Explosiones canteriles: ¿otra vez sopa?
Aquello de “cambiamos futuro por pasado”, que se descolgó de la boca de la gobernadora María Eugenia Vidal, en el mismísimo momento de haberse hecho de las elecciones en octubre de 2015, suma un nuevo capítulo. Si bien, luego de la rúbrica de la Ley de Paisaje Protegido, algunas canteras continuaron con su explotación (las ubicadas por fuera de la Poligonal), en los últimos tiempos se suceden explosiones que hacen temblar a la ciudad de Tandil en varios kilómetros a la redonda. Al parecer, hay quienes quieren convertir en letra muerta a esa ley que tanto celebraron tandilenses y afines, y reinstalar el panorama previo a 2010.
¿Fue un avión que rompió la barrera del sonido? ¿Un trueno estremecedor? Ya no importa si los días están soleados hasta el enceguecimiento o nublados a punto tal que den lugar a la duda. Las canteras que se encuentran por fuera de la poligonal (delimitada por las rutas provinciales 30 y 74, y la nacional 226), nunca dejaron de funcionar. Sin embargo, ahora recae la sospecha sobre los emprendimientos mineros que se encuentran al interior de la Poligonal, que deberían haber cerrado pero… pareciera que no fue ‘tan así’.
Ante cada nueva explosión, con el consiguiente sacudón de ventanales de los más disímiles puntos de la ciudad y sus alrededores, las redes sociales se pueblan de publicaciones y comentarios tan cargados de indignación como de incertidumbre. Entre las y los vecinos de Tandil se brindan un panorama de las zonas en las que fue sentida la onda expansiva y el estruendo, intentando indagar entre todos de dónde pudo haber partido la tamaña detonación. Ninguna cantera se hace cargo de aclarar.
La de las canteras no es una problemática nueva en el escenario histórico tandilense. De hecho, durante algunas décadas se luchó incansablemente en pos de lograr la declaración de ‘área protegida’ para las sierras del partido de Tandil, junto a la reconversión productiva de esos emprendimientos extractivistas y la garantía de los puestos de trabajo de los empleados. La campaña “Sierras sin canteras ni construcciones” siempre se mantuvo vigente: se sabía que la Ley de Paisaje Protegido no era en absoluto la solución definitiva a las destrucción del faldeo serrano. De hecho, las construcciones en las sierras aún hoy proliferan, por obra y gracia de un Estado municipal que lo permite en su acción y omisión. De vez en cuando, se sentía alguna explosión, esporádicamente. Al menos, se consideraba que se había dado un paso en pos de la preservación del patrimonio natural más importante de Tandil. Sin embargo, la situación de estos últimos meses retrotrae a aquellos tiempos previos a la sanción de la Ley 14.126.
La Asamblea Ciudadana por la Preservación de las Sierras volvió a emplear el slogan “Sierras Sí, Canteras No”, ante el anuncio del Ejecutivo nacional de instalar nuevas canteras e, incluso, reabrir las supuestamente cerradas por aplicación de la Ley de Paisaje Protegido (por la supuesta escasez de materia prima para la obra pública). Luego de la serie de explosiones de las últimas semanas y todo el camino transitado por la causa preservacionista, el cartel que en 2006 rezaba “Las Sierras de Tandil no son piedra para moler” (con gran difusión entre comerciantes y vecinos de a pie), vuelve al ruedo, como en los tiempos previos a la sanción de la Ley de Paisaje Protegido, allá lejos, a principios de 2010.
Ante este estado de situación de perplejidad generalizada ante el retroceso de lo logrado por la gran mayoría de la ciudadanía tandilera, la Asamblea por las Sierras elaboró un documento, que a continuación, compartimos…
Gran preocupación por explosiones
Importantes explosiones se sintieron en distintos puntos de la ciudad. ¿Cómo puede ser que a esta altura de la historia de Tandil y luego de la Ley de Paisaje Protegido, esto vuelva a pasar?
En 2010, la Ley provincial 14.126 determinó el cese de las canteras ubicadas dentro de la poligonal de conservación del paisaje, determinada por las rutas 30, 74 y 226. El criterio adoptado por la ley fue proteger inicialmente el área más cercana a la ciudad. Los reiterados temblores y explosiones denunciadas por vecinos de distintos barrios obligan a las autoridades locales y provinciales a dar una explicación pública y responder las preguntas de la población: ¿Qué canteras son las responsables de las explosiones? ¿Hay canteras haciendo explosiones dentro de la poligonal? En ese caso, gravísimo, ya que estarían delinquiendo. ¿Qué es lo que están haciendo las autoridades en resguardo del cumplimiento de la ley de paisaje protegido?
Si las explosiones provinieran de canteras localizadas fuera de la Poligonal, cabe preguntar: ¿Quién las está controlando? Y poner en evidencia que el mismo hecho de que la población esté escuchando sus explosiones prueba que su situación no difiere de las canteras cerradas dentro de la poligonal, ya que también están próximas a la ciudad, y las sierras que están destruyendo son igualmente valiosas. La preservación no es una cuestión de distancia sino de capacidad para apreciar el valor de las Sierras para Tandil.
Si acaso las explosiones fueran la expresión de una voluntad contra la ley, y existieran empresarios haciendo lobby y funcionarios presionando para extraer cada vez más piedra de Tandil, una vez más les decimos: “Las Sierras de Tandil no son piedra para moler”. Promover la minería en Tandil es ir hacia atrás.
No queremos más barrenos. No queremos más agujeros en las Sierras. No queremos más camiones sobrecargados de piedra molida rompiendo las rutas.
Y bien haríamos ante quienes pretenden convencer prometiendo un puñado de empleos, en exigir la defensa de todas las actividades existentes y posibles en Tandil, que generan mucho más empleo sin destruir y hoy están siendo atacadas por las mismas políticas que vuelven a insistir con las actividades extractivas.
El gobierno municipal tiene la obligación de atenerse y defender la Ley de Paisaje Protegido, impidiendo retrocesos y avanzando en el cuidado integral de las sierras.
Sierras protegidas, sin canteras ni construcciones.
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