Rescatando a las Mujeres Invisibles en la Radio

Dentro del ámbito radiofónico, las mujeres enfrentan una triple invisibilidad que se agudiza al interior de un medio que ocupa a veces un lugar secundario en el panorama comunicativo. Más allá de la carencia de representación visual, cuando se veda la expresión verbal, sus voces son silenciadas, son las voces femeninas las más afectadas. A esto se suma la marginación laboral, la falta de oportunidades para abordar sus temas y perspectivas en el espacio radiofónico, la supresión de sus noticias en el discurso público y la omisión de sus roles históricos, lo que las relega, especialmente en los medios locales del interior.

La memoria de la radio, al igual de la memoria de las mujeres recorre diversos ríos que constituyen un espacio donde se puede ir tejiendo la urdimbre de las sensibilidades populares locales, un escenario colectivo que se esboza como presencia ineludible y omnipresente de representaciones tanto individuales como institucionales, que son también sociales, en tanto otro discurso registra lo que no se decía en las calles, pero quedaba guardado en una historia a escribirse.

 

 

El rol de la producción es un caso especial. Carmen Moreno era productora del programa «Folklorísimo» en una radio porteña durante la década del sesenta. En ese rol trató con Mercedes Sosa, Falú, Atahualpa Yupanqui y muchos otros. Pero su nombre no hubiera trascendido de no ser la madre de Charly García. Y su única presencia es en referencia a la formación del músico. ¿Cuántas mujeres habrán pasado por el medio sin que quede registro, dado que en los medios electrónicos, quienes no están al aire, “no existen”?

O incluso peor, sus presencias son utilizadas, por ejemplo desde el rol de «madre» que les asignaba el gobierno de facto. En ese sentido es oportuno traer a la memoria la «Carta a un hijo terrorista» que recorrió como grabación las radios y se emitía periódicamente durante la dictadura:

Este audio es resultado de la digitalización de los archivos de LU10 Radio Azul en el marco de de diversos proyectos de Extensión Universitaria que surgen merced a una demanda de la actual «Cooperativa de Trabajo Radio Azul» interesada en rescatar la memoria de la radiodifusora, contenida en cintas abiertas, casetes y discos almacenados en su sede desde los comienzos de las emisiones, en 1952, que luego fue ampliada a la documentación gráfica con el Proyecto Memoria Grafica LU 10 Radio Azul (Subvencionado en el marco de la Convocatoria 2018 de Proyectos de Extensión Universitaria, Cultura y Sociedad) que implica la digitalización de (fotos, comunicaciones internas y externas, etc.).

Allí se advirtió escasa presencia femenina, lo que sugirió una pesquisa más profunda, y eso abrió de alguna manera una caja de pandora: La invisibilización de las mujeres en la emisora. Claramente, este medio (además de su ausencia de imagen) carece muchas veces de registro de su devenir (que si lo tienen los medios gráficos per se), y a ello se suma la invisibilización que han padecido las mujeres a todo lo largo de la historia del medio, especialmente en cuanto a como fueron relegadas a tareas secundarias, especialmente de locución y tareas administrativas, más en medios del interior y aún más en periodos autoritarios, como la dictadura..

Por un camino contrario a la anterior referencia, y también resultado de esos proyectos de digitalización emerge el recuerdo de Norma Landi. La radio en Córdoba es su historia: la época del radioteatro, Kloner y Ana María, la Ventana al Hogar de Norma Landi.

 

Esta locutora cordobesa  se animó a criticar a la dictadura al micrófono en 1977. Tuvo luego una destacada trayectoria profesional en la provincia.

 

 

Cuando se rastrilla el país buscando acerca de las pioneras de la radio, surgen las experiencias de múltiples mujeres que abrieron caminos. Su sola inclusión de alguna manera estableció un primer camino, que luego otras recorrieron. Aunque no lo fueran de maneras revolucionarias. Su mera presencia abrió la puerta para las que vinieron después. Esa inclusión siguió varias etapas.

