Joana Colman, Andrea Posadas, Kenny Migueles y Jonathan Posadas, más copitos del barrio

 «Sé que lo hizo por plata, por acomodo, así que el chabón en cuatro años ponele que sale y sale re acomodado, ¿eh?» Así afirmaba una locuaz y convencida Joana Daniela Colman en un chat en un grupo de telegram compartido con la banda de criminales mal llamados «Copitos», acerca de la fortuna de Fernando Sabag Montiel, el que empuñó un arma y disparó a treinta centímetros de la cabeza de la vicepresidenta.  Y no erra demasiado.  Análisis de Ivy Cángaro compartido desde su red social.
De acuerdo a la carátula que tiene hoy la causa y el tipo de imputación que aparentemente se le haría, la pena es exactamente de cuatro años, con la posibilidad de quedar libre en dos. Demasiado conocimiento -entre otros que desgranó Joana hablando de «fuentes» y el estado de la causa, de Montiel, de los defensores públicos y hasta de lo que podrían decir los medios- para ser una piba de veintiun años -cumple 22 dentro de una semana- que vivió entre 2019 y 2020 en Brasil con su novia, que no tiene títulos ni trabajo reconocible públicamente, y que en sus redes se la aprecia llena de tatuajes, con una etapa «gótica», y muchos posteos que hablan de su afición gamer.

 

Joana Daniela Colman

También hay alusiones religiosas vinculadas con el catolicismo, y sobre todo, al umbanda. Pero de tener formación jurídica, o poseer contactos o trabajo en ámbitos de poder con nexos que le faciliten información tan sensible que la tuvo antes que la prensa o que la misma jueza, nada.

¿Cómo, entonces, maneja semejante caudal de información como para saber lo que hace Sabag Montiel ya detenido, si no es porque es parte del engranaje entre los contratados y los contratantes?

 

Joana Daniela Colman

Joana vive en una casa sencilla pero prolija en una zona de clase media de Monte Grande, sobre una amplia avenida embellecida con un boulevard, arbolada, apacible. No se la ve más que sola y en alguna última foto, con su pareja, una mujer muy joven, también umbanda, de actitud absolutamente sensual.

 

Pero no hay referencia a familia directa y una deduce que le costó esfuerzo llegar a ser quien quiere ser, posiblemente por tener muy definida su percepción desde pequeña, tal como se presume al recorrer su álbum fotográfico.

 

 ¿Cómo llegó Joana a vincularse y hasta dar directivas al grupo magnicida, dando muestras claras de ser parte de él? Posiblemente por una primera vinculación con Gabriel Nicolás Carrizo y su familia, puesto que los Carrizo y los Posadas tiene a varios Colman entre sus contactos y con fluídos intercambios.

 

Andrea Posadas.

Esa familia que también aparece en los chats: una medio hermana, Andrea Posadas, con quien Carrizo habló del crimen, del arma, de su descarte, de sus intenciones; y el otro medio hermano de Carrizo y hermano de Andrea, Jonathan Emanuel Posadas, conocido en el chat como Jony White o John Whiterlocke.

 

Jonathan Emanuel Posadas (alias Jony White)

Andrea y Jonathan son mayores que Gabriel. Viven en Morón, siempre vivieron allí. Son una familia numerosa y aparentemente unida, con muchos cumpleaños, niños, actos escolares, salidas a boliches, encuentros con amigos. Paredes sin revoque y cortinas verde manzana. Uñas esculpidas, trenzas africanas, rubio clarísimo. Se ven alegres, fraternos, aspiracionales.

 

Andrea Posadas

Hasta que llegan los inefables posteos políticos, y el odio evidente al peronismo, a Cristina, al kichnerismo, pero sin que les falte humor. Andrea, por caso, muestra una foto del allanamiento en la casa de su madre y de su hermano Gabriel, tomada desde la puerta de su propia casa, a una cuadra, y entre risas cuenta que se revolucionó el barrio entre policía y prensa.

 

Pero no menta en ningún momento más, y mucho menos de modo angustioso, que su hermano, con el que ella misma habló de las huellas en la pistola, de que la descarte y demás consejos, esté involucrado en el caso más conmocionante de los ultimos años democráticos argentinos. Lo que para cualquiera sería catastrófico, en el perfil de Andrea se la ve vivirlo con una suerte de sabiduría zen tumbera. Andrea es militante por las dos vidas, y tiene a Milei entre sus favoritos.

 

Kenny Daniel Migueles

Tiene una pareja, también, que es profundamente católica: Kenny Daniel Migueles, posteador compulsivo de Facebook a razón de un posteo cada diez minutos promedio. Sus posteos desde el 1 de septiembre hasta hoy, son de videos con chistes, situaciones cotidianas graciosas, declaraciones de amor a su novia, juntadas con amigos.

 

Kenny Daniel Migueles

Nada que hiciera suponer que su cuñado está en cana por intento de asesinato a la vicepresidenta, amenazas de muerte al presidente y a un diputado; y su novia en la mira por supuesta complicidad.
Pero si con paciencia llegamos al tiempo anterior al primero de septiembre, los posteos de Kenny cambian radicalmente: con la misma pulsión de siempre, por entonces posteaba todo el arsenal mileísta, negacionista, antikirchnerista, odiante y lleno de fake news.

 

Publicaba, también, múltiples videos de Danann y de «Es dePeroncho«, el otro influencer del grupo de Milei al que pertenecen Danann y Álvaro Zicarelli, de quien ya hablamos en otras notas en este medio.

Jonathan Emanuel Posadas (alias Jony White)

Jonathan Emanuel Posadas, o Jony White, a quien su hermano Gabriel confesó el plan de asesinar a Máximo Kirchner, se muestra risueño ante el devenir de su pariente enjaulado, como restando importancia y hasta haciendo chistes al respecto.

De hecho posteó el 20 de septiembre a las 20:26 horas: «Gabriel Nicolás Carrizo no es terrorista. Será puerco, mentiroso, idiota, terrorista, pero nunca será una estrella porno«, refritando la famosa frase de Los Simpson que es, también, slogan frecuente de Danann. De que hace unos días le allanaron la casa, ni mú. A lo mejor están acostumbrados, o demasiado seguros de tener amparo.

 

 

Como Joana, a quien también le allanaron su casa de la calle Amat al 900 de Monte Grande, quien a diferencia de los otros, abandonó las redes sociales desde hace varios meses. Quizá dejó las redes sociales para involucrarse en otra red mayor, la que ideó, financia, y asiste al último eslabón, el de los desclasados vendedores de algodón de azúcar que están -aparentemente- muy seguros de salir en poco tiempo y «re acomodados».

 

Producción compartida con permiso de su autora.