Postales de la segunda jornada del juicio a Cristina Santillán

Febo asomó y desde bien temprano en la mañana se prosiguió con el debate oral y público en los tribunales de Azul, que se extendió hasta las 21. De ocho testigos, sólo uno era de los propuestos por la Defensa. Una jornada extensa, signada por las restricciones arbitrarias al público que quiso ingresar; por requisas y cacheos denigrantes; y por un evidente embate de la representante del Ministerio Público Fiscal ya no únicamente contra Cristina Santillán, sino contra el movimiento de mujeres, al que se acusó de montar una campaña de falsedades.

Según lo advertido por quienes se acercaron en diversos momentos al Palacio de Justicia, se impuso una restricción al ingreso a la sala, una suerte de tope. Aún con bancos vacíos y gente afuera que quiere entrar, no lo permiten. Asimismo, si en la crónica del martes advertimos sobre lo desmedido y lo poco tranquilo de algunos cacheos y requisas, este miércoles se terminó de confirmar la sospecha: pasaron, directamente, a denigrantes y abusivos en algunos casos, a punto tal que un policía ordenó (no de manera gentil) el desnudo completo a una de las personas que quiso ingresar a presenciar la audiencia, insistimos, oral y pública.

‘Extensa’ ha sido la carátula que recibió la jornada de este miércoles en el Palacio de Justicia azuleño. Por el tercer piso del Tribunal, se continuó con el recibimiento de los testigos propuestos por la Fiscalía. De los ochos testigos del día de ayer, dio su testimonio el médico psiquiatra Enrique Stola, de parte de la Defensa. Stola compareció, debido a que no podría hacerlo el jueves ni el viernes, al ausentarse de Azul. Según fuentes que se encontraban en la sala, el testimonio del psiquiatra fue ampliamente aplaudido. Incluso, al retirarse del edificio, Stola fue despedido con sentidos aplausos de los manifestantes apostados en la puerta de Tribunales.

Foto: gentileza Diario El Tiempo (Azul)

El testimonio de Stola fue extraordinario, porque pudo describir la sintomatología de una mujer que sufre violencia de género. Habló del stress post traumático, y se refirió al caso de Cristina, puntualmente, con lujo de detalles”, resaltó Luz Ramallo, de la Asamblea de Mujeres en Lucha de Azul. En diálogo con Miradas del Centro, remarcó que lo que hubo este miércoles fue “una fuerte embestida de la Fiscalía contra Cristina Santillán. Y también la Fiscalía indujo a algunos de sus testigos a ser críticos del movimiento de mujeres, para decir que la campaña que se había montado en defensa de Cristina Santillán estaba plagada de mentiras. Prácticamente nos atacó”.

Luz Jara, de Feministas Libertarias de Insurgente, también estuvo en la sala de audiencias y subrayó a Miradas del Centro que “la Fiscal (Laura Margaretic) continuamente buscaba en los testigos ver, demostrar, que había influido la campaña de visibilización del caso por parte de las organizaciones sociales, culpabilizándonos de entorpecer el caso”.

Día de testimonios duros

Como parte de los testigos presentados por la Fiscalía, declaró el neurocirujano Miguel Copello, que fue quien operó a Ricardo Orlando Hernández al llegar al Hospital, ni bien ingresó a Terapia Intensiva. “Fue muy determinante, aunque afirmaba cosas que ni siquiera eran de su especialidad”, comenta Luz Jara. Un testimonio que no fue favorable para la Defensa de Cristina Santillán.

Otro de los testigos que marcó la dureza de la jornada fue el mayor de los hijos de Cristina, Ramiro Hernández, policía de profesión. Muchos de los allí presente hicieron hincapié en que su declaración tuvo muchas contradicciones, a punto tal que “se notaba que estaba mintiendo mucho”, afirmaron varias fuentes. “Este hijo, además, era como el fiel reflejo del padre y es policía, lo que no es un dato menor”. Testificó en contra de su madre, lo que sumó a una jornada en la Cristina Santillán tuvo varios quiebres. “Ramiro es un testigo que puso en evidencia cómo se han activado todos los mecanismos de negación en su caso: su parquedad, su fuerte machismo evidente”, analizó Luz Ramallo.

