentes centros estudiantiles, “fomentando la organización del reclamo común y generando una unión que garantice próximas actividades en conjunto por parte de los institutos terciarios”.

“Que los autores de la desidia protagonicen la solución”

Ernesto Invernizzi (presidente de la cooperadora del Conservatorio), Ana Fernández (del Centro de Estudiantes), Hugo González (de Suteba) y Cecilia Islas (de FEB) hicieron uso de la palabra. También lo hicieron algunos padres de estudiantes que, siendo parte de la comunidad del Conservatorio, desde hace unos tres años, decidieron que la institución “sea una parte importante del desarrollo personal de los chicos, no solamente en lo que les puede aportar en cuanto a formación musical, desarrollo de intereses, aptitudes y habilidades de la disciplina”, sino fundamental “en la educación en principios y valores, como solidaridad, empatía, sensibilidad por lo que le sucede al otro. Principios y valores que los responsables del mantenimiento en condiciones dignas del inmueble no han tenido en mucho tiempo”, remarcaron, tal lo han dejado claro quienes desde hace más de dos años luchan diariamente en la campaña por un edificio digno.

Este padre relató: “El jueves pasado, Valentino regresó antes a casa, para sorpresa de su mamá. Tenía clases de clarinete con Gabriel. Se tuvo que volver porque fue el que nos trajo la noticia de la caída total del techo del Aula 9. El mismo día, Carolina tenía clases de lenguaje musical con Karina, a las 14. Valentino y Carolina, como cualquier otro chico; Karina y Gabriel, como cualquier otro profesor; el Aula 9, como cualquier otra dependencia del Conservatorio; el jueves, como cualquier otro día de la semana, donde se dictan clases en la institución”.

En claro estado aún de conmoción, aseguró: “No sé si fue el paro, la suerte o algún designio superior, que evitó que la tragedia nos costara más cara”. Aclaró lo de ‘tragedia’ porque una de sus características “es que hay un destino trazado, imposible de cambiar para el protagonista, haga lo que haga. En este caso, fue la desidia sostenida durante años la que determinó que el destino del edificio de calle Alem fuera trágico. El edificio murió y hoy estamos de duelo”.

[TANDIL]Festival Artístico 'Argentina es Educación Pública'Por un EDIFICIO DIGNO para el Conservatorio de Música, el IPAT, entre otras instituciones.Conformación del Frente Estudiantil Terciario '30 de agosto', que agrupa a los centros de estudiantes del I.S.F.D. y T. N°10, del IPAT, del Conservatorio de Música de Tandil y del I.S.F.D. y T. N°166 (y anexo Vela).Video gentileza de Julia Pagés Fernández.(Nota en producción)

Publicado por Miradas del Centro en Domingo, 2 de septiembre de 2018

Por eso, esos padres, como muchos, decidieron acompañar, no de la forma “habitual” (a clases, varias veces por semana, presenciando las audiciones de sus hijos), sino “al que decidimos llamar ‘el elenco estable del Conservatorio’: docentes, auxiliares y directivos, que con su presencia diaria, con su compromiso de trabajo, poniendo el cuerpo, mantienen viva la institución del Conservatorio ‘Isaías Orbe’”. Agregaron: “Hoy nos toca a nosotros, como familia, integrantes de la comunidad educativa, poner el hombro, el cuerpo, una presencia, una palabra, un abrazo, porque la institución no es solamente el espacio físico donde funciona”. Resaltaron que la institución “es el vínculo sostenido, que permite reconocernos y ser reconocidos como parte de ella. La vida de la institución la desarrollan las personas que allí se encuentran”. La semana pasada, si bien se perdió el lugar de encuentro, “hoy el Conservatorio está acá”. Por último, pidieron “a los autores de la desidia que se transformen en protagonistas de la solución. La lucha continúa”.

Gentileza: Noticias Serranas.

Evitar la fatalidad: de mudanzas y desidias

Al tiempo que las inspectoras de área arbitran los medios para garantizar la continuidad pedagógica, para evitar la crónica de la tragedia anunciada, la familia de Polivalente (desde directivos y docentes, hasta estudiantes y sus padres) comenzó una mudanza, a la fuerza, del edificio del que fuera el Hotel Roma al de 4 de abril y Sarmiento. Más de cuatrocientos alumnas y alumnos sin clases, sin infraestructura digna para tener clases, y el abandono ya  intolerable de las autoridades provinciales. Su directora, Nancy Mazza, marcó: “Lo que pasó en el Conservatorio de Música, nos puede pasar a nosotros también”, que con sus falencias edilicias de años, revisadas como en el caso del Conservatorio, persisten y colocan en situación de riesgo constante a educadores y alumnos. Mientras, el reclamo para la finalización de obra de las instalaciones de 4 de Abril y Sarmiento, con más de quince años de iniciada: desde febrero, luego de rescindir el contrato con la última constructora, decisión de la gestión provincial, con Vidal a la cabeza, no ha habido más novedades. Menos aún, respuestas.

El alumnado de estas instituciones afectadas no sale de la incertidumbre por la que ya transitaba, ni de la congoja que lo tiene movilizado. No sabe si separarán las cursadas, si tendrán que recursar, si se podrán recibir en tiempo y forma, ni dónde lo harán esos 700 alumnos que conforman la matrícula y sus tres turnos. El terreno para la sede del Conservatorio está, no así la voluntad ni los recursos para su construcción. La solución temporal será un nuevo alquiler de otro espacio, pero un tiempo que se avista prolongado. Por lo pronto, asisten al velorio de la casona de Alem casi Maipú, a la que no podrán volver.

Ante el derrumbe del cielorraso, el estudiantado que luego se nucleó en el Frente Estudiantil Terciario ’30 de agosto’ se autoconvocó inmediatamente y marchó hacia el palacio municipal, donde el intendente Lunghi los recibió en el despacho. De esa manera, el Ejecutivo local quedó, a los ojos de la sociedad, como el actor que ofreció una solución, con la ayuda para alquilar otro espacio para el funcionamiento del Conservatorio. Sin embargo, a la gestión del Municipio de Tandil le cabe una gran porción de responsabilidad en este caso.

Allegados a la comunidad del Conservatorio le confiaron a este portal que “hay una gran mentira, que nos metió el Consejo Escolar de Tandil”. El del Conservatorio, ahora clausurado, es un edificio alquilado por la Dirección General de Escuelas. “Tuvimos dos hitos importantes en el intento de que lo arreglen seriamente”. El primero data de mayo del 2017: una gran lluvia hizo un anegamiento importante, por lo que les pidieron a consejeros escolares de Unidad Ciudadana intervención rápida. Una arquitecta hizo un informe técnico, en el que se señalaban claramente necesidades de arreglos. En julio de 2017, se elevó ese informe al Consejo Escolar. “Para que estuviera razonablemente bien el edificio, había un ítem importante, desde la inversión pública y la solución del tema goteras: hacerle un sobretecho al existente, comprobadamente débil. Si hacían eso, cierto equilibrio íbamos a tener”.

En octubre de 2017, ante la inacción del Consejo Escolar, que había hecho arreglos menores (como el corte de una planta), desde el Conservatorio se recurrió a los medios de comunicación. Así apareció la convocatoria del Consejo Escolar para atenderlos. Un Consejo siempre al pie del cañón… mediático. Le preguntaron a su titular dónde estaban los arreglos, y la respuesta de Cristian Cisneros fue: “¡Oh! ¡Creí que habían comenzado! No sé qué pasó. Voy a averiguar”. Así fue la escena, aseguran, como también que hay testigos de ello. Al tiempo, desde el Consejo plantearon que obras como la del techo, requerirían que no haya alumnos. Comenzaron las vacaciones… pero no así los arreglos. Enero de 2018: el Consejo Escolar publicó el listado de escuelas en las que se realizarían obras… Y no figuraba el Conservatorio. “La respuesta que dieron fue que esas obras se habían asignado con el presupuesto anterior”.

En julio de 2018, el informe técnico cumplió un año, sin nada que festejar. Con los arreglos fundamentales sin comenzar siquiera, la comunidad del Conservatorio volvió a pedir una audiencia con el Consejo Escolar. Un año después de su elevación, el Consejo le pediría a un arquitecto se suba al techo, para presupuestar y realizar los pliegos licitatorios para su arreglo. También les informaron a los integrantes del Conservatorio que el Consejo no disponía de fondos: la Provincia no giraba los necesarios y tendría que “pedirle permiso” al Municipio para disponer del Fondo de Financiamiento Educativo. Un fallido que, tal vez, denota el cierto grado de sometimiento y dependencia de estructuras por fuera del área del dominio municipal (como lo es el Consejo Escolar, perteneciente a la Dirección General de Escuelas), para con quien ocupa desde hace más de una década el sillón de Dufau.

Gentileza: Liliana Torres (para Miradas del Centro).

Y el techo continuó en su debacle, hasta su suicidio en soledad, este último jueves. Con su caída, empujó a una reunión de emergencia, en el intento por evitar se desmadre más la situación y ofrecer la apariencia de un Estado que responde. Un colaborador del intendente Lunghi, sin percatarse, tal vez, de que estaba dialogando con personas que desde hace años portan la bandera del reclamo por el edificio digno, hizo explícito lo que otros esquivaban u ocultaban: no se pondría un peso en el arreglo de ese techo, porque el Tribunal de Cuentas no lo autorizaría o le reclamaría al Municipio de Tandil por poner dinero en un edificio alquilado.

Gentileza: Carla Bogliolo.

Así se explican los reiterados desplantes del Consejo Escolar, al tanto de que no se dispondrían dineros en un edificio alquilado ni se realizarían los arreglos pertinentes. Así se explican los ninguneos al informe de mayo de 2017, al reclamo de octubre de 2017, y la pantomima de enviar arquitectos para un pliego que jamás se hará. Mientras la gestiones comunal y provincial deberían estar agradeciéndole a alguna fuerza sobrenatural el que esta tragedia no se haya cobrado víctimas humanas, las palabras del colaborador del intendente dejaron en claro que les es preferible que un edificio colapse, a tener “problemas” en las planillas a presentar al Tribunal de Cuentas, por un “uso dispendioso” de fondos públicos para que un techo no se venga abajo… Y no muera nadie en el ‘ahorro’.

Gentileza: Liliana Torres (para Miradas del Centro).

La comunidad educativa tandilera se encuentra en estado de alerta y movilización permanente. Momentos difíciles, en que las y los docentes están angustiados, con bronca, en un duelo feroz, ya que lo que conocieron desde décadas como el Conservatorio, murió. Más bien, fue muerto, por obra y decisión de quienes antepusieron el cierre del Excel a la urgencia edilicia de una institución educativa de prestigio de Tandil. ¿Cómo sigue el boletín?

Gentileza: Liliana Torres (para Miradas del Centro).

Argentina es educación pública, y la región Centro lo hizo manifiesto

‘Argentina es Educación Pública’ copó la Peatonal