La media sanción se encamina al derecho y se celebró a lo verde

Mientras caía la tarde del jueves, vecinas y vecinos se autoconvocaron en las escalinatas del palacio San Martín para hacer manifiesta su emoción ante una jornada histórica, para la Historia Argentina en general, y para la larga lucha por la ampliación de derechos a las mujeres en particular. Pañuelazo, una marcha con bonus track, y una visita a la sesión del Concejo Deliberante: todo junto, en un mismo combo, para un día que duró 48 horas.

La frase de Charly García, en los inicios de El Aguante, allá por los ’90, se hizo carne este último miércoles: “La entrada es gratis; la salida, vemos”. El debate sobre el proyecto de ley de interrupción voluntaria del embarazo, en la Cámara de Diputados de la Nación, se inició a las 11 de la mañana. Y a partir de ese momento, la incertidumbre. Lo único cierto era que el final llegaría en algún momento del jueves. Miles y miles de mujeres, junto a hombres y el colectivo LGTBI, reunidos en distintos puntos del país (junto a otros tantos que se movilizaron a la mismísima zona de Congreso, en Capital Federal), a modo de vigilia y trasnochada, siguieron la transmisión de las posturas que se desarrollaron desde las 11 del miércoles 13 hasta las casi 10 del jueves 14.

Olavarría no fue la excepción, tal como se publicó el mismo miércoles en este portal. Muchas y muchos de quienes se dirigieron al salón del gremio AOMA sobre calle 9 de Julio debían madrugar, por su condición de estudiantes secundarios que tenían clases en la mañana del jueves. Estuvieron quienes hicieron un alto en la noche para dormir, como quienes no pegaron ni medio ojo e hicieron uno a su miércoles y jueves.

Ya en horarios de cursadas matinales, en escuelas en donde no se hicieron eco del pedido de transmisión del debate, las y los estudiantes ‘saltaron el paredón’ desde sus celus, al menos para preguntar cómo iba el asunto, mientras el estado de ansiedad, taquicardia y presión iba in crescendo. Hasta que llegó la votación, en medio de un poroteo especulativo no apto para corazones con afecciones: aquellos primero 131 verdes que terminaron siendo 129, el llanto contenido en esos segundos, y las ganas de salir a las calles olavarrienses, a ratificar que con militancia y movilización los logros pueden pasar de la utopía a lo concreto.

Todas esas ganas y esas energías se guardaron hasta las 17, hora en la que finalmente alrededor de doscientas personas se congregaron en el Paseo Jesús Mendía. Con el verde como denominador común, entre abrazos y lagrimeos varios de emoción, realizaron la foto grupal (que, de tan numerosa convocatoria, no lograban entrar todas y todos en la amplitud del lente) sobre las escalinatas del palacio municipal olavarriense. Edificio que, esta vez, estaba decorado lumínicamente de luces azules y blancas que daban para cualquier tipo de suspicacias.

La marcha no se hizo esperar y rápidamente se encolumnaron para atravesar todo el largo del paseo Jesús Mendía hacia calle Vicente López, y así dirigirse hacia Dorrego y de allí, por Rivadavia, nuevamente concentrarse en la esquina de esta última arteria y San Martín. Lejos de culminar allí la marcha… se tomó envión y se repitió el itinerario! Clara señal de toda esa energía concentrada por las y los más jóvenes durante las horas previas a la media sanción. Energía a canalizar, aún con varios momentos de cánticos, saltos, pogos y el ‘arroz con leche abortero’ en ronda gigante que, en esta oportunidad, no podía faltar.

Una pasadita por la Sociedad Española nunca está de más

De regreso al veredón, se hizo mención a la importancia de haber hecho una actividad sistemática a los martes verdes, a pesar de las noches y sus fríos caladores de huesos y voluntades. En el lugar, se mencionó que a apenas dos cuadras, estaba iniciándose una nueva sesión del Concejo Deliberante… Y hacia la sede de la Sociedad Española se dirigieron, a compartir en el legislativo local la emoción de una media sanción que es un paso casi completo hacia la ampliación de derechos de las mujeres y cuerpos gestantes, en el marco de una lucha de décadas en el haber.

Grata fue la sorpresa al llegar al recinto de encontrarse con que cinco concejales tenían el pañuelo verde de la Campaña Nacional por el Derecho al Aborto Legal, Seguro y Gratuito, rodeando el cartel con sus nombres sobre sus bancas. Así lo hicieron Alicia Almada y sus compañeros de bloque Germán Aramburu y Federico Aguilera (Unidad Ciudadana); Eduardo Rodríguez (Cuidemos Olavarría); y Gabriela Delía (Radicales Convergentes), en claro apoyo al proyecto que tratado en Diputados y a tratar en el Senado.