En primera instancia, que trabajaran en radio era un primer paso. Posteriormente, que generaran su propio programa. Su propia radio, un sueño que tardaría más en concretarse.  O sea, hablamos de las que conocemos, aquellas cuyos nombres quedaron registrados en algún lugar. Por eso son invisibles para todes las que ya no podemos ver, porque no ha quedado huella de su trabajo…

 

Haciendo un mero registro  no podemos dejar de lado a las grandes voces argentinas que han dejado una huella en la radiofonía del país, y de las que apenas se encuentra su nombre. Entre ellas, podemos mencionar a las pioneras, como Elena De Marco, quien fue la primera mujer en dirigir un programa de radio en Argentina, allá por la década de 1940. O a las grandes locutoras y conductoras, como Mabel Seeber, que se convirtió en un referente de la radiofonía argentina en los años 60 y 70, y continuó su labor hasta su fallecimiento en 2013.

Ulanovsky también recuerda a las pioneras de los parlantes: Desde un primer piso de Maipú al 200, la casa Casella y Flores ofrecía «publicidad moderna por radiotelefonía«. Cada vez que a las cinco de la tarde instalaban en el balcón a la calle un rudimentario pero potente altavoz, eso provocaba una alteración en la gente y en el tránsito. «Si quiere comer con comodidad, vaya al restaurante Los Andes, en Maipú 241, y estamos seguros que quedará satisfecho«,  modulaba Zulema Zaquierer, la mujer que respondió al aviso que buscaba una «persona con voz clara y fuerte para radiotelefonía«, y que resultó elegida entre cincuenta hombres que también aspiraban al puesto.

Una de las pocas investigadoras que ha indagado este tema es Paula Martínez Almudevar, quien escribe acerca de las primeras aproximaciones sobre el trabajo femenino en la radio porteña entre 1935 y 1946. Respecto de la figuración de las mujeres, recuerda que al constituirse la Asociación Argentina de Artistas de Radio (AADAR), contaba con pocas mujeres artistas al comienzo de sus gestiones. En el libro de socios que debía firmarse para participar de la primera reunión constitutiva, solo aparecen mencionadas tres mujeres, mientras que los artistas varones superan las treinta firmas En la Asociación de Gente de Radio Argentina (AGRA), en cambio, el lugar que ocupaban las artistas mujeres parece haber sido diferente.

En ese sentido, la iniciativa de las y los artistas de radio se inscribe en un proceso de creación de organizaciones de artistas del mercado del entretenimiento de más largo aliento. La asamblea realizada el 31 de diciembre de 1938 fue el puntapié inicial para el surgimiento de la primera organización que nucleaba a “todos quienes cumplen alguna función, ya sea técnica, artística o complementaria en las emisoras del país”. La AGRA, se presentaba entonces como defensora de una multiplicidad de trabajadores, y denunciaba que todavía existía en la radiofonía porteña el problema de artistas que trabajaban sin paga.

Intentando realizar un rápido abanico, podemos conocer algunas mujeres, especialmente del interior. En la ciudad de San Juan, durante el año 1943, podía escucharse una voz aterciopelada y suave a través de «LV5 – Radio Los Andes». Dos días a la semana, la señorita Silveria Corts leía las noticias del mundo católico de la provincia, marcando así uno de los primeros pasos de las voces femeninas en la radio. En la década de 1950, en «LV1 – Radio Graffigna» en la misma ciudad, la voz de la señora Liliana Dávila se convirtió en un símbolo de la locución femenina. Esta profesional polifacética dejó su huella en informativos, radio-teatro y comerciales, consolidándose como «La Voz» de LV1.

 

A lo largo del país, existen innumerables historias que permanecen sin ser escritas, pero merecerían ser registradas. En Comodoro Rivadavia, María Magdalena Hernández destaca como la primera voz femenina estable de Canal 9 y Radio Nacional.

 

María Magdalena Hernández

En la misma ciudad, se suman voces como las de María Elena Iparrea, Elena Ada, Micky Condal y Tita Sánchez, que estuvieron presentes desde el principio. Sin embargo, la primera locutora de la radio fue Laura Durán.

Además, Clarita Montesinos, la única operadora mujer en ese momento, se convirtió en un símbolo y más tarde trabajó en Radio El Mundo en Buenos Aires.

 

Marisol Valenzuela, aunque inicialmente más en televisión, comenzó su carrera en LU4 Radio Patagonia Argentina en el departamento de publicidad y se adentró gradualmente en la locución.