Seguidamente, declaró Romina Elverdín, nuera de Cristina, es decir, esposa de Ramiro Hernández. Se esperaba, fruto de alguna idea preconcebida, que no fuera un testimonio de lo más ‘favorable’, pero cierta buena relación de esta mujer con su suegra hizo que aportara algunos datos: por ejemplo, que Santillán le había manifestado, en reiteradas oportunidades, que sabía que Hernández tenía otra mujer; que lloraba y que no estaba bien ese  matrimonio. Una declaración breve, en la que no descartó ni desmintió la situación de violencia de género por la que atravesaba Cristina. Se limitó a decir que la desconocía, aunque tenía conocimiento de algunos conflictos.

También testimonió Ángela del Carmen Valdez, madre del fallecido Hernández. Otro testimonio que fue etiquetado como ‘poco creíble’ por muchos de quienes presenciaron el debate debido al nivel y número de sus contradicciones. En el momento en que testificó su suegra, Cristina pidió retirarse de la sala. Para algunas personas, esto pudo responder al hecho que la suegra era una de las que violentaba a Cristina desde el principio de la relación con Hernández. “Cristina sabe que la suegra es conocedora y es parte de esta historia. Pero Cristina es fuerte. Se repuso rápidamente y pudo volver a la sala del juicio una vez que terminó esa declaración”, comentaron a este Portal. En el testimonio de la suegra, además, se potenciaron varias contradicciones con lo dicho primeramente por Ramiro.

El del psiquiatra Enrique Stola fue el único testimonio presentado por la Defensa en el día de ayer. Como de la Defensa, Stola ha intervenido en casos como el del Padre Grassi y el de Higui, evidenciando una clara perspectiva de género. Se trata del psiquiatra que logró introducir la violencia de género en ese particular campo científico. De todas maneras, no quitó que, en una declaración que se extendió a lo largo y ancho de dos horas y media, la fiscal Margaretic “se haya empecinado en chicanearlo, en que quería ponerlo incómodo al doctor, que se ‘pisara’”, lo que llevó a ciertas discusiones entre el profesional y la representante del Ministerio Público Fiscal.

Foto: gentileza Diario El Tiempo (Azul)

Por otra parte, también pasaron por el banquillo de los testigos una psicóloga y una psiquiatra, Silvina Banega, ambas peritos oficiales del Poder Judicial. Propuestas por la Fiscalía, se centraron en manifestar su desacuerdo con las conclusiones de Stola. Se mantuvieron en sus conclusiones periciales originales, dirigidas a afirmar que Cristina estaba consciente, que pudo comprender la criminalidad del acto, dirigir sus acciones y demás cuestiones afines.

El último testigo de la Fiscalía, este miércoles, fue el odontólogo Jorge Gustavo Romeo, que manifestó “no creer” que algunos dientes  faltantes de Cristina Santillán se los hubiera ‘quitado’ Hernández “de una piña”. También se supo que este odontólogo tenía cierta relación de amistad con Hernández. En su testimonio, como en el de Ramiro, se confirmó, además, que Hernández tenía “otras mujeres”.

Una jornada extensa, con exposiciones e interrogatorios igualmente largos y extendidos, pero que “dejaron en claro que, por un lado, está la opinión de Stola, y por el otro, la de las peritos oficiales”, resaltó Luz Ramallo. En ese sentido, por esas enormes diferencias entre los análisis de la psiquiatra Silvina Banega y el psicólogo Enrique Stola, el defensor General Diego Fernández solicitó un careo entre ambos. Sin embargo, la jueza Alejandra Raverta denegó el pedido. Solicitud a la que también se había opuesto la fiscal Laura Margaretic.

Luz Ramallo manifestó: “Fue una jornada difícil, pero recalcamos que son los testigos de la Fiscalía. Una Fiscalía que viene con un fuerte embate, insistente, en demostrar que en el caso no hubo violencia de género. Además de querer demostrar que Cristina lo mató (con la relación de causalidad con la muerte en estado de discusión), Fiscalía quiere demostrar que Cristina lo atacó simplemente porque él se quería separar. Esta sería la hipótesis de la fiscal”.