El apoyo se hizo aún más concreto al iniciarse la sesión, cuando en la voz de Einar Iguerategui (Cuidemos Olavarría), se realizó la moción de ingreso y tratamiento del “beneplácito por la media sanción” aprobada esa mañana en la Cámara de Diputados de la Nación, “a remitir a la Cámara de Diputados y a la de Senadores de la Nación, y a todas las agrupaciones que participan de este colectivo en pos de la aprobación del proyecto de ley de interrupción voluntaria del embarazo”. De esta manera, se pidió la inclusión del proyecto de comunicación, como Expediente 150/2018, con la firma de los concejales Einar Iguerategui, Margarita Arregui, Eduardo Rodríguez y Victoria De Bellis (Cuidemos Olavarría); Federico Aguilera, Germán Aramburu y Alicia Almada (Unidad Ciudadana); Gabriela Delía (Radicales Convergentes); Marcelo Latorre y Emilio Vitale (Frente Renovador); María José González y Celeste Arouxet (Cambiemos); y Juan Sánchez (Bloque de los Trabajadores).

Se aprobó la moción y así fue que este proyecto de comunicación se trató luego del primer expediente que se tenía en el orden del día, para declaración de interés legislativo de la creación de la Unión Nacional de Soldados Continentales. Con todo el ruido de fondo de los ex combatientes y esos ex soldados (que volvía complicada la concentración en la lectura y recepción de las y los ediles), Iguerategui dio cuenta de que “esta comunicación surge hoy al mediodía, con posterioridad a la media sanción que obtuviera el proyecto de ley que garantiza la interrupción voluntaria del embarazo, por parte de la Cámara de Diputados de la Nación”.

Los fundamentos del proyecto indican que “visto la histórica sesión y posterior aprobación por parte de la Honorable Cámara de Diputados de la Nación del proyecto de Interrupción Voluntaria del Embarazo” y que esta ley “garantiza todos los derechos reconocidos en la Constitución Nacional y los tratados de derechos humanos ratificados por la República Argentina, en especial los derechos a la dignidad, la vida, la autonomía, la salud, la integridad, la diversidad corporal, la intimidad, la igualdad real de oportunidades, la libertad de creencias y pensamiento, y la no discriminación”. En ese sentido, en ejercicio de esos derechos, “toda mujer o persona gestante tiene derecho a decidir la interrupción voluntaria de su embarazo, de conformidad a lo establecido en el proyecto de ley que logró media sanción en la Cámara de Diputados de la Nación”. Por esto, “en vista de la libertad de conciencia que atravesaron las votaciones y las posturas de los diputados de la Nación Argentina, este Honorable Concejo Deliberante replica esa misma postura, y por lo tanto los concejales abajo firmante elevamos este proyecto de comunicación”.

Con el proyecto, Iguerategui señaló: “Queremos manifestar la voluntad de cada uno de nosotros”, en el marco de una “jornada histórica para nuestro país”, tanto por la importancia del tema como por el resultado y el “cómo se constituyó esa mayoría de 129 votos, con votos de todas las fuerzas políticas que integran el Congreso de la Nación”. En esa dirección, rescató a las y los diputados Daniel Lipovetzky, Cecilia Moreau, Fernanda Raverta, Silvia Lospenato, Victoria Donda, Araceli Ferreira, Teresita Villavicencio, Fernando Iglesias, y José Ignacio ‘el Vasco’ De Mendiguren. Y en De Mendiguren se detuvo, porque “su postura es la que, ojalá, prime en muchos de los senadores que van a tener la responsabilidad de tratar y de votar esta ley: De Mendiguren dejó de lado su visión personal, su posicionamiento religioso, moral y ético, y entendió que lo que se estaba discutiendo y que obtuvo media sanción es un tema de salud pública”, refirió Iguerategui.

El edil del bloque Cuidemos Olavarría subrayó que la de la despenalización y la legalización del aborto “es una lucha que la lograron los colectivos de mujeres, los colectivos feministas. A ellas se les debe la media sanción: a las que estaban este miércoles sentadas en las bancas; a las que estaban en las plazas; a las que estuvieron a lo largo de toda la historia democrática de nuestro país”, ya que “ésta no es una lucha que comienza hace tres meses, cuando se decide dar el debate en el Congreso”.