 

En LU5 Radio Neuquén, la primera locutora oficial fue Rita Salto, conocida como Silvia Salgado. Luego le siguió Antonia Bassolino, conocida como Magda Byrne en la locución. Otras figuras destacadas como Hilda López y Adela Galán encomendaron su voz a las ondas radiales, dejando una marca perdurable en la radiofonía.

Antonia Bassolino adoptó el pseudónimo de Magda Byrne para desempeñar su tarea de locución en el medio. Nació en la ciudad de Neuquén en 1932 y comenzó su tarea en la emisora en el año 1948, cuando el director de la radio, Miguel Valenti, la descubre como talento, destacándose en su función de anfitriona de las grandes figuras de la escena nacional que se alojaban en el Hotel Provincial Confluencia en el que, además, participaba de números musicales como cantante.

 

Norberto Salmini, Agustín Orejas y Carmen Sanmartín

 

Carmen Sanmartín, apodada «la señora radio», llegó a LU5 en 1983 desde la localidad de 9 de Julio, Buenos Aires. Su dulce y sensual voz conquistó a la audiencia, y su enfoque en la solidaridad a través de la radio dejó una impresión imborrable en los oyentes.

El legado continúa con nombres como Ana Delgui, María del Carmen Fortunato, Verónica Viegas, Cecilia Rodríguez, Mariana Lourdes, Mirta Toribio, Claudia D’Orazio y desde el periodismo, figuras como Susana Penchulef, Haydeé Ascúa y Alejandra Pérez.

 

La Dra. Claudia ituarte, la Gante sanitaria Gabriela Alan y la periodista Susana Penchulef

Hilda López, en su rol de productora y conductora, brindó programas valiosos como «La luna en la almohada» y «Noche abierta», donde entrevistó a destacadas personalidades y compartió historias humanas con los oyentes. La tradición sigue con Majo Carrascal, formando parte de una sucesión de mujeres que han dejado una huella en los medios regionales.

Carmen Sanmartín y Manolo Galván.

En San Luis, Blanca Nelly Álvarez sobresale como una figura destacada en múltiples campos. Su entrada en LV 13 Radio San Luis en 1945 marcó un doble hito histórico: siendo la primera voz femenina de la radio y luego convirtiéndose en la primera mujer en dirigir una emisora de radio en 1951. Yolanda Aprea, conocida como Patricia Funes, también en San Luis, merece una mención especial por su influyente vida y trayectoria, la que ha sido reseñada en un libro por el investigador Daniel Toledo.

 

Patricia Funes, «La señora de la radio»

Su figura representa a todas las mujeres que han contribuido a la radio en cada provincia de Argentina en sus 100 años de historia radiofónica. Con 50 años de emisión continua (1959-2009), Patricia Funes se ganó el cariño del público y obtuvo numerosos premios y distinciones por su labor radiofónica, marcando así un capítulo fundamental en la historia de la radio. En 1959 ingresó a LV13 Radio San Luis por consejo de un médico. Trabajó en Granaderos Puntanos, Dimensión, Radio Universidad y Lafinur. Logró varios premios, entre los que destacan un Martín Fierro y dos Santa Clara de Asís.

La señora de la radio es considerada una innovadora de ese tipo de programas porque ella le agregaba una pizca de creatividad y simpatía, a quien se le hacía muy difícil decirle que no. Una de las frases que quedó marcada en la audiencia radiofónica fue: “señoraaa, hoy en supermercado… puede adquirir los siguientes productos….” y daba la lista de las ofertas. Patricia recuerda que ella le hacía los jingles a la agencia de publicidad de “Jando” Canale y fue ahí donde nació la famosa frase que se convirtió en un boom.

En 1981, la radio que primero había nacido como LV13 Radio San Luis, repetidora de la cadena de radio Belgrano, después pasó a llamarse LV13 Granaderos Puntanos (el nombre lo impuso el teniente coronel Fox). Cuando ya pertenecía a la cadena de radio, El Mundo cerró definitivamente sus puertas.

Patricia trabajaba en radio Universidad como locutora y después fue integrante del Museo de la Radio y la Comunicación de esa alta casa de estudios. Después pasó a FM Lafinur. En 2009, la señora de la radio puso fin al trabajo en el éter, pero sigue ligada a su pasión de distintas maneras, al igual que a las instituciones de bien público sin fines de lucro.

