Qué contiene el archivo más grande sobre el Movimiento de Sacerdotes para el Tercer Mundo

La Universidad Nacional del Centro, en Tandil, resguarda un material inédito sobre la organización de curas argentinos que en las décadas del ‘60 y ‘70 tuvo amplia participación social y política en distintos puntos del país. El Archivo se encuentra disponible para el público en general. Qué contiene el archivo más grande sobre el Movimiento de Sacerdotes para el Tercer Mundo. Nota de Marianela Ríos compartida desde El Teclado

Manuscritos, comunicados, circulares, folletos y correspondencia: son más de 5 mil folios -sumados a 1.500 libros y revistas- que contienen la historia del Movimiento de Sacerdotes para el Tercer Mundo (MSTM), la organización de curas argentinos que en la década del ‘60 y parte de la del ‘70 tuvo amplia participación social y política en distintos puntos del país.

En junio de 2020, un equipo del Instituto de Geografía, Historia y Ciencias Sociales del CONICET se encargó del financiamiento y traslado de un cargamento de 500 kilos de material desde la ciudad de Santa Fe hasta la localidad de Tandil. El operativo fue realizado en conjunto con la Universidad Nacional del Centro (UNICEN).

La documentación inédita hasta ese momento fue donada por el sacerdote porteño Domingo Bresci -uno de los fundadores del MSTM- y la educadora popular santafesina Mabel Busaniche, compañera del cura ya fallecido José “Pepe” Serra, también integrante del Movimiento.

El viernes 21 de octubre se realizó en la UNICEN la presentación oficial del Archivo, que ahora se encuentra disponible para el público en general.

Lucas Bilbao, doctor en Historia e integrante del equipo que reunió todo el material, destacó la importancia de la recopilación de los textos y escritos. “Para quienes trabajamos a partir de fuentes esto es increíble porque es muy difícil poder encontrar toda la información en un solo lugar”, dice. Y agrega que “el material se encuentra digitalizado pero todavía no está disponible en ninguna plataforma. Quien quiera consultarlo debe solicitarlo al Instituto de Estudios Histórico – Sociales de la Facultad de Ciencias Humanas de la UNICEN”.

 

Sepelio del padre Carlos Mugica. [Foto: gentileza del Archivo del MSTM].

El Movimiento de Sacerdotes para el Tercer Mundo fue una corriente nacida en 1967 a partir del “Mensaje de los 18 obispos para el Tercer Mundo”. En Argentina, 270 curas católicos que tenían un fuerte compromiso político y social adhirieron al mensaje y realizaron su primer encuentro en mayo de 1968.

Los sacerdotes que participaron en el MSTM –muchos de ellos identificados con el peronismo– cuestionaban el dogma oficial de la Iglesia y la invitaban a ‘aggiornarse’, mantenían discusiones sobre las posibles transformaciones del catolicismo y realizaban acciones concretas: reclamaban por las violaciones a los derechos humanos e iban a los barrios obreros y villas del país para registrar las necesidades de sus habitantes.

Si bien coincidían en mantener un fuerte compromiso con los oprimidos y desposeídos del continente, al interior de la organización discrepaban sobre algunas cuestiones centrales, como el uso de la violencia y la lucha armada.

Uno de los documentos emitidos por el MSTM sostiene que los países del Tercer Mundo -ubicados en Asia, África y América Latina- “padecen una situación de injusticia”, se encuentran “oprimidos por un sistema” y son “víctimas de las secuelas del hambre, analfabetismo, inseguridad, marginación, etc”.

Estos mismos pueblos -se añade en el escrito- en la hora actual, se movilizan para romper sus viejas ataduras. Se gesta en ellos un innegable proceso de liberación que exige un cambio rápido y radical en todas sus estructuras: económicas, políticas, sociales y culturales”.

El MSTM llegó a tener alrededor de 600 miembros y simpatizantes -cerca de un 15% del total del clero argentino- y a realizar 6 encuentros anuales.

Lucas Bilbao cuenta que “el Movimiento acompañó todas las luchas de ese momento, una época de mucha convulsión política y social: los sacerdotes veían que el peronismo era una herramienta para la liberación de los pueblos, para la liberación de los pobres”.

Durante las dictaduras de Juan Carlos Onganía, Roberto Marcelo Levinsgton y Alejandro Agustín Lanusse fueron una de las voces opositoras que más páginas ocupó en la prensa”, agrega.

El historiador de la UNICEN amplía que “en Argentina, desde la década del ‘30 -con el primer Golpe militar- se había instalado una tradición de fuerte acompañamiento institucional por parte de la Iglesia hacia los gobiernos de corte autoritario. Y este sector de sacerdotes venía a poner en tela de juicio lo que hacía la jerarquía católica”.

Para una sociedad en la que la Iglesia católica siempre había tenido un lugar preponderante, que de repente aparecieran curas implicados en asuntos de -como se les decía- ‘subversivos’, fue de lo más desconcertante”, sostiene Bilbao, becario postdoctoral del CONICET.

Es decir que fue algo inédito dentro de la historia argentina: que un sector de la iglesia fuera opositor a un gobierno autoritario, que fuera crítico, que realizara denuncias y acompañara reclamos era muy raro. Y lo que empezó a ser inédito, pronto comenzó a molestar”, remarca.

Hacia 1975 el MSTM inició un proceso de desarticulación producto de la persecución política; se terminó de disolver como organización en 1976, cuando la represión de la última dictadura cívico-militar obligó al exilio a varios de sus miembros.

Según datos de la Cancillería argentina, durante su período de existencia, fueron 20 los sacerdotes del MSTM asesinados, entre ellos Carlos Mugica -quizá el más conocido- que integraba el grupo de la Capital Federal.

Bilbao considera que “Mugica (muerto en 1974 a manos de la Triple A de José López Rega) fue el primer mártir, el primero de la lista y, por varios motivos, se convirtió en una referencia: vivía en Buenos Aires, provenía de una familia de la aristocracia porteña y su imagen “vendía” para los medios de prensa”. “Los Servicios de Inteligencia lo vigilaban desde el ‘68”, cuenta.

Con su espíritu rebelde y contestatario, el Movimiento fue un fiel representante de su época y se desarrolló en un período dominado por los gobiernos de facto en Argentina. En ese contexto, se registraron alrededor de 50 detenciones de curas militantes.

 

Parte del Archivo en la UNICEN.

 

Si bien el MSTM fue una agrupación de sacerdotes eminentemente argentina, tuvo de alguna manera su correlato ideológico en otras regiones de América Latina; entre ellos, el Chile gobernado por Salvador Allende.

El Concilio Vaticano II -que se llevó a cabo en 4 sesiones entre 1962 y 1965– habilitó nuevas lecturas de la realidad y nuevas lecturas desde la Teología. Una de esas lecturas confluyó en lo que después fue la ‘Teología de la Liberación’, un movimiento que nucleó a organizaciones religiosas de América Latina, que estuvieron cruzadas por la cuestión política”, aporta Bilbao.

Pero aclara que “en Argentina, la Teología no tuvo fuerza porque el método científico que utilizaba era el marxismo y eso en nuestro país -más en este período atravesado por una lectura más de corte peronista y culturalista- no tuvo la fuerza que sí tuvo, por ejemplo, en Brasil”.

Fuente: [El Teclado].