¿Quién gobierna en Villa del Lago?

29 mayo, 2020

En Tandil, como a lo largo, ancho y alto del territorio argentino, la ciudadanía se encuentra confinada en sus respectivos hogares y afines, en el marco de la pandemia de CoVid19, más conocido como coronavirus. Hace un par de semanas, el vecindario de la tandilidad disfruta de la habilitación de algunas salidas, breves, pero salidas al fin. En ese andar, varias y varios caminantes que se dieron una vuelta por Villa del Lago, se percataron de algunos ‘singulares’ detalles, La Asamblea Ciudadana por la Preservación de las Sierras se pronunció al respecto y compartió imágenes que dan cuenta de que algunos no se tomaron descanso en la cuarentena. ¿Un capítulo más en la novela del borrar con el codo lo escrito con la mano?

El comunicado de la Asamblea por las Sierras reza: “En teoría, el Municipio de Tandil suspendió la construcción en Villa del Lago, pero parece que se olvidó de controlar y de avisarle a la Usina, para que deje de hacer grandes tendidos de energía. Más construcciones, más torres de luz, más alambrados, más carteles de venta. En Villa del Lago, lo que parece suspendido es el Estado presente haciendo cumplir lo que aprueba y pregona.

“No sirve aprobar papeles para que se queden en papeles, mientras se deja que avancen sobre las Sierras. Se nota el apuro por ocupar, mientras el gobierno calma a la opinión pública con ordenanzas de suspensión de construcciones. No sirve para cuidar las Sierras y es muy hipócrita. Si lo que quieren es dejar que se construya en Villa del Lago, y todo lo que vendrá después, lo debería decir abiertamente y hacerse cargo.

“Sí hacerse cargo ética y pecuniariamente de los perjuicios ambientales y económicos que genera construir donde no hay agua, donde no hay posibilidades de tratar adecuadamente los efluentes y donde mantener calles y los servicios que las requieren en condiciones, es muchísimo más caro que en las zonas apropiadas para el crecimiento urbano.

“Como ciudad perdemos Sierras y ganamos problemas. Hace años estamos denunciando el avance y, lejos de evitarlo, los gobernantes les llevan la luz y permiten que construyan. El resto de los ciudadanos nos recibimos de giles. Gobernantes: ¡¡¡Ni una casa más en las Sierras!!!“, concluye la organización ambientalista.