 

 

 

En Jujuy, el 6 de junio de 1970, Maru Fascio se convirtió en la primera conductora oficial de LW8 AM630, radio que abarcaba Jujuy y parte de Salta. Además de las locutoras y conductoras, es fundamental reconocer a quienes desempeñaron roles invisibles como productoras, columnistas, musicalizadoras, operadoras y movileras, ya que su contribución también es invaluable.

 

 

El historiador Rubén Bourlot rescata una de las figuras más representativas de la radiodifusión en la provincia de Entre ríos: Mary Charriere, conocida como Iris Yunque, quien en la década del 60, junto a su hermana Rosalía, se incorporó a la radio LT11 de Concepción del Uruguay como locutora, y también intérprete de los populares radioteatro. Como conductora tuvo recordados ciclos como «El rinconcito de los niños» donde utilizaba el seudónimo Iris Yunque, «De todo un poco», ya como Mary Charriere, y «Ocho y medio», un musical. Durante varios años condujo uno de los espacios de mayor popularidad en la región, la revista matutina «¡Hola, mañana!» En la imagen actuando en un radioteatro junto a Rubén Grey.

 

Otros nombres que nos acerca Bourlot respecto de la emisora LT11 Concepción del Uruguay, hoy Radio Nacional,  son Rosalía Charriere, Cristina Tami, Enriqueta Morera -desde su fundación en 1951-. Por su parte en LT15 Concordia, se recuerda a Sara Neyra, en LT14 Paraná – actualmente Nacional- Ana María Álvarez (Ana María) y en LT41 de Gualeguaychú, Teresita Ferrari.

En el centro de la Provincia de Buenos Aires, Ernesto Miglierina en Olavarría se ha dedicado a rescatar las voces de quienes formaron parte de los inicios de la radio. En ese contexto, ubica en un reencuentro de trabajadores a una de las primeras periodistas radiales de la ciudad, Miriam Onchalos.

El éter olavarriense registra en la memoria de Ernesto Miglierina  muchos otros nombres femeninos, entre los que se puede rescatar a Ilda Sagrario, Patricia Vitali, Andrea Ramos, Azucena Albert, Alicia Cabri, Stella Follini, Marta Galbiatti, Marta Peredo, Alicia Hoffman y Marisa Colo.

 

La locutora Celia Fernandez en los ochenta en su mesa de trabajo

 

La recordada locutora olavarriense Virginia Castel

 

El ex operador de LU32 Radio Olavarría rescata además a María Estela Espeluse, quien pasó por LU10 Radio Azul, que transmitía desde una oficina en Olavarría, y también por FM Moebius 107.1 y Cadena 103

Alejandro Latorre, autor del libro “Recuerdos de una caja mágica” que reseña la historia de la radio en Tandil expresa que una de las protagonistas de esta región Lucía Gentile, la primera locutora de Tandil que dio sus primeros pasos en LU 10 Radio Azul, junto a Rubén Candelas, el dueño de aquel vozarrón que formó parte de la banda de sonido de la vida de miles con sus presentaciones en Casos policiales por LU 22, haciéndose un lugar sumamente importante en los corazones del público y de los colegas.

 

Teresita Zumpano, por su parte, inició su tarea al aire en LU22, donde se destacó por su voz y su carisma en un tiempo de esplendor para la radiofonía.

 

Lucía Gentile, la primera locutora de Tandil

Sin embargo, muchas de estas mujeres, en el ámbito de los medios donde se desempeñaron, contribuyeron y son recordadas por expandir al medio radiofónico una imagen de esposas amadas, madres abnegadas y buenas vecinas modelo de su comunidad, que conjuntamente con una personalidad y una voz agradable acompañaban a la audiencia local. No por nada en todas las menciones a las mujeres que forjaron el medio en el interior, la palabra “voz” es la más frecuente. No existe mucha referencia a las mujeres periodistas de la radiofonía.

 

 

Es interesante resaltar que incluso, los nombres que se rescatan son de locutoras o conductoras. Los oficios invisibles de la radio resguardan un doble olvido para quienes se desempeñaron como productoras, columnistas, musicalizadoras, operadoras, movileras, etc.