Yessica Almeida: Fue muy duro. La Fiscal, ahora, está muy ensañada con María, la hija que va a testificar mañana, se supone, queriendo desacreditar todo lo que María pueda llegar a decir, diciendo que está influenciada por las organizaciones sociales, poniendo en cuestión esto de que a nivel nacional esté trascendiendo el caso, lo que puede llegar a dañar a los hijos, a la familia y demás; como jugando con todas las cartas que puede y tiene a mano, porque ayer había terminado bastante complicada la situación para ellos. El martes había sido un día bastante favorable: la Defensa le había podido dar vuelta casi todos los testigos que habían aportado, y desacreditar mucho al médico clínico, la cuestión del geriátrico que no tenía habilitación. Eso, lo que fue el adentro.

En la jornada de ayer, además, trascendió que el juicio se alargará. Según se tiene entendido, además, los últimos testimonios serán los de Julián y María, hijos de Cristina.

El veredón también existe

Si bien el de este miércoles fue un día poco favorable para la situación de Cristina Santillán, desde el veredón del Palacio de Justicia de Azul se hizo sentir el apoyo de las organizaciones. De hecho, se trató de hizo mucho ruido para que se escuchara desde la sala de audiencias. Las libertarias de Insurgente, gente de la Comisión de Género de la Juventud Guevarista, el Partido Obrero, olavarrienses, azuleñas, la colectiva El Chancho Feminista, entre tantas otras organizaciones, hicieron el aguante. “En varios momentos hubo mucha gente. Vino un grupo a tocar tambores y salieron a callarnos. Tocaron la guitarra, cantamos y así fue pasando la tarde, mientras esperábamos re ansiosos que saliera alguien a contarnos algo”, comentó a Miradas del Centro Liz Nuñez, integrante de la Comunidad Pillan Manke.

Yessica Almeida, referente del Partido Obrero de Olavarría, señaló a este portal que “en horas del mediodía, había más de un centenar de personas afuera, haciendo el aguante. Una parte ingresó, otra se quedó afuera. Estuvimos afuera cantando, se aplaudía, se pintaron carteles, se colgaron más banderas de las que ya había… Se hizo el aguante hasta que salió Cristina y las últimas compañeras que quedaban adentro, a las 21. Cristina salió muy entera. La aplaudimos, cantamos, y se la veía más tranquila”.

Cacheos denigratorios, entrada restringida y la salida… vemos

Ya el martes nos habían alertado sobre ciertas situaciones al momento de la requisa y el cacheo. Sin embargo, lo sucedido este miércoles superó lo imaginado y terminó de definir aquello que el martes se había “insinuado”. Así sucedió con Nicolás Pérez, que, si bien entró minutos más tarde a la audiencia, eso no justifica en absoluto el obligarlo a desvestir. Literal. Una situación sumamente violenta, discriminatoria, ultrajante y digna de repudio. Aquí compartimos el propio relato de “La Chicho”…

Otro de los puntos cuestionados por el público es el que no dejaron salir, ni a almorzar siquiera, en pleno cuarto intermedio, a quienes ingresaron a la sala a las 8. “Tuvimos que estar todo el tiempo ahí adentro, hasta que decidiéramos salir”, denunció Luz Jara. Además, vale decir, quienes salían, no podían volver a entrar. “En la tarde, no dejaron entrar más a nadie. Los últimos que pudieron entrar, entraron a las 13.30. Después, no dejaron entrar a nadie en toda la tarde. Se hicieron cuartos intermedios, pero… Vamos a ver si podemos revertir eso y lograr que, por lo menos, los que pudieron entrar, los dejen salir a comer”, anunció Yessica Almeida. También sugirió que se realice un recambio del público en la sala, “al mediodía y a la tarde, a medida que la sala se va vaciando, para que quienes estamos afuera podamos entrar”.

NOTA RELACIONADA: Comenzó en Azul el juicio contra Cristina Santillán