Sobre el debate, que llegó al recinto luego de las más de 700 exposiciones brindadas en el marco de la labor en las comisiones, como portavoz del proyecto de comunicación, Iguerategui indicó que fue “un debate abierto, donde, a través del dialogo y de la escucha, muchos diputados cambiaron su postura, entendiendo que se trata de un tema de salud pública, ya que lo que se busca con esta ley es que no mueran más mujeres”. A propósito de la escucha, destacó que es primordial la escucha a las mujeres: “Cuando me fui a estudiar, no tenía la visión que tengo hoy. Gracias a dos compañeras de estudio, entendí que esto era un tema de salud pública, que era un derecho de ellas, y que nosotros los hombres teníamos poco que opinar y mucho que acompañar”.

Por último, el concejal sostuvo que se trata de “la conquista de un derecho” y que “esta ley no va a obligar a nadie a abortar. De obtener media sanción en Senadores y de ser promulgada, permitirá que muchas mujeres no mueran”. Cerró con el lema “Educación Sexual para decidir, anticonceptivos para no abortar, y aborto legal para no morir. Ojalá que sea ley”.

Quien también hizo uso de la palabra en apoyo al proyecto de comunicación fue Gabriela Delía, concejala perteneciente al unibloque Radicales Convergentes, quien celebró “el debate que se dio en torno al tema, en el recinto del Congreso y en la comisión”, espacio en donde se escucharon “opiniones desde la ciencia, la sociología, el derecho, la medicina, la Iglesia, la antropología y muchos más. También se expidió la Comisión Interamericana de Derechos Humanos. Y, por sobre todo, resaltamos el respeto por ambas posiciones”.

Para Delía, el del aborto legal, seguro y gratuito fue un debate “responsable, amplio, democrático e histórico. No seremos los mismos después de este debate: con esta media sanción, están poniéndole fin al aborto clandestino y se reconoce la interrupción voluntaria del embarazo como un derecho humano, y así evitar muchas muertes de mujeres en abortos clandestinos”. Abortos clandestinos que “existen y nadie lo puede negar”, en los que “las mujeres jóvenes que se ven en esta situación, por su juventud o por sus recursos, se encuentran en la más alta vulnerabilidad”. Por esto, desde su bloque señaló que “la maternidad debe ser deseada y no impuesta” y que la clave está en ampliar derechos. Al finalizar, destacó a los diferentes movimientos de mujeres y organizaciones sociales “que contribuyeron y motorizaron el desarrollo del debate, dando como resultado la media sanción de la ley”.

Convicciones personales y el eterno retorno al debate ‘existencia y concepción’

Luego de esas posturas, Carolina Espinosa, desde Cambiemos, pidió enérgicamente la palabra para fijar su postura de no acompañamiento al proyecto: “por convicciones de índole personal” adujo. Aún así, expresó: “No puedo dejar de destacar la madurez manifiesta en el seno de la Cámara de Diputados, al haberse expresado la totalidad de los miembros que lo componen, en un ámbito de respeto y diálogo, y haciendo primar, por sobre todas las cosas, la libertad de conciencia, por encima de las pertenencias partidarias”.

Por último, Mario Alejandro Gregorini, también de Cambiemos, se expresó al respecto, como un tema en el “que, fundamentalmente, las que tienen derecho a opinar son las mujeres, que son las que realmente están involucradas en este tema”. Avisó que daría una opinión “como abogado” y centró su breve discurso en “el flamante Código Civil, sancionado hace dos años, quizás por la mayoría de los legisladores que ahora están en el Congreso de la Nación”. En ese Código que se sancionó y no fue modificado, Gregorini hizo hincapié en el artículo 19, el del ‘Comienzo de la existencia’: “La existencia de la persona humana comienza con la concepción”. En ese marco, “mi postura como abogado es que, mientras no se modifique este artículo y diga que la concepción comienza en la semana número 15, la persona humana existe desde el momento de la concepción. Para mi modo de pensar, como abogado, es inconstitucional sancionar una ley como se ha sancionado la media sanción”. Así fue que no acompañó.

La votación del proyecto de comunicación resultó aprobada por mayoría, con el voto positivo de los bloques Cuidemos Olavarría, Unidad Ciudadana, Bloque de los Trabajadores, Frente Renovador, y Radicales Convergentes; y de los concejales Bruno Cenizo (presidente del cuerpo legislativo), Celeste Arouxet y María José González, de Cambiemos. El voto negativo lo dieron los concejales Juan Ignacio Fal, José Luis Arguiñena, Martín Lastape, Carolina Espinosa, Alejandro Gregorini y Fermín Ferreira, todos del oficialismo. Los mismos que, minutos después, se ofenderían por la cantidad de licencias usufructuadas por docentes de la provincia de Buenos Aires. Docentes que son, en gran mayoría, mujeres en edad fértil y cuyo principal motivo de licencia, casualmente, es el embarazo.

Olavarría no escapa a la ansiedad: 13J Verde, entre la lluvia y la vigilia