Si hay que hablar de las pioneras, es ineludible mencionar a Paloma Efron, “Blackie”, como la llamaban. Una joven oriunda de Basavilbaso, Entre Ríos, precursora en la conducción y en la producción radial, que nació en 1912 y que a los 21 años incursionaba en la radio, dos años después de su creación, y luego de iniciar su carrera como cantante de jazz.

 

Ella fue una mujer que por encima de  contradicciones y polémicas, desafió todos los mandatos que en esas primeras épocas se imponían para las mujeres en los casos en que lograban acceder al mundo de la radio, y luego, de la televisión. Allí donde solían aparecer como cantantes, como actrices de radioteatro, como locutoras, como lectoras de las tandas publicitarias, pero nunca  como conductoras de programas.

En su sendero profesional como productora impulsó la carrera de muchos personajes que luego fueron grandes estrellas de la televisión, el periodismo y el teatro: Bernardo Neustadt, Roberto Galán, Marikena Monti, Tato Bores y Nélida Lobato, entre otros. En su memoria y modo de homenaje, el seis de diciembre, día de su nacimiento, se celebra el día del productor de radio y televisión argentino.

Carlos Ulanovsky reseña en su monumental obra «Días de Radio» los conceptos de una crítica, Dionisia Fontán, que escribe en La Nación desde 1991 una columna titulada «Radiografías», exclusivamente dedicada a la radio. Allí en tre otros temas  se queja por lo que denomina la tendencia a la misoginia de la radio: «Se carece de los equivalentes femeninos de Larrea, Llamas de Madariaga, Fernando Bravo o Badía. En cambio las mujeres abundan en el bastante anónimo trabajo de la producción periodística».

Una mención aparte en este aspecto lo merece el ámbito de las locuciones en off, tanto en los comerciales como en las locuciones por encargo, las artísticas de programas e identificadores de emisión, dominado en gran medida por los hombres, basado en la suposición que éstos suenan más convincentes tanto en las publicidades como en los trabajos de voice-over.

La colectiva «Nos Quemaron por Brujas» realizó en 2020 un informe llamado «Faltamos en la radio»,  que denunciaba un escenario con ausencia de mujeres e identidades diversas. A tres años del primer estudio, la segunda edición revelaba cambios en la participación de mujeres e identidades diversas en la radio. la conducción, vital para definir la identidad de un programa, ha visto una disminución al 22 % en presencia femenina y un 78 % de dominio masculino.

A partir de los resultados del informe, se puede constatar un incremento al 90 % (en comparación al 82 % en 2017) de la participación de mujeres e identidades diversas en la locución. En este sentido, se observa un fuerte vínculo con el rol de las locutoras, que conforman el 90 % del total de locuciones realizadas por mujeres. aunque el papel de la locución ha evolucionado, las autoras destacan que la percepción de que la voz femenina solo contribuye a la estética persiste en la actualidad.

En el ámbito del humor, la participación femenina seguía siendo limitada: el 80 % de los segmentos de humor son liderados por hombres. recién este año, se ha logrado un avance, con un 10 % de presencia de mujeres cis y un 10 % de mujeres trans en este rol. en deportes y operación técnica, aún se observan vacíos en los programas señalados, aunque se reconocen múltiples experiencias de periodistas y técnicas especializadas en estos campos.

En cuanto a las columnas de economía, haía habido cambios en comparación con 2017: mientras que en el primer informe la participación femenina era nula, ahora se alcanza un 20 %. en el ámbito de temas policiales y judiciales, también se ha registrado un crecimiento: La participación femenina pasó del 14 % de hace tres años a un 67 % en la actualidad, aunque cabe resaltar que esta columna solo existe en tres de los 14 programas analizados. en el espacio de cultura y espectáculos, la participación femenina predomina con un 70 %. únicamente en las transmisiones externas se logra la paridad: los reportajes en terreno cuentan con un 50 % de presencia femenina y un 50 % masculina. Cuando este estudio se vuelva a realizar, es de esperar un avance significativo.

Este es entonces el esbozo de un mapa a realizar, en el que se examinen las consecuencias que tuvo para las mujeres la exposición a la violencia y la represión durante la dictadura, y cómo afectó su carrera profesional y su vida personal. Además, es una deuda pendiente la resignificación de las experiencias de las mujeres periodistas hacia el  presente, y cómo se han construido narrativas sobre ese papel en la lucha por hacer reconocer su lugar.