«Una que sepamos todos», la historia del Rock en Olavarría recuperada en 2009

Hace una década se comenzó a rescatar la historia del Rock en Olavarría. El resultado fue la muestra “Una que sepamos todos”, que exponía década por década en los museos de los pueblos la historia del rock en Olavarría con documentos, fotografías y afiches, armando un paseo que incluyó la actuación de bandas de rock en cada localidad, para terminar con un recital en el Museo Municipal «La Calera» de Sierras Bayas donde se exhibió un video que documentaba esa epopeya musical.

Esta nota es doblemente recursiva, porque recuerda a una movida que se hizo el domingo 17 de mayo de 2009 en homenaje a quienes comenzaron a escuchar y tocar música rock en Olavarría cuarenta años antes. Había sido hecha en conmemoración del Día Internacional de los Museos con una temática que une a varias generaciones, el Rock, y fue la culminación de un trabajo de investigación histórica de la música en Olavarría que colmó largamente las expectativas. Una larga jornada con entrevistas a músicos y testigos, conferencias, fotografías y videos a través de los cuales se contó la historia, para terminar con un emotivo recital.

 

Ese día recordaron anécdotas de rock las mismas personas que hicieron la historia de la música popular de nuestra comunidad. Los artistas volvieron a juntarse entonces, varios años después del momento en que pensaron cambiar el mundo con su creación, a tocar y movilizar personas, desde el recuerdo y desde la nostalgia. Los músicos que se sumaron a la iniciativa fueron con sus guitarras para proponer “Una que sepamos todos”,  seguidos por un público con ganas de conocer un cuento mil veces escuchado en mesas de café, pero nunca escrito.

 

Uno de paneles que se hicieron para la producción «Una que sepamos todos» hecha en 2009 en homenaje a la historia del rock en Olavarría.

La entonces Directora de la Red de Museos Municipales de los Pueblos, Maribel García, expresó en su momento que la idea en torno a este festejo fue convocar a todas las instituciones para que festejar entre todos el Día Internacional de los Museos y dar a conocer lo que se hace en cada uno de ellos, y en el camino aprovechar la ocasión para difundir la historia del rock.

La investigación se comenzó entrevistando con aquellos primeros rockeros de la ciudad, y correlativamente se armó una muestra llamada “Una que sepamos todos”, organizada en forma de un recorrido con cada una de la década en los museos. Esa crónica se escribió en diversos paneles que desgraciadamente en la actualidad se encuentran extraviados.

 

Durante el trabajo se rescataron ejemplares de la revista olavarriense «Aveluz», de la década del 70, publicación Músico Cultural que presentaba a Olavarría como centro de rock, rescatando letras de las canciones de la década del 60, junto a los grupos que se formaban en esos años, Las Sombras, el festival Beat en Ferro, Los Marshall, Sexta Brigada, los testimonios de Perros en la lluvia, el primer festival de rock en Olavarría, del año 72; los recitales que comienzan en Monte Viggiano donde nacen “Rafa, Eduardo y el chico Guilladoy», «Fuego de vida», «Los Condes», «Macrobios».

 

Todo esto enmarcado en el nacimiento del Centro Olavarriense de Música contemporánea, cuando los recitales eran exitosos con 50 personas, tal como lo rescatan noticias que festejan la presencia de 150 personas en un recital en el  salón de bomberos (por ese entonces en la calle Alsina), en el que tocó también «La banda del Hijo». También se reseñaban recitales en «La Fraternidad» de grupos como: «Hoja», «Realidad», «Coágulo», «Nuevo Mundo», que fueron algunas de las bandas locales de los años 70.

La museóloga, respecto de la importancia de la música en sus distintas épocas expresaba: «Rescatar la historia olavarriense a partir del rock es maravilloso».  A través de la historia oral, se rescató el movimiento del rock de Olavarría en sus diferentes épocas, imbricando con la historia política y social, y los testimonios de los grandes músicos que hicieron historia en nuestra ciudad.  La tarea fue laboriosa dado que no había, en Olavarría, ningún material que documentara aquellos tiempos, tal como explicaba.

 

Gracias a los relatos a los que accedió Maribel y tal como se consigna en el periódico local, ahora se sabe que en 1967 Olavarría comenzó a verse convulsionada por un sector de la juventud. En época de la minifalda y los primeros pelos largos, el famoso y desaparecido «Express» donde grupos de jóvenes se reunían a escuchar a ‘Las Sombras’, un conjunto estudiantil que tocaba casi únicamente en los bailes organizados por los cursos.

Los años 60 tenían como furor el beat, era plena época de represión y surgimiento de bandas como Los Dodgers, Los Marshalls y Los Condes bajo la denominación de «música progresiva». También aparecía «Sexta Brigada», iniciando una época más revolucionaria del rock.

La propuesta consistió en realizar un recorrido en micros por los Museos de los Pueblos ese domingo, cuando los músicos con sus guitarras iban proponiendo “Una que sepamos todos”, y en cada Museo podía encontrarse década por década parte de la historia del rock de Olavarría.

Cada museo se abrió en esa fecha a la historia internacional, nacional y local con la intención de transmitirla sobre todo a las nuevas generaciones para unir a los protagonistas de las distintas épocas en un lenguaje común: el rock. Esta es la intención más fuerte que llevaba la propuesta. Por eso, la iniciativa invitaba a que los jóvenes se hicieran partícipes de la experiencia subiendo al colectivo con sus guitarras y ofreciendo también distintas canciones bajo la idea de «Una que sepamos todos» junto a músicos y alumnos de la Escuela de Música de la Municipalidad de Olavarría que se sumaron a la iniciativa.

 

El recorrido iba de museo en museo, siguiendo década a década la historia del rock en la ciudad partiendo desde el MAPDA. Quienes acompañaron la experiencia comenzaron el periplo en el museo de la piedra «Ema Occhi» de Sierra Chica, donde se contaba en documentos la historia de la década del 60 mientras se escuchaban temas de la época desde un Winco.

 

Luego seguiría en el Museo Municipal de los Alemanes del Volga de Colonia Hinojo, ambientada con la década de los ’70, el que albergaba un «toca-toca» al que Juanita, una de las encargadas del museo conservaba por entonces como si fuera oro, mientras que en el patio había una exposición de motos pertenecientes al vecino Carlos Schamberger.

 

El recorrido continuó por el Museo Municipal Miguel Stoessel Müller de Colonia San Miguel, donde el periodista local Víctor Pintos dió una charla acerca de su especialidad, el rock nacional, enfocando la exposición al panorama local.

 

La fiesta concluyó en el Museo Municipal de Sitio La Calera de Sierras Bayas, con la actuación de Claudio Pedreira, Eduardo Lalanne y José Larregle, recordando los temas de «Los Pasajeros» y «Can Can», un espectáculo donde se recorrió con imágenes los distintos años y las personas que representan esa historia, con grabaciones de grupos como «Marcrobios», «Los Condes», «Zona Militar» y «Los Marshalls», además de ejemplares de la revista «Pelo», «Expreso Imaginario» y «Aveluz» e imágenes de video rescatadas de filmaciones en súper 8, con la conducción de Marcelo Manolio.

 

También hubo un «cabezón» que representaba la memoria del rock de Olavarría, recordando en su ropa los nombres de las bandas que pasaron. Se sumarán a la propuesta, los integrantes de Las Sombras, grupo de Moteros Olavarría, con Bebe Zubeldía, Martín Esteves, los integrantes de Defectos Especiales, Rey Lagarto, La Patada, Mónica Badoglio, Adán Trimigliozzi, Fabián Laborde, Edelmiro Díaz, Juan Maíz, Miguel Pey, Iván Barón.

 

En ese lugar fue muy emotivo el rescate de uno de los pioneros del rock, Marcelo Sierra quien tocó en el recital, así como la inclusión en el video de imágenes de Néstor ‘Sapito’ De Arzave, que había fallecido mientras se realizaba la investigación.

 

Colaboraron en esa producción además, Marcelo Góngora con fotografías de Can Can, Santiago Rocha Campos y Marcela Guerci con discos de la época, el fotógrafo Miguel Ferreira que expuso fotos de Los Condes, Joaquín Affonso con un material valiosísimo de 70 diapositivas y un afiche de Rafa, Eduardo y el chico Guilladoy, del año 1972, cuando se hacían los primeros recitales de música progresiva en la vieja sede de Bomberos de la calle Alsina. En la producción se destacó Nancy Melendi, en tanto Guyi Mieri documentó las caravanas.

El Archivo Histórico contribuyó con revistas de la década del 80, Abel Gorosito con la revista Aveluz y audios, Ernesto Miglierina aportó grabaciones, Alejandro Gregorini partituras y revistas y Eduardo Schmale fotografías.

 

Click en la imagen para ver la Galería de Fotos
de 
«Una que sepamos todos»

El trabajo investigativo de los organizadores fue seguramente el más completo en formato no académico que se haya realizado alguna vez sobre este tema en Olavarría, excepto alguna tesis de la licenciatura en comunicación, lo que no implica que no se pueda profundizar quizás en una edición bibliográfica, lo que tendría una interesante trascendencia y habría que reclamar.

La decisión de vivenciar esa investigación, como lo fue la recorrida por los museos con un equipaje cargado de música, expresaba la intención de construir un espacio colectivo diferente y necesario, no por abstracto menos real. Lo que es verdaderamente saludable es la iniciativa de pensar la historia local y, además, hacerla viva, palpitante, entrañable. Un recorrido en el tiempo que se construyó como experiencia en el terreno para complementar la figuración.

La muestra y la actividad se repitió en otras oportunidades, volviéndose a exhibir el documental en diversas ocasiones, en tanto en 2013 la experiencia se reeditó con una jornada en la que en el Museo Municipal de Espigas se pudo disfrutar a “Diarios Viejos”, mientras que las bandas “Springfield” y “Vinilo” tocaron en el museo de Colonia San Miguel. Por su parte, “La Eskandalosa” actuó en Colonia Hinojo; y quienes se encontraban en el MAPDA disfrutaron de “Singulares Rock”.

El rock en Olavarría nació en una época en la que el pelo largo era una bandera y a la vez un desafío, una forma de contrariar a la autoridad y de reconocerse como iguales en cualquier lugar del mundo. Ese espíritu sigue resonando mientras haya ROCK.

 


El recuerdo del músico Miguel «Chule» Mugueta

Así recordaba la experiencia el músico, fotógrafo, e investigador Miguel Mugueta:  «En nombre de aquellos que dejamos una huella significativa en la memoria de tantos jóvenes y que fuimos parte de una generación de músicos de rock que se enfrento con sus canciones, su poesía y su actitud militante, a los mediocres partidarios de dictaduras y escuetas dirigencias políticas, queremos agradecer la iniciativa, la propuesta y la capacidad de gestión de Maribel Garcia y su equipo de colaboradores en relación a la organización del programa “Una que sepamos todos”.

Desde, Azul, fuimos muchos los artistas de todas las disciplinas que compartimos espacios y experiencias con nuestros colegas olavarrienses. El intercambio de saberes y de solidaridad entre las dos ciudades generó desde los años 60 hasta hoy una estructura identitaria que abrió, sin duda, caminos para movilizar en el espacio de la cultura popular un cauce libertario, que además sirvió como refugio para aquellos que nos acercábamos a la militancia social y política de los 70 para, tal vez intentar, cambiar al mundo con una guitarra y una canción.

La Patada, fundada en 1978 por el escritor y poeta Héctor Mañandes, fue uno de esos grupos de jóvenes azuleños que creímos en un mundo mejor y para todos. La Patada, fue un sueño y tal vez ya sea un mito. Charango Torres, Fichero Mentastti, German Saavedra, Roberto Peyrano, Lito Muñoz, Daniel Iarussi, Marcela Guerci, Marcela Joulia, Metro Messineo, Nestor Chiodi, Marcelo Cosso, Diego Córdoba y yo fuimos solo algunos de los protagonistas del placer de ser “patada”.

Invitame un café en cafecito.app

La invitación a participar en tan digno evento, donde no solo la historia de rock fue el eje del programa, sino que, una nueva puesta en valor de los museos olavarrienses se integró acertadamente para que cientos de ciudadanos se apropiaran de un legitimo patrimonio que alguna vez fue negado.

Gracias Maribel Garcia, gracias al gobierno comunal de Olavarria, gracias a los licenciados Jorge Arabito, Marcela Guerci, Dante lartirigoyen y Cecilia Astigueta de la Facultad de Ciencias Sociales, por el reconocimiento y el compromiso».


El video-documental “Una que sepamos todos”

Esta realización cuenta con fotografías y videos de la época sobre los principales referentes del rock en la ciudad de Olavarría. que se exhibió en la calera de Sierras Bayas al final del dia (Gentileza Darío Rampoldi, CREAFILMS):

En la producción se exponen los relatos de los músicos que hicieron historia en el rock de la ciudad, quienes cuentan los comienzos del movimiento en Olavarría, los primeros recitales, la moda, las prohibiciones y los espacios conquistados. Las notas y la producción fueron realizadas por Maribel García y Jorge Arabito, con locución de Nacho Cardone, y fotografía de Joaquín Afonso.

 

 


Bonus track:

Tomas sueltas (originalmente en Súper 8) de ensayos en «el antro», recitales en El Círculo Italiano y la escuela Normal de los grupos Selena y Gea, aproximadamente 1980. Parte de la historia del rock en Olavarría también..

Primera parte:

Segunda parte: