“Lo traumático es que no respeten su derecho a decidir sobre su cuerpo”

Semanas atrás, integrantes del Movimiento de Mujeres Organizadas de Azul entrevistaron a miembros del Hospital Materno Infantil ‘Argentina Diego’. Convencidas de la necesidad de sumar voces a un debate que, más allá del rechazo en el Senado del proyecto de ley que llegó con media sanción de Diputados, lejos está de darse por finalizado. Conscientes de la necesidad de visibilizar la labor diaria que realizan los profesionales de la salud en Azul, y para la zona, nos compartieron la nota que resultó, y aquí publicamos la segunda parte.

Sobre traumas, las entrevistadoras diferencian entre el de llevar adelante un embarazo cuando no se lo desea, y el de la práctica del aborto en sí mismo. En torno a ello, interrogaron a les profesionales sobre si, en este último caso, creen que lo traumático se vincula con las condiciones en que se hace o es, por sí mismo, traumático? La trabajadora social María Cúcaro, perteneciente al Servicio Social, manifestó: “No. Una mujer, cuando viene decidida a hacerlo, lo tiene muy asumido”; y planteó que, en ese punto, aparece un mito, el de ‘la mujer se va a arrepentir después’. “No. Obviamente, es traumático desde el momento que puede ir a un lugar clandestino”. También le puede resultar una instancia traumática si, al ir al Hospital, se la maltrata.

No viene una mujer y automáticamente se hace el aborto: se le da un espacio de escucha, se la asesora, se le da tiempo para que pueda tomar una decisión”. Decisión que no se hace ‘a las apuradas’: “Es consensuada, asimilada, le damos todo el tiempo que quiere y puede”. Cúcaro contó que, incluso, “muchas nos vienen a decir que continuarán con su embarazo. Lo traumático es que no se les respete su derecho a decidir sobre su propio cuerpo”. Paola Mendiola, directora asociada del Hospital ‘Argentina Diego’, agregó: “De hecho, en la hoja de consentimiento donde firman, tienen la posibilidad de revocarlo”.

En aquellos días en que se realizaron las entrevistas, días previos al debate del proyecto para la legalización de la Interrupción Voluntaria del Embarazo en la Cámara de Senadores, el sector antiderechos repartió, vía redes sociales, imágenes de mujeres con embarazos muy avanzados, argumentando que la ley de IVE permitiría abortos a las 37 o 38 semanas. La doctora Duclós, jefa de Pediatría, comentó al respecto: “En un programa local, se referían a que se pueden interrumpir los embarazos a cualquier edad gestacional, y hablaban de 27 semanas”, lo que le pareció inadecuado. “Si una embarazada, con un causal que entra en las de aborto legal, llega a las 27 semanas, hubo un montón de fallas previas, porque esa mujer, desde que quedó embarazada, no quiso tener a ese bebé. Cuando, por distintas causales y situaciones, la mujer decide no seguir con el embarazo, llega rápidamente.

Profesionales entrevistadas y entrevistado por las integrantes del Movimiento de Mujeres Organizadas (MMO) de Azul.

La doctora Mendiola aportó a ello: “Lo más probable es que esa mujer que llega a las 27 semanas no termine bien. Tuvimos un caso, en 2015, cuando todavía no estábamos haciendo esto, donde falló todo lo anterior”. Esa mujer terminó a las 28 semanas, “con una rotura prematura de membrana, infectada, séptica, sin útero, no porque se haya hecho algo ella, sino porque no se cuidó, no se controló, y terminó mal. El bebe y ella.

El debate por la Ley IVE: de comienzos y entrecruzamientos en el barro

La doctora Duclós recordó que, cuando se empezó con el debate por la ley de Aborto Legal, “se armó una discusión en el salón de actos del Hospital”. El argumento sostenido por algunes profesionales era que “todas las mujeres iban a venir a este Hospital a declarar que habían sido violadas para que se les hiciera un aborto. ¿Sabés cuántas mujeres tenés por violación? Ninguna.

En términos médicos, sobre la cantidad de interrupciones voluntarias del embarazo que puede realizarse una mujer, Paola Mendiola, directora asociada del Hospital ‘Argentina Diego’, señaló que no hay un «número estipulado». Los métodos han ido cambiando y hoy se realizan con pastillas, inducción cada 6 horas y se completa con un sistema de aspiración manual endouterina (AMEU). “Es lo menos cruento posible. No provoca lesión pero, obviamente, para nadie es bueno pasar por esto. Por eso, insistimos mucho en la consejería post aborto. Tratamos de que ninguna se vaya sin un método anticonceptivo, para que no vuelva a suceder”, indicó Mendiola. Por su parte, Duclós agregó que “si una mujer tiene que terminar en el aborto de un embarazo que no desea, por las causas que sea, sale con la consejería. La mujer que vuelve a pedir otro aborto, es porque fallamos en el sistema de salud y en la educación”.

Sobre cómo incidió en el debate por la ley IVE la discusión respecto a la concepción de la vida, la jefa de Pediatría del Hospital ‘Argentina Diego’, en lo personal, en ese marco no se debía poner el debate en término de “si es vida o no es vida: es una decisión de la mujer, que lo va hacer de todas formas. Sus motivos tendrá, nadie puede cuestionar eso”. Mendiola sumó las palabras de Eduardo Valenti, director del Hospital Materno Infantil ‘Ramón Sardá’, y presidente de la Sociedad de Obstetricia y Ginecología de Buenos Aires: “No se trata de ‘aborto sí’ o ‘aborto no’, sino de aborto seguro o aborto clandestino”.

Foto: gentileza Noticias de Azul.com

Para construir el camino hacia la Ley IVE

Para darle un cierre a este trabajo, las entrevistadoras les pidieron a les profesionales una reflexión respecto de la Ley de Interrupción Legal del Embarazo. Augusto Carella, director ejecutivo del Hospital ‘Argentina Diego’, expresó que el del aborto “es un tema de salud pública. Estoy totalmente a favor de que se despenalice el aborto. Después, que cada mujer tenga la necesidad de hacerlo o no, que el país y el Estado tienen que dar una respuesta a esto y de manera urgente”. Carella afirmó por aquel entonces que “si no se aprueba, se van a seguir haciendo abortos clandestinos y se van a seguir muriendo las mujeres por una cuestión de inequidad social, socioeconómica fundamentalmente”. Remarcó que “no es ningún método anticonceptivo”, sino “la salida a algo que se hizo mal previamente”. Quien llega al aborto “no tuvo la oportunidad de recibir pautas culturales”, como los programas de educación sexual y reproductiva “que seguramente la mujer no pudo acceder y que llega al punto final de un aborto”. Carella cree “en una política sanitaria seria, gente avezada en el tema diciendo cosas coherentes”.

María Cúcaro, trabajadora social del Servicio Social, en caso de que no se legalizara la IVE, manifestó que seguirían “trabajando como hasta ahora, acompañando a estas mujeres desde el lugar que podemos, siempre escuchándolas. Que sepan que tenemos un hospital amigable, acompañando confidencialmente, nunca persiguiendo o señalando; dando información, apelando a que haya más educación sexual integral”.

Para Paola Mendiola, directora asociada del Hospital ‘Argentina Diego’, no se trata de una cuestión de aborto sí o aborto no, sino de legalizarlo: “Yo que lo viví particularmente, no quisiera pasar otra vez por lo mismo; terminar un trabajo que empezó afuera, sino hacer un trabajo correcto, seguro, brindarle acompañamiento a esa paciente que lo necesita en ese momento que está viviendo, darle una posibilidad”. Aseguró que empezarán a realizar todo tipo de charlas, “en los colegios, sobre prevención desde el servicio de obstetricia. Ya hay residentes que están yendo a los colegios”.

Ana Duclós, jefa de Pediatría, esperaba, hondamente emocionada, que saliera el voto en favor del aborto legal, “no porque el tema sea fundamental acá, sino que es algo más en el contexto de salud pública. Lo fundamental es la educación sexual integral en las escuelas, que no se concretó; la prevención de violencia, que sabemos que existe y es cada vez peor, eso lo vivimos las mujeres”. Por último, remarcó: “La salud sexual reproductiva, en forma adecuada y con los insumos correspondientes, es compromiso del Estado para con todos los ciudadanos. Hay que respetar la decisión de la mujer, que nadie decida por su cuerpo”.

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Las integrantes del Movimiento de Mujeres Organizadas de Azul, a modo de conclusión y de apertura a debates, escribieron: “Las mujeres resistimos. Nos rebelamos. Nos rebelamos al mandato que nos exige ser madres. Nos rebelamos y no importa si es ilegal o legal. Pero la ilegalidad nos mata. El costo de mantener la criminalización es empujar a las mujeres y personas con capacidad para gestar a la clandestinidad. Siempre es clandestino, pero sólo quienes no pueden pagar por un aborto en una clínica privada, mueren en la pobreza. Las demás sobreviven.

“La criminalización falló y el Estado debe hacerse responsable; las legisladoras y legisladores, también. No funciona: seguimos abortando, entre 300 mil y 500 mil al año lo hacemos, seguimos muriendo, y esta cuestión de salud pública no debe ser soslayada. La interrupción del embarazo es un eslabón de una cadena de ausencias: la educación sexual no existe, no llega a todas, no hay recursos suficientes dedicados a ella; la anticoncepción también está ausente, lo vemos en cada persona que no accede a ella.

“Si este proyecto de ley se aprueba, las mujeres y personas con capacidad para gestar seremos más libres, y esta sociedad, menos hipócrita y más igualitaria, sin sesgos de género. Si no, seguiremos en la calle, luchando por lo que es nuestro. No nos callamos más. ¡SERÁ LEY!”

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