La historia de la Brujita que recibirá a más de 400 en Azul

Como para ir palpitando este nuevo Encuentro Regional de Mujeres, Lesbianas, Travestis y Trans del Centro de la Provincia de Buenos Aires, que tendrá lugar este sábado 17 y domingo 18 en Azul, compartimos esta entrevista que le realizaron desde medios azuleños a la creadora de la ‘brujita’ que identifica a la 4ta edición: la artista y tatuadora local Vicky Mansilla.

Ya se siente la esencia del aquelarre del Encuentro Regional. Más allá de tratarse de un fin de semana largo, en las terminales de ómnibus de la región se hacía notar la presencia de mujeres, lesbianas, travestis y trans, de todas las edades y colores, con la ansiedad por arribar a la Ciudad Cervantina ya en sus miradas, distinguible a varias cuadras. Mientras Vicky Mansilla le daba los últimos retoques a la ‘Brujita’ en la bandera del Encuentro, la artista y tatuadora azuleña brindó detalles sobre la historia del símbolo de esta 4ta edición.

Sobre cómo surgió esta bruja que identifica al 4º Encuentro Regional de Mujeres, Lesbianas, Travestis y Trans del Centro bonaerense, Mansilla especificó que fue de la necesidad de “hacer algo que muestre o que represente en una imagen lo que estábamos sintiendo y viviendo desde que se presentó nuevamente el proyecto de Ley de Interrupción Voluntaria del Embarazo”.

La idea de Mansilla, en principio, fue que el destino del dibujo fuera la calle, como pegatina y como cartel, que estuvo en el palacio municipal azuleño y en ATE en tiempos del tratamiento del proyecto de ley en el Congreso de la Nación. “Le saqué fotos, las edité, hice stickers y se empezó a divulgar: hay brujitas en un montón de lugares, salió de Azul rumbo a otras ciudades. Hasta estuvo pegada en el Hospital Materno Infantil: todo un mensaje”, agregó.

Si bien la Bruja salió de una inquietud de la artista, “a las pegatinas nunca les pongo firma: están en la calle y nunca son mías, ya no me pertenecen”. También se refirió a lo efímero y espontáneo de las Brujitas como intervención; y a su carácter callejero, más allá de la obra personal, “por mis ganas de hacer dibujos con carga social, ideológica, política.”

Ante la gran pregunta gran del por qué de que sea una bruja, Mansilla no ocultó su gusto por las brujas, sino todo lo contrario: “La bruja siempre ha sido muy maltratada. Se la representa como mala, come niñes, y de a poco pero cada vez más gente ahora sabe que las brujas tuvieron y tienen mucho para enseñarnos”. En ese punto, dio cuenta de que muchas mujeres, a lo largo de la Historia, han sido asesinadas “diciendo que eran brujas. Está bueno revalorizarlas y replantearnos a quiénes les decían brujas, por qué a las mujeres nos dicen brujas, por qué están asociadas al mal, para sacarlas de ese lugar estigmatizado que oculta la verdadera historia: eran mujeres que estaban luchando por sus derechos, que tenían muchos conocimientos sobre medicina y del funcionamiento del cuerpo; mujeres de su época ya oprimidas”.

Por último, las y los colegas le hicieron una pregunta más reflexiva, sobre qué es lo que le dice la Bruja cuando la ve: “Yo siempre dibujé muchas mujeres, de todo. Muchos personajes y diseños son femeninos, pero generalmente tienen una estética más estilizada. Esta Bruja es como un autorretrato, porque me miro y miro el dibujo y tiene mis piernas, mi cuerpo. Cuando hice esta bruja, no quise hacerla con el típico estilo que generalmente hago. Hasta me dije ‘no puede ser yo’. Traté de darle un cuerpo más voluminoso, más como una señora, en una escoba, más ruda, salvaje, aguerrida, guerrera, un cuerpo que se ve más habitualmente… Igual, cuerpos hay un millón, son diversos. Está desnuda y fue a propósito, porque ponerle ropa es distinguirla más y cada cosa que le vas a poner va a decir algo”, concluyó la artista Vicky Mansilla.

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