¿Haraganes, ignorantes o qué? Fumigan en espacios públicos de Gardey
Según parece, en la localidad tandilense de Gardey, su delegación y el Municipio tienen algún problema con el pastizal. Sin embargo, lejos de atacarlo de la manera más obvia, tradicional y evidente (léase, con una cortadora de pasto), optan por esos líquidos supuestamente ‘inocuos’ y que terminan siendo una solución muy cara a la salud y al futuro de las y los habitantes de Gardey: herbicidas eufemísticamente llamados ‘fitosanitarios’. En la Defensoría del Pueblo ya recibieron una nueva ampliación de la denuncia de las y los vecinos, mientras las autoridades parecen no entender (o no querer) de qué van los serios peligros de andar desparramando esos venenos a diestra y siniestra.
A lo largo, ancho y alto del territorio bonaerense, el actual gobierno de Axel Kicillof extendió la prohibición de fumigación y aplicación de agrotóxicos en toda la provincia de Buenos Aires, ya con mantener la suspensión de la Resolución 246. Resolución surgida a fines de 2018, en tiempos de la gobernación de María Eugenia Vidal, que permitía fumigar con agrotóxicos «lotes contiguos al área urbana, zona residencial, área de población, márgenes de cursos de agua, establecimientos educativos, áreas de esparcimiento y reservas naturales». Aquella resolución, que fue blanco de rechazos y críticas de todo tipo y color, fue suspendida en febrero de 2019… pero en el Partido de Tandil, hay quienes no se enteraron de la cuestión o, lisa y llanamente, creen que dentro del perímetro del Municipio del ‘Lugar Soñado’ no se deben acatar esas leyes.
Luego de idas, venidas, dichos y contradichos, las inspecciones hechas a la Escuela 33 de La Porteña le dieron la razón a las y los pobladores del paraje, que denunciaron que en octubre de 2019 hubo aplicación de agroquímicos hasta el límite entre el potrero y el establecimiento educativo. Razón que no se las dio oficialmente el Municipio de Tandil, sino que se enteraron prácticamente de casualidad, por pedir el expediente del caso con el aval del acceso a la información pública.
En el caso de Gardey, a 20 kilómetros de Tandil, las vecinas y vecinos de la localidad se encuentran en pleno debate: ¿será una tomada de pelo, un acto más de cinismo adrede, o lisa y llana ignorancia el obrar de las autoridades de la Delegación y del Municipio? Luego de la presentación realizada por quienes integran ‘Paren de Fumigarnos’ en la Defensoría del Pueblo de Tandil, en julio de 2019, a raíz de las fumigaciones que se realizaban en la Estancia ‘Don Juan’, los ‘mosquitos’ aplicadores que se paseaban y descansaban por las calles del pueblo, y las fumigaciones con RoundUp hechas por la propia Delegación en la plaza y hasta en la vereda del Jardín de Infantes (sí, así como se lee), desde la Dirección de Asuntos Agrarios labraron actas a los propietarios, y hasta el delegado, Edgardo Zubigaray, se comprometió a no usar herbicidas en los lugares públicos.
Sin embargo, al poco tiempo, esos compromisos quedaron casi en letra muerta. Así como las máquinas pulverizadoras (más conocidas como ‘mosquitos aplicadores’) siguen transitando y ‘descansando’ en las calles de Gardey, se supo hace algunas semanas atrás, por el comentario de muchos vecinos de la localidad, que en el acceso a Gardey, desde una camioneta trafic con identificación del Municipio de Tandil, estaban fumigando sobre una senda peatonal en la que, pocos minutos después, ya había gente (de todas las edades) caminando sobre lo que acaba de ser fumigado.
Con la misma excusa de los ‘yuyitos’ que no tienen mejor naturaleza que crecer, el escenario de la fumigación pasó de la senda aeróbica… a la pileta municipal! Y las imágenes que han tomado como prueba son por demás elocuentes… y preocupantes. Las y los vecinos de Gardey, autoconvocados bajo el lema ‘Paren de Fumigarnos’, así lo denunciaron en la mañana de este lunes 10 de febrero. En redes sociales, indicaron: “Lamentamos informar a la comunidad de Gardey este procedimiento tan poco amigable con la Salud Publica. La Pileta Municipal fue fumigada con herbicida todo su perímetro. Gravísimo”.
Además, agregaron, para tener en cuenta: “1) El veneno se reabsorbe por la piel; 2) las personas (niños y niñas también) que pisaron el veneno y luego se metieron a la pileta, lo trasladaron contaminando el agua (ya contaminada, porque el agua corriente de Gardey contiene veneno); 3) El veneno contamina por contacto, pero también por evaporación; 4) El veneno, hasta que muestra su acción (pasto quemado), es invisible durante 3 o 4 días aproximadamente (es posible que, una vez aplicado, durante este periodo los/las visitantes de la pileta se estuvieron contaminando al pisarlo y respirarlo); 5) Los síntomas de contaminación muchas veces no son instantáneos y muestran su daño a largo plazo; 6) Lo más grave es que suponemos que personal de la misma Delegación (Municipio/Estado ) fue quien aplicó el veneno, cuando el mismo delegado E. Zubigaray se comprometió ante autoridades y vecinos a no aplicar agrotóxicos en espacios públicos, sobre todo cuando el contacto es directo”.
Desde ‘Paren de Fumigarnos’ señalaron que “esta gravísima acción fue denunciada ante la Defensoría del Pueblo en el día de hoy. Deseamos que la Justicia llegue a los responsables”. Integrantes de esta agrupación vecinal, además de insistir en que “no se puede hacer eso”, subrayaron: “Queremos saber quién es el que imparte la orden, para que se tomen los recaudos y sanciones correspondientes”.
En julio de 2019, la Defensoría del Pueblo, a cargo de Paula Lafourcade, intervino ante la denuncia de las y los vecinos de Gardey instando a la Dirección de Medioambiente a realizar infracciones, y a la Dirección de Servicios para que coloque cartelería en todas las entradas de las localidades, que informe de la prohibición de ingresar con equipos aplicadores en el área urbana. La Defensoría también pidió informes a Jefatura de Gabinete por el caso de la fumigación con herbicidas sobre la senda peatonal… que aún no ha tenido respuesta alguna.
Por lo pronto, mientras se esperan mejores noticias para este boletín, instamos a que desde el Municipio de Tandil se provea a la Delegación de Gardey del equipamiento necesario para esos cortes de pasto (cortadoras de césped, bordeadoras eléctricas, incluso desmalezadoras autopropulsadas, minitractores, entre tantos otros etcéteras posibles). Para que lo aparentemente ‘barato y rápido’ no se pague con la salud y la vida de las y los vecinos de ese bello rincón serrano del centro bonaerense